Add parallel Print Page Options

EMPERO tú, habla lo que conviene á la sana doctrina:

Que los viejos sean templados, graves, prudentes, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia.

Las viejas, asimismo, se distingan en un porte santo; no calumniadoras, no dadas á mucho vino, maestras de honestidad:

Que enseñen á las mujeres jóvenes á ser prudentes, á que amen á sus maridos, á que amen á sus hijos,

A ser templadas, castas, que tengan cuidado de la casa, buenas, sujetas á sus maridos; porque la palabra de Dios no sea blasfemada.

Exhorta asimismo á los mancebos á que sean comedidos;

Mostrándote en todo por ejemplo de buenas obras; en doctrina haciendo ver integridad, gravedad,

Palabra sana, é irreprensible; que el adversario se avergüence, no teniendo mal ninguno que decir de vosotros.

Exhorta á los siervos á que sean sujetos á sus señores, que agraden en todo, no respondones;

10 No defraudando, antes mostrando toda buena lealtad, para que adornen en todo la doctrina de nuestro Salvador Dios.

11 Porque la gracia de Dios que trae salvación á todos los hombres, se manifestó.

12 Enseñándonos que, renunciando á la impiedad y á los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, y justa, y píamente,

13 Esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo.

14 Que se dió á sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y limpiar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

15 Esto habla y exhorta, y reprende con toda autoridad. Nadie te desprecie.

PABLO, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, á Filemón amado, y coadjutor nuestro;

Y á la amada Apphia, y á Archîpo, compañero de nuestra milicia, y á la iglesia que está en tu casa:

Gracia á vosotros y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

Doy gracias á mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones.

Oyendo tu caridad, y la fe que tienes en el Señor Jesús, y para con todos los santos;

Para que la comunicación de tu fe sea eficaz, en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros, por Cristo Jesús.

Porque tenemos gran gozo y consolación de tu caridad, de que por ti, oh hermano, han sido recreadas las entrañas de los santos.

Por lo cual, aunque tengo mucha resolución en Cristo para mandarte lo que conviene,

Ruégote más bien por amor, siendo tal cual soy, Pablo viejo, y aun ahora prisionero de Jesucristo:

10 Ruégote por mi hijo Onésimo, que he engendrado en mis prisiones,

11 El cual en otro tiempo te fué inútil, mas ahora á ti y á mí es útil;

12 El cual te vuelvo á enviar; tu pues, recíbele como á mis entrañas.

13 Yo quisiera detenerle conmigo, para que en lugar de ti me sirviese en las prisiones del evangelio;

14 Mas nada quise hacer sin tu consejo, porque tu beneficio no fuese como de necesidad, sino voluntario.

15 Porque acaso por esto se ha apartado de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre;

16 No ya como siervo, antes más que siervo, como hermano amado, mayormente de mí, pero cuánto más de ti, en la carne y en el Señor.

17 Así que, si me tienes por compañero, recíbele como á mi.

18 Y si en algo te dañó, ó te debe, ponlo á mi cuenta.

19 Yo Pablo lo escribí de mi mano, yo lo pagaré: por no decirte que aun á ti mismo te me debes demás.

20 Sí, hermano, góceme yo de ti en el Señor; recrea mis entrañas en el Señor.

21 Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que aun harás más de lo que digo.

22 Y asimismo prepárame también alojamiento; porque espero que por vuestras oraciones os tengo de ser concedido.

23 Te saludan Epafras, mi compañero en la prisión por Cristo Jesús,

24 Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis cooperadores.

25 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.