Números 1:47-14:42
Reina-Valera 1995
Nombramiento de los levitas
47 Pero los levitas, por sus familias, no fueron registrados junto con ellos, 48 porque Jehová le había dicho a Moisés: 49 «Solamente no contarás a la tribu de Leví, ni harás el censo de ellos entre los hijos de Israel, 50 sino que confiarás a los levitas el tabernáculo del Testimonio, con todos sus utensilios y todas las cosas que le pertenecen. Ellos llevarán el Tabernáculo y todos sus enseres, servirán en él y acamparán alrededor del Tabernáculo. 51 Cuando el Tabernáculo haya de trasladarse, los levitas lo desarmarán, y cuando el Tabernáculo haya de detenerse, los levitas lo armarán. Y el extraño que se acerque, morirá. 52 Los hijos de Israel acamparán cada uno en su campamento, y cada uno junto a su bandera, según el orden de sus ejércitos. 53 Pero los levitas acamparán alrededor del tabernáculo del Testimonio, para que no se desate la ira sobre la congregación de los hijos de Israel. Los levitas tendrán la custodia del tabernáculo del Testimonio.»
54 E hicieron los hijos de Israel conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés. Así lo hicieron.
Campamentos y jefes de las tribus
2 Habló Jehová a Moisés y a Aarón, y les dijo: 2 «Los hijos de Israel acamparán alrededor del Tabernáculo de reunión, cada uno junto a su bandera, bajo las enseñas de las casas de sus padres.
3 »Estos acamparán al frente, hacia el este: la bandera del campamento de Judá, según el orden de sus ejércitos. El jefe de los hijos de Judá era Naasón hijo de Aminadab. 4 Su cuerpo de ejército, según el censo: setenta y cuatro mil seiscientos hombres. 5 Junto a él acamparán los de la tribu de Isacar. El jefe de los hijos de Isacar era Natanael hijo de Zuar. 6 Su cuerpo de ejército, según el censo: cincuenta y cuatro mil cuatrocientos hombres. 7 También acampará la tribu de Zabulón. El jefe de los hijos de Zabulón era Eliab hijo de Helón. 8 Su cuerpo de ejército, según el censo: cincuenta y siete mil cuatrocientos. 9 Todos los censados en el campamento de Judá, ciento ochenta y seis mil cuatrocientos hombres, marcharán delante según el orden de sus ejércitos.
10 »La bandera del campamento de Rubén estará al sur, según el orden de sus ejércitos. El jefe de los hijos de Rubén era Elisur hijo de Sedeur. 11 Su cuerpo de ejército, según el censo: cuarenta y seis mil quinientos. 12 Acamparán junto a él los de la tribu de Simeón. El jefe de los hijos de Simeón era Selumiel hijo de Zurisadai. 13 Su cuerpo de ejército, según el censo: cincuenta y nueve mil trescientos. 14 También acampará la tribu de Gad. El jefe de los hijos de Gad era Eliasaf hijo de Reuel. 15 Su cuerpo de ejército, según el censo: cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta. 16 Todos los censados en el campamento de Rubén, ciento cincuenta y un mil cuatrocientos cincuenta, marcharán los segundos según el orden de sus ejércitos.
17 »Luego irá el Tabernáculo de reunión, con el campamento de los levitas, en medio de los campamentos. En el orden en que acamparon, así marchará cada uno junto a su bandera.
18 »Al occidente, la bandera del campamento de Efraín, según el orden de sus ejércitos. El jefe de los hijos de Efraín era Elisama hijo de Amiud. 19 Su cuerpo de ejército, según el censo: cuarenta mil quinientos. 20 Junto a él estará la tribu de Manasés. El jefe de los hijos de Manasés era Gamaliel hijo de Pedasur. 21 Su cuerpo de ejército, según el censo: treinta y dos mil doscientos. 22 También acampará la tribu de Benjamín. El jefe de los hijos de Benjamín era Abidán hijo de Gedeoni. 23 Su cuerpo de ejército, según el censo: treinta y cinco mil cuatrocientos. 24 Todos los censados en el campamento de Efraín, ciento ocho mil cien hombres, marcharán los terceros según el orden de sus ejércitos.
25 »La bandera del campamento de Dan estará al norte, según el orden de sus ejércitos. El jefe de los hijos de Dan era Ahiezer hijo de Amisadai. 26 Su cuerpo de ejército, según el censo: sesenta y dos mil setecientos. 27 Junto a él acamparán los de la tribu de Aser. El jefe de los hijos de Aser era Pagiel hijo de Ocrán. 28 Su cuerpo de ejército, según el censo: cuarenta y un mil quinientos. 29 También acampará la tribu de Neftalí. El jefe de los hijos de Neftalí era Ahira hijo de Enán. 30 Su cuerpo de ejército, según el censo: cincuenta y tres mil cuatrocientos. 31 Todos los censados en el campamento de Dan, ciento cincuenta y siete mil seiscientos, marcharán los últimos tras sus banderas.»
32 Éstos fueron los hijos de Israel censados según las casas de sus padres. Todos los registrados por campamentos, según el orden de sus ejércitos: seis cientos tres mil quinientos cincuenta. 33 Pero los levitas no fueron contados entre los hijos de Israel, como Jehová lo mandó a Moisés.
34 E hicieron los hijos de Israel conforme a todas las cosas que Jehová mandó a Moisés. Así acamparon bajo sus banderas, y así marcharon cada uno por sus familias, según las casas de sus padres.
Censo y deberes de los levitas
3 Estos eran los descendientes de Aarón y de Moisés, en el día en que Jehová habló a Moisés en el monte Sinaí. 2 Éstos son los nombres de los hijos de Aarón: Nadab, el primogénito, Abiú, Eleazar e Itamar. 3 Éstos son los nombres de los hijos de Aarón, sacerdotes ungidos, a los cuales consagró para ejercer el sacerdocio. 4 Pero Nadab y Abiú murieron delante de Jehová cuando ofrecieron fuego extraño delante de Jehová en el desierto de Sinaí. Y no tuvieron hijos. Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio en presencia de Aarón su padre.
5 Jehová habló a Moisés y le dijo: 6 «Haz que se acerque la tribu de Leví, y ponla delante del sacerdote Aarón, para que lo sirvan. 7 Estarán a su servicio y al de toda la congregación delante del Tabernáculo de reunión, sirviendo en el ministerio del Tabernáculo. 8 Cuidarán de todos los utensilios del Tabernáculo de reunión, y de todo lo encargado a ellos por los hijos de Israel, ministrando en el servicio del Tabernáculo. 9 Confiarás los levitas a Aarón y a sus hijos, pues le son enteramente dados de entre los hijos de Israel. 10 A Aarón y a sus hijos les encargarás que ejerzan su sacerdocio. Y el extraño que se acerque, morirá.»
11 Jehová habló a Moisés y le dijo: 12 «Yo he tomado a los levitas de entre los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos, los primeros nacidos entre los hijos de Israel; serán, pues, míos los levitas 13 porque mío es todo primogénito. Desde el día en que yo hice morir a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, santifiqué para mí a todos los primogénitos en Israel, tanto de hombres como de animales. Míos serán. Yo, Jehová.»
14 Jehová habló a Moisés en el desierto de Sinaí, y le dijo: 15 «Haz un censo de los hijos de Leví según las casas de sus padres y por familias: registrarás a todos los varones de un mes para arriba.» 16 Y Moisés los registró conforme a la palabra de Jehová, como le fue mandado.
17 Los nombres de los hijos de Leví fueron estos: Gersón, Coat y Merari.
18 Los nombres de los hijos de Gersón por sus familias son estos: Libni y Simei.
19 Los hijos de Coat por sus familias son: Amram, Izhar, Hebrón y Uziel.
20 Los hijos de Merari por sus familias: Mahli y Musi. Éstas son las familias de Leví, según las casas de sus padres.
21 De Gersón procedía la familia de Libni y la de Simei; ésas son las familias de Gersón. 22 Los registrados de ellos, contando a todos los varones de un mes para arriba, fueron siete mil quinientos. 23 Las familias de Gersón acampaban a espaldas del Tabernáculo, al occidente. 24 El jefe del linaje de los gersonitas era Eliasaf hijo de Lael. 25 Los hijos de Gersón estaban encargados, en el Tabernáculo de reunión, de la tienda y su cubierta, la cortina de la puerta del Tabernáculo de reunión, 26 las cortinas del atrio y la cortina de la puerta del atrio que rodea el Tabernáculo y el altar; así como de las cuerdas necesarias para todo el servicio.
27 De Coat procedía la familia de los amramitas, la familia de los izharitas, la familia de los hebronitas y la familia de los uzielitas; ésas son las familias coatitas. 28 El número de todos los varones de un mes para arriba era de ocho mil seiscientos. Tenían la custodia del santuario. 29 Las familias de los hijos de Coat acampaban al lado del Tabernáculo, hacia el sur. 30 El jefe del linaje de las familias de Coat era Elizafán hijo de Uziel. 31 A su cuidado estaban el Arca, la mesa, el candelabro, los altares, los utensilios del santuario con que ministran, el velo y todo su servicio.
32 El principal de los jefes de los levitas era Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, jefe de los que tienen la custodia del santuario.
33 De Merari era la familia de los mahlitas y la familia de los musitas; ésas son las familias de Merari. 34 Los registrados de ellos, contando a todos los varones de un mes para arriba, fueron seis mil doscientos hombres. 35 El jefe de la casa paterna de Merari era Zuriel hijo de Abihail. Acampaban al lado del Tabernáculo, hacia el norte. 36 A cargo de los hijos de Merari estaba la custodia de las tablas del Tabernáculo, sus barras, sus columnas, sus basas y todos sus enseres, con todo su servicio, 37 así como las columnas alrededor del atrio, sus basas, sus estacas y sus cuerdas.
38 Al oriente, frente al santuario y delante del Tabernáculo de reunión, hacia el este, acampaban Moisés, Aarón y sus hijos, que estaban a cargo de la custodia del santuario en nombre de los hijos de Israel. Y el extraño que se acercara, debería morir.
39 Todos los levitas censados, que Moisés y Aarón registraron por familias, conforme a la palabra de Jehová, todos los varones de un mes para arriba, fueron veintidos mil.
Rescate de los primogénitos
40 Jehová dijo a Moisés:
«Haz un censo de todos los primogénitos varones entre los hijos de Israel de un mes para arriba, y registra sus nombres. 41 Luego tomarás para mí a los levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel, y los animales de los levitas en lugar de todos los primogénitos de los animales de los hijos de Israel. Yo, Jehová.»
42 Moisés hizo el censo, como Jehová le mandó, de todos los primogénitos de los hijos de Israel. 43 Y todos los primogénitos varones registrados por nombre, de un mes para arriba, fueron veintidos mil doscientos setenta y tres.
44 Luego habló Jehová a Moisés y le dijo: 45 «Toma a los levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel, y los animales de los levitas en lugar de sus animales, y los levitas serán míos. Yo, Jehová. 46 Pero para el rescate de los doscientos setenta y tres primogénitos de los hijos de Israel que exceden a los levitas, 47 tomarás cinco siclos por cabeza; conforme al siclo del santuario los tomarás (el siclo tiene veinte geras). 48 Entregarás a Aarón y a sus hijos el dinero del rescate de los que exceden.»
49 Tomó, pues, Moisés el dinero del rescate de los que excedían el número de los redimidos por los levitas, 50 y recibió de los primogénitos de los hijos de Israel, en dinero, mil trescientos sesenta y cinco siclos, conforme al siclo del santuario. 51 Después Moisés entregó el dinero de los rescates a Aarón y a sus hijos, conforme a la palabra de Jehová, según lo que Jehová le había mandado.
El servicio de los levitas
4 Habló Jehová a Moisés y a Aarón, y les dijo: 2 «Haced un censo de los hijos de Coat entre los hijos de Leví, por sus familias y según las casas de sus padres, 3 de treinta años para arriba, hasta los cincuenta años de edad, de todos los que puedan entrar en el servicio del Tabernáculo de reunión.
4 »El oficio de los hijos de Coat en el Tabernáculo de reunión, en el Lugar santísimo, será éste: 5 Cuando haya que mudar el campamento, vendrán Aarón y sus hijos, desarmarán el velo de la tienda y cubrirán con él el Arca del testimonio. 6 Pondrán sobre ella la cubierta de pieles de tejones, extenderán encima un paño todo de azul y le pondrán sus varas. 7 Sobre la mesa de la proposición extenderán un paño azul, y pondrán sobre ella las escudillas, las cucharas, las copas y los tazones para libar; el pan estará continuamente sobre ella. 8 También extenderán sobre ella un paño carmesí que cubrirán con la cubierta de pieles de tejones. Luego le pondrán sus varas. 9 Tomarán un paño azul y cubrirán el candelabro del alumbrado, sus lámparas, sus despabiladeras, sus platillos y todos los utensilios del aceite con que se sirve. 10 Lo pondrán con todos sus utensilios en una cubierta de pieles de tejones y lo colocarán sobre unas varas para transportarlo.
11 »Sobre el altar de oro extenderán un paño azul, lo cubrirán con la cubierta de pieles de tejones, y le pondrán sus varas. 12 Tomarán todos los utensilios del servicio de que hacen uso en el santuario, los pondrán en un paño azul, los cubrirán con una cubierta de pieles de tejones y los colocarán sobre unas varas para transportarlo. 13 Quitarán la ceniza del altar y extenderán sobre él un paño de púrpura. 14 Pondrán sobre él todos los instrumentos que se emplean en su servicio: las paletas, los garfios, los braseros y los tazones, todos los utensilios del altar. Extenderán sobre él la cubierta de pieles de tejones y le pondrán además las varas. 15 Después que acaben Aarón y sus hijos de cubrir el santuario y todos los utensilios del santuario, cuando haya que mudar el campamento, llegarán los hijos de Coat para llevarlos, pero no tocarán ninguna cosa santa, no sea que mueran. Éstas serán las cosas que cargarán los hijos de Coat en el Tabernáculo de reunión. 16 Pero a cargo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, estará el aceite del alumbrado, el incienso aromático, la ofrenda continua y el aceite de la unción. También cuidará de todo el Tabernáculo y de todo lo que está en él, del santuario y de sus utensilios.»
17 Habló Jehová a Moisés y a Aarón, y les dijo: 18 «No permitáis que desaparezca la tribu de las familias de Coat de entre los levitas. 19 Para que ellos vivan y no mueran cuando se acerquen a los objetos santísimos, haréis esto: Aarón y sus hijos irán y pondrán a cada uno de ellos en su oficio y junto a su carga. 20 No entrarán para ver cuando cubran las cosas santas, porque morirán.»
21 Jehová habló a Moisés y le dijo: 22 «Haz también un censo de los hijos de Gersón según las casas de sus padres y por familias. 23 Registrarás a los de treinta años para arriba hasta cincuenta años de edad; es decir, todos los que puedan entrar en el servicio del Tabernáculo de reunión.
24 »Éste será el oficio de las familias de Gersón, su ministerio y su carga: 25 Llevarán las cortinas del Tabernáculo, el Tabernáculo de reunión, su cubierta, la cubierta de pieles de tejones que está encima de él, la cortina de la puerta del Tabernáculo de reunión, 26 las cortinas del atrio, la cortina de la puerta del atrio que rodea el Tabernáculo y el altar, sus cuerdas y todos los instrumentos de su servicio, y para todo lo que será hecho por ellos: así servirán. 27 Bajo las órdenes de Aarón y de sus hijos desempeñarán todo su ministerio los hijos de Gersón, en todas sus funciones y en todo su servicio. Les encomendaréis el cuidado de toda su carga. 28 Éste es el servicio de las familias de los hijos de Gersón en el Tabernáculo de reunión. Lo llevarán a cabo bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.
29 »Harás un censo de los hijos de Merari, por familias y según las casas de sus padres. 30 Registrarás desde el de treinta años para arriba hasta el de cincuenta años de edad; es decir, todos los que puedan entrar en el servicio del Tabernáculo de reunión. 31 Su responsabilidad en cuanto a su servicio en el Tabernáculo de reunión será transportar las tablas del Tabernáculo, sus barras, sus columnas y sus basas, 32 las columnas del atrio que lo rodea y sus basas, sus estacas y sus cuerdas, con todos sus instrumentos y todo lo que se necesita para su servicio. Asignaréis por sus nombres todos los utensilios que ellos tienen que transportar. 33 Éste será el servicio de las familias de los hijos de Merari durante todo su ministerio en el Tabernáculo de reunión, bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.»
34 Moisés, pues, y Aarón, y los jefes de la congregación, hicieron el censo de los hijos de Coat por familias y según las casas de sus padres, 35 desde el de edad de treinta años para arriba hasta el de cincuenta años de edad; es decir, todos los que podían entrar en el servicio del Tabernáculo de reunión. 36 Y los registrados por familias fueron dos mil setecientos cincuenta. 37 Éstos fueron los registrados de las familias de Coat, todos los que ministran en el Tabernáculo de reunión, los cuales registraron Moisés y Aarón, como lo mandó Jehová por medio de Moisés.
38 Se hizo el censo de los hijos de Gersón por familias y según las casas de sus padres, 39 desde el de edad de treinta años para arriba hasta el de cincuenta años de edad; es decir, de todos los que podían entrar en el servicio del Tabernáculo de reunión. 40 Los registrados, por familias y según las casas de sus padres, fueron dos mil seiscientos treinta. 41 Éstos fueron los registrados de las familias de los hijos de Gersón, todos los que ministran en el Tabernáculo de reunión, los cuales registraron Moisés y Aarón por mandato de Jehová.
42 Se hizo el censo de las familias de los hijos de Merari por familias y según las casas de sus padres, 43 desde el de edad de treinta años para arriba hasta el de cincuenta años de edad; es decir, de todos los que podían entrar en el servicio del Tabernáculo de reunión. 44 Los registrados por familias fueron tres mil doscientos. 45 Éstos fueron los registrados de las familias de los hijos de Merari, según el censo hecho por Moisés y Aarón, según lo mandó Jehová por medio de Moisés.
46 Todos los levitas que Moisés, Aarón y los jefes de Israel registraron por familias y según las casas de sus padres, 47 desde el de edad de treinta años para arriba hasta el de cincuenta años de edad, todos los que podían entrar en el servicio y el transporte del Tabernáculo de reunión, 48 fueron, según el censo, ocho mil quinientos ochenta. 49 Como lo mandó Jehová por medio de Moisés, fueron registrados, cada uno según su oficio y según su carga: su censo lo hizo él, como le fue mandado.
Expulsión de los impuros
5 Jehová habló a Moisés y le dijo: 2 «Manda a los hijos de Israel que echen del campamento a todo leproso, a todos los que padecen flujo de semen y a todo impuro por contacto con muerto. 3 Tanto a hombres como a mujeres echaréis; fuera del campamento los echaréis, para que no contaminen el campamento de aquellos entre los cuales yo habito.»
4 Así lo hicieron los hijos de Israel: los echaron fuera del campamento. Como Jehová lo dijo a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel.
Ley sobre la restitución
5 Jehová habló a Moisés y le dijo: 6 «Di a los hijos de Israel: El hombre o la mujer que cometa cualquiera de los pecados con que los hombres son infieles contra Jehová, se hace culpable. 7 Aquella persona confesará el pecado que cometió, compensará enteramente el daño, añadirá sobre ello la quinta parte y lo dará a aquel contra quien pecó. 8 Y si aquel hombre no tiene pariente al cual sea compensado el daño, se dará la indemnización del agravio a Jehová entregándola al sacerdote, además del carnero de las expiaciones, con que el sacerdote hará expiación por él.
9 »Cualquier ofrenda de todas las cosas santas que los hijos de Israel presenten al sacerdote, suya será. 10 Y lo santificado por cualquiera será suyo; asimismo lo que cualquiera dé al sacerdote, suyo será.»
Ley sobre los celos
11 Jehová habló a Moisés y le dijo: 12 «Habla a los hijos de Israel y diles: Si la mujer de alguien se descarría y le es infiel, 13 y alguien cohabita con ella sin que su marido lo haya visto, por haberse ella mancillado ocultamente, ni haya ningún testigo contra ella ni ella haya sido sorprendida en el acto; 14 si viene sobre él un espíritu de celos y siente celos de su mujer, habiéndose ella mancillado; o bien, si viene sobre él un espíritu de celos y siente celos de su mujer, aunque ella no se haya mancillado, 15 entonces el marido llevará su mujer al sacerdote, y con ella presentará su ofrenda, la décima parte de un efa de harina de cebada. No derramará sobre ella aceite ni pondrá sobre ella incienso, porque es ofrenda de celos, ofrenda recordativa, que trae a la memoria el pecado.
16 »El sacerdote hará que ella se acerque y se ponga delante de Jehová. 17 Luego echará el sacerdote un poco de agua santa en un vaso de barro, y tomando del polvo que haya en el suelo del Tabernáculo, lo mezclará con el agua. 18 Asimismo el sacerdote hará que la mujer se mantenga en pie delante de Jehová, descubrirá la cabeza de la mujer y pondrá sobre sus manos la ofrenda recordativa, que es la ofrenda de celos. El sacerdote sostendrá en sus manos las aguas amargas que acarrean maldición. 19 Entonces el sacerdote le tomará juramento y le dirá: “Si ninguno ha dormido contigo, y si no te has apartado de tu marido ni te has mancillado, libre seas de estas aguas amargas que traen maldición; 20 pero si te has descarriado de tu marido y te has mancillado, y ha cohabitado contigo alguien que no sea tu marido 21 (el sacerdote proferirá sobre la mujer este juramento de maldición, y le dirá): Que Jehová te haga objeto de maldición y execración en medio de tu pueblo, y haga Jehová que tu muslo caiga y que tu vientre se hinche, 22 que estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas y hagan hinchar tu vientre y caer tu muslo.” Y la mujer dirá: “Amén, amén”.
23 »El sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro y las borrará con las aguas amargas. 24 Dará a beber a la mujer las aguas amargas que traen maldición, y las aguas que obran maldición entrarán en ella para provocarle amargura. 25 Después el sacerdote tomará de la mano de la mujer la ofrenda de los celos, la mecerá en presencia de Jehová y la ofrecerá delante del altar. 26 El sacerdote tomará un puñado de la ofrenda en memoria de ella y lo quemará sobre el altar.
»Después que el sacerdote le haya dado a beber las aguas a la mujer, 27 si ésta es impura y ha sido infiel a su marido, las aguas que obran maldición entrarán en ella para provocarle amargura, su vientre se hinchará, caerá su muslo y la mujer será objeto de maldición en medio de su pueblo. 28 Pero si la mujer no es impura, sino que está limpia, quedará libre y será fecunda.
29 »Ésta es la ley de los celos, cuando la mujer cometa infidelidad contra su marido y se mancille, 30 o cuando del marido se apodere un espíritu de celos y sienta celos de su mujer: entonces la presentará delante de Jehová, y el sacerdote hará con ella como manda esta ley. 31 El hombre quedará libre de culpa y la mujer cargará con su pecado.»
El voto de los nazareos
6 Habló Jehová a Moisés y le dijo: 2 «Habla a los hijos de Israel y diles: El hombre o la mujer que se aparte haciendo voto de nazareo, para dedicarse a Jehová, 3 se abstendrá de vino y de sidra. No beberá vinagre de vino ni vinagre de sidra, ni beberá ningún licor de uvas, ni tampoco comerá uvas frescas ni secas. 4 En todo el tiempo de su nazareato, de todo lo que se hace de la vid, desde los granillos hasta el hollejo, no comerá. 5 En todo el tiempo del voto de su nazareato no pasará navaja por su cabeza: hasta que se cumplan los días de su consagración a Jehová, será santo y se dejará crecer el cabello. 6 Durante todo el tiempo que se aparte para Jehová, no se acercará a persona muerta. 7 Ni aun por su padre ni por su madre, ni por su hermano ni por su hermana, podrá contaminarse cuando mueran, pues la consagración de su Dios lleva sobre su cabeza. 8 Todo el tiempo de su nazareato estará consagrado a Jehová.
9 »Si alguien muere súbitamente junto a él y contamina su cabeza consagrada, el día de su purificación, es decir, el séptimo día, se afeitará la cabeza. 10 Al octavo día traerá dos tórtolas o dos palominos al sacerdote, a la puerta del Tabernáculo de reunión. 11 El sacerdote ofrecerá uno como expiación y el otro como holocausto, y hará expiación por lo que pecó a causa del muerto. Aquel día volverá a santificar su cabeza: 12 se consagrará a Jehová por los días de su nazareato, y traerá un cordero de un año en expiación por la culpa. Los días anteriores serán anulados, por cuanto fue contaminado su nazareato.
13 »Ésta es, pues, la ley del nazareo el día que se cumpla el tiempo de su nazareato: Vendrá a la puerta del Tabernáculo de reunión, 14 y presentará su ofrenda a Jehová, un cordero de un año sin tacha para un holocausto, una cordera de un año, sin defecto, para expiación, y un carnero sin defecto para una ofrenda de paz. 15 Además, un canastillo de tortas sin levadura, de flor de harina amasadas con aceite, hojaldres sin levadura untadas con aceite, su ofrenda y sus libaciones. 16 El sacerdote lo ofrecerá delante de Jehová, y hará su expiación y su holocausto. 17 Luego ofrecerá el carnero como sacrificio de paz a Jehová, junto con el canastillo de los panes sin levadura; ofrecerá asimismo el sacerdote su ofrenda y sus libaciones. 18 Entonces el nazareo se afeitará su cabeza consagrada a la puerta del Tabernáculo de reunión, tomará los cabellos de su cabeza consagrada y los pondrá sobre el fuego que está debajo de la ofrenda de paz. 19 Después tomará el sacerdote la pierna cocida del carnero, una torta sin levadura del canastillo y una hojaldre sin levadura, y las pondrá sobre las manos del nazareo, después que sea afeitada su cabeza consagrada. 20 El sacerdote presentará aquello como ofrenda mecida delante de Jehová, lo cual será cosa santa, destinada al sacerdote, además del pecho mecido y de la pierna reservada. Después el nazareo podrá beber vino.
21 »Ésta es la ley del nazareo que haga un voto de ofrenda a Jehová por su nazareato, además de lo que sus recursos le permitan. Según el voto que haga, así lo cumplirá, conforme a la ley de su nazareato.»
La bendición sacerdotal
22 Jehová habló a Moisés y le dijo: 23 «Habla a Aarón y a sus hijos, y diles: “Así bendeciréis a los hijos de Israel:
24 »”Jehová te bendiga y te guarde.
25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti
y tenga de ti misericordia;
26 Jehová alce sobre ti su rostro
y ponga en ti paz.”
27 »Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.»
Ofrendas para la dedicación del altar
7 Aconteció que cuando Moisés acabó de levantar el Tabernáculo, lo ungió y lo santificó junto con todos sus utensilios. Asimismo ungió y santificó el altar y todos sus utensilios. 2 Entonces los príncipes de Israel, los jefes de las casas de sus padres, los cuales eran los príncipes de las tribus que estaban sobre los registrados en el censo, se acercaron 3 y trajeron sus ofrendas delante de Jehová: seis carros cubiertos y doce bueyes; por cada dos príncipes un carro, y por cada uno un buey, y los ofrecieron delante del Tabernáculo.
4 Jehová habló a Moisés y le dijo: 5 «Recíbelos de ellos: serán para el servicio del Tabernáculo de reunión. Los darás a los levitas, a cada uno según su ministerio.»
6 Entonces Moisés recibió los carros y los bueyes, y los dio a los levitas. 7 A los hijos de Gersón dio dos carros y cuatro bueyes, conforme a su ministerio, 8 y a los hijos de Merari dio cuatro carros y ocho bueyes, conforme a su ministerio, bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón. 9 Pero a los hijos de Coat no les dio, porque tenían que llevar sobre sus hombros los objetos más santos.
10 Los príncipes presentaron las ofrendas para la dedicación del altar el día en que fue ungido. Hicieron los príncipes su ofrenda delante del altar. 11 Y Jehová dijo a Moisés: «Presentarán su ofrenda, un príncipe un día y otro príncipe otro día, para la dedicación del altar.»
12 El que presentó su ofrenda el primer día fue Naasón hijo de Aminadab, de la tribu de Judá. 13 Su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 14 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso; 15 un becerro, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto; 16 un macho cabrío para la expiación; 17 y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Ésta fue la ofrenda de Naasón hijo de Aminadab.
18 El segundo día presentó su ofrenda Natanael hijo de Zuar, príncipe de Isacar. 19 Presentó como su ofrenda un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 20 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso; 21 un becerro, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto; 22 un macho cabrío para la expiación; 23 y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Ésta fue la ofrenda de Natanael hijo de Zuar.
24 El tercer día, Eliab hijo de Helón, príncipe de los hijos de Zabulón, 25 presentó su ofrenda: un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 26 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso; 27 un becerro, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto; 28 un macho cabrío para la expiación; 29 y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Ésta fue la ofrenda de Eliab hijo de Helón.
30 El cuarto día, Elisur hijo de Sedeur, príncipe de los hijos de Rubén, 31 presentó su ofrenda: un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 32 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso; 33 un becerro, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto; 34 un macho cabrío para la expiación; 35 y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Ésta fue la ofrenda de Elisur hijo de Sedeur.
36 El quinto día, Selumiel hijo de Zurisadai, príncipe de los hijos de Simeón, 37 presentó su ofrenda: un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 38 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso; 39 un becerro, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto; 40 un macho cabrío para la expiación; 41 y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Ésta fue la ofrenda de Selumiel hijo de Zurisadai.
42 El sexto día, Eliasaf hijo de Deuel, príncipe de los hijos de Gad, 43 presentó su ofrenda: un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 44 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso; 45 un becerro, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto; 46 un macho cabrío para la expiación; 47 y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Ésta fue la ofrenda de Eliasaf hijo de Deuel.
48 El séptimo día, el príncipe de los hijos de Efraín, Elisama hijo de Amiud, 49 presentó su ofrenda: un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 50 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso; 51 un becerro, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto; 52 un macho cabrío para la expiación; 53 y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Ésta fue la ofrenda de Elisama hijo de Amiud.
54 El octavo día, el príncipe de los hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur, 55 presentó su ofrenda: un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 56 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso; 57 un becerro, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto; 58 un macho cabrío para la expiación; 59 y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Ésta fue la ofrenda de Gamaliel hijo de Pedasur.
60 El noveno día, el príncipe de los hijos de Benjamín, Abidán hijo de Gedeoni, 61 presentó su ofrenda: un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 62 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso; 63 un becerro, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto; 64 un macho cabrío para la expiación; 65 y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Ésta fue la ofrenda de Abidán hijo de Gedeoni.
66 El décimo día, el príncipe de los hijos de Dan, Ahiezer hijo de Amisadai, 67 presentó su ofrenda: un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 68 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso; 69 un becerro, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto; 70 un macho cabrío para la expiación; 71 y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Ésta fue la ofrenda de Ahiezer hijo de Amisadai.
72 El undécimo día, el príncipe de los hijos de Aser, Pagiel hijo de Ocrán, 73 presentó su ofrenda: un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 74 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso; 75 un becerro, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto; 76 un macho cabrío para la expiación; 77 y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Ésta fue la ofrenda de Pagiel hijo de Ocrán.
78 El duodécimo día, el príncipe de los hijos de Neftalí, Ahira hijo de Enán, 79 presentó su ofrenda: un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 80 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso; 81 un becerro, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto; 82 un macho cabrío para la expiación; 83 y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Ésta fue la ofrenda de Ahira hijo de Enán.
84 Ésta fue la ofrenda que los príncipes de Israel presentaron para la dedicación del altar, el día en que fue ungido: doce platos de plata, doce jarros de plata, doce cucharas de oro. 85 Cada plato de ciento treinta siclos, y cada jarro de setenta; toda la plata de la vajilla era dos mil cuatrocientos siclos, según el siclo del santuario. 86 Las doce cucharas de oro llenas de incienso, de diez siclos cada cuchara, según el siclo del santuario; todo el oro de las cucharas era ciento veinte siclos.
87 Todos los bueyes para el holocausto fueron doce becerros; doce los carneros, doce los corderos de un año, con su ofrenda, y doce los machos cabríos para la expiación. 88 Y todos los bueyes de la ofrenda de paz fueron veinticuatro novillos, sesenta los carneros, sesenta los machos cabríos y sesenta los corderos de un año. Ésta fue la ofrenda para la dedicación del altar, después que fue ungido.
89 Cuando entraba Moisés en el Tabernáculo de reunión para hablar con Dios, oía la voz que le hablaba de encima del propiciatorio que estaba sobre el Arca del testimonio, de entre los dos querubines. Así hablaba con él.
Aarón enciende las lámparas
8 Habló Jehová a Moisés y le dijo: 2 «Habla a Aarón y dile: Cuando enciendas las lámparas, las siete lámparas del candelabro alumbrarán hacia adelante.» 3 Aarón lo hizo así: colocó las lámparas en la parte anterior del candelabro, tal como Jehová lo mandó a Moisés. 4 El candelabro estaba hecho de oro labrado a martillo; desde el pie hasta las flores era labrado a martillo. Conforme al modelo que Jehová le mostró a Moisés, así hizo el candelabro.
Consagración de los levitas
5 Jehová habló a Moisés y le dijo: 6 «Aparta a los levitas de entre los demás hijos de Israel, y haz expiación por ellos. 7 Así harás para purificarlos: Rocía sobre ellos el agua de la expiación y haz pasar la navaja por todo su cuerpo; ellos lavarán sus vestidos y así quedarán purificados. 8 Luego tomarán un novillo, con su ofrenda de flor de harina amasada con aceite, y tú tomarás otro novillo para la expiación. 9 Harás que los levitas se acerquen al Tabernáculo de reunión, y reunirás a toda la congregación de los hijos de Israel. 10 Cuando hayas acercado a los levitas a la presencia de Jehová, pondrán los hijos de Israel sus manos sobre los levitas. 11 Entonces presentará Aarón a los levitas delante de Jehová como ofrenda de los hijos de Israel, y servirán en el ministerio de Jehová. 12 Después los levitas pondrán sus manos sobre las cabezas de los novillos: uno lo ofrecerás como expiación y el otro como holocausto a Jehová, para hacer expiación por los levitas. 13 Colocarás luego a los levitas delante de Aarón y de sus hijos, y los presentarás como ofrenda a Jehová. 14 Así apartarás a los levitas de entre los hijos de Israel, y serán míos los levitas. 15 Después de eso vendrán los levitas a ministrar en el Tabernáculo de reunión. Serán purificados y los presentarás como una ofrenda. 16 Porque enteramente me son dedicados a mí los levitas de entre los hijos de Israel, en lugar de todo primer nacido; los he tomado para mí en lugar de los primogénitos de todos los hijos de Israel. 17 Porque mío es todo primogénito de entre los hijos de Israel, así de hombres como de animales; desde el día en que yo herí a todo primogénito en la tierra de Egipto, los santifiqué para mí. 18 Y he tomado a los levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel. 19 Yo he dado los levitas, como un don, a Aarón y a sus hijos, de entre los hijos de Israel, para que ejerzan el ministerio de los hijos de Israel en el Tabernáculo de reunión, y reconcilien a los hijos de Israel, y no haya plaga entre los hijos de Israel cuando se acerquen al santuario.»
20 Moisés, Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel hicieron con los levitas conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés acerca de los levitas; así hicieron con ellos los hijos de Israel. 21 Los levitas se purificaron y lavaron sus vestidos. Luego Aarón los presentó como ofrenda delante de Jehová, e hizo expiación por ellos para purificarlos. 22 Después de esto, los levitas fueron para ejercer su ministerio en el Tabernáculo de reunión delante de Aarón y delante de sus hijos. De la manera que mandó Jehová a Moisés acerca de los levitas, así hicieron con ellos.
23 Luego habló Jehová a Moisés diciendo: 24 «Los levitas de veinticinco años para arriba entrarán a ejercer su ministerio en el servicio del Tabernáculo de reunión. 25 Pero desde los cincuenta años dejarán de ejercer su ministerio, y nunca más lo ejercerán. 26 Servirán con sus hermanos en el Tabernáculo de reunión, para hacer la guardia, pero no servirán en el ministerio. Así harás con los levitas en cuanto a su ministerio.»
Celebración de la Pascua
9 Habló Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí, el primer mes del segundo año de su salida de la tierra de Egipto, y le dijo: 2 «Los hijos de Israel celebrarán la Pascua a su debido tiempo. 3 La celebraréis el decimocuarto día de este mes, al atardecer, a su debido tiempo; conforme a todos sus ritos y conforme a todas sus leyes la celebraréis.»
4 Entonces dijo Moisés a los hijos de Israel que celebraran la Pascua. 5 Celebraron la Pascua el primer mes, el día catorce del mes, al atardecer, en el desierto de Sinaí; conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés, así hicieron los hijos de Israel.
6 Pero ocurrió que algunos estaban impuros a causa de un muerto, y no pudieron celebrar la Pascua aquel día. Aquellos hombres se presentaron ese mismo día delante de Moisés y delante de Aarón, 7 y les dijeron:
—Nosotros estamos impuros a causa de un muerto. ¿Por qué seremos impedidos de presentar la ofrenda a Jehová a su debido tiempo con los demás hijos de Israel?
8 Moisés les respondió:
—Esperad, y oiré lo que ordena Jehová acerca de vosotros.
9 Entonces Jehová dijo a Moisés: 10 «Habla a los hijos de Israel, y diles: Cualquiera de vosotros o de vuestros descendientes que esté impuro a causa de un muerto, o esté de viaje lejos, celebrará la Pascua a Jehová. 11 La celebrarán el segundo mes, el día catorce del mes, al atardecer; con panes sin levadura y hierbas amargas la comerán. 12 No dejarán nada del animal sacrificado para la mañana, ni le quebrarán ningún hueso; conforme a todos los ritos de la Pascua la celebrarán. 13 Pero el que esté limpio y no se encuentre de viaje, si deja de celebrar la Pascua, la tal persona será eliminada de en medio de su pueblo. Tal hombre cargará con su pecado, por cuanto no ofreció a su debido tiempo la ofrenda de Jehová.
14 »Y si habita con vosotros algún extranjero, y celebra la Pascua a Jehová, conforme al rito de la Pascua y conforme a sus leyes la celebrará: un mismo rito tendréis, tanto el extranjero como el natural de la tierra.»
La nube sobre el Tabernáculo(A)
15 El día que el Tabernáculo fue erigido, la nube cubrió el Tabernáculo sobre la tienda del Testimonio. Por la tarde había sobre el Tabernáculo como una apariencia de fuego, hasta la mañana. 16 Así era continuamente: la nube lo cubría de día, y de noche la apariencia de fuego. 17 Cuando se alzaba la nube del Tabernáculo, los hijos de Israel partían; y en el lugar donde la nube paraba, allí acampaban los hijos de Israel. 18 Al mandato de Jehová los hijos de Israel partían, y al mandato de Jehová acampaban; todos los días que la nube estaba sobre el Tabernáculo permanecían acampados. 19 Cuando la nube se detenía sobre el Tabernáculo muchos días, entonces los hijos de Israel guardaban la ordenanza de Jehová y no partían. 20 Y cuando la nube estaba sobre el Tabernáculo pocos días, al mandato de Jehová acampaban, y al mandato de Jehová partían. 21 Cuando la nube se detenía desde la tarde hasta la mañana, y a la mañana la nube se levantaba, ellos partían; o si había estado un día, y a la noche la nube se levantaba, entonces partían. 22 Si la nube se detenía sobre el Tabernáculo dos días, un mes o un año, mientras la nube permanecía sobre él, los hijos de Israel seguían acampados y no se movían. Pero cuando ella se alzaba, ellos partían. 23 Al mandato de Jehová acampaban, y al mandato de Jehová partían. Así guardaban la ordenanza de Jehová, como Jehová lo había dicho por medio de Moisés.
Las trompetas de plata
10 Jehová habló a Moisés y le dijo: 2 «Hazte dos trompetas de plata: forjadas a martillo las harás. Te servirán para convocar la congregación y para hacer mover los campamentos. 3 Cuando las toquen, toda la congregación se reunirá ante ti en la puerta del Tabernáculo de reunión. 4 Pero cuando toquen sólo una, entonces se congregarán ante ti los príncipes, los jefes de millares de Israel. 5 Cuando toquéis alarma, entonces moverán los campamentos de los que están acampados al oriente. 6 Y cuando toquéis con aclamaciones la segunda vez, entonces moverán los campamentos de los que están acampados al sur; con aclamaciones tocarán para sus partidas. 7 Pero para reunir la congregación tocaréis, pero no con sonidos de aclamación. 8 Los hijos de Aarón, los sacerdotes, tocarán las trompetas: las tendréis como estatuto perpetuo por vuestras generaciones.
9 »Cuando salgáis a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os ataque, tocaréis alarma con las trompetas. Así seréis recordados por Jehová, vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos. 10 En vuestros días de alegría, como en vuestras solemnidades y principios de mes, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos y sobre los sacrificios de paz, y os servirán de memorial delante de vuestro Dios. Yo, Jehová, vuestro Dios.»
Los israelitas salen de Sinaí
11 El segundo mes del año segundo, el día veinte del mes, la nube se alzó del tabernáculo del Testimonio, 12 y los hijos de Israel partieron del desierto de Sinaí según el orden de marcha. La nube se detuvo en el desierto de Parán. 13 Partieron la primera vez según el mandato que Jehová les había dado por medio de Moisés. 14 La bandera del campamento de los hijos de Judá abrió la marcha según el orden de sus ejércitos. Naasón hijo de Aminadab estaba sobre su cuerpo de ejército. 15 Sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Isacar estaba Natanael hijo de Zuar. 16 Y sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Zabulón estaba Eliab hijo de Helón.
17 Después que estaba ya desarmado el Tabernáculo, se movieron los hijos de Gersón y los hijos de Merari, que lo llevaban.
18 Luego comenzó a marchar la bandera del campamento de Rubén, según el orden de sus ejércitos. Elisur hijo de Sedeur estaba sobre su cuerpo de ejército. 19 Sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Simeón estaba Selumiel hijo de Zurisadai. 20 Y sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Gad estaba Eliasaf hijo de Deuel. 21 Luego comenzaron a marchar los coatitas llevando el santuario; entretanto ellos llegaban, los otros acondicionaron el Tabernáculo.
22 Después comenzó a marchar la bandera del campamento de los hijos de Efraín, según el orden de sus ejércitos. Elisama hijo de Amiud estaba sobre su cuerpo de ejército. 23 Sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Manasés estaba Gamaliel hijo de Pedasur. 24 Y sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Benjamín estaba Abidán hijo de Gedeoni.
25 Luego comenzó a marchar la bandera del campamento de los hijos de Dan, según el orden de sus ejércitos, a la retaguardia de todos los campamentos. Ahiezer hijo de Amisadai estaba sobre su cuerpo de ejército. 26 Sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Aser estaba Pagiel hijo de Ocrán. 27 Y sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Neftalí estaba Ahira hijo de Enán.
28 Éste era el orden de marcha de los hijos de Israel, repartidos por ejércitos, cuando partían.
29 Entonces dijo Moisés a su suegro Hobab hijo de Ragüel, el madianita:
—Nosotros partimos para el lugar del cual Jehová ha dicho: “Yo os lo daré.” Ven con nosotros y te trataremos bien, porque Jehová ha prometido el bien a Israel.
30 Él le respondió:
—Yo no iré, sino que me marcharé a mi tierra y a mi parentela.
31 Moisés insistió:
—Te ruego que no nos dejes, pues tú conoces los lugares donde hemos de acampar en el desierto y serás como nuestros ojos. 32 Y si vienes con nosotros, cuando tengamos el bien que Jehová nos ha de conceder, lo compartiremos contigo.
33 Así partieron del monte de Jehová para una jornada de tres días. El Arca del pacto de Jehová fue delante de ellos los tres días de camino, buscándoles un lugar de descanso. 34 Desde que salieron del campamento, la nube de Jehová iba sobre ellos de día. 35 Cuando el Arca se movía, Moisés decía:
«¡Levántate, Jehová!
¡Que sean dispersados tus enemigos
y huyan de tu presencia los que te aborrecen!»
36 Y cuando ella se detenía, decía:
«¡Descansa, Jehová,
entre los millares de millares de Israel!»
Jehová envía codornices
11 Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; lo oyó Jehová y ardió su ira. Se encendió entre ellos un fuego de Jehová que consumió uno de los extremos del campamento. 2 El pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová. Entonces el fuego se extinguió. 3 Por eso llamaron a aquel lugar Tabera, porque el fuego de Jehová se encendió en ellos.
4 La gente extranjera que se mezcló con ellos se dejó llevar por el hambre, y los hijos de Israel también volvieron a sus llantos, diciendo: «¡Quién nos diera a comer carne! 5 Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos. 6 ¡Ahora nuestra alma se seca, pues nada sino este maná ven nuestros ojos!»
7 El maná era como semilla de culantro, y su color como color de bedelio. 8 El pueblo se esparcía y lo recogía, lo molía en molinos o lo majaba en morteros, y lo cocía en caldera o hacía de él tortas. Su sabor era como sabor de aceite nuevo. 9 Cuando descendía el rocío sobre el campamento de noche, el maná descendía sobre él.
10 Moisés oyó al pueblo que lloraba, cada uno con su familia a la entrada de su tienda. La ira de Jehová se encendió mucho, y también le pareció mal a Moisés, 11 quien dijo a Jehová:
—¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia a tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? 12 ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: “Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra que juraste dar a sus padres”? 13 ¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque vienen a mí llorando y diciendo: “Danos carne para comer.” 14 No puedo yo solo soportar a todo este pueblo: es una carga demasiado pesada para mí. 15 Y si así vas a hacer tú conmigo, te ruego que me des muerte, si he hallado gracia a tus ojos, para que yo no vea mi mal.
16 Entonces Jehová dijo a Moisés:
—Reúneme a setenta hombres entre los ancianos de Israel, de los que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales, tráelos a la puerta del Tabernáculo de reunión, y que esperen allí contigo. 17 Yo descenderé y hablaré allí contigo; tomaré del espíritu que está en ti y lo pondré en ellos, para que lleven contigo la carga del pueblo y no la lleves tú solo. 18 Pero al pueblo dirás: “Santificaos para mañana y comeréis carne, porque habéis llorado a oídos de Jehová, diciendo: ‘¡Quién nos diera a comer carne! ¡Ciertamente mejor nos iba en Egipto!’ Jehová, pues, os dará carne, y comeréis. 19 No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días, 20 sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices y la aborrezcáis, por cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ‘¿Para qué salimos acá de Egipto?’”
21 Entonces dijo Moisés:
—Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy, ¡y tú dices: “Les daré carne, y comerán un mes entero”! 22 ¿Se degollarán para ellos ovejas y bueyes que les basten? ¿O se juntarán para ellos todos los peces del mar para que tengan lo suficiente?
23 Entonces Jehová respondió a Moisés:
—¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no.
24 Salió Moisés y comunicó al pueblo las palabras de Jehová. Luego reunió a los setenta hombres entre los ancianos del pueblo, y los reunió alrededor del Tabernáculo. 25 Entonces Jehová descendió en la nube y le habló. Luego tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta hombres ancianos. Y en cuanto se posó sobre ellos el espíritu, profetizaron; pero no volvieron a hacerlo.
26 En el campamento habían quedado dos hombres, uno llamado Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu. Estaban estos entre los inscritos, pero no habían venido al Tabernáculo. Y profetizaron en el campamento. 27 Un joven corrió a avisar a Moisés, y le dijo:
—Eldad y Medad profetizan en el campamento.
28 Entonces respondió Josué hijo de Nun, ayudante de Moisés, uno de sus jóvenes, y le dijo:
—Señor mío Moisés, no se lo permitas.
29 Moisés le respondió:
—¿Tienes tú celos por mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuera profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos.
30 Luego Moisés volvió al campamento con los ancianos de Israel.
31 Entonces Jehová envió un viento que trajo codornices del mar y las dejó sobre el campamento, un día de camino de un lado y un día de camino del otro lado, alrededor del campamento, y casi dos codos sobre la superficie de la tierra. 32 El pueblo estuvo levantado todo aquel día y toda la noche y todo el día siguiente, recogiendo codornices. El que menos, recogió diez montones, y las tendieron a secar alrededor de todo el campamento. 33 Aún tenían la carne entre sus dientes, antes de haberla masticado, cuando la ira de Jehová se encendió contra el pueblo, y lo hirió Jehová con una plaga muy grande. 34 Y llamaron a aquel lugar Kibrot-hataava, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso.
35 De Kibrot-hataava partió el pueblo a Hazerot, y se quedó en Hazerot.
María y Aarón murmuran contra Moisés
12 María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado, pues él había tomado una mujer cusita. 2 Decían: «¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros?» Y lo oyó Jehová.
3 Moisés era un hombre muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra. 4 Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: «Salid vosotros tres al Tabernáculo de reunión.»
Y salieron ellos tres. 5 Entonces Jehová descendió en la columna de la nube y se puso a la puerta del Tabernáculo. Llamó a Aarón y a María, y se acercaron ambos. 6 Y Jehová les dijo: «Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros un profeta de Jehová, me apareceré a él en visión, en sueños le hablaré. 7 No así con mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. 8 Cara a cara hablaré con él, claramente y no con enigmas, y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?»
9 Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; luego se fue. 10 Tan pronto la nube se apartó del Tabernáculo, María se llenó de lepra, y tenía la piel blanca como la nieve. Cuando Aarón miró a María y vio que estaba leprosa, 11 dijo a Moisés: «¡Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros este pecado, porque locamente hemos actuado y hemos pecado. 12 No quede ella ahora como el que nace muerto, que al salir del vientre de su madre tiene ya medio consumida su carne.»
13 Entonces Moisés clamó a Jehová diciendo: «Te ruego, Dios, que la sanes ahora.»
14 Respondió Jehová a Moisés: «Si su padre hubiera escupido en su rostro, ¿no se avergonzaría durante siete días? Sea expulsada, pues, fuera del campamento durante siete días, y después volverá a la congregación.»
15 Así María fue expulsada del campamento durante siete días, y el pueblo no siguió adelante hasta que se reunió María con ellos. 16 Después el pueblo partió de Hazerot, y acamparon en el desierto de Parán.
Los doce exploradores de Canaán(B)
13 Jehová habló a Moisés y le dijo: 2 «Envía unos hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; enviaréis un hombre por cada tribu paterna, todos ellos príncipes.»
3 Entonces los envió Moisés desde el desierto de Parán, conforme a la palabra de Jehová. Todos aquellos hombres eran príncipes de los hijos de Israel. 4 Éstos son sus nombres: De la tribu de Rubén, Samúa hijo de Zacur. 5 De la tribu de Simeón, Safat hijo de Horí. 6 De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jefone. 7 De la tribu de Isacar, Igal hijo de José. 8 De la tribu de Efraín, Oseas hijo de Nun. 9 De la tribu de Benjamín, Palti hijo de Rafú. 10 De la tribu de Zabulón, Gadiel hijo de Sodi. 11 De la tribu de José, por la tribu de Manasés, Gadi hijo de Susi. 12 De la tribu de Dan, Amiel hijo de Gemali. 13 De la tribu de Aser, Setur hijo de Micael. 14 De la tribu de Neftalí, Nahbi hijo de Vapsi. 15 De la tribu de Gad, Geuel hijo de Maqui.
16 Éstos son los nombres de los hombres que Moisés envió a reconocer la tierra. A Oseas hijo de Nun le puso Moisés el nombre de Josué.
17 Los envió, pues, Moisés a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles:
«Subid de aquí al Neguev y luego subid al monte. 18 Observad cómo es la tierra y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, escaso o numeroso; 19 cómo es la tierra habitada, si es buena o mala; cómo son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas, 20 y cómo es el terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no. Esforzaos y traed de los frutos del país.»
Era el tiempo de las primeras uvas. 21 Ellos subieron y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, junto a la entrada de Hamat. 22 Subieron al Neguev y llegaron hasta Hebrón. Allí vivían Ahimán, Sesai y Talmai, hijos de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes de Zoán en Egipto. 23 Llegaron hasta el arroyo Escol y allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual llevaron entre dos en un palo, y también granados e higos. 24 Y se llamó aquel lugar el valle del Escol, por el racimo que allí cortaron los hijos de Israel.
25 Al cabo de cuarenta días regresaron de reconocer la tierra. 26 Fueron y se presentaron ante Moisés, Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades. Les dieron la información a ellos y a toda la congregación, y les mostraron los frutos de la tierra. 27 También les contaron:
«Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; éstos son sus frutos. 28 Pero el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; también vimos allí a los hijos de Anac. 29 Amalec habita el Neguev; el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte; el cananeo habita junto al mar y a la ribera del Jordán.»
30 Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo:
—Subamos luego, y tomemos posesión de ella, porque más podremos nosotros que ellos.
31 Pero los hombres que subieron con él dijeron:
—No podemos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.
32 Y hablaron mal entre los hijos de Israel de la tierra que habían reconocido, diciendo:
—La tierra que recorrimos y exploramos es tierra que se traga a sus habitantes. Todo el pueblo que vimos en medio de ella es gente de gran estatura. 33 También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes. Nosotros éramos, a nuestro parecer, como langostas, y así les parecíamos a ellos.
Los israelitas se rebelan contra Jehová
14 Entonces toda la congregación gritó y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. 2 Todos los hijos de Israel se quejaron contra Moisés y contra Aarón, y toda la multitud les dijo: «¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto! ¡Ojalá muriéramos en este desierto! 3 ¿Por qué nos trae Jehová a esta tierra para morir a espada, y para que nuestras mujeres y nuestros niños se conviertan en botín de guerra? ¿No nos sería mejor regresar a Egipto?» 4 Y se decían unos a otros: «Designemos un capitán y volvamos a Egipto.»
5 Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel. 6 Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos 7 y dijeron a toda la congregación de los hijos de Israel:
—La tierra que recorrimos y exploramos es tierra muy buena. 8 Si Jehová se agrada de nosotros, él nos llevará a esta tierra y nos la entregará; es una tierra que fluye leche y miel. 9 Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová ni temáis al pueblo de esta tierra, pues vosotros los comeréis como pan. Su amparo se ha apartado de ellos y Jehová está con nosotros: no los temáis.
10 Entonces toda la multitud propuso apedrearlos. Pero la gloria de Jehová se mostró en el Tabernáculo de reunión a todos los hijos de Israel. 11 Y Jehová dijo a Moisés:
—¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos? 12 Yo los heriré de mortandad y los destruiré, y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos.
13 Pero Moisés respondió a Jehová:
—Lo oirán luego los egipcios, porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu poder, 14 y se lo dirán a los habitantes de esta tierra, los cuales han oído que tú, Jehová, estabas en medio de este pueblo, que cara a cara aparecías tú, Jehová, y que tu nube estaba sobre ellos, que de día ibas delante de ellos en una columna de nube, y de noche en una columna de fuego. 15 Si haces morir a este pueblo como a un solo hombre, las gentes que hayan oído tu fama dirán: 16 “Por cuanto no pudo Jehová introducir a este pueblo en la tierra que había jurado darle, los ha matado en el desierto.” 17 Ahora, pues, yo te ruego que sea magnificado el poder del Señor, como lo prometiste al decir: 18 “Jehová es tardo para la ira y grande en misericordia, perdona la maldad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable, pues castiga el pecado de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta generación.” 19 Perdona ahora la maldad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.
Jehová castiga a Israel(C)
20 Entonces Jehová dijo:
—Yo lo he perdonado, conforme a tu dicho. 21 Pero tan ciertamente como vivo yo y mi gloria llena toda la tierra, 22 que ninguno de los que vieron mi gloria y las señales que he hecho en Egipto y en el desierto, los que me han tentado ya diez veces y no han oído mi voz, 23 verá la tierra que juré dar a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá. 24 Pero a mi siervo Caleb, por cuanto lo ha animado otro espíritu y decidió ir detrás de mí, yo lo haré entrar en la tierra donde estuvo, y su descendencia la tendrá en posesión. 25 Ahora bien, el amalecita y el cananeo habitan en el valle; volveos mañana y salid al desierto, camino del Mar Rojo.
26 Jehová habló a Moisés y a Aarón, y les dijo:
27 —¿Hasta cuándo soportaré a esta depravada multitud que murmura contra mí? Ya he oído las querellas de los hijos de Israel que de mí se quejan. 28 Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros. 29 En este desierto caerán vuestros cuerpos, todo el número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años para arriba, los cuales han murmurado contra mí. 30 A excepción de Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun, ninguno de vosotros entrará en la tierra por la cual alcé mi mano y juré que os haría habitar en ella. 31 Pero a vuestros niños, de los cuales dijisteis que se convertirían en botín de guerra, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis. 32 En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto. 33 Vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y cargarán con vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto. 34 Conforme al número de los días, de los cuarenta días que empleasteis en reconocer la tierra, cargaréis con vuestras iniquidades: cuarenta años, un año por cada día. Así conoceréis mi castigo. 35 Yo, Jehová, he hablado. Así haré a toda esta multitud perversa que se ha juntado contra mí. En este desierto serán consumidos, y ahí morirán.
36 Los hombres que Moisés envió a reconocer la tierra, y que al volver habían hecho murmurar contra él a toda la congregación, desacreditando aquel país, 37 aquellos hombres que habían hablado mal de la tierra, murieron de plaga delante de Jehová. 38 Pero Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con vida de entre aquellos hombres que habían ido a reconocer la tierra.
La derrota en Horma(D)
39 Moisés dijo estas cosas a todos los hijos de Israel, y el pueblo se enlutó mucho. 40 Se levantaron muy de mañana y subieron a la cumbre del monte, diciendo:
—Aquí estamos para subir al lugar del cual ha hablado Jehová, porque hemos pecado.
41 Moisés les respondió:
—¿Por qué quebrantáis el mandamiento de Jehová? Esto tampoco os saldrá bien. 42 No subáis, pues Jehová no está en medio de vosotros: no seáis heridos delante de vuestros enemigos.
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