Add parallel Print Page Options

17 Pues Cristo no me envió a bautizar(A), sino a predicar el evangelio, no con palabras elocuentes[a](B), para que no se haga vana la cruz de Cristo.

Cristo, poder de Dios

18 Porque la palabra de la cruz es necedad(C) para los que se pierden(D), pero para nosotros los salvos es poder de Dios(E). 19 Porque está escrito:

«Destruiré la sabiduría de los sabios,
Y el entendimiento de los inteligentes desecharé(F)».

20 ¿Dónde está el sabio(G)? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el que sabe discutir en este siglo[b]? ¿No ha hecho Dios que la sabiduría de este mundo sea necedad(H)? 21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios(I) por medio de su propia sabiduría, agradó a Dios(J) mediante la necedad(K) de la predicación salvar a los que creen(L). 22 Porque en verdad los judíos piden señales[c](M) y los griegos buscan sabiduría; 23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado(N), piedra de tropiezo para los judíos(O), y necedad(P) para los gentiles. 24 Sin embargo, para los llamados(Q), tanto judíos como griegos, Cristo es poder de Dios(R) y sabiduría de Dios(S). 25 Porque la necedad de Dios(T) es más sabia que los hombres, y la debilidad de Dios(U) es más fuerte que los hombres.

Read full chapter

Footnotes

  1. 1:17 Lit. sabias.
  2. 1:20 O mundo.
  3. 1:22 O milagros.