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Él se enseñorea con su fortaleza para siempre:

Sus ojos atalayan sobre las gentes:

Los rebeldes no serán ensalzados. (Selah.)

Bendecid, pueblos, á nuestro Dios,

Y haced oir la voz de su alabanza.

Él es el que puso nuestra alma en vida,

Y no permitió que nuestros pies resbalasen.

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