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El endemoniado gadareno

(A)Llegaron al otro lado del mar, a la tierra de los gadarenos[a]. Cuando Jesús salió de la barca(B), enseguida se acercó a Él, de entre los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo(C), que tenía su morada entre los sepulcros; y nadie podía ya atarlo ni aun con cadenas; porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie era tan fuerte como para dominarlo. Siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y en los montes dando gritos e hiriéndose con piedras.

Cuando vio a Jesús de lejos, corrió y se postró delante de Él; y gritando a gran voz, dijo*: «¿Qué tengo yo que ver contigo[b], Jesús, Hijo del Dios(D) Altísimo(E)? Te imploro por Dios que no me atormentes(F)». Porque Jesús le decía: «Sal del hombre, espíritu inmundo». «¿Cómo te llamas?», le preguntó Jesús. «Me llamo Legión(G)», respondió*, «porque somos muchos». 10 Le rogaba entonces con insistencia que no los enviara fuera de la tierra.

11 Había allí una gran manada de cerdos paciendo junto al monte. 12 Y los demonios le rogaron, diciendo: «Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos». 13 Jesús les dio permiso. Y saliendo los espíritus inmundos, entraron en los cerdos; y la manada, unos 2,000, se precipitó por un despeñadero al mar, y en el mar se ahogaron[c].

14 Los que cuidaban los cerdos[d] huyeron y lo contaron en la ciudad y por los campos. Y la gente vino a ver qué era lo que había sucedido. 15 Vinieron* a Jesús, y vieron* al que había estado endemoniado(H), sentado, vestido(I) y en su cabal juicio, el mismo que había tenido la legión(J); y tuvieron miedo(K). 16 Los que lo habían visto les describieron cómo le había sucedido esto al endemoniado(L), y lo de los cerdos. 17 Y comenzaron a rogar a Jesús que se fuera de su región(M).

18 (N)Al entrar Él en la barca, el que había estado endemoniado(O) le rogaba que lo dejara ir con Él[e]. 19 Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo*: «Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas[f]el Señor ha hecho por ti, y cómo tuvo misericordia de ti(P)».

20 Y él se fue, y empezó a proclamar en Decápolis(Q) cuán grandes cosas[g] Jesús había hecho por él; y todos se quedaban maravillados.

Jairo ruega por su hija

21 Cuando Jesús pasó otra vez(R) en la barca(S) al otro lado, se reunió una gran multitud alrededor de Él; así que Él se quedó[h] junto al mar(T).

22 (U)Y vino uno de los oficiales[i] de la sinagoga(V), llamado Jairo, y al ver a Jesús, se postró* a Sus pies, 23 y le rogaba* con insistencia: «Mi hijita está al borde de la muerte; te ruego que vengas y pongas las manos sobre ella(W) para que sane[j] y viva». 24 Jesús fue con él; y una gran multitud lo seguía y oprimía.

Jesús sana a una mujer

25 Había una mujer que padecía de flujo de sangre por doce años. 26 Había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía sin provecho alguno, sino que al contrario, había empeorado.

27 Cuando ella oyó hablar de Jesús, se llegó a Él por detrás entre la multitud y tocó Su manto. 28 Porque decía[k]: «Si tan solo toco Sus ropas, sanaré[l]». 29 Al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba curada de su aflicción(X). 30 Enseguida Jesús, dándose cuenta de que había salido poder de Él(Y), volviéndose entre la gente, dijo: «¿Quién ha tocado Mi ropa?». 31 Y Sus discípulos le dijeron: «Ves que la multitud te oprime, y preguntas: “¿Quién me ha tocado?”». 32 Pero Él miraba a su alrededor para ver a la mujer que lo había tocado[m].

33 Entonces la mujer, temerosa y temblando, dándose cuenta de lo que le había sucedido, vino y se postró delante de Él y le dijo toda la verdad. 34 «Hija, tu fe te ha sanado[n](Z)», le dijo Jesús; «vete en paz(AA)y queda sana de tu aflicción(AB)».

Jesús resucita a la hija de Jairo

35 Mientras Él estaba todavía hablando, vinieron* unos enviados de la casa del oficial de la sinagoga(AC), diciendo: «Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas aún al Maestro?». 36 Pero Jesús, oyendo lo que se hablaba, dijo* al oficial de la sinagoga(AD): «No temas, cree solamente[o](AE)».

37 Y no permitió que nadie fuera con Él sino solo Pedro, Jacobo[p] y Juan, hermano de Jacobo(AF). 38 Fueron* a la casa del oficial de la sinagoga(AG), y Jesús vio* el alboroto, y a los que lloraban y se lamentaban mucho. 39 Cuando entró les dijo*: «¿Por qué hacen alboroto y lloran? La niña no ha muerto, sino que está dormida».

40 Y se burlaban de Él. Pero echando fuera a todos, Jesús tomó* consigo al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con Él, y entró* donde estaba la niña. 41 Tomando a la niña por la mano, le dijo*: «Talita cum», que traducido significa: «Niña, a ti te digo, ¡levántate(AH)!».

42 Al instante la niña se levantó y comenzó a caminar, pues tenía doce años. Y al momento todos se quedaron completamente atónitos. 43 Entonces les dio órdenes estrictas de que nadie se enterara de esto(AI); y dijo que le dieran de comer a la niña[q].

Jesús enseña en Nazaret

(AJ)Jesús se marchó de allí y llegó* a Su pueblo(AK), y Sus discípulos lo siguieron*. Cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga(AL); y muchos que escuchaban se asombraban(AM), diciendo: «¿Dónde obtuvo Este tales[r] cosas, y cuál es esta sabiduría que le ha sido dada, y estos milagros[s] que hace con Sus manos? ¿No es Este el carpintero, el hijo de María, y hermano(AN) de Jacobo[t], José, Judas y Simón(AO)? ¿No están Sus hermanas(AP) aquí con nosotros?». Y se escandalizaban a causa de Él(AQ). Y Jesús les dijo: «No hay profeta sin honra sino en su propia tierra(AR), y entre sus parientes y en su casa(AS)».

Y no pudo hacer allí ningún milagro[u]; solo sanó a unos pocos enfermos sobre los cuales puso Sus manos(AT). Estaba maravillado de la incredulidad de ellos.

Y recorría las aldeas de alrededor enseñando(AU).

Jesús envía a los doce

(AV)Entonces Jesús llamó* a los doce(AW) y comenzó a enviarlos de dos en dos(AX), dándoles autoridad[v] sobre los espíritus inmundos; y les ordenó que no llevaran nada para el camino(AY), sino solo un bordón; ni pan, ni alforja[w], ni dinero en el cinto; sino calzados con sandalias. «No lleven dos túnicas[x]», les dijo. 10 Y añadió: «Dondequiera que entren en una casa, quédense en ella hasta que salgan de la población[y]. 11 En cualquier lugar que no los reciban ni los escuchen, al salir de allí, sacúdanse el polvo de la planta[z]de los pies(AZ)en testimonio contra ellos».

12 Saliendo los doce, predicaban[aa](BA) que todos se arrepintieran. 13 También echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban(BB).

Muerte de Juan el Bautista

14 (BC)El rey Herodes se enteró[ab] de esto, pues el nombre de Jesús[ac] se había hecho célebre, y la gente decía: «Juan el Bautista(BD) ha resucitado de entre los muertos, por eso es que estos poderes milagrosos actúan en él». 15 Pero otros decían: «Es Elías». Y decían otros: «Es un profeta, como uno de los profetas antiguos(BE)». 16 Al oír esto, Herodes decía: «Juan, a quien yo decapité, ha resucitado». 17 Porque Herodes mismo había enviado a prender a Juan y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de su hermano Felipe(BF), pues Herodes se había casado con ella. 18 Y Juan le decía a Herodes: «No te es lícito tener la mujer de tu hermano(BG)».

19 Herodías(BH) le tenía rencor y deseaba matarlo, pero no podía, 20 porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo(BI), y lo mantenía protegido. Cuando le oía se quedaba muy perplejo, pero le gustaba escucharlo[ad].

21 Llegó un día oportuno, cuando Herodes, siendo su cumpleaños, ofreció un banquete(BJ) a sus nobles y comandantes[ae] y a los principales de Galilea(BK); 22 y cuando la hija de Herodías[af](BL) entró y danzó, agradó a Herodes y a los que se sentaban[ag] a la mesa con él; y el rey dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré».

23 Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino(BM)». 24 Ella salió y dijo a su madre: «¿Qué pediré?». «La cabeza de Juan el Bautista», le respondió ella. 25 Enseguida ella se presentó apresuradamente ante el rey con su petición[ah], diciendo: «Quiero que me des ahora mismo la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja».

26 Aunque el rey se puso muy triste, sin embargo a causa de sus juramentos y de los que se sentaban[ai] con él a la mesa, no quiso contradecirla. 27 Al instante el rey envió a un verdugo y le ordenó que trajera la cabeza de Juan[aj]. Y él fue y lo decapitó en la cárcel, 28 y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. 29 Cuando los discípulos de Juan oyeron esto, fueron y se llevaron el cuerpo y le dieron sepultura[ak].

Alimentación de los cinco mil

30 Los apóstoles(BN) se reunieron* con Jesús, y le informaron sobre todo lo que habían hecho y enseñado(BO). 31 Y Él les dijo*: «Vengan, apártense de los demás a un lugar solitario y descansen un poco». Porque había muchos que iban y venían, y ellos no tenían tiempo ni siquiera para comer(BP). 32 (BQ)Y se fueron en la barca a un lugar solitario, apartado(BR). 33 Pero la gente los vio salir, y muchos los reconocieron y juntos corrieron allá a pie de todas las ciudades, y llegaron antes que ellos.

34 Al desembarcar[al], Jesús vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor(BS); y comenzó a enseñarles muchas cosas. 35 Y cuando ya era muy tarde, Sus discípulos se acercaron a Él, diciendo: «El lugar está desierto y ya es muy tarde; 36 despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y se compren algo de comer[am]».

37 «Denles ustedes de comer», les contestó Jesús. Y ellos le dijeron*: «¿Quieres que vayamos y compremos 200 denarios[an](BT) de pan y les demos de comer(BU)?». 38 Jesús les dijo*: «¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan y vean». Y cuando se cercioraron le dijeron*: «Cinco panes y dos peces».

39 Y les mandó que todos se recostaran por grupos sobre la hierba verde. 40 Y se recostaron por grupos de cien y de cincuenta. 41 Entonces Él tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, los bendijo; partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran[ao](BV); también repartió los dos peces entre todos.

42 Todos comieron y se saciaron. 43 Recogieron doce cestas llenas de los pedazos(BW), y también de los peces. 44 Los que comieron los panes eran 5,000 hombres(BX).

Jesús anda sobre el mar

45 (BY)Enseguida Jesús hizo que Sus discípulos subieran a la barca(BZ) y fueran delante de Él al otro lado, a Betsaida(CA), mientras Él despedía a la multitud. 46 Después de despedirse de ellos(CB), se fue al monte a orar(CC). 47 Al anochecer, la barca estaba en medio del mar, y Él estaba solo en tierra. 48 Y al verlos remar fatigados, porque el viento les era contrario, como a la cuarta vigilia de la noche(CD)[ap], fue* hacia ellos andando sobre el mar, y quería pasarlos de largo.

49 Pero cuando ellos lo vieron andando sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar; 50 porque todos lo vieron y se turbaron. Pero enseguida Él habló con ellos y les dijo*: «¡Tengan ánimo(CE); soy Yo, no teman(CF)!». 51 Subió con ellos a la barca(CG), y el viento se calmó; y ellos estaban asombrados en gran manera, 52 porque no habían entendido lo de[aq] los panes, sino que su mente estaba embotada[ar](CH).

Jesús en Genesaret

53 (CI)Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret, y atracaron en la orilla. 54 Cuando salieron de la barca, la gente enseguida reconoció a Jesús, 55 y recorrieron apresuradamente toda aquella región, y comenzaron a traer a los enfermos en sus camillas adonde oían decir que Él estaba. 56 Dondequiera que Él entraba en aldeas, ciudades o campos, ponían a los enfermos en las plazas, y le rogaban que les permitiera tocar(CJ) siquiera el borde de Su manto(CK); y todos los que lo tocaban quedaban curados[as].

Lo que contamina al hombre

(CL)Los fariseos, y algunos de los escribas que habían venido de Jerusalén(CM), se reunieron alrededor de Él; y vieron que algunos de Sus discípulos comían el pan con manos inmundas(CN), es decir, sin lavar. (Porque los fariseos y todos los judíos no comen a menos que se laven las manos cuidadosamente[at], observando así la tradición de los ancianos(CO). Cuando vuelven de la plaza, no comen a menos que se laven[au]; y hay muchas otras cosas que han recibido para observarlas, como el lavamiento[av] de los vasos(CP), de los cántaros y de las vasijas de cobre.)

Así que los fariseos y los escribas le preguntaron*: «¿Por qué Tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos(CQ), sino que comen[aw] con manos inmundas[ax](CR)?». Jesús les respondió: «Bien profetizó Isaías de ustedes, hipócritas, como está escrito:

Este pueblo con los labios me honra,
Pero su corazón está muy lejos de Mí(CS) .
-”Mas en vano me rinden culto,
Enseñando como doctrinas preceptos de hombres(CT) ”.

Dejando el mandamiento de Dios, ustedes se aferran a la tradición de los hombres(CU) ».

También les decía: «Astutamente[ay]ustedes violan el mandamiento de Dios para guardar su tradición(CV). 10 Porque Moisés dijo: “Honra a tu padre y a tu madre(CW)”; y: “El que hable mal de su padre o de su madre, que muera[az](CX)”. 11 Pero ustedes dicen: “Si un hombre dice al padre o a la madre: ‘Cualquier cosa mía con que pudieras beneficiarte es corbán(CY) (es decir, ofrenda[ba] a Dios)’”, 12 ya no le dejan hacer nada en favor de su padre o de su madre; 13 invalidando así la palabra de Dios por la tradición(CZ)de ustedes, la cual han transmitido, y hacen muchas cosas semejantes a estas».

14 Llamando de nuevo a la multitud, Jesús les decía: «Escuchen todos lo que les digo y entiendan: 15 no hay nada fuera del hombre que al entrar en él pueda contaminarlo; sino que lo que sale de adentro del hombre es lo que contamina al hombre. 16 [bb]Si alguno tiene oídos para oír, que oiga».

17 Cuando Jesús dejó a la multitud y entró en casa(DA), Sus discípulos le preguntaron acerca de la parábola(DB). 18 «¿También ustedes son tan faltos de entendimiento?», les dijo*. «¿No comprenden que todo lo que de afuera entra al hombre no lo puede contaminar, 19 porque no entra en su corazón, sino en el estómago[bc], y se elimina[bd]?». Jesús declaró así limpios(DC) todos los alimentos(DD).

20 También decía: «Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre(DE). 21 Porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones[be], robos, homicidios, adulterios, 22 avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia[bf](DF), calumnia, orgullo[bg]e insensatez. 23 Todas estas maldades de adentro salen, y contaminan al hombre».

La mujer sirofenicia

24 (DG)Levantándose de allí, Jesús se fue a la región de Tiro[bh](DH), y entrando en una casa, no quería que nadie lo supiera, pero[bi] no pudo pasar inadvertido; 25 sino que enseguida, al oír hablar de Él, una mujer cuya hijita tenía un espíritu inmundo, fue y se postró a Sus pies. 26 La mujer era gentil[bj], sirofenicia de nacimiento; y le rogaba que echara al demonio fuera de su hija.

27 Y Jesús le decía: «Deja que primero los hijos se sacien, pues no está bien[bk]tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos». 28 «Es cierto, Señor», le dijo* ella; «pero aun los perrillos debajo de la mesa comen las migajas de los hijos». 29 Jesús le dijo: «Por esta respuesta[bl], vete; ya el demonio ha salido de tu hija». 30 Cuando ella volvió a su casa, halló que la niña estaba acostada[bm] en la cama, y que el demonio había salido.

Curación de un sordomudo

31 (DI)Volviendo Jesús a salir de la región de Tiro(DJ), pasó por Sidón(DK) y llegó al mar de Galilea(DL), atravesando la región de Decápolis(DM). 32 Y le trajeron* a uno que era sordo y tartamudo, y le rogaron* que pusiera la mano sobre él(DN). 33 Entonces Jesús, tomándolo aparte de la multitud, a solas, le metió los dedos en los oídos, y escupiendo(DO), le tocó la lengua con la saliva; 34 y levantando los ojos al cielo, suspiró profundamente(DP) y le dijo*: «¡Effatá!», esto es, «¡Abrete!».

35 Al instante se abrieron sus oídos, y desapareció[bn] el impedimento[bo] de su lengua, y hablaba con claridad. 36 Jesús les ordenó que a nadie se lo dijeran(DQ); pero mientras más se lo ordenaba, tanto más ellos lo proclamaban(DR). 37 Y estaban asombrados en gran manera, y decían: «Todo lo ha hecho bien; aun a los sordos hace oír y a los mudos hablar».

Alimentación de los cuatro mil

En aquellos días, cuando había de nuevo una gran multitud que no tenía qué comer, (DS)Jesús llamó a Sus discípulos y les dijo*: «Tengo compasión de la multitud porque ya hace tres días que están junto a Mí y no tienen qué comer(DT); y si los despido sin comer a sus casas, desfallecerán en el camino, pues algunos de ellos han venido de lejos».

Sus discípulos le respondieron: «¿Dónde podrá alguien encontrar lo suficiente para saciar de pan[bp] a estos aquí en el desierto?». «¿Cuántos panes tienen?», les preguntó[bq] Jesús. Ellos respondieron: «Siete».

Entonces mandó* a la multitud que se recostara en el suelo; y tomando los siete panes, después de dar gracias, los partió y los iba dando a Sus discípulos para que los pusieran delante de la gente; y ellos los sirvieron a[br] la multitud. También tenían unos pocos pececillos; y después de bendecirlos(DU), mandó que estos también los sirvieran[bs].

Todos comieron y se saciaron; y recogieron de lo que sobró de los pedazos, siete canastas(DV). Los que comieron eran unos 4,000. Jesús los despidió, 10 y subiendo enseguida a la barca con Sus discípulos, se fue a la región de Dalmanuta(DW).

Los fariseos buscan señal

11 (DX)Entonces salieron los fariseos y comenzaron a discutir con Él, buscando de Él una señal[bt] del cielo(DY) para poner[bu] a prueba a Jesús. 12 Suspirando profundamente(DZ) en Su espíritu[bv], dijo*: «¿Por qué pide señal[bw](EA)esta generación? En verdad les digo que no se le dará señal[bx]a esta generación». 13 Y dejándolos, se embarcó otra vez y se fue al otro lado del lago.

La levadura de los fariseos

14 Los discípulos se habían olvidado de tomar panes, y no tenían consigo en la barca sino solo un pan. 15 Jesús les encargaba[by] diciendo: «¡Tengan cuidado! Cuídense de la levadura de los fariseos(EB)y de la levadura de Herodes(EC)». 16 Y ellos discutían entre sí que no tenían panes.

17 Dándose cuenta Jesús, les dijo*: «¿Por qué discuten que no tienen panes? ¿Aún no comprenden ni entienden? ¿Tienen el corazón endurecido[bz](ED)? 18 Teniendo ojos, ¿no ven? Y teniendo oídos, ¿no oyen(EE)? ¿No recuerdan 19 cuando partí los cinco panes entre los cinco mil(EF)? ¿Cuántas cestas llenas de pedazos recogieron?». «Doce(EG)», le respondieron*.

20 «Y cuando partí los siete panes entre los cuatro mil(EH) , ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogieron?». «Siete(EI)», le dijeron*. 21 Entonces les dijo[ca]: «¿Aún no entienden(EJ)?».

El ciego de Betsaida

22 Llegaron* a Betsaida(EK), y trajeron* a Jesús un ciego y le rogaron* que lo tocara(EL). 23 Tomando al ciego de la mano, lo sacó fuera de la aldea; y después de escupir(EM) en sus ojos y de poner las manos sobre él(EN), le preguntó: «¿Ves algo?».

24 Y levantando[cb] la vista, dijo: «Veo a los hombres, pero los veo[cc] como árboles que caminan». 25 Entonces Jesús puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y veía todo con claridad. 26 Y lo envió a su casa diciendo: «Ni aun en la aldea entres(EO)».

La confesión de Pedro

27 (EP)Jesús salió con Sus discípulos a las aldeas de Cesarea de Filipo(EQ); y en el camino preguntó a Sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy Yo?». 28 Le respondieron: «Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; pero otros, uno de los profetas(ER)». 29 Él les preguntó de nuevo: «Pero ustedes, ¿quién dicen que soy Yo?». «Tú eres el Cristo[cd]», le respondió* Pedro(ES). 30 Y Jesús les advirtió severamente que no hablaran de Él a nadie(ET).

Jesús anuncia Su muerte y resurrección

31 (EU)Jesús comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía padecer muchas cosas, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y después de tres días resucitar(EV). 32 Y les decía estas palabras claramente(EW). Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprender a Jesús. 33 Pero Él volviéndose y mirando a Sus discípulos, reprendió a Pedro y le dijo*: «¡Quítate de delante de Mí[ce], Satanás(EX)!, porque no tienes en mente las cosas de Dios, sino las de los hombres».

Condiciones para seguir a Jesús

34 Llamando Jesús a la multitud y a Sus discípulos, les dijo: «Si alguien quiere venir conmigo, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame(EY). 35 Porque el que quiera salvar su vida[cf], la perderá; pero el que pierda su vida por causa de Mí y del evangelio, la salvará(EZ). 36 O, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma? 37 O, ¿qué dará un hombre a cambio de su alma? 38 Porque cualquiera que se avergüence de Mí y de Mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre(FA)también se avergonzará(FB)de él, cuando venga en la gloria de Su Padre con los santos ángeles(FC)».

Y Jesús les decía: «En verdad les digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios después de que haya venido con poder(FD)».

La transfiguración

(FE)Seis días después, Jesús tomó* con Él a Pedro, a Jacobo[cg] y a Juan(FF), y los llevó* a ellos solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, muy blancas(FG), tal como ningún lavandero sobre la tierra las puede blanquear. Y se les apareció Elías junto con Moisés, y estaban hablando con Jesús. Entonces Pedro dijo* a Jesús: «Rabí[ch](FH), bueno es que estemos aquí; hagamos tres enramadas[ci], una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías(FI)».

Porque él no sabía qué decir[cj], pues estaban aterrados. Entonces se formó[ck] una nube que los cubrió, y una voz(FJ) salió[cl] de la nube: «Este es Mi Hijo amado; oigan a Él[cm](FK)». Y enseguida miraron en derredor, pero ya no vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo.

La venida de Elías

(FL)Cuando bajaban del monte, Jesús les ordenó que no contaran a nadie(FM) lo que habían visto, hasta que[cn] el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos. 10 Y se guardaron para sí lo que fue dicho, discutiendo entre sí qué significaría[co] eso de resucitar de entre los muertos. 11 Le preguntaron a Jesús: «¿Por qué dicen los escribas que Elías debe venir primero(FN)?».

12 «Es cierto que Elías, al venir primero, restaurará[cp] todas las cosas», les dijo. «Y, sin embargo, ¿cómo está escrito del Hijo del Hombre(FO)que ha de padecer mucho(FP)y ser despreciado? 13 Pero Yo les digo que Elías ya[cq]ha venido, y le hicieron cuanto quisieron, tal como está escrito de él».

Jesús sana a un muchacho endemoniado

14 (FQ)Cuando regresaron adonde estaban los otros discípulos, vieron una gran multitud que los rodeaba, y a unos escribas que discutían con ellos. 15 Enseguida, cuando toda la multitud vio a Jesús, quedó sorprendida(FR), y corriendo hacia Él, lo saludaban. 16 «¿Qué discuten con ellos?», les preguntó.

17 Y uno de la multitud le respondió: «Maestro, te he traído a mi hijo que tiene un espíritu mudo, 18 y siempre[cr] que se apodera de él, lo derriba, y echa espumarajos, cruje los dientes y se va consumiendo[cs]. Dije a Tus discípulos que expulsaran al espíritu, pero no pudieron».

19 Jesús les dijo*: «¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo los tendré que soportar? ¡Traigan al muchacho!». 20 Y lo llevaron ante Él. Cuando el espíritu vio a Jesús, al instante sacudió con violencia al muchacho[ct], y este, cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos. 21 Jesús preguntó al padre: «¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?». «Desde su niñez», respondió. 22 «Muchas veces ese espíritu lo ha echado en el fuego y también en el agua para destruirlo. Pero si Tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos».

23 «¿Cómo “si Tú puedes?”», le dijo Jesús. «Todas las cosas son posibles para el que cree(FS)». 24 Al instante el padre del muchacho gritó y dijo: «Creo; ayúdame en mi incredulidad». 25 Cuando Jesús vio que la gente corría a reunirse(FT), reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: «Espíritu mudo y sordo, Yo te ordeno: sal de él y no vuelvas a entrar en él».

26 Después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones, el espíritu salió: y el muchacho quedó como muerto, tanto, que la mayoría de ellos decían: «¡Está muerto!». 27 Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y él se puso en pie. 28 Cuando Jesús entro en casa(FU), Sus discípulos le preguntaban en privado: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?». 29 Jesús les dijo: «Esta clase con nada puede salir, sino con oración[cu]».

Jesús anuncia otra vez Su muerte

30 (FV)Saliendo de allí, iban pasando por Galilea, y Él no quería que nadie lo supiera. 31 Porque enseñaba a Sus discípulos, y les decía: «El Hijo del Hombre será entregado en manos de los hombres y lo matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará(FW)». 32 Pero ellos no entendían lo que les decía[cv](FX), y tenían miedo de preguntar a Jesús.

El mayor en el reino de los cielos

33 (FY)Llegaron a Capernaúm; y estando ya en la casa, Jesús les preguntaba: «¿Qué discutían por el camino?». 34 Pero ellos guardaron silencio, porque en el camino habían discutido entre sí quién de ellos era el mayor(FZ). 35 Jesús se sentó, llamó a los doce discípulos y les dijo*: «Si alguien desea ser el primero, será[cw]el último de todos y el servidor de todos(GA)». 36 Tomando a un niño, lo puso en medio de ellos; y tomándolo en los brazos les dijo: 37 «El que reciba a un niño como este[cx]en Mi nombre, me recibe a Mí; y el que me recibe a Mí, no me recibe a Mí, sino a Aquel que me envió(GB)».

Recompensas y advertencias

38 «(GC)Maestro», dijo Juan, «vimos a uno echando fuera demonios en Tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos seguía». 39 Pero Jesús dijo: «No se lo impidan, porque no hay nadie que haga un milagro en Mi nombre, y que pueda enseguida hablar mal de Mí. 40 Pues el que no está contra nosotros, por nosotros[cy]está(GD). 41 Porque cualquiera que les dé a ustedes a beber un vaso de agua, por razón de[cz]su nombre como seguidores de Cristo, en verdad les digo que no perderá su recompensa(GE). 42 Cualquiera que haga pecar[da]a uno de estos pequeñitos que creen en Mí, mejor le fuera si le hubieran atado[db]al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y lo hubieran echado al mar(GF).

43 »Si tu mano te es ocasión de pecar[dc] , córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno[dd](GG) , al fuego que no se apaga(GH) , 44 [de]donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga. 45 Y si tu pie te es ocasión de pecar, córtalo; te es mejor entrar cojo a la vida, que teniendo los dos pies ser echado al infierno[df](GI), 46 [dg]donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga. 47 Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno[dh](GJ), 48 donde el gusano de ellos no muere(GK), y el fuego no se apaga(GL). 49 Porque todos serán salados con fuego[di]. 50 La sal es buena; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonarán(GM)? Tengan sal en ustedes(GN)y estén en paz los unos con los otros(GO)».

Jesús en Judea

10 (GP)Levantándose de allí, Jesús se fue* a la región de Judea y al otro lado del Jordán; y se reunieron* de nuevo las multitudes junto a Él, y una vez más, como acostumbraba, les enseñaba(GQ).

Enseñanza de Jesús sobre el divorcio

Se acercaron algunos fariseos, y para poner[dj] a prueba a Jesús, le preguntaban si era lícito a un hombre divorciarse de[dk] su mujer. «¿Qué les mandó Moisés?», les dijo Jesús. Ellos respondieron: «Moisés permitió al hombre escribir carta de divorcio y repudiarla(GR)».

Entonces Jesús les dijo: «Por la dureza del corazón de ustedes, Moisés les escribió este mandamiento(GS). Pero desde el principio de la creación(GT), Dios los hizo varón y hembra(GU). Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre[dl](GV), y los dos serán una sola carne(GW); así que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe».

10 Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre esto. 11 Y Él les dijo*: «Cualquiera que se divorcie de[dm]su mujer y se case con otra, comete adulterio contra ella(GX); 12 y si ella se divorcia de[dn]su marido(GY)y se casa con otro, comete adulterio».

Jesús bendice a los niños

13 (GZ)Traían niños a Jesús para que Él los tocara, pero los discípulos los reprendieron. 14 Cuando Jesús vio esto, se indignó y les dijo: «Dejen que los niños vengan a Mí; no se lo impidan, porque de los que son como estos[do]es el reino de Dios(HA). 15 En verdad les digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él(HB)». 16 Y tomándolos en los brazos(HC), los bendecía, poniendo las manos sobre ellos.

El joven rico

17 (HD)Cuando Jesús salía para irse, vino un hombre corriendo, y arrodillándose delante de Él(HE), le preguntó[dp]: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna(HF)?». 18 Jesús le respondió: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solo uno, Dios. 19 Tú sabes los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no hurtes, no des falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre(HG)”».

20 «Maestro, todo esto lo he guardado(HH) desde mi juventud», dijo el hombre. 21 Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: «Una cosa te falta: ve y vende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo(HI); entonces vienes y me sigues». 22 Pero él, afligido por estas palabras, se fue triste, porque era dueño de muchos bienes.

Peligro de las riquezas

23 Jesús, mirando en derredor, dijo* a Sus discípulos: «¡Qué difícil será para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios(HJ)!». 24 Los discípulos se asombraron(HK) de Sus palabras. Pero Jesús respondiendo de nuevo, les dijo*: «Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios[dq]! 25 Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una[dr]aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios(HL)».

26 Ellos se asombraron aún más, diciendo entre sí[ds]: «¿Y quién podrá salvarse?». 27 Mirándolos Jesús, dijo*: «Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios(HM)». 28 Entonces Pedro comenzó a decir a Jesús: «Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido(HN)».

29 Jesús respondió: «En verdad les digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos o tierras por causa de Mí y por causa del evangelio(HO), 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y tierras junto con persecuciones; y en el siglo venidero(HP), la vida eterna. 31 Pero muchos primeros serán últimos, y los últimos, primeros(HQ)».

Jesús anuncia Su muerte por tercera vez

32 (HR)Iban por el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús iba delante de ellos. Los discípulos estaban perplejos(HS), y los que lo seguían tenían miedo. Y tomando aparte de nuevo a los doce, comenzó a decirles lo que le iba a suceder: 33 «Ahora subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre(HT)será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles. 34 Se burlarán de Él y le escupirán(HU), lo azotarán y lo matarán, y tres días después resucitará».

Petición de Jacobo y Juan

35 (HV)Jacobo[dt] y Juan, los dos hijos de Zebedeo, se acercaron* a Jesús, diciendo: «Maestro, queremos que hagas por nosotros lo que te pidamos». 36 «¿Qué quieren que haga por ustedes?», les preguntó. 37 Ellos le dijeron: «Concédenos[du] que en Tu gloria(HW) nos sentemos uno a Tu derecha y el otro a Tu izquierda». 38 Jesús les dijo: «Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que Yo bebo(HX), o ser bautizados con el bautismo con que soy bautizado(HY)?». 39 Le respondieron: «Podemos». Y Jesús les dijo: «La copa que Yo bebo, beberán; y serán bautizados con el bautismo con que Yo soy bautizado(HZ); 40 pero el sentarse a Mi derecha o a Mi izquierda, no es Mío el concederlo[dv], sino que es para quienes ha sido preparado(IA)».

41 Al oír esto, los diez comenzaron a indignarse contra Jacobo[dw] y Juan. 42 (IB)Llamándolos junto a Él, Jesús les dijo*: «Ustedes saben que los que son reconocidos como gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos, y que sus grandes ejercen autoridad sobre ellos. 43 Pero entre ustedes no es así, sino que cualquiera de ustedes que desee llegar a ser grande será su servidor(IC), 44 y cualquiera de ustedes que desee ser el primero será siervo de todos. 45 Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar Su vida[dx]en rescate por muchos(ID)».

El ciego Bartimeo es sanado

46 (IE)Entonces llegaron* a Jericó. Y cuando Él salía de Jericó con Sus discípulos y una gran multitud, un mendigo ciego llamado Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino(IF). 47 Cuando oyó que era Jesús el Nazareno(IG), comenzó a gritar y a decir: «¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí(IH)!».

48 Y muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten misericordia de mí(II)!». 49 Jesús se detuvo y dijo: «Llámenlo». Y llamaron* al ciego, diciéndole: «¡Anímate(IJ)! Levántate, que te llama». 50 Arrojando su manto, se levantó de un salto y fue a Jesús.

51 Y dirigiéndose a él[dy], Jesús le preguntó: «¿Qué deseas que haga por ti?». Y el ciego le respondió: «Raboní[dz](IK), que recobre la vista». 52 «Vete, tu fe te ha sanado[ea](IL)», le dijo Jesús. Al instante el ciego recobró la vista, y lo seguía por el camino.

Footnotes

  1. 5:1 Otros mss. dicen: guerasenos, o, guerguesenos.
  2. 5:7 Lit. ¿Qué a mí y a ti.
  3. 5:13 Lit. se ahogaban.
  4. 5:14 Lit. Y los que los cuidaban.
  5. 5:18 Lit. para que estuviera con Él.
  6. 5:19 O todo lo que.
  7. 5:20 O todo lo que.
  8. 5:21 Lit. estaba.
  9. 5:22 O principales, y así en el resto del cap.
  10. 5:23 Lit. se salve.
  11. 5:28 O pensaba.
  12. 5:28 Lit. seré salva.
  13. 5:32 Lit. había hecho esto.
  14. 5:34 Lit. salvado.
  15. 5:36 O sigue creyendo.
  16. 5:37 O Santiago.
  17. 5:43 Lit. ella.
  18. 6:2 Lit. estas.
  19. 6:2 O hechos poderosos.
  20. 6:3 O Santiago.
  21. 6:5 O hecho poderoso.
  22. 6:7 O poder.
  23. 6:8 O mochila, o bolsa.
  24. 6:9 I.e. ropas interiores.
  25. 6:10 Lit. de allí.
  26. 6:11 Lit. de debajo.
  27. 6:12 O proclamaban.
  28. 6:14 Lit. oyó.
  29. 6:14 Lit. su nombre.
  30. 6:20 Lit. y con gusto le oía.
  31. 6:21 Gr. quiliarcas; i.e. oficiales militares romanos al mando de mil soldados.
  32. 6:22 I.e. Salomé.
  33. 6:22 Lit. se reclinaban.
  34. 6:25 Lit. y pidió.
  35. 6:26 Lit. de los que se reclinaban.
  36. 6:27 Lit. él.
  37. 6:29 Lit. lo pusieron en una tumba.
  38. 6:34 Lit. Al salir.
  39. 6:36 Lit. que coman.
  40. 6:37 I.e. salario de 200 días.
  41. 6:41 Lit. pusieran delante.
  42. 6:48 I.e. 3 a 6 a.m.
  43. 6:52 Lit. sobre.
  44. 6:52 Lit. corazón…endurecido.
  45. 6:56 Lit. salvados.
  46. 7:3 Lit. con el puño.
  47. 7:4 O se rocíen. Algunos mss. dicen: se bauticen.
  48. 7:4 Lit. bautismo.
  49. 7:5 Lit. comen pan.
  50. 7:5 O impuras.
  51. 7:9 Lit. Bien.
  52. 7:10 Lit. muera a muerte.
  53. 7:11 O donativo.
  54. 7:16 Los mss. más antiguos no incluyen este vers.
  55. 7:19 Lit. vientre.
  56. 7:19 Lit. va a dar a la letrina.
  57. 7:21 I.e. actos de inmoralidad sexual.
  58. 7:22 Lit. un ojo maligno.
  59. 7:22 O arrogancia.
  60. 7:24 Algunos mss. antiguos agregan: y de Sidón.
  61. 7:24 Lit. y.
  62. 7:26 Lit. Griega.
  63. 7:27 O no es justo.
  64. 7:29 Lit. palabra.
  65. 7:30 Lit. echada.
  66. 7:35 Lit. se desató.
  67. 7:35 O la atadura.
  68. 8:4 Lit. panes.
  69. 8:5 Lit. preguntaba.
  70. 8:6 Lit. los pusieron delante de.
  71. 8:7 Lit. pusieran delante.
  72. 8:11 O un milagro.
  73. 8:11 Lit. poniendo.
  74. 8:12 O en sí mismo.
  75. 8:12 O milagro.
  76. 8:12 Lit. si una señal se dará.
  77. 8:15 O mandaba.
  78. 8:17 O insensible, o embotado.
  79. 8:21 Lit. decía.
  80. 8:24 O recobrando.
  81. 8:24 O me parecen.
  82. 8:29 I.e. el Mesías.
  83. 8:33 Lit. Ponte detrás de mí.
  84. 8:35 O alma.
  85. 9:2 O Santiago.
  86. 9:5 O Maestro.
  87. 9:5 O tiendas sagradas.
  88. 9:6 Lit. responder.
  89. 9:7 O se originó.
  90. 9:7 O se originó.
  91. 9:7 O presten atención constante.
  92. 9:9 Lit. sino cuando.
  93. 9:10 Lit. qué era el.
  94. 9:12 Lit. restaura.
  95. 9:13 Lit. también.
  96. 9:18 O dondequiera.
  97. 9:18 O se pone tieso.
  98. 9:20 Lit. a él.
  99. 9:29 Muchos mss. agregan: y ayuno.
  100. 9:32 Lit. la palabra.
  101. 9:35 O que sea.
  102. 9:37 Lit. a uno de tales niños.
  103. 9:40 O de parte nuestra.
  104. 9:41 Lit. en un.
  105. 9:42 Lit. haga tropezar o escandalice.
  106. 9:42 Lit. es mejor para él que esté atada.
  107. 9:43 Lit. tropezar, y así en los vers. 45 y 47.
  108. 9:43 Gr. guéenna.
  109. 9:44 Muchos mss. antiguos no incluyen los vers. 44 y 46, que son idénticos al 48.
  110. 9:45 Gr. guéenna.
  111. 9:46 Muchos mss. antiguos no incluyen los vers. 44 y 46, que son idénticos al 48.
  112. 9:47 Gr. guéenna.
  113. 9:49 Algunos mss. agregan: y todo sacrificio será salado con sal.
  114. 10:2 Lit. poniendo.
  115. 10:2 O repudiar a.
  116. 10:7 Algunos mss. agregan: y se unirá a su mujer.
  117. 10:11 O repudie a.
  118. 10:12 O repudia a.
  119. 10:14 O de los tales.
  120. 10:17 Lit. preguntándole.
  121. 10:24 Algunos mss. agregan: para los que confían en las riquezas.
  122. 10:25 Lit. la.
  123. 10:26 Algunos mss. dicen: diciéndole.
  124. 10:35 O Santiago.
  125. 10:37 Lit. Danos.
  126. 10:40 Lit. dar.
  127. 10:41 O Santiago.
  128. 10:45 O alma.
  129. 10:51 Lit. respondiéndole.
  130. 10:51 I.e. Mi Maestro.
  131. 10:52 Lit. salvado.