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22 Pero Su Majestad Belsasar no ha humillado su corazón ante Dios, aun cuando sabe todo esto y es hijo del rey Nabucodonosor.

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23 Lejos de eso, Su Majestad, en su soberbia, se ha levantado contra el Señor del cielo, ha mandado traer los vasos del templo de Dios, y tanto Su Majestad como sus invitados, y sus mujeres y concubinas, han bebido vino en ellos. Y no sólo eso, sino que Su Majestad ha dado alabanza a dioses de plata y oro, y de bronce, hierro, madera y piedra, ¡dioses que ni ven ni oyen nada, ni saben nada! En cambio, Su Majestad nunca ha honrado al Dios en cuya mano está su vida y todos sus caminos.

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