Add parallel Print Page Options

Censo y deberes de los levitas

Éstos son los descendientes de Aarón y de Moisés, de cuando el Señor habló con Moisés en el monte de Sinaí.

Éstos son los nombres de los hijos de Aarón:(A)

Nadab, el primogénito; Abiú, Eleazar e Itamar.

Éstos son los hijos de Aarón que fueron ungidos como sacerdotes. Aarón mismo los consagró para ejercer el sacerdocio. Nadab y Abiú murieron en presencia del Señor cuando en el desierto de Sinaí ofrecieron un fuego extraño delante de él.(B) Como ellos no tuvieron hijos, Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio en lugar de Aarón, su padre.

El Señor habló con Moisés, y le dijo:

«Haz que la tribu de Leví se acerque. Diles que se presenten ante el sacerdote Aarón para que le sirvan y desempeñen sus funciones, es decir, que se hagan cargo de toda la congregación delante del tabernáculo de reunión y cumplan con el ministerio del tabernáculo. Diles que cuiden por los hijos de Israel todos los utensilios del tabernáculo de reunión y todo lo relacionado con ellos, y ministren en el servicio del tabernáculo. De entre los hijos de Israel, los levitas quedarán totalmente a las órdenes de Aarón y a sus hijos. 10 Darás a Aarón y a sus hijos la autoridad para ejercer su sacerdocio. Si alguien ajeno al sacerdocio se acerca a mí, será condenado a muerte.»

11 El Señor habló con Moisés, y le dijo:

12 «Como puedes ver, de entre los hijos de Israel yo he tomado a los levitas en lugar de todos los primogénitos israelitas, así que los levitas(C) son míos. 13 De hecho, todo primogénito es mío. Desde el día en que les quité la vida a todos los primogénitos egipcios, consagré para mí a todos los primogénitos en Israel, y son míos, lo mismo hombres que animales.(D) Yo soy el Señor.»

14 El Señor habló con Moisés en el desierto de Sinaí, y le dijo:

15 «Cuenta a todos los varones hijos de Leví mayores de un mes, por familias y según el orden de las familias de sus antepasados.»

16 Moisés los contó, tal y como le fue ordenado, conforme a la palabra del Señor.

17 Los hijos de Leví, por sus nombres, fueron: Gersón, Coat y Merari.

18 Los hijos de Gersón por sus nombres y familias, fueron: Libni y Simey.

19 Los hijos de Coat, por sus familias, fueron: Amirán, Isar, Hebrón y Uziel.

20 Los hijos de Merari, por sus familias, fueron: Mali y Musi.

Éstas son las familias de Leví, según las familias de sus antepasados.

21 Las familias de Libni y la de Simey eran de la familia de Gersón. 22 Todos los varones mayores de un mes que fueron contados eran siete mil quinientos en total. 23 Las familias de Gersón acampaban en el ala occidental, a espaldas del tabernáculo. 24 El jefe de la tribu de los gersonitas era Eliasaf hijo de Lael. 25 En el tabernáculo de reunión, los hijos de Gersón estaban a cargo del tabernáculo, de la tienda y su cubierta, de la cortina a la entrada del tabernáculo de reunión, 26 de las cortinas del atrio, y de la cortina a la entrada del atrio, es decir, la que estaba junto al tabernáculo y alrededor del altar, lo mismo que de las cuerdas para todo su servicio.

27 Las familias de los amramitas, izharitas, hebronitas y uzielitas eran de la familia de Coat. 28 El número de todos los varones mayores de un mes era de ocho mil seiscientos, y estaban a cargo de la vigilancia del santuario. 29 Las familias de los hijos de Coat acampaban en el ala sur, a un costado del tabernáculo. 30 El jefe de tribu de las familias de Coat era Elisafán hijo de Uziel. 31 Ellos estaban a cargo del arca, la mesa, el candelero, los altares, los utensilios del santuario con que ministran, y el velo con todo su servicio. 32 El jefe principal de los levitas y jefe de los encargados de vigilar el santuario era Eleazar, hijo del sacerdote Aarón.

33 Las familias de los malitas y musitas eran de las familias de Merari. 34 Los varones mayores de un mes que fueron contados, conforme al número de todos ellos, eran seis mil doscientos. 35 El patriarca de la tribu de Merari era Suriel hijo de Abijaíl. Ellos acampaban en el ala norte, a un costado del tabernáculo. 36 Los hijos de Merari tenían a su cargo la custodia de las tablas del tabernáculo, sus barras, sus columnas, sus bases y todos sus enseres, con todo su servicio, 37 las columnas que rodeaban el atrio, y sus bases, estacas y cuerdas.

38 Moisés y Aarón y sus hijos acampaban en el ala oriente, delante del tabernáculo de reunión, y tenían a su cargo la vigilancia del santuario en lugar de los hijos de Israel. Si algún extraño se acercaba, era condenado a muerte.

39 Todos los levitas varones mayores de un mes, que Moisés y Aarón contaron por sus familias, conforme a la palabra del Señor, fueron veintidós mil.

Rescate de los primogénitos

40 El Señor le dijo a Moisés:

«Cuenta a todos los primogénitos de los hijos de Israel, varones mayores de un mes, por sus nombres. 41 Toma para mí a los levitas, en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel. Toma también a los animales de los levitas, en lugar de todas las primeras crías de los animales de los hijos de Israel. Yo soy el Señor.»

42 Y Moisés contó a todos los primogénitos de los hijos de Israel, tal y como el Señor se lo había ordenado. 43 Y todos los primogénitos varones mayores de un mes, conforme al número de sus nombres, fueron veintidós mil doscientos setenta y tres.

44 El Señor habló con Moisés, y le dijo:

45 «Toma a los levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel, y a los animales de los levitas en lugar de sus animales. Los levitas son míos. Yo soy el Señor.

46 »Para el rescate de los doscientos setenta y tres primogénitos de los hijos de Israel, que exceden a los levitas, 47 tomarás por cabeza cinco monedas de diez gramos de plata cada una, que es el peso oficial del santuario. 48 Ese dinero del rescate por los que exceden se lo darás a Aarón y a sus hijos.»

49 Moisés tomó el dinero del rescate de los que excedían al número de los redimidos por los levitas, 50 así que de los primogénitos de los hijos de Israel recibió un total de mil trescientos sesenta y cinco monedas de plata, de diez gramos cada una, conforme al peso oficial del santuario. 51 Esa plata Moisés la entregó a Aarón y a sus hijos, conforme a la palabra del Señor y según lo que el Señor le había ordenado.

Tareas de los levitas

El Señor habló con Moisés y Aarón, y les dijo:

«De entre los hijos de Leví cuenten a los hijos de Coat por sus familias y según las familias de sus antepasados, a todos los que tengan más de treinta años, y hasta cincuenta años de edad, y anótenlos en los grupos que servirán en el tabernáculo de reunión. Éste va a ser el oficio de los hijos de Coat en el tabernáculo de reunión, en el lugar santísimo: Cuando el campamento haya de mudarse, Aarón y sus hijos vendrán y desarmarán el velo de la tienda, y con él cubrirán el arca del testimonio; y sobre ella pondrán la cubierta de pieles de delfín, y extenderán un paño todo de azul, y le pondrán sus varas. Sobre la mesa de la proposición extenderán un paño azul, y sobre ella pondrán los platones, las cucharas, las copas y los tazones para las libaciones; también sobre ella estará el pan continuo. Extenderán sobre ella un paño carmesí, y lo cubrirán con la cubierta de pieles de delfín; y le pondrán sus varas. Tomarán un paño azul y cubrirán el candelero del alumbrado, sus lamparillas, sus despabiladeras, sus platillos, y todos los utensilios del aceite con que se sirve, 10 y lo pondrán con todos sus utensilios en una cubierta de pieles de delfín, y lo colocarán sobre unas parihuelas. 11 Sobre el altar de oro extenderán un paño azul, y lo cubrirán con la cubierta de pieles de delfín, y le pondrán sus varas. 12 Y tomarán todos los utensilios del servicio que se usan en el santuario, y los pondrán en un paño azul, y los cubrirán con una cubierta de pieles de delfín, y los colocarán sobre unas parihuelas. 13 Quitarán la ceniza del altar y extenderán sobre él un paño de púrpura; 14 pondrán sobre él todos los instrumentos de que se sirve, es decir, las paletas, los garfios, los braseros y los tazones, y todos los utensilios del altar; extenderán sobre él la cubierta de pieles de delfín, y le pondrán las varas. 15 Y cuando Aarón y sus hijos acaben de cubrir el santuario y todos sus utensilios, y haya de mudarse el campamento, vendrán después los hijos de Coat para llevarlos; pero no deberán tocar ninguna cosa santa, para que no mueran.

»Éstas serán las tareas de los hijos de Coat en el tabernáculo de reunión. 16 Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, estará a cargo del aceite del alumbrado, del incienso aromático, de la ofrenda continua y del aceite de la unción; es decir, estará a cargo de todo el tabernáculo y de todo lo que está en él, así como del santuario y de sus utensilios.»

17 El Señor habló con Moisés y Aarón, y les dijo:

18 «No hagan que la tribu de las familias de Coat sea eliminada de entre los levitas. 19 Para que sigan viviendo y no mueran cuando se acerquen al lugar santísimo, deben hacer lo siguiente: Aarón y sus hijos vendrán y les darán a cada uno su oficio y su cargo. 20 Y cuando cubran las cosas santas, no deben entrar para ver; de lo contrario, serán condenados a muerte.»

21 El Señor habló con Moisés, y le dijo:

22 «Levanta también un censo de los hijos de Gersón, según las familias de sus antepasados. 23 Cuenta a todos los varones mayores de treinta años y hasta cincuenta, es decir, todos los que entran en grupos para servir en el tabernáculo de reunión. 24 El oficio de las familias de Gersón para ministrar y llevar será el siguiente: 25 Llevarán las cortinas del tabernáculo, el tabernáculo de reunión, su cubierta, la cubierta de pieles de delfín que va encima del tabernáculo, la cortina de la entrada del tabernáculo de reunión, 26 las cortinas del atrio, la cortina de la puerta del atrio, que está cerca de éste y del altar alrededor, sus cuerdas, todos los instrumentos de su servicio, y todo lo que se hará para ellos. Ése será su servicio. 27 Todo el ministerio de los hijos de Gersón, en todos sus cargos y en todo su servicio, será según lo ordenen Aarón y sus hijos. Ustedes les encomendarán el cuidado de todos sus cargos. 28 Éste será el servicio de las familias de los hijos de Gersón en el tabernáculo de reunión. Su servicio estará bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.

29 »Haz también un censo de los hijos de Merari, según las familias de sus antepasados. 30 Cuenta a todos los varones mayores de treinta años, y hasta cincuenta años, es decir, a todos los que entran en grupos para servir en el tabernáculo de reunión. 31 Las obligaciones de su cargo para todo su servicio en el tabernáculo de reunión será el siguiente: Llevar las tablas del tabernáculo, sus barras, sus columnas y sus bases, 32 las columnas del atrio alrededor y sus bases, y sus estacas y cuerdas, con todos sus instrumentos y todo su servicio. Consignarás por nombre todos los utensilios que ellos deben transportar. 33 El servicio de las familias de los hijos de Merari para todo su ministerio en el tabernáculo de reunión, estará bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.»

34 Moisés y Aarón y los jefes de la congregación levantaron el censo de los hijos de Coat según las familias de sus antepasados, 35 y contaron a los varones mayores de treinta años de edad, y hasta los de cincuenta años, es decir, a todos los que entraban en grupos para ministrar en el tabernáculo de reunión. 36 Los varones contados, por sus familias, fueron dos mil setecientos cincuenta. 37 Éstos fueron todos los varones contados de las familias de Coat, que ministran en el tabernáculo de reunión. Moisés y Aarón los contaron, tal y como el Señor lo ordenó por medio de Moisés.

38 Los varones contados de los hijos de Gersón, según las familias de sus antepasados, 39 mayores de treinta años y hasta de cincuenta años, es decir, todos los que entran en grupos para ministrar en el tabernáculo de reunión, 40 fueron dos mil seiscientos treinta los contados por sus familias, según las familias de sus antepasados. 41 Éstos son todos los varones contados de las familias de los hijos de Gersón, los cuales ministran en el tabernáculo de reunión, y que Moisés y Aarón contaron por mandato del Señor.

42 Los varones contados de las familias de los hijos de Merari, según las familias de sus antepasados, 43 es decir, todos los mayores de treinta años y hasta de cincuenta años, que entran en grupos para ministrar en el tabernáculo de reunión, 44 fueron tres mil doscientos, contados por sus familias. 45 Éstos fueron los varones de las familias de los hijos de Merari, contados por Moisés y Aarón según lo ordenó el Señor por medio de Moisés.

46 Todos los varones levitas que Moisés y Aarón y los jefes de Israel contaron según las familias de sus antepasados, 47 mayores de treinta años y hasta de cincuenta, es decir, todos los que entraban para ministrar en el servicio y estar a cargo de alguna tarea en el tabernáculo de reunión, 48 fueron ocho mil quinientos ochenta. 49 Cada uno de ellos fue contado según su oficio y según su cargo, tal y como el Señor lo ordenó por medio de Moisés, que los contó tal y como le había sido ordenado.

El voto de los nazareos

El Señor habló con Moisés, y le dijo:

«Habla con los hijos de Israel, y diles que el hombre o la mujer que se aparte y haga voto de nazareo[a] para consagrarse a mí, deberá abstenerse de vino y de sidra; no beberá vinagre de vino ni de sidra, ni beberá ningún licor de uva, ni comerá tampoco uvas frescas ni secas. Todo el tiempo de su nazareato deberá abstenerse de comer de todo producto de la vid, incluso de los granillos y el hollejo.

»Mientras dure su voto de nazareato, y hasta que se cumpla el término de su consagración a mí, no se afeitará la cabeza con navaja. Estará consagrado a mí, y se dejará crecer el cabello.

»Mientras dure su consagración a mí, no podrá acercarse a ninguna persona muerta. Ni siquiera podrá acercarse a su padre o a su madre muertos, ni a su hermano o hermana muertos, porque sobre él reposa su consagración a mí, su Dios. Mientras dure su nazareato, estará consagrado a mí.

»Si alguien, de manera repentina, muere junto a él, su consagración se habrá contaminado, por lo que al séptimo día, es decir, en el día de su purificación, se rapará la cabeza. 10 El octavo día llevará al sacerdote, a la puerta del tabernáculo de reunión, dos tórtolas o dos palominos. 11 El sacerdote ofrecerá uno de ellos en expiación y el otro en holocausto. Así, ese día hará expiación por el que pecó a causa del muerto, y santificará su cabeza. 12 Consagrará para mí los días de su nazareato, y presentará un cordero de un año en expiación por la culpa; pero los primeros días serán anulados por cuanto su nazareato fue contaminado.

13 »Ésta es la ley del nazareo para el día que se cumpla el término de su nazareato. El nazareo acudirá a la puerta del tabernáculo de reunión 14 y me presentará su ofrenda, que será un cordero de un año, sin defecto, en holocausto; una cordera de un año, sin defecto, en expiación; y un carnero sin defecto como ofrenda de paz, 15 más un canastillo de tortas de flor de harina sin levadura, amasadas con aceite, hojaldras sin levadura untadas con aceite, con su ofrenda y sus libaciones. 16 El sacerdote ofrecerá esto delante de mí, y hará su expiación y su holocausto. 17 Me ofrecerá además el carnero como ofrenda de paz, junto con el canastillo de los panes sin levadura, y me ofrecerá también su ofrenda y sus libaciones. 18 Entonces el nazareo se rapará la cabeza consagrada a la puerta del tabernáculo de reunión, y tomará los cabellos de su cabeza consagrada y los echará sobre el fuego que está debajo de la ofrenda de paz. 19 Después el sacerdote tomará la espaldilla cocida del carnero, una torta sin levadura del canastillo, y una hojaldra sin levadura, y las pondrá en manos del nazareo, después de que éste se haya rapado la cabeza consagrada. 20 Luego el sacerdote mecerá todo esto delante de mí como ofrenda mecida, además del pecho mecido y de la espaldilla separada, y todo esto será una ofrenda santa para el sacerdote. Después de esto el nazareo podrá beber vino.

21 »Ésta es la ley para el que haga un voto de nazareo, y la ofrenda que deberá presentar al Señor por su nazareato, además de lo que sus propios recursos le permitan. Todo se hará según el voto que haya hecho, y conforme a la ley de su nazareato.»(A)

La bendición sacerdotal

22 El Señor habló con Moisés, y le dijo:

23 «Habla con Aarón y sus hijos, y diles que de esta manera bendecirán a los hijos de Israel. Les dirán:

24 »¡Que el Señor te bendiga, y te cuide!
25 ¡Que el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti,
y tenga de ti misericordia!
26 ¡Que el Señor alce su rostro sobre ti,
y ponga en ti paz!

27 »De esta manera invocarán ellos mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.»

Footnotes

  1. Números 6:2 Es decir, separado, o consagrado.

El Señor envía codornices

11 Y sucedió que el pueblo se quejó a oídos del Señor, y el Señor oyó sus quejas y ardió en ira, y un fuego del Señor se encendió en medio de ellos y consumió uno de los extremos del campamento. Entonces el pueblo pidió ayuda a Moisés, y Moisés oró al Señor y el fuego se apagó. Y Moisés llamó a ese lugar Tabera,[a] porque allí el fuego del Señor se encendió contra ellos.

Pero la gente extranjera que se mezcló con ellos sintió un apetito incontenible, y los hijos de Israel volvieron a llorar y dijeron: «¡Cómo nos gustaría que alguien nos diera a comer carne! ¡Cómo extrañamos el pescado que comíamos en Egipto! ¡Y los pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos que nos regalaban! ¡Ahora andamos con la garganta reseca, pues no vemos nada más que este maná!»

El maná se parecía a la semilla de culantro; tenía un color como de bedelio, y su sabor era como el del aceite nuevo.(A) El pueblo se esparcía para recogerlo, y lo desmenuzaba entre dos piedras o lo machacaba en morteros, y lo cocía en un caldero o hacía tortas con él. Durante la noche, al caer el rocío, el maná caía también sobre el campamento.(B)

10 Moisés oyó que el pueblo lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda, y la ira del Señor se encendió en gran manera, y también a Moisés le pareció mal. 11 Entonces Moisés le reclamó al Señor:

«¿Por qué le has hecho este mal a tu siervo? ¿Por qué no soy digno de tu bondad? ¿Por qué has puesto sobre mí la carga de todo este pueblo? 12 ¿Acaso yo lo concebí? ¿O acaso yo lo engendré, para que me pidas llevarlo en mi seno, como si fuera yo su madre y los estuviera amamantando, hasta la tierra que prometiste dar a sus padres? 13 ¿De dónde voy yo a sacar carne para alimentar a todo este pueblo? Ellos lloran, y vienen a decirme: “¡Danos a comer carne!” 14 ¡Yo solo no puedo soportar a todo este pueblo! ¡Me es una carga demasiado pesada! 15 Si así me vas a tratar, voy a agradecerte que me mates. Y si acaso merezco tu favor, ¡no me dejes ver mi propia desgracia!»

16 El Señor le dijo a Moisés:

«Junta a setenta ancianos de Israel, de los que tú sepas que son ancianos y jefes del pueblo, y llévalos hasta la entrada del tabernáculo de reunión. Diles que esperen allí contigo. 17 Yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti y lo pondré en ellos, y ellos sobrellevarán contigo la carga del pueblo. Ya no la llevarás tú solo. 18 Pero dile al pueblo que se santifique para mañana. Ustedes van a comer carne, pues han llorado ante mí y han dicho: “¡Cómo quisiéramos que alguien nos diera a comer carne! La verdad, ¡nos iba mejor en Egipto!” Así que yo, el Señor, voy a darles a comer carne. 19 Y no la comerán un día ni dos; ni cinco, diez o veinte días, 20 sino todo un mes, hasta que les salga por las narices, y se harten de comerla, por haberme menospreciado. Yo soy el Señor y estoy en medio de ustedes; pero ustedes han llorado ante mí y han dicho: “¿Para qué salimos de Egipto y vinimos acá?”»

21 Pero Moisés dijo:

«Este pueblo, en medio del cual estoy, llega a los seiscientos mil de a pie. ¿Y tú dices que les darás a comer carne todo un mes? 22 ¿Acaso van a degollarse para ellos ovejas y bueyes suficientes? ¿O van a pescarse para ellos todos los peces del mar, para que les alcance?»

23 Y el Señor le respondió a Moisés:

«¿Acaso mi mano se ha acortado? ¡Ahora vas a ver si mi palabra se cumple, o no!»

24 Moisés salió de allí y repitió ante el pueblo las palabras del Señor; luego reunió a los setenta ancianos del pueblo, y los hizo esperar alrededor del tabernáculo. 25 Entonces el Señor descendió en la nube, y habló con él. Tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta ancianos; y cuando el espíritu se posó en ellos, comenzaron a profetizar, y no dejaban de hacerlo.

26 En el campamento se habían quedado Eldad y Medad, dos varones sobre los cuales también se posó el espíritu. Aunque estaban entre los escogidos, no se habían presentado en el tabernáculo; sin embargo, comenzaron a profetizar en el campamento. 27 Entonces un joven fue corriendo a decirle a Moisés:

«¡Eldad y Medad están profetizando en el campamento!»

28 Josué hijo de Nun, que era ayudante cercano de Moisés, le dijo:

«Moisés, mi señor, ¡no se lo permitas!»

29 Pero Moisés le respondió:

«¿Acaso tienes celos por mí? ¡Cómo quisiera yo que todo el pueblo del Señor fuera profeta! ¡Cómo quisiera yo que el Señor pusiera su espíritu sobre ellos!»

30 Y enseguida Moisés volvió al campamento, en compañía de los ancianos de Israel.

31 Vino entonces del mar un viento de parte del Señor, que trajo codornices y las dejó caer sobre el campamento. Éstas cubrían la superficie de la tierra hasta un día de camino, por un lado, y un día de camino por el otro, y se amontonaban a una altura de casi dos codos. 32 El pueblo estuvo levantado todo ese día y toda esa noche, y todo el día siguiente, para recoger codornices. El que menos recogió, hizo diez montones, y tendieron las codornices alrededor del campamento. 33 Pero todavía tenían la carne entre los dientes, todavía no la masticaban, cuando la ira del Señor se encendió entre el pueblo y los hirió con una plaga mortal. 34 Por eso el nombre de aquel lugar se llamó Quibrot Hatavá,[b] porque allí sepultaron al pueblo glotón.

35 De Quibrot Hatavá, el pueblo se dirigió a Jaserot, y en Jaserot se quedó.

Murmuraciones contra Moisés

12 Moisés tomó por mujer a una cusita, y por causa de ella María y Aarón murmuraron en contra de Moisés. Dijeron:

«¿Acaso el Señor ha hablado sólo por medio de Moisés? ¿Acaso no ha hablado también por medio de nosotros?»

Y el Señor lo oyó.

Moisés era un hombre muy humilde. En toda la tierra no había nadie más humilde que él. El Señor llamó a Moisés, Aarón y María, y a los tres les ordenó ir al tabernáculo de reunión. Allí el Señor descendió en la columna de nube, se detuvo a la entrada del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María. Los dos acudieron, y el Señor les dijo:

«Escúchenme bien. Cuando haya entre ustedes profeta del Señor, yo me apareceré a él en una visión, y le hablaré en sueños. Pero con mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa, no lo hago así,(C) sino que con él hablo cara a cara, claramente y sin misterios. Él puede ver mi apariencia. ¿Por qué se atreven a hablar mal de mi siervo Moisés?»

Entonces el Señor se encendió en ira contra ellos, y se fue de allí. 10 Y cuando la nube se apartó del tabernáculo, sucedió que María estaba tan blanca de lepra como la nieve. Al ver Aarón que María estaba leprosa, 11 le dijo a Moisés:

«¡Ay, señor mío! ¡No hagas caer sobre nosotros este pecado! ¡Lo que hemos hecho es una locura! ¡Hemos pecado! 12 ¡Pero no permitas que ella se quede ahora como los abortivos, que al nacer tienen ya medio consumida su carne!»

13 Entonces Moisés clamó al Señor, y le dijo:

«Dios mío, ¡te ruego que la sanes!»

14 Y el Señor le respondió:

«Si su padre le hubiera escupido el rostro, ¿acaso no se quedaría avergonzada durante siete días? ¡Pues déjenla siete días(D) fuera del campamento, y después de eso podrá volver a la congregación!»

15 Y así María fue expulsada del campamento durante siete días, y el pueblo no siguió su marcha hasta que ella se reunió con ellos. 16 Después de eso, el pueblo partió de Jaserot para acampar en el desierto de Parán.

Misión de los doce espías(E)

13 El Señor habló con Moisés, y le dijo:

«Envía algunos hombres para que exploren la tierra de Canaán, la cual voy a dar a los hijos de Israel. De cada tribu de sus antepasados enviarán uno de sus hombres más importantes.»

Desde el desierto de Parán, Moisés envió a todos aquellos hombres, conforme a la palabra del Señor. Todos ellos eran gente de importancia entre los hijos de Israel. Éstos son sus nombres:

De la tribu de Rubén, Samúa hijo de Zacur.

De la tribu de Simeón, Safat hijo de Jorí.

De la tribu de Judá, Caleb hijo de Yefune.

De la tribu de Isacar, Igal hijo de José.

De la tribu de Efraín, Oseas hijo de Nun.

De la tribu de Benjamín, Palti hijo de Rafú.

10 De la tribu de Zabulón, Gadiel hijo de Sodi.

11 De la tribu de José: Gadi hijo de Susi, de la tribu de Manasés.

12 De la tribu de Dan, Amiel hijo de Gemali.

13 De la tribu de Aser, Setur hijo de Micael.

14 De la tribu de Neftalí, Najebí hijo de Vapsi.

15 De la tribu de Gad, Geuel hijo de Maqui.

16 Éstos son los nombres de los hombres que Moisés envió a explorar la tierra. A Oseas hijo de Nun, Moisés le puso por nombre Josué.

17 Al enviarlos a explorar la tierra de Canaán, Moisés les dijo:

«Vayan de aquí al Néguev, suban al monte 18 y observen cómo es la tierra, y si el pueblo que la habita es fuerte o débil, y si son pocos o muchos; 19 fíjense si la tierra habitada es buena o mala, y en cómo son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas; 20 fíjense si el terreno es fértil o estéril, y si hay árboles o no. ¡Ármense de valor, y traigan algunos frutos del país!»

Era entonces el tiempo de las primeras uvas, 21 y ellos fueron y exploraron el terreno desde el desierto de Zin hasta Rejob, entrando por Jamat. 22 Luego se dirigieron al Néguev y llegaron hasta Hebrón, que es donde vivían Ajimán, Sesay y Talmay, los hijos de Anac. (Hebrón había sido edificada siete años antes de Soán, en Egipto.) 23 Llegaron hasta el arroyo de Escol, y allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual llevaron entre dos en un palo, y granadas e higos. 24 Como allí los hijos de Israel cortaron ese racimo de uvas, aquel lugar fue llamado Valle de Escol.[c]

25 Después de explorar la tierra, volvieron al cabo de cuarenta días. 26 Al volver a Cades, en el desierto de Parán, se presentaron ante Moisés y Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel, y les dieron la información y les mostraron los frutos de la tierra. 27 También les dijeron:

«Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste. Ésta ciertamente fluye leche y miel, y aquí tienes sus frutos. 28 Pero la gente que habita esa tierra es fuerte, y las ciudades son muy grandes y fortificadas; además, allí vimos a los hijos de Anac. 29 Los amalecitas habitan en el Néguev, los hititas, jebuseos y amorreos habitan en el monte, y los cananeos habitan junto al mar y en la ribera del Jordán.»

30 Caleb pidió al pueblo que se callara delante de Moisés, y dijo:

«Subamos, pues, y tomemos posesión de esa tierra, porque nosotros podremos más que ellos.»

31 Pero los que habían ido con él dijeron:

«No podemos atacar a ese pueblo, porque ellos son más fuertes que nosotros.»

32 Además, entre los hijos de Israel hablaron mal de la tierra que habían explorado, y hasta dijeron:

«La tierra que recorrimos para explorarla se traga a sus habitantes. Toda la gente que allí vimos son hombres de gran estatura. 33 Allí vimos también gigantes.(F) Son los hijos de Anac, esa raza de gigantes. Ante ellos, a nosotros nos parecía que éramos como langostas; y a ellos también así les parecíamos.»

Rebelión de los israelitas

14 Toda esa noche la congregación comenzó a gritar y llorar. Todos los hijos de Israel se quejaron contra Moisés y Aarón, y toda la multitud les dijo:

«¡Cómo quisiéramos haber muerto en Egipto, o morir en este desierto! ¿Para qué nos ha traído el Señor a esta tierra? ¿Para morir a filo de espada, y para que nuestras mujeres y nuestros niños sean tomados prisioneros? ¿Acaso no sería mejor que regresáramos a Egipto?»

Y unos a otros se decían:

«Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto.»

Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros, delante de toda la congregación de los hijos de Israel, mientras Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Yefune, que eran dos de los que habían ido a explorar la tierra, se rasgaban las vestiduras y hablaban con toda la congregación de los hijos de Israel. Les decían:

«La tierra que recorrimos para explorarla es una tierra sumamente buena. Si el Señor se agrada de nosotros, él mismo nos introducirá a esta tierra y nos la entregará; ¡es una tierra que fluye leche y miel! Así que no se rebelen contra el Señor,(G) ni tengan miedo de la gente de esa tierra. ¡Nosotros nos los comeremos como si fueran pan! No les tengan miedo, que el dios que los protege se ha apartado de ellos, y con nosotros está el Señor.»

10 Y como toda la multitud hablaba de apedrearlos, la gloria del Señor se manifestó en el tabernáculo de reunión ante todos los hijos de Israel, 11 y el Señor le dijo a Moisés:

«¿Hasta cuándo este pueblo me va a seguir rechazando? ¿Hasta cuándo no van a creerme, a pesar de todas las señales que he hecho en medio de ellos? 12 ¡Voy a castigarlos con una plaga! Pero a ti te pondré sobre un pueblo más grande y más fuerte que ellos.»

13 Pero Moisés le respondió al Señor:

«¡Fuiste tú, con tu poder, quien sacó de Egipto a este pueblo! Cuando los egipcios sepan esto, 14 se lo dirán a los habitantes de esta tierra. Y ellos saben que tú, Señor, estás en medio de este pueblo. Saben que tú, Señor, te manifiestas cara a cara, que tu nube está sobre este pueblo, y que de día vas delante de nosotros en una columna de nube, y de noche en una columna de fuego. 15 Si haces que este pueblo muera como un solo hombre, las naciones que hayan sabido de tu fama van a murmurar, y dirán: 16 “El Señor no pudo llevar a este pueblo hasta la tierra que les había prometido, y por eso los mató en el desierto.” 17 Yo te ruego, Señor, que tu poder sea magnificado, tal y como lo expresaste al decir: 18 “Yo soy el Señor, lento para la ira pero grande en misericordia. Yo perdono la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tengo por inocente al culpable. Yo visito la maldad de los padres en sus hijos, nietos y bisnietos.”(H) 19 Por la grandeza de tu misericordia, yo te ruego que perdones la iniquidad de este pueblo, así como lo has perdonado desde Egipto y hasta este lugar.»(I)

El Señor castiga a Israel(J)

20 Entonces el Señor dijo:

«Yo los he perdonado, tal y como lo has pedido. 21 Pero tan cierto como que yo vivo, y que mi gloria llena toda la tierra, 22 ninguno de los que vieron mi gloria y las señales que hice en Egipto y en el desierto, los cuales ya me han puesto a prueba diez veces y no han querido obedecerme, 23 llegará a ver la tierra que les prometí a sus padres. ¡Ninguno de los que me han rechazado la verá!(K) 24 Sólo a mi siervo Caleb lo llevaré a la tierra donde él entró. A él y a su descendencia les daré posesión de la tierra,(L) porque en él hay otro espíritu y porque ha decidido seguirme. 25 En cuanto a los amalecitas y cananeos, que ahora habitan en el valle, vuelvan mañana y diríjanse al desierto, en dirección del Mar Rojo.»

26 El Señor habló con Moisés y Aarón, y les dijo:

27 «¿Hasta cuándo oiré las murmuraciones de esta depravada multitud contra mí? ¡Ya he escuchado las protestas de los hijos de Israel, y cómo se quejan de mí! 28 Pues diles de mi parte: “Vivo yo, que voy a hacer con ustedes lo mismo que ustedes me han dicho al oído. 29 En este desierto quedarán tendidos los cadáveres(M) de todos ustedes, los mayores de veinte años que fueron contados, los cuales han murmurado contra mí. 30 Ninguno de ustedes entrará en la tierra que, bajo juramento, prometí que les daría para que la habitaran. Sólo entrarán Caleb hijo de Yefune y Josué hijo de Nun. 31 Y a esos niños que ustedes dijeron que serían hechos prisioneros, yo los introduciré en la tierra que ustedes despreciaron, y ellos la conocerán. 32 En cuanto a ustedes, sus cuerpos quedarán tendidos en este desierto. 33 Sus hijos andarán cuarenta años(N) sin rumbo fijo por el desierto, llevando a cuestas sus rebeldías, hasta que su cuerpo sea consumido en el desierto. 34 Cuarenta años llevarán a cuestas sus iniquidades, un año por cada día, conforme al número de los días que anduvieron explorando la tierra, y así experimentarán mi castigo. 35 Así voy a tratar a toda esta multitud perversa que se ha juntado contra mí. Serán consumidos en este desierto, y aquí mismo serán condenados a muerte. Yo, el Señor, lo he dicho.”»

Muerte de los diez espías malvados

36 Los hombres que Moisés envió a explorar la tierra, y que al volver habían hecho que toda la congregación murmurara contra él, desacreditando así aquel país, 37 murieron delante del Señor por causa de una plaga y por haber hablado mal de la tierra. 38 De los hombres que habían ido a explorar la tierra, sólo Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Yefune quedaron con vida.

La derrota en Jormá(O)

39 Moisés comunicó todo esto a todos los hijos de Israel, y ellos se entristecieron mucho. 40 Entonces madrugaron y subieron a la cumbre del monte, pues decían: «Hemos pecado, así que estamos dispuestos a ir al lugar del cual nos ha hablado el Señor.»

41 Pero Moisés dijo:

«¿Por qué quebrantan el mandamiento del Señor? Esto tampoco les saldrá bien. 42 No suban, para que no sean derrotados delante de sus enemigos, porque el Señor no está en medio de ustedes. 43 Los amalecitas y los cananeos están allí, delante de ustedes, y ustedes morirán a filo de espada por haberse negado a seguir al Señor. Por eso el Señor no está con ustedes.»

44 Y aunque ellos se obstinaron en subir a la cima del monte, el arca del pacto del Señor, y Moisés, no se apartaron de en medio del campamento. 45 Entonces bajaron los amalecitas y los cananeos que habitaban en aquel monte, y los hirieron y los derrotaron, y los persiguieron hasta Jormá.

Footnotes

  1. Números 11:3 Es decir, Incendio.
  2. Números 11:34 Es decir, Tumbas de los codiciosos.
  3. Números 13:24 Es decir, Valle del Racimo.