Isaías 42:1-44:5
Palabra de Dios para Todos
El siervo del Señor
42 »Aquí está mi siervo,
el que cuenta con mi apoyo, mi elegido,
con el que estoy muy contento.
He puesto mi Espíritu en él.
Traerá justicia a las naciones.
2 No discutirá ni gritará,
ni se hará oír en las calles.
3 No romperá la caña que ya está quebrada,
ni va a apagar la mecha que apenas está encendida.
Él sí hará justicia.
4 No se agotará ni se cansará
hasta que implante la justicia en la tierra.
Gente de naciones lejanas estará esperando su enseñanza».
5 Esto dice el SEÑOR Dios,
quien creó y extendió los cielos.
Él formó la tierra
y lo que ella produce.
Dio aliento a la gente que vive en ella
y vida a los que por ella transitan.
6 «Yo, el SEÑOR, te he llamado a hacer lo que es justo.
Te he llevado de la mano y te he protegido.
Te he destinado a ser el mediador de un pacto con la humanidad,
a ser luz de las naciones,
7 a abrir los ojos a los ciegos,
a sacar a los prisioneros de las cárceles,
a liberar de la prisión a los que viven en oscuridad.
8 »Yo soy YAVÉ,
ese es mi nombre.
No le voy a dar mi gloria a otro,
ni voy a permitir que adoren a los ídolos en lugar de adorarme a mí.
9 Está sucediendo lo que les anuncié,
y voy a contarles cosas nuevas.
Yo les anuncio lo que va a suceder».
Canción de alabanza al Señor
10 Canten al SEÑOR una canción nueva;
canten alabanzas para él desde lo más remoto de la tierra.
Que lo alaben los navegantes
y todos los animales del mar.
Que lo alaben las naciones remotas
y sus habitantes.
11 Que lo alaben el desierto y sus ciudades,
y los campamentos donde habita Cedar.
Que canten de alegría los habitantes de Selá[a],
que griten desde la cima de las montañas.
12 Den gloria al SEÑOR
y alábenlo en los lugares más remotos.
13 El SEÑOR sale como un héroe,
pelea con el ardor de un guerrero,
grita, da voces,
y muestra su poder contra sus enemigos.
14 «He guardado silencio por mucho tiempo.
Me he mantenido callado, me he refrenado.
Pero ahora gritaré como una mujer cuando da a luz,
jadearé y resoplaré.
15 Destruiré montes y colinas
y secaré toda la vegetación que haya en ellas.
16 Convertiré los ríos en tierra seca
y secaré también sus lagunas.
Guiaré a los ciegos por camino desconocido
y por rutas inexploradas.
Haré que delante de ellos la oscuridad se convierta en luz
y que los caminos escabrosos se allanen.
Eso haré y no los abandonaré.
17 Los que confían en una imagen
y los que les digan a los ídolos:
“Ustedes son nuestros dioses”
se tendrán que ir
y serán avergonzados por completo.
Rebeldía de Israel
18 »Oigan ustedes, sordos;
miren y fíjense, ciegos.
19 ¿Hay otro más ciego que mi enviado?
¿Hay alguien más sordo que mi mensajero?
No hay nadie más ciego
ni más sordo que el siervo del SEÑOR[b].
20 Ve muchas cosas,
pero no se da cuenta de ello.
Sus oídos están bien,
pero no oye nada».
21 El SEÑOR se complace en la justicia
para que su enseñanza sea grande y gloriosa.
22 A este pueblo lo han robado y saqueado.
Todos atrapados en cuevas y puestos en prisiones.
Los secuestran y nadie los rescata.
Los saquean y nadie reclama.
23 ¿Quién de ustedes escuchará esto?
¿Quién pondrá atención y oirá en el futuro?
24 ¿Quién dejó que el pueblo de Jacob fuera despojado
y que Israel fuera saqueado?
¿No fue el SEÑOR?
El mismo contra quien pecamos,
contra quien nos rebelamos,
y desobedecimos sus leyes.
25 Por eso derramó sobre Jacob
el ardor de su ira y la violencia de la guerra.
Lo rodeó en llamas,
pero aun así no quiso saber nada.
Le prendió fuego,
pero tampoco así quiso aprender nada.
Sólo el Señor salva a su pueblo
43 Pero Jacob, el SEÑOR te ha creado;
Israel, esto es lo que dice el que te formó:
«No tengas miedo, porque yo te he liberado.
Te puse tu nombre y me perteneces.
2 Cuando atravieses las aguas,
yo estaré contigo.
Cuando cruces los ríos,
no te ahogarás.
Cuando tengas que atravesar por fuego,
no te quemarás;
las llamas no arderán en ti.
3 Porque yo soy el SEÑOR tu Dios,
el Santo de Israel, tu Salvador.
Entrego a Egipto por tu rescate;
Etiopía y Seba son el alto precio que pago por ti.
4 Tú vales mucho para mí,
te estimo mucho, te amo.
He dado gente para poder tenerte,
y naciones para rescatarte con vida.
5 No tengas miedo, yo estoy contigo.
Del oriente traeré a tus descendientes
y del occidente te reuniré.
6 Le daré esta orden al norte: “Suéltalos”
y al sur: “No te quedes con ellos”.
Traeré a mis hijos de lejos
y a mis hijas de lugares remotos de la tierra.
7 Traeré a todo el que es llamado por mi nombre,
al que he creado para gloria mía,
a quien hice y formé.
8 »Que venga el pueblo ciego, aunque tiene ojos;
los que son sordos, aunque tienen oídos.
9 Todas las naciones se han reunido
y todos los pueblos están en asamblea.
¿Cuál de ellos dijo que esto iba a suceder
o nos habló de hechos del pasado?
Que presenten su testimonio
como prueba de que están en lo cierto
y que la gente diga si es verdad».
10 El SEÑOR dice: «Ustedes son mis testigos
y el siervo que yo elegí,
por eso me conocen,
creen en mí y entienden
que yo soy el único Dios que existe.
Antes de mí no hubo ningún Dios
y después de mí no habrá otro.
11 Sólo yo soy el SEÑOR
y no hay otro Salvador aparte de mí.
12 Lo prometí y los salvé y yo lo di a conocer.
Fui yo y no ningún otro dios extranjero entre ustedes.
Ustedes son mis testigos, dice el SEÑOR.
Yo soy Dios,
13 y siempre seré Dios.
Nadie puede librarse de mi poder.
Lo que yo hago, ¿quién puede deshacerlo?»
14 El SEÑOR, tu Libertador,
el Santo Dios de Israel, dice esto:
«Por ustedes enviaré un ejército a Babilonia
para que derribe todos los barrotes.
Los gritos de victoria de los caldeos
se convertirán en lamentos.
15 Yo soy el SEÑOR, su único Dios,
el Creador de Israel, su Rey».
16 Esto dice el SEÑOR,
el que hizo un camino en medio del mar,
una ruta en medio de las aguas turbulentas.
17 El que destruyó un poderoso ejército,
con carros y todo, caballos y guerreros.
Quedaron tendidos
y no volvieron a levantarse.
Se extinguieron, se apagaron
como cuando se apaga una mecha:
18 «No recuerden lo que pasó antes
ni piensen en el pasado.
19 Fíjense, voy a hacer algo nuevo.
Eso es lo que está pasando ahora,
¿no se dan cuenta?
Haré un camino en el desierto
y ríos en tierra desolada.
20 Los animales salvajes me respetarán,
los chacales y las lechuzas.
Porque yo daré agua en el desierto
y haré ríos en tierra desolada
para que beba mi pueblo elegido.
21 Ese pueblo que yo mismo formé
contará mis alabanzas.
22 »Jacob, tú no me llamaste;
en realidad, tú Israel, te cansaste de mí.
23 No me has traído ovejas para los sacrificios que deben quemarse completamente.
No me has honrado por medio de sacrificios.
Yo no te cansé pidiéndote ofrendas de cereal,
ni te molesté pidiéndote incienso.
24 No tuviste que gastar dinero comprándome incienso,
ni que complacerme con la grasa de tus sacrificios de animales.
Pero tú me agobiaste con tus pecados
y me cansaste con tus maldades.
25 Yo soy quien, por amor propio,
perdona tus crímenes
y no tendrá presentes tus pecados.
26 Defiende tu causa contra mí,
vamos juntos al tribunal.
Presenta tu caso
y demuestra que tienes razón.
27 Tu primer antepasado pecó
y tus voceros se rebelaron contra mí.
28 Por eso destituí a los líderes del santuario,
dejé que destruyeran a Jacob
e insultaran a Israel.
El Señor es el único Dios
44 »Pero ahora oye, Jacob, siervo mío,
Israel, mi elegido.
2 Esto dice el SEÑOR,
el que te hizo y te formó en el vientre,
el que te va a ayudar:
“No tengas miedo, Jacob, siervo mío,
Jesurún[c], mi elegido.
3 Porque yo regaré con agua el país sediento
y con ríos la tierra seca.
Derramaré mi espíritu sobre tus descendientes
y mis bendiciones sobre tus hijos.
4 Ellos crecerán como hierba de regadío,
como sauces a orillas de ríos.
5 El uno dirá: Yo pertenezco al SEÑOR,
y el otro se pondrá a sí mismo el nombre de Jacob.
Otro se escribirá en la mano: Soy del SEÑOR,
y añadirá a su nombre el de Israel”».
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