Proverbios 30:15-31:9
Nueva Biblia Viva
15 La sanguijuela tiene dos hijas que siempre están pidiendo a gritos: «Dame más, más». Hay tres cosas, y hasta cuatro, que nunca quedan satisfechas: 16 el sepulcro, el vientre estéril, el desierto árido y el fuego que todo lo consume.
17 Al que mira con desprecio a su padre y menosprecia a su madre anciana, que los cuervos le saquen los ojos y los buitres se lo devoren.
18 Hay tres cosas, y hasta cuatro, que me asombran y no entiendo: 19 el camino del águila en el cielo, el camino de la serpiente en la roca, el camino del barco en alta mar, y el camino del hombre en la mujer.
20 Así hace la mujer adúltera: Come, se limpia la boca y después dice: ¿Qué tiene de malo lo que hice?
21 Tres cosas hacen temblar la tierra, y una cuarta la hace estremecer: 22 el esclavo que llega a ser rey, el necio que le sobra la comida, 23 la mujer amargada que al fin se casa, y la criada que le quita el lugar a su señora.
24 Hay cuatro cosas pequeñas en la tierra, pero que son más sabias que los mismos sabios: 25 las hormigas, no son fuertes pero almacenan comida para el invierno; 26 los tejones, no son poderosos pero construyen sus casas entre las rocas; 27 las langostas, que aunque no tienen rey, marchan en formación perfecta; 28 las lagartijas que se atrapan con la mano pero que se encuentran hasta en los palacios de los reyes.
29 Hay tres cosas, y hasta cuatro, que su andar es majestuoso: 30 el león, poderoso entre los animales, que no retrocede ante nada, 31 el gallo orgulloso, el macho cabrío, el rey cuando conduce a su ejército.
32 Si te has engrandecido tú mismo como un necio, o si tramas maldades, ponte a pensar 33 que al batir la leche se obtiene mantequilla, que al sonarse fuerte la nariz sangra, y que provocar la ira causa pleitos.
Dichos del rey Lemuel
31 Estos son los dichos del rey Lemuel por medio de los cuales su madre le enseñó:
2 Hijo mío, fruto de mi vientre, cumplimiento de mis promesas, 3 no gastes tu vitalidad con mujeres, ni tu fuerza en las que causan la ruina de los reyes.
4 No está bien que los reyes, oh Lemuel, se entreguen al vino o que los gobernantes se den al licor, 5 pues si lo hacen puede que olviden sus deberes y sean incapaces de administrar justicia a los oprimidos. 6 El licor es para los moribundos y el vino para los deprimidos; 7 ¡que beban para olvidar su pobreza y para que no vuelvan a recordar sus penas!
8 ¡Alza la voz por aquellos que no pueden alzarla por sí mismos, defiende a los indefensos!
9 ¡Alza la voz por los pobres y necesitados y procura que se les haga justicia!
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