Add parallel Print Page Options

Y ninguno podía, ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra, abrir el libro, ni mirarlo.

Y yo lloraba mucho, porque no había sido hallado ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.

Y uno de los ancianos me dice: No llores; he aquí el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, que ha vencido para abrir el libro, y desatar sus siete sellos.

Read full chapter

Bible Gateway Recommends