²⁶ El espíritu inmundo sacudió con violencia al hombre y salió de él dando un gran alarido.

¹¹ Cada vez que los endemoniados lo veían, caían de rodillas ante él gritando:

―¡Tú eres el Hijo de Dios!

²⁶ El espíritu gritó, sacudió violentamente al muchacho, y salió de él. El muchacho quedó inmóvil como si estuviera muerto. Por eso, muchos decían:

―¡Está muerto!