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»En toda clase de fraude, ya se trate de buey, asno, oveja, vestido o cualquier cosa perdida, cuando alguien diga: “Esto es mío”, la causa de ambos vendrá ante los jueces; y aquel a quien los jueces condenen, pagará el doble a su prójimo.

10 »Si alguien da a guardar a su prójimo un asno, un buey, una oveja o cualquier otro animal, y éste muere, es estropeado o robado sin que nadie lo vea, 11 juramento de Jehová mediará entre ambos de que no metió sus manos en los bienes de su prójimo: su dueño lo aceptará, y el otro no pagará.

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