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24 pero él, impetuoso, escarba la tierra,
sin que le asusten los toques de trompeta.
25 Más bien, el sonido del clarín lo excita,
y a la distancia percibe los olores del combate,
el griterío y las órdenes de ataque.

26 »¿Acaso por órdenes tuyas vuela el gavilán,
y tiende el vuelo para dirigirse al sur?

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