Isaías 54-55
Nueva Biblia Viva
La futura gloria de Sion
54 ¡Canta, mujer estéril! ¡Prorrumpe en grande y jubiloso cántico, Jerusalén, porque la que había sido abandonada tiene más bendiciones que la que conservó su marido! 2 ¡Amplía tu casa, construye cuartos adicionales, ensancha tu morada 3 porque pronto no tendrás espacio! Tus descendientes poseerán las ciudades que habían quedado durante el exilio y gobernarán a las naciones que se apoderaron de su tierra.
4 No temas, ya no vivirás avergonzada. La vergüenza de tu juventud y el dolor de la viudez no se recordarán más, 5 porque tu Creador será el «esposo» tuyo. Señor Todopoderoso es su nombre; él es tu Redentor, el Santo de Israel, el Dios de toda la tierra. 6 Porque el Señor te ha llamado para que dejes tu dolor, joven esposa abandonada por tu marido. 7 Por un breve momento te abandoné, pero con mucha compasión te tomaré de nuevo. 8 En un momento de ira no quise saber nada de ti, pero con amor eterno nuevamente tendré compasión de ti, dice el Señor, tu Redentor. 9 Así como en días de Noé juré que jamás permitiría que la inundación de las aguas cubriera la tierra y destruyera su vida, juro ahora que jamás volveré a derramar mi ira sobre ti como lo hice durante el exilio. 10 Podrán los montes marcharse y desaparecer las colinas, pero la misericordia mía no te dejará. Jamás será quebrantada mi promesa de paz para ti, dice el Señor, quien tiene misericordia de ti.
11 ¡Oh afligido pueblo mío, atormentado y atribulado, volveré a construir para ti cimiento de zafiros, y de piedras preciosas haré los muros de tus casas! 12 De ágata resplandeciente construiré tus torres, y tus puertas y murallas serán de fulgurantes gemas. 13 Y yo seré el maestro de todos tus ciudadanos y grande será la prosperidad de ellos. 14 Serás regida por un gobierno justo y honrado. Tus enemigos se mantendrán a distancia, vivirás en paz, el terror no se acercará. 15 Si alguna nación acude a combatirte, no será enviada por mí como castigo; por lo tanto será derrotada, porque yo estoy de tu parte. 16 Yo he creado al herrero que desde abajo de la fragua da viento a los carbones y fabrica las armas destructivas. Yo he creado los ejércitos que destruyen. 17 Pero aquel día ninguna arma que se vuelva contra ti triunfará, y se te hará justicia contra toda calumnia que se esgrima en los tribunales. Esta es la herencia de los siervos del Señor, esta es la bendición que te he dado, dice el Señor.
Invitación a los sedientos
55 ¡Oigan! ¿Alguien tiene sed? ¡Que venga y beba, aunque no tenga dinero! ¡Vengan, elijan el vino y la leche que gusten: todo es gratis! 2 ¿Por qué gastar su dinero en alimento que no nutre? ¿Por qué pagar por víveres que no aprovechan? Escuchen y les diré dónde obtener buen alimento que fortalece el alma.
3 Acudan a mí, y presten atención. Escuchen, porque está en juego su vida. Dispuesto estoy a firmar un pacto permanente con ustedes: hacer efectivas las promesas que le hice a David, mi rey amado. 4 A él lo puse por testigo para guiar a las naciones en el camino de la justicia y de mis enseñanzas. 5 De igual modo, ustedes también convocarán a las naciones, y estas acudirán presurosas; vendrán a ustedes por todo lo que el Señor, el Santo de Israel, ha hecho por ustedes, pues les ha mostrado su amor y los ha honrado.
6 Este es el momento oportuno para buscar al Señor. Ahora que está cerca es cuando deben llamarlo. 7 Los que siempre buscan hacer el mal, que abandonen sus malos pensamientos y ese estilo de vida, y vuélvanse al Señor, pues él siempre está dispuesto a perdonarlos; el Señor es un Dios compasivo. 8 Mis pensamientos y conducta son radicalmente diferentes a los de ustedes. 9 Porque así como el cielo es más alto que la tierra, mi conducta y mis pensamientos son más elevados que los de ustedes.
10 Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo y permanecen en la tierra para regarla, haciendo que la tierra dé grano y produzca semilla para el sembrador y pan para el hambriento, 11 así es mi palabra. Yo la envío y siempre produce fruto. Realiza cuanto yo quiero y prospera en dondequiera la envíe. 12 En gozo y paz vivirán. Montes y collados, árboles del campo, todo el mundo que los rodea, se regocijará. 13 Donde hubo espinos crecerán abetos, donde crecían zarzas brotarán mirtos. Este milagro engrandecerá mucho el nombre del Señor y será eterna señal del poder y del amor de Dios.
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