Add parallel Print Page Options

19 se lanzó tras Abner y lo persiguió sin vacilar. 20 Al mirar hacia atrás, Abner preguntó:

―¿Acaso no eres tú, Asael?

―¡Claro que sí! —respondió.

21 ―¡Déjame tranquilo! —exclamó Abner—. Más te vale que agarres a algún otro y que te quedes con sus armas.

Pero Asael no le hizo caso,

Read full chapter