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33 Después podrás revisar si fui honesto contigo. Puedes ir a ver mis rebaños y si encuentras alguna oveja, macho o hembra, que no esté manchada o algún cordero que no sea negro, sabrás que te lo robé.

34 Labán respondió:

—¡Acepto! Que sea como tú dices.

35 Pero ese día Labán escondió todas las ovejas manchadas, machos y hembras, y todos los corderos negros, y les dijo a sus hijos que los cuidaran.

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