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Oye, oh Dios nuestro, cómo somos despreciados(A). Devuelve su oprobio sobre sus cabezas(B) y entrégalos por despojo en una tierra de cautividad. No perdones su iniquidad, ni su pecado sea borrado de delante de Ti(C), porque han desmoralizado a los que edifican.

Y edificamos la muralla hasta que toda la muralla estaba unida hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar.

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