Isaías 30:1-10
Reina Valera Contemporánea
De Egipto nada puede esperarse
30 ¡Ay de los hijos rebeldes, que hacen planes sin tomarme en cuenta; que buscan cobijarse pero no bajo mi espíritu, con lo que añaden pecado tras pecado!
—Palabra del Señor.
2 Sin consultarme antes se dirigen a Egipto para buscar apoyo en el poder del faraón, y poner su esperanza en la protección de los egipcios. 3 Pero ese poder del faraón se les cambiará en vergüenza; el amparo y protección de Egipto se les volverá confusión. 4 Cuando sus príncipes estén en Soán, y sus embajadores lleguen a Janés, 5 todos se avergonzarán de ese pueblo, que ni les sirve ni los socorre, ni les trae ningún provecho; más bien, les será motivo de vergüenza y de oprobio.
6 Profecía contra la bestia del Néguev:
Por tierra de tribulación y de angustia, de donde salen la leona y el león, la víbora y la serpiente que vuela, a lomo de asno y sobre las jorobas de sus camellos llevan sus riquezas y sus tesoros a un pueblo que no les será de ningún provecho. 7 La ayuda de Egipto será inútil y endeble. Por eso, a gritos les hice ver que su fuerza consistía en mantenerse quietos.
8 Así que ve ahora y escribe esto en una tablilla, para que lo lean; regístrala en un libro, para que permanezca hasta el día final, a través de todos los tiempos. 9 Porque éste es un pueblo rebelde; es gente mentirosa, que no quiere obedecer las enseñanzas del Señor; 10 a los videntes les dicen: «Ustedes no vean», y a los profetas les piden: «No nos anuncien lo que debemos hacer; mejor digan cosas halagüeñas, anuncien cosas ilusorias;
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