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Juan y sus soldados tomaron posiciones frente a sus enemigos. Los soldados tenían miedo de pasar el arroyo, pero Juan se adelantó y lo pasó primero. Cuando los soldados lo vieron, se llenaron de valor y lo siguieron. Los soldados enemigos que iban a caballo eran muchos. Por eso, Juan dividió a sus soldados en dos grupos, y puso a los que iban a caballo en medio de ellos. Tocaron las trompetas, fueron al ataque, y Cendebeo y sus soldados fueron derrotados. Muchos enemigos murieron ese día, pero otros lograron huir y se refugiaron en su fortaleza.

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