1 Reyes 22:5-28
Reina-Valera 1995
5 Dijo luego Josafat al rey de Israel:
—Yo te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová.
6 Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, unos cuatrocientos hombres, a los cuales dijo:
—¿Debo ir a la guerra contra Ramot de Galaad o debo renunciar a ella?
—Sube, porque Jehová la entregará en manos del rey —le respondieron ellos.
7 Dijo Josafat:
—¿Hay aquí algún otro profeta de Jehová por medio del cual podamos consultar?
8 El rey de Israel respondió a Josafat:
—Aún hay un varón por el cual podríamos consultar a Jehová, Micaías hijo de Imla, pero yo lo aborrezco, porque nunca me profetiza el bien, sino solamente el mal.
—No hable el rey así —dijo Josafat.
9 Entonces el rey de Israel llamó a un oficial y le ordenó: «Trae pronto a Micaías hijo de Imla.»
10 El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su silla, vestidos con sus ropas reales, en la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria, mientras todos los profetas profetizaban delante de ellos. 11 Sedequías hijo de Quenaana se había hecho unos cuernos de hierro y gritaba: «¡Así ha dicho Jehová: Con estos cornearás a los sirios hasta acabarlos!»
12 Todos los profetas profetizaban de la misma manera y decían: «Sube a Ramot de Galaad y serás prosperado, porque Jehová la entregará en manos del rey.»
13 El mensajero que había ido a llamar a Micaías le dijo:
—Mira que las palabras de los profetas a una sola voz anuncian al rey cosas buenas; que tu palabra sea ahora como la palabra de alguno de ellos y anuncia tú también buen éxito.
14 Micaías respondió:
—¡Vive Jehová, que lo que Jehová me hable, eso diré!
15 Llegó, pues, ante el rey, y el rey le dijo:
—Micaías, ¿iremos a pelear contra Ramot de Galaad o renunciaremos a ella?
Él le respondió:
—Sube y serás prosperado: Jehová la entregará en manos del rey.
16 El rey le dijo:
—¿Hasta cuántas veces he de exigirte que no me digas sino la verdad en nombre de Jehová?
17 Entonces él dijo:
—He visto a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas que no tienen pastor. Jehová ha dicho: “Estos no tienen señor. Que cada cual vuelva a su casa en paz.”
18 El rey de Israel dijo a Josafat:
—¿No te lo había dicho yo? Ninguna cosa buena profetizará él acerca de mí, sino solamente el mal.
19 Entonces él dijo:
—Oye, pues, la palabra de Jehová: “Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda. 20 Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Uno decía de una manera y el otro decía de otra. 21 Entonces se adelantó un espíritu, se puso delante de Jehová y le dijo: ‘Yo lo induciré’. Jehová le preguntó: ‘¿De qué manera?’ 22 Él dijo: ‘Saldré y seré un espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas.’ Jehová le dijo: ‘Tú conseguirás inducirlo; ve, pues, y hazlo así.’ 23 Ahora Jehová ha puesto un espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas, y ha decretado el mal en contra tuya.”
24 Entonces se acercó Sedequías hijo de Quenaana y golpeó a Micaías en la mejilla diciendo:
—¿Por dónde se me fue el espíritu de Jehová para hablarte a ti?
25 Micaías respondió:
—Tú mismo lo verás el día en que te vayas metiendo de aposento en aposento para esconderte.
26 Entonces el rey de Israel dijo:
—Toma a Micaías y llévalo ante Amón, gobernador de la ciudad, y ante Joás, hijo del rey. 27 Tú les dirás: “Así ha dicho el rey: ‘Echad a éste en la cárcel y mantenedlo con pan de angustia y con agua de aflicción, hasta que yo vuelva en paz.’”
28 Micaías respondió:
—Si logras volver en paz, Jehová no ha hablado por mi boca.
Y a continuación dijo: «Oíd, pueblos todos.»
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