Proverbios 10-15
Nueva Versión Internacional (Castilian)
Proverbios de Salomón
10 Proverbios de Salomón:
El hijo sabio es la alegría de su padre;
el hijo necio es el pesar de su madre.
2 Las riquezas mal adquiridas no sirven de nada,
pero la justicia libra de la muerte.
3 El Señor no deja sin comer al justo,
pero frustra la avidez de los malvados.
4 Las manos ociosas conducen a la pobreza;
las manos hábiles atraen riquezas.
5 El hijo prevenido se abastece en el verano,
pero el sinvergüenza duerme en tiempo de cosecha.
6 El justo se ve coronado de bendiciones,
pero la boca del malvado encubre violencia.
7 La memoria de los justos es una bendición,
pero la fama de los malvados será pasto de los gusanos.
8 El de sabio corazón acata las órdenes,
pero el necio y rezongón va camino al desastre.
9 Quien se conduce con integridad anda seguro;
quien anda en malos pasos será descubierto.
10 Quien guiña el ojo con malicia provoca pesar;
el necio y rezongón va camino al desastre.
11 Fuente de vida es la boca del justo,
pero la boca del malvado encubre violencia.
12 El odio es motivo de disensiones,
pero el amor cubre todas las faltas.
13 En los labios del prudente hay sabiduría;
en la espalda del falto de juicio, solo garrotazos.
14 El que es sabio atesora el conocimiento,
pero la boca del necio es un peligro inminente.
15 La riqueza del rico es su baluarte;
la pobreza del pobre es su ruina.
16 El salario del justo es la vida;
la ganancia del malvado es el pecado.
17 El que atiende a la corrección va camino a la vida;
el que la rechaza se pierde.
18 El de labios mentirosos disimula su odio,
y el que propaga calumnias es un necio.
19 El que mucho habla mucho yerra;
el que es sabio refrena su lengua.
20 Plata refinada es la lengua del justo;
el corazón del malvado no vale nada.
21 Los labios del justo orientan a muchos;
los necios mueren por falta de juicio.
22 La bendición del Señor trae riquezas,
y nada se gana con preocuparse.
23 El necio se divierte con su mala conducta,
pero el sabio se recrea con la sabiduría.
24 Lo que el malvado teme, eso le ocurre;
lo que el justo desea, eso recibe.
25 Pasa la tormenta y desaparece el malvado,
pero el justo permanece firme para siempre.
26 Como vinagre a los dientes y humo a los ojos
es el perezoso para quienes lo emplean.
27 El temor del Señor prolonga la vida,
pero los años del malvado se acortan.
28 El futuro de los justos es halagüeño;
la esperanza de los malvados se desvanece.
29 El camino del Señor es refugio de los justos
y ruina de los malhechores.
30 Los justos no tropezarán jamás;
los malvados no habitarán la tierra.
31 La boca del justo profiere sabiduría,
pero la lengua perversa será cercenada.
32 Los labios del justo destilan[a] bondad;
de la boca del malvado brota perversidad.
11 El Señor aborrece las balanzas adulteradas,
pero aprueba las pesas exactas.
2 Con el orgullo viene el oprobio;
con la humildad, la sabiduría.
3 A los justos los guía su integridad;
a los falsos los destruye su hipocresía.
4 En el día de la ira de nada sirve ser rico,
pero la justicia libra de la muerte.
5 La justicia endereza el camino de los íntegros,
pero la maldad hace caer a los impíos.
6 La justicia libra a los justos,
pero la codicia atrapa a los falsos.
7 Muere el malvado, y con él su esperanza;
muere también su ilusión de poder.
8 El justo se salva de la calamidad,
pero la desgracia le sobreviene al malvado.
9 Con la boca el impío destruye a su prójimo,
pero los justos se libran por el conocimiento.
10 Cuando el justo prospera, la ciudad se alegra;
cuando el malvado perece, hay gran regocijo.
11 La bendición de los justos enaltece a la ciudad,
pero la boca de los malvados la destruye.
12 El falto de juicio desprecia a su prójimo,
pero el entendido refrena su lengua.
13 La gente chismosa revela los secretos;
quien es de fiar es discreto.
14 Sin dirección, la nación fracasa;
el éxito depende de los muchos consejeros.
15 El fiador de un extraño saldrá perjudicado;
negarse a dar fianza[b] es vivir en paz.
16 La mujer bondadosa se gana el respeto;
los hombres violentos solo ganan riquezas.
17 El que es bondadoso se beneficia a sí mismo;
el que es cruel, a sí mismo se perjudica.
18 El malvado obtiene ganancias ilusorias;
el que siembra justicia asegura su ganancia.
19 El que es justo obtiene la vida;
el que persigue el mal se encamina a la muerte.
20 El Señor aborrece a los de corazón perverso,
pero se complace en los que viven con rectitud.
21 Una cosa es segura:[c] Los malvados no quedarán impunes,
pero los justos saldrán bien librados.
22 Como argolla de oro en hocico de cerdo
es la mujer bella pero indiscreta.
23 Los deseos de los justos terminan bien;
la esperanza de los malvados termina mal.[d]
24 Unos dan a manos llenas, y reciben más de lo que dan;
otros ni sus deudas pagan, y acaban en la miseria.
25 El que es generoso prospera;
el que reanima será reanimado.
26 La gente maldice al que acapara el trigo,
pero colma de bendiciones al que gustoso lo vende.
27 El que madruga para el bien, halla buena voluntad;
el que anda tras el mal, por el mal será alcanzado.
28 El que confía en sus riquezas se marchita,
pero el justo se renueva como el follaje.
29 El que perturba su casa no hereda más que el viento,
y el necio termina sirviendo al sabio.
31 Si los justos reciben su pago aquí en la tierra,
¡cuánto más los impíos y los pecadores!
12 El que ama la disciplina ama el conocimiento,
pero el que la aborrece es un necio.
2 El hombre bueno recibe el favor del Señor,
pero el intrigante recibe su condena.
3 Nadie puede afirmarse por medio de la maldad;
solo queda firme la raíz de los justos.
4 La mujer ejemplar[g] es corona de su esposo;
la desvergonzada es carcoma en los huesos.
5 En los planes del justo hay justicia,
pero en los consejos del malvado hay engaño.
6 Las palabras del malvado son insidias de muerte,
pero la boca de los justos los pone a salvo.
7 Los malvados se derrumban y dejan de existir,
pero los hijos de los justos permanecen.
8 Al hombre se le alaba según su sabiduría,
pero al de mal corazón se le desprecia.
9 Más vale menospreciado pero servido,
que reverenciado pero mal comido.
10 El justo atiende a las necesidades de su bestia,
pero el malvado es de malas entrañas.
11 El que labra su tierra tendrá abundante comida,
pero el que sueña despierto[h] es un imprudente.
12 Los malos deseos son la trampa[i] de los malvados,
pero la raíz de los justos prospera.
13 En el pecado de sus labios se enreda el malvado,
pero el justo sale del aprieto.
14 Cada uno se sacia[j] del fruto de sus labios,
y de la obra de sus manos recibe su recompensa.
15 Al necio le parece bien lo que emprende,
pero el sabio escucha el consejo.
16 El necio muestra en seguida su enojo,
pero el prudente pasa por alto el insulto.
17 El testigo verdadero declara lo que es justo,
pero el testigo falso declara falsedades.
18 El charlatán hiere con la lengua como con una espada,
pero la lengua del sabio brinda alivio.
19 Los labios sinceros permanecen para siempre,
pero la lengua mentirosa dura solo un instante.
20 En los que fraguan el mal habita el engaño,
pero hay gozo para los que promueven la paz.
21 Al justo no le sobrevendrá ningún daño,
pero al malvado lo cubrirá la desgracia.
22 El Señor aborrece a los de labios mentirosos,
pero se complace en los que actúan con lealtad.
23 El hombre prudente no muestra lo que sabe,
pero el corazón de los necios proclama su necedad.
24 El de manos diligentes gobernará;
pero el perezoso será subyugado.
25 La angustia abate el corazón del hombre,
pero una palabra amable lo alegra.
26 El justo es guía de su prójimo,[k]
pero el camino del malvado lleva a la perdición.
27 El perezoso no atrapa presa,[l]
pero el diligente ya posee una gran riqueza.
28 En el camino de la justicia se halla la vida;
por ese camino se evita la muerte.
13 El hijo sabio atiende a[m] la corrección de su padre,
pero el insolente no hace caso a la reprensión.
2 Quien manifiesta el bien, del bien se nutre,
pero el infiel padece hambre de violencia.
3 El que refrena su lengua protege su vida,
pero el ligero de labios provoca su ruina.
4 El perezoso ambiciona, y nada consigue;
el diligente ve cumplidos sus deseos.
5 El justo aborrece la mentira;
el malvado acarrea vergüenza y deshonra.
6 La justicia protege al que anda en integridad,
pero la maldad arruina al pecador.
7 Hay quien pretende ser rico, y no tiene nada;
hay quien parece ser pobre, y todo lo tiene.
8 Con su riqueza el rico pone a salvo su vida,
pero al pobre no hay ni quien lo amenace.
9 La luz de los justos brilla radiante,[n]
pero los malvados son como lámpara apagada.
10 El orgullo solo genera contiendas,
pero la sabiduría está con quienes oyen consejos.
11 El dinero mal ganado pronto se acaba;
quien ahorra, poco a poco se enriquece.
12 La esperanza frustrada aflige al corazón;
el deseo cumplido es un árbol de vida.
13 Quien se burla de la instrucción tendrá su merecido;
quien respeta el mandamiento tendrá su recompensa.
14 La enseñanza de los sabios es fuente de vida,
y libera de los lazos de la muerte.
15 El buen juicio redunda en aprecio,
pero el camino del infiel no cambia.
16 El prudente actúa con cordura,
pero el necio se jacta de su necedad.
17 El mensajero malvado se mete en problemas;
el enviado confiable aporta la solución.
18 El que desprecia la disciplina sufre pobreza y deshonra;
el que atiende la corrección recibe grandes honores.
19 El deseo cumplido endulza el alma,
pero el necio detesta alejarse del mal.
20 El que con sabios anda, sabio se vuelve;
el que con necios se junta, saldrá mal parado.
21 Al pecador lo persigue el mal,
y al justo lo recompensa el bien.
22 El hombre de bien deja herencia a sus nietos;
las riquezas del pecador se quedan para los justos.
23 En el campo del pobre hay abundante comida,
pero esta se pierde donde hay injusticia.
24 No corregir al hijo es no quererlo;
amarlo es disciplinarlo.
25 El justo come hasta quedar saciado,
pero el malvado se queda con hambre.
14 La mujer sabia edifica su casa;
la necia, con sus manos la destruye.
2 El que va por buen camino teme al Señor;
el que va por mal camino lo desprecia.
3 De la boca del necio brota arrogancia;
los labios del sabio son su propia protección.
4 Donde no hay bueyes, el granero está vacío;
con la fuerza del buey aumenta la cosecha.
5 El testigo verdadero jamás engaña;
el testigo falso propaga mentiras.
6 El insolente busca sabiduría y no la halla;
para el entendido, el conocimiento es cosa fácil.
7 Mantente a distancia del necio,
pues en sus labios no hallarás conocimiento.
8 La sabiduría del prudente es discernir sus caminos,
pero al necio lo engaña su propia necedad.
9 Los necios hacen mofa de sus propias faltas,
pero los íntegros cuentan con el favor de Dios.
10 Cada corazón conoce sus propias amarguras,
y ningún extraño comparte su alegría.
11 La casa del malvado será destruida,
pero la morada del justo prosperará.
12 Hay caminos que al hombre le parecen rectos,
pero que acaban por ser caminos de muerte.
13 También de reírse duele el corazón,
y hay alegrías que acaban en tristeza.
14 El inconstante recibirá todo el pago de su inconstancia;
el hombre bueno, el premio de sus acciones.
15 El ingenuo cree todo lo que le dicen;
el prudente se fija por dónde va.
16 El sabio teme al Señor y se aparta del mal,
pero el necio es arrogante y demasiado confiado.
17 El iracundo comete locuras,
pero el prudente sabe aguantar.[o]
18 Herencia de los inexpertos es la necedad;
corona de los prudentes, el conocimiento.
19 Los malvados se postrarán ante los buenos;
los impíos, ante el tribunal[p] de los justos.
20 Al pobre hasta sus amigos lo aborrecen,
pero son muchos los que aman al rico.
21 Es un pecado despreciar al prójimo;
¡dichoso el que se compadece de los pobres!
22 Pierden el camino los que maquinan el mal,
pero hallan amor y verdad los que hacen el bien.
23 Todo esfuerzo tiene su recompensa,
pero quedarse solo en palabras lleva a la pobreza.
24 La corona del sabio es su sabiduría;[q]
la de los necios, su necedad.
25 El testigo veraz se libra de la muerte,
pero el testigo falso miente.
26 El temor del Señor es un baluarte seguro
que sirve de refugio a los hijos.
27 El temor del Señor es fuente de vida,
y aleja al hombre de las redes de la muerte.
28 Gloria del rey es gobernar a muchos;
un príncipe sin súbditos está arruinado.
29 El que es paciente muestra gran discernimiento;
el que es agresivo muestra mucha insensatez.
30 El corazón tranquilo da vida al cuerpo,
pero la envidia corroe los huesos.
31 El que oprime al pobre ofende a su creador,
pero honra a Dios quien se apiada del necesitado.
32 El malvado cae por su propia maldad;
el justo halla refugio en su integridad.[r]
33 En el corazón de los sabios mora la sabiduría,
pero los necios ni siquiera la conocen.[s]
34 La justicia enaltece a una nación,
pero el pecado deshonra a todos los pueblos.
35 El rey favorece al siervo inteligente,
pero descarga su ira sobre el sinvergüenza.
15 La respuesta amable calma el enojo,
pero la agresiva echa leña al fuego.
2 La lengua de los sabios destila conocimiento;[t]
la boca de los necios escupe necedades.
3 Los ojos del Señor están en todo lugar,
vigilando a los buenos y a los malos.
4 La lengua que brinda alivio[u] es árbol de vida;
la lengua insidiosa deprime el espíritu.
5 El necio desdeña la corrección de su padre;
el que la acepta demuestra prudencia.
6 En la casa del justo hay gran abundancia;
en las ganancias del malvado, grandes problemas.
7 Los labios de los sabios esparcen conocimiento;
el corazón de los necios ni piensa en ello.
8 El Señor aborrece las ofrendas de los malvados,
pero se complace en la oración de los justos.
9 El Señor aborrece el camino de los malvados,
pero ama a quienes siguen la justicia.
10 Para el descarriado, disciplina severa;
para el que aborrece la corrección, la muerte.
11 Si ante el Señor están el sepulcro y la muerte,
¡cuánto más el corazón humano!
12 Al insolente no le gusta que lo corrijan,
ni busca la compañía de los sabios.
13 El corazón alegre se refleja en el rostro,
el corazón dolido deprime el espíritu.
14 El corazón entendido va tras el conocimiento;
la boca de los necios se nutre de tonterías.
15 Para el afligido todos los días son malos;
para el que es feliz todos son de fiesta.
16 Más vale tener poco con temor del Señor
que muchas riquezas con grandes angustias.
17 Más vale comer verduras sazonadas con amor
que un festín de carne[v] sazonada con odio.
18 El que es iracundo provoca contiendas;
el que es paciente las apacigua.
19 El camino del perezoso está plagado de espinas,
pero la senda del justo es como una calzada.
20 El hijo sabio alegra a su padre;
el hijo necio menosprecia a su madre.
21 Al necio le divierte su falta de juicio;
el entendido endereza sus propios pasos.
22 Cuando falta el consejo, fracasan los planes;
cuando abunda el consejo, prosperan.
23 Es muy grato dar la respuesta adecuada,
y más grato aún cuando es oportuna.
24 El sabio sube por el sendero de vida,
para librarse de caer en el sepulcro.
25 El Señor derriba la casa de los soberbios,
pero mantiene intactos los linderos de las viudas.
26 El Señor aborrece los planes de los malvados,
pero se complace en las palabras puras.
27 El ambicioso acarrea mal sobre su familia;
el que aborrece el soborno vivirá.
28 El corazón del justo medita sus respuestas,
pero la boca del malvado rebosa de maldad.
29 El Señor se mantiene lejos de los impíos,
pero escucha las oraciones de los justos.
30 Una mirada radiante alegra el corazón,
y las buenas noticias renuevan las fuerzas.[w]
31 El que atiende a la crítica edificante
habitará entre los sabios.
32 El que rechaza la corrección se desprecia a sí mismo;
el que la atiende gana entendimiento.
33 El temor del Señor imparte sabiduría;
la humildad precede a la honra.
Footnotes
- 10:32 destilan (LXX); saben (TM).
- 11:15 a dar fianza. Lit. a estrechar la mano.
- 11:21 Una cosa es segura. Lit. Mano a mano.
- 11:23 termina mal (LXX); es ira (TM).
- 11:30 de la justicia (LXX); del justo (TM).
- 11:30 violento (LXX); sabio (TM).
- 12:4 ejemplar. Alt. fuerte; véase 31:10-31.
- 12:11 el que sueña despierto. Lit. el que persigue lo vacío; también en 28:19.
- 12:12 la trampa (texto probable); el botín (TM).
- 12:14 se sacia. Lit. se sacia de lo bueno.
- 12:26 Texto de difícil traducción.
- 12:27 no atrapa presa. Alt. no pone a asar lo que ha cazado. Texto de difícil traducción.
- 13:1 atiende a (LXX y Siríaca). TM no incluye verbo.
- 13:9 brilla radiante. Lit. se alegra.
- 14:17 sabe aguantar (LXX); es odiado (TM).
- 14:19 ante el tribunal. Lit. ante la puerta.
- 14:24 su sabiduría (LXX); su riqueza (TM).
- 14:32 en su integridad (LXX y Siríaca); en su muerte (TM).
- 14:33 los necios ni siquiera la conocen (LXX y Siríaca); los necios la conocen (TM).
- 15:2 destila conocimiento (LXX); hace bien al conocimiento (TM).
- 15:4 que brinda alivio. Lit. que sana.
- 15:17 que un festín de carne. Lit. que toro engordado.
- 15:30 las fuerzas. Lit. los huesos.
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