⁶⁴ Jesús le contestó*: «Tú mismo lo has dicho^(A); sin embargo, a ustedes les digo que desde ahora verán al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder^(B), y viniendo sobre las nubes del cielo^(C)».

²⁰ Ese poder obró en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos^(A) y lo sentó a Su diestra^(B) en los lugares celestiales^(C),

La meta del cristiano

3 Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo^(A), busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios^(B).

³ Él es^[a] el resplandor de Su gloria y la expresión exacta de Su naturaleza^(A), y sostiene^[b] todas las cosas por la palabra de Su poder^(B). Después de llevar a cabo la purificación de los pecados^(C), el Hijo se sentó a la diestra^(D) de la Majestad en las alturas^(E),

Jesús, Sumo Sacerdote del santuario celestial

8 Ahora bien, el punto principal de lo que se ha dicho es este: tenemos tal Sumo Sacerdote^(A), que se ha sentado a la diestra del trono^(B) de la Majestad en los cielos^(C),

¹² Pero Cristo, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados^(A) para siempre^(B), se sentó^[a] a la diestra de Dios^(C),

² puestos los ojos en^[a] Jesús, el autor y consumador^[b] de la fe^(A), quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz^(B), despreciando la vergüenza^(C), y se ha sentado a la diestra del trono de Dios^(D).