Éxodo 34-36
La Palabra (España)
Las segundas losas del testimonio
34 El Señor dijo a Moisés:
— Talla dos losas de piedra iguales a las primeras: Yo escribiré en ellas lo mismo que había en las otras, las que tú hiciste añicos. 2 Prepárate para mañana, pues al amanecer subirás al monte Sinaí, y allí, en la cima del monte, me esperarás. 3 Que nadie suba contigo. No dejes que nadie esté por los alrededores del monte; ni siquiera ovejas o vacas pastando por las cercanías.
4 Moisés talló dos losas de piedra iguales a las primeras. Se levantó muy temprano y subió al monte Sinaí portando las dos losas de piedra, tal como el Señor se lo había ordenado. 5 Entonces el Señor descendió en una nube, y se quedó allí, al lado de Moisés, el cual pronunció el nombre del Señor.
6 El Señor pasó delante de él proclamando:
— ¡El Señor! ¡El Señor! ¡Dios compasivo y benévolo, lento en airarse y rico en amor y fidelidad, 7 que mantiene su amor a lo largo de mil generaciones y perdona la desobediencia, la rebeldía y los pecados, aunque no los deja impunes, sino que castiga la culpa de los padres en los hijos y en los nietos, en los biznietos y en los tataranietos!
8 Inmediatamente Moisés se postró en el suelo y lo adoró 9 diciendo:
— Señor, si de verdad gozo de tu favor, ven con nosotros, aunque seamos un pueblo testarudo. Perdónanos nuestras desobediencias y pecados, y acéptanos como propiedad tuya.
Alianza renovada
10 El Señor le respondió:
— Mira, voy a sellar una alianza. A la vista de todo el pueblo realizaré maravillas como no se han hecho en ningún país ni en ninguna nación. El pueblo que está contigo verá la obra del Señor, porque yo haré cosas impresionantes contigo.
11 Cumple lo que te ordeno hoy y expulsaré de tu presencia a amorreos, cananeos, hititas, fereceos, heveos y jebuseos. 12 Guárdate mucho de pactar con los habitantes del país donde vas a entrar porque serían una trampa para ti. 13 Al contrario, derribad sus altares, destruid sus piedras votivas y talad sus árboles sagrados.
14 No adores a dioses extranjeros porque yo, el Señor, llevo el nombre de “Celoso” y soy un Dios celoso.
15 No hagas ninguna alianza con los habitantes de aquel país, no sea que cuando ellos rindan culto a sus dioses y les ofrezcan sacrificios, te inviten también a ti y tengas que comer de las víctimas sacrificadas. 16 No tomes a sus hijas como esposas para tus hijos, pues puede que cuando ellas rindan culto a sus dioses, induzcan también a vuestros hijos a rendir culto a esos mismos dioses.
17 No te fabriques dioses de metal fundido.
Las fiestas anuales
18 Observa la fiesta de los Panes sin levadura: durante siete días y según te mandé, comerás panes sin levadura en la fecha señalada del mes de Abib, porque en ese mes saliste de Egipto.
19 Todos los primogénitos me pertenecen, incluidas las primeras crías de tu ganado tanto vacuno como ovino, siempre que sean machos. 20 Puedes rescatar a la primera cría del asno sustituyéndola por un cordero, pero si no la rescatas, tendrás que desnucarla. A tus hijos primogénitos los rescatarás. Nadie se presentará ante mí con las manos vacías.
21 Durante seis días trabajarás y el séptimo descansarás, incluso en tiempo de siembra o siega.
22 Celebra la fiesta de las Semanas, al comienzo de la siega del trigo; y también la fiesta de la Recolección, al final del año agrícola.
23 Tres veces al año se presentarán todos los varones ante el Señor, Dios de Israel. 24 Cuando yo haya alejado de ti a las demás naciones y haya ampliado tus fronteras, nadie intentará invadir tu territorio aprovechando que subes tres veces al año a presentarte ante el Señor tu Dios.
25 No ofrezcas nada fermentado junto con la sangre de la víctima sacrificada en mi honor, ni conserves para el día siguiente lo que sobre del animal sacrificado en la Pascua.
26 Lleva a la casa del Señor tu Dios las primicias de los frutos de tu tierra. No cuezas el cabrito en la leche de su madre.
27 Después el Señor ordenó a Moisés:
— Pon por escrito todos estos mandatos, porque ellos son las cláusulas de la alianza que yo sello contigo y con los israelitas.
28 Y allí permaneció Moisés con el Señor durante cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber. Y escribió sobre las losas las cláusulas de la alianza, es decir, las Diez Palabras.
El rostro radiante de Moisés
29 Al bajar Moisés del monte Sinaí, traía consigo las dos losas del testimonio y no se dio cuenta de que su rostro irradiaba luminosidad porque había hablado con el Señor. 30 Aarón y los israelitas, al ver el rostro radiante de Moisés, temieron acercarse a él. 31 Pero Moisés los llamó y, cuando Aarón y los jefes de la comunidad se le acercaron, conversó con ellos. 32 Se acercaron después a él todos los israelitas, y Moisés les comunicó las órdenes que el Señor le había dado en el monte Sinaí. 33 Cuando terminó de hablar con ellos, se cubrió la cara con un velo.
34 Cada vez que Moisés se presentaba ante el Señor para hablar con él, se quitaba el velo y permanecía así hasta que salía y comunicaba a los israelitas las órdenes que había recibido del Señor. 35 Los israelitas contemplaban cómo el rostro de Moisés irradiaba luminosidad; luego Moisés volvía a ponerse el velo en el rostro y se lo dejaba puesto hasta que entraba de nuevo a hablar con el Señor.
Ejecución de las instrucciones (35—40)
Normas para el sábado
35 Moisés convocó a la comunidad de los israelitas y les dijo: Esto es lo que el Señor os manda hacer: 2 Durante seis días podéis trabajar, pero el séptimo día es sábado, día de descanso consagrado al Señor. Si alguien trabaja durante ese día, será castigado con la muerte. 3 Durante el sábado está prohibido encender fuego en cualquier lugar donde estéis.
Las ofrendas para el santuario (Ex 25,1-7)
4 Moisés dijo a toda la comunidad de los israelitas: Esto es lo que ordena el Señor: 5 Recoged entre vosotros una ofrenda para el Señor. El que quiera ser generoso que traiga para el Señor oro, plata, bronce; 6 lana teñida de púrpura violeta, escarlata y carmesí, lino fino y pelo de cabra; 7 pieles de carnero curtidas, pieles de marsopa, madera de acacia; 8 aceite para la lámpara, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático; 9 piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y el pectoral.
Los utensilios del santuario (Ex 39,32-41)
10 Todo aquel que tenga habilidades especiales, que las ponga al servicio del Señor para hacer lo que él ha mandado: 11 la Morada, su Tienda y lo que la recubre, sus ganchos, sus tablones, sus varales, sus columnas y sus basas; 12 el Arca y sus varales, su cubierta y el velo que sirve de separación; 13 la mesa con sus varales y todos sus utensilios junto con los panes de la ofrenda; 14 el candelabro, con sus accesorios y sus lámparas y el aceite para el alumbrado; 15 el altar del incienso y sus varales, el aceite de la unción, el incienso aromático y la cortina para la entrada de la Morada; 16 el altar de los holocaustos con su enrejado de bronce, sus varales y todos sus utensilios; la pila con su base; 17 las cortinas del atrio, con sus columnas y basas, la cortina que hace las veces de puerta del atrio; 18 los tableros de la Morada y del atrio, con sus cuerdas; 19 las vestiduras de ceremonia para oficiar en el santuario, las vestiduras sagradas del sacerdote Aarón y las vestiduras que usarán sus hijos cuando oficien como sacerdotes.
Las ofrendas de los israelitas
20 Entonces, la comunidad de los israelitas se retiró de la presencia de Moisés; 21 todos los que se sintieron movidos por un impulso de generosidad volvieron con ofrendas al Señor para que se construyera la Tienda del encuentro, para todo su servicio y para las vestiduras sagradas. 22 Y vinieron hombres y mujeres trayendo de corazón broches, pendientes, anillos, brazaletes, y toda clase de alhajas de oro; y cada uno presentaba ritualmente ante el Señor su ofrenda de oro. 23 Los que tenían púrpura violeta, escarlata o carmesí, o lino fino o pelo de cabra, o pieles de carnero curtidas o pieles de marsopa, lo traían. 24 Los que podían ofrendar objetos de plata o bronce, los donaban voluntariamente como ofrenda al Señor; y los que disponían de madera de acacia, útil para cualquier trabajo manual, también la traían. 25 Las mujeres con habilidad para tejer traían sus tejidos hechos a mano de color violeta, escarlata o carmesí y también lino fino; 26 y otras mujeres, que conocían bien el oficio, se ofrecieron voluntariamente a tejer el pelo de cabra. 27 Los principales del pueblo aportaron piedras de ónice y otras piedras preciosas para el engaste del efod y el pectoral; 28 aportaron también especias, aceite para las lámparas y para la unción e incienso aromático.
29 Tanto los hombres como las mujeres que sintieron el impulso de ayudar libremente en la obra que el Señor había ordenado a Moisés, trajeron su ofrenda voluntariamente al Señor.
Los artesanos Besalel y Oholiab (Ex 31,1-6)
30 Moisés les dijo a los israelitas:
— Mirad, el Señor ha escogido a Besalel, hijo de Urí y nieto de Jur, de la tribu de Judá, 31 y lo ha dotado de habilidades extraordinarias, de destreza, talento y pericia en toda clase de trabajos, 32 para idear proyectos y realizarlos en oro, plata y bronce, 33 para tallar y engastar piedras preciosas, para trabajar la madera y realizar cualquier otra labor de artesanía. 34 También lo ha dotado de talento para trasmitir sus enseñanzas a otros. A él y a Oholiab, hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, 35 el Señor los ha dotado de manos habilidosas para realizar toda clase de trabajos: de tallado y de diseño, de recamado de telas de púrpura violeta, escarlata o carmesí y de lino fino. Sabrán diseñar proyectos artísticos y ejecutarlos.
36 Así, pues, Besalel, Oholiab y aquellos a quienes el Señor había dotado de talento y habilidad especial para realizar los distintos trabajos del santuario, llevaron a cabo todo lo que había ordenado el Señor.
La suspensión de las ofrendas
2 Moisés reunió a Besalel, a Oholiab y a todos los artesanos a quienes el Señor había dotado de habilidad y estaban dispuestos a colaborar en la realización de esa tarea, 3 y personalmente les entregó todas las ofrendas que los israelitas habían donado para la realización del santuario. Pero como día tras día el pueblo seguía llevando ofrendas voluntarias, 4 todos los artesanos que trabajaban en el santuario suspendieron su labor 5 para ir a decirle a Moisés:
— La gente está trayendo más de lo que se necesita para acabar lo que el Señor ha ordenado.
6 Entonces Moisés mandó pregonar por el campamento:
— Que nadie, ni hombre ni mujer, contribuya más para la obra del santuario.
Así el pueblo dejó de llevar más ofrendas, 7 pues lo que ya habían aportado era más que suficiente para llevar a cabo todo el trabajo.
La construcción de la Morada (Ex 26,1-37)
8 Los artesanos más hábiles hicieron la Morada con diez cortinas de lino trenzado con púrpura violeta, escarlata y carmesí, y con querubines esmeradamente bordados. 9 Cada cortina medía catorce metros de largo, por dos de ancho; todas las cortinas tenían las mismas medidas. 10 Cinco cortinas estaban unidas una con otra, y las otras cinco las empalmaron de igual modo. 11 Luego, en el borde de la primera serie de cortinas, pusieron unas presillas de púrpura violeta; y lo mismo hicieron en el borde de la última cortina del otro grupo. 12 Pusieron cincuenta presillas en la primera cortina y otras cincuenta en la última del segundo grupo. Las presillas se correspondían entre sí. 13 Enlazaron un cuerpo de cortinas con el otro mediante cincuenta corchetes de oro, de modo que la Morada formó un todo.
14 También se tejieron con pelo de cabra once cortinas para la cubierta de la Morada. 15 Todas las cortinas medían lo mismo: quince metros de largo, por dos de ancho. 16 Cinco cortinas iban empalmadas por una parte, y las seis restantes por la otra. 17 Los bordes de cada serie de cortinas empalmadas iban rematados con cincuenta presillas; 18 fabricaron también cincuenta pasadores de bronce los cuales, metidos por las presillas, cerraban la Tienda formando un todo.
19 Se fabricó, además, para la Tienda una cubierta de pieles de carnero curtidas y una sobrecubierta de pieles de marsopa. 20 Luego prepararon unos tableros de madera de acacia y los colocaron verticalmente para formar la Morada. 21 Cada tablero medía cinco metros de largo por setenta y cinco centímetros de ancho; 22 y tenía dos espigas, para ensamblarlos uno con otro. Todos los tableros de la Morada fueron hechos de la misma forma. 23 Para el lado de la Morada que mira al sur, hicieron veinte tableros 24 debajo de los cuales colocaron cuarenta basas de plata, una para cada una de las dos espigas de cada tablero. 25 Para el otro lado de la Morada, el que mira al norte, también prepararon veinte tableros 26 con sus cuarenta basas de plata, dos por cada tablero. 27 Y para la parte de la Morada que mira a poniente, prepararon seis tableros, 28 además de otros dos que situaron en las esquinas posteriores de la Morada, 29 y que estaban unidos de abajo a arriba hasta la primera argolla, formando de este modo los dos ángulos del santuario. 30 Eran, pues, en total ocho tableros con sus correspondientes dieciséis basas de plata; dos por tablero.
31 Prepararon también cinco travesaños de madera de acacia para los tableros de un lado de la Morada, 32 y cinco para los del otro lado y cinco más para los tableros de la parte posterior, la que mira al poniente. 33 El travesaño central lo hicieron de tal forma que pasara por entre los tableros, de una punta a otra. 34 Revistieron de oro los tableros y les pusieron unas argollas de oro por donde pasaban los travesaños, que estaban igualmente revestidos de oro.
35 Hicieron, además, un velo de lino trenzado y púrpura violeta, escarlata y carmesí, con querubines esmeradamente bordados. 36 Para colgar el velo, hicieron cuatro columnas de madera de acacia revestidas de oro, con ganchos también de oro, y las apoyaron sobre cuatro basas de plata.
37 Para la entrada de la Tienda hicieron una cortina de lino fino trenzado y púrpura violeta, escarlata y carmesí, todo ello esmeradamente recamado; 38 y colgaron la cortina de cinco columnas de madera de acacia revestidas de oro lo mismo que sus ganchos, capiteles y molduras; en cambio, las cinco basas para las columnas, se fundieron en bronce.
La Palabra, (versión española) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España