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27 Y ACONTECIÓ que cuando hubo Isaac envejecido, y sus ojos se ofuscaron quedando sin vista, llamó á Esaú, su hijo el mayor, y díjole: Mi hijo. Y él respondió: Heme aquí.

Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte:

Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo, y cógeme caza;

Y hazme un guisado, como yo gusto, y tráemelo, y comeré; para que te bendiga mi alma antes que muera.

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