1 Samuel 21-27

La Biblia de las Américas

David huye de Saúl

21 Entonces llegó David a Nob^(A), al sacerdote Ahimelec; y Ahimelec vino tembloroso al encuentro de David^(B), y le dijo: ¿Por qué estás solo y no hay nadie contigo? ² Y David respondió al sacerdote Ahimelec: El rey me ha encomendado cierto asunto y me ha dicho: «Que no sepa nadie acerca del asunto por el cual te envío y que te he encomendado^(C); y yo he citado a los jóvenes a cierto lugar». ³ Ahora pues, ¿qué tienes a mano^[a]? Dame^[b] cinco panes, o lo que tengas^[c]. ⁴ Respondió el sacerdote a David, y dijo: No hay pan común a mano^[d], pero hay pan consagrado^(D); siempre que los jóvenes se hayan abstenido de mujer^(E). ⁵ Y David respondió al sacerdote, y le dijo: Ciertamente las mujeres nos han sido vedadas; como anteriormente, cuando he salido en campaña, los cuerpos^[e] de los jóvenes se han mantenido puros^(F), aunque haya sido un viaje profano; ¿cuánto más puros estarán sus cuerpos^[f] hoy^(G)? ⁶ Entonces el sacerdote le dio pan consagrado^(H); porque allí no había otro pan, sino el pan de la Presencia^[g] que había sido quitado de delante del Señor para colocar pan caliente en su lugar al ser retirado^(I).

⁷ Y uno de los siervos de Saúl estaba allí aquel día, detenido delante del Señor; se llamaba Doeg edomita^(J), jefe de los pastores de Saúl^(K).

⁸ Y David dijo a Ahimelec: ¿No tienes aquí a mano^[h] una lanza o una espada? Pues no traje ni espada ni armas conmigo^[i], porque el asunto del rey era urgente. ⁹ Entonces el sacerdote dijo: He aquí, la espada de Goliat el filisteo^(L), a quien mataste^[j] en el valle de Ela^(M), está envuelta en un paño detrás del efod; si quieres llevártela, tómala, porque aquí no hay otra sino esa. Y David dijo: Como esa no hay otra; dámela.

¹⁰ David se levantó y huyó aquel día de Saúl, y fue a donde estaba Aquis, rey de Gat^(N). ¹¹ Pero los siervos de Aquis^(O) le dijeron: ¿No es este David, el rey de la tierra? ¿No cantaban de él en las danzas, diciendo:

¹² David tomó en serio^[k] estas palabras^(Q) y temió grandemente a Aquis, rey de Gat. ¹³ Y se fingió demente^[l] ante sus ojos^(R) y actuaba como loco en medio^[m] de ellos; escribía garabatos en las puertas de la entrada y dejaba que su saliva le corriera por la barba. ¹⁴ Entonces Aquis dijo a sus siervos: He aquí, veis al hombre portándose como un loco. ¿Por qué me lo traéis? ¹⁵ ¿Acaso me hacen falta locos, que me habéis traído a este para que haga de loco en mi presencia? ¿Va a entrar este en mi casa?

22 David se fue de allí y se refugió^(S) en la cueva de Adulam^(T). Cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, descendieron a él allá. ² Todo el que estaba en apuros, todo el que estaba endeudado^[n] y todo el que estaba descontento^[o] se unió a él, y él vino a ser jefe sobre ellos. Y había con él unos cuatrocientos hombres^(U).

³ De allí fue David a Mizpa de Moab, y dijo al rey de Moab: Permite que mi padre y mi madre vengan y se queden con vosotros hasta que yo sepa lo que Dios hará por mí. ⁴ Los dejó, pues, con el rey de Moab, y se quedaron con^[p] él todo el tiempo que David estuvo en el refugio^[q]. ⁵ Y el profeta Gad dijo a David^(V): No te quedes en el refugio; vete y entra en la tierra de Judá. Y David se fue y entró en el bosque de Haret.

⁶ Entonces oyó Saúl que David y los hombres que estaban con él habían sido descubiertos. Saúl estaba en Guibeá, sentado bajo un tamarisco, en el alto, con su lanza en la mano, y todos sus siervos estaban de pie alrededor de él^(W). ⁷ Y Saúl dijo a sus siervos que estaban a su alrededor: Oídme ahora, hijos de Benjamín. ¿Os dará también el hijo de Isaí a todos vosotros campos y viñas? ¿Os hará a todos comandantes de miles y comandantes de cientos^(X)? ⁸ Porque todos vosotros habéis conspirado contra mí y no hay quien me revele^[r] cuando mi hijo hace un pacto con el hijo de Isaí^(Y), tampoco hay entre vosotros quien tenga piedad de mí ni me revele^[s] que mi hijo ha instigado a mi siervo contra mí para tenderme una emboscada, como sucede hoy^(Z). ⁹ Entonces respondió Doeg edomita^(AA), que estaba junto a^[t] los siervos de Saúl, y dijo: Yo vi al hijo de Isaí venir a Nob^(AB), a donde estaba Ahimelec, hijo de Ahitob^(AC). ¹⁰ Y consultó al Señor por él^(AD), le dio provisiones^(AE) y le dio la espada de Goliat el filisteo^(AF).

Matanza de los sacerdotes de Nob

¹¹ El rey mandó llamar al sacerdote Ahimelec, hijo de Ahitob, y a toda la casa de su padre, los sacerdotes que estaban en Nob, y todos ellos vinieron al rey. ¹² Y Saúl dijo: Escucha ahora, hijo de Ahitob. Y este respondió: Heme aquí, mi señor. ¹³ Y le dijo Saúl: ¿Por qué tú y el hijo de Isaí habéis conspirado contra mí, dándole pan y una espada, y has consultado a Dios por él para que se rebelara contra mí, tendiéndome una emboscada como sucede hoy^(AG)? ¹⁴ Respondió Ahimelec al rey y dijo: ¿Y quién entre todos tus siervos es tan fiel como David, yerno del rey, jefe de^[u] tu guardia y se le honra en tu casa^(AH)? ¹⁵ ¿Acaso comencé hoy a consultar a Dios por él^(AI)? Lejos esté esto de mí. No culpe el rey de nada a su siervo ni a ninguno de la casa de mi padre, porque tu siervo no sabe nada^[v] de todo este asunto^(AJ). ¹⁶ Pero el rey dijo: Ciertamente morirás, Ahimelec, tú y toda la casa de tu padre. ¹⁷ Y el rey dijo a los guardias^[w] que le asistían: Volveos y dad muerte a los sacerdotes del Señor, porque la mano de ellos también está con David, y porque sabían que él estaba huyendo y no me lo revelaron^[x](AK). Pero los siervos del rey no quisieron levantar la mano para atacar a^[y] los sacerdotes del Señor^(AL). ¹⁸ Entonces el rey dijo a Doeg: Vuélvete y ataca a^[z] los sacerdotes. Y Doeg edomita, se volvió y atacó a^[aa] los sacerdotes^(AM), y mató aquel día a ochenta y cinco hombres que vestían el efod de lino^(AN). ¹⁹ Y a Nob, ciudad de los sacerdotes, la hirió a filo de espada, tanto a hombres como a mujeres, tanto a niños como a niños de pecho; también hirió a filo de espada bueyes, asnos y ovejas^(AO).

²⁰ Pero un hijo de Ahimelec, hijo de Ahitob, llamado Abiatar^(AP), escapó y huyó tras David^(AQ). ²¹ Y Abiatar avisó a David que Saúl había matado a los sacerdotes del Señor. ²² Entonces David dijo a Abiatar: Yo sabía aquel día, cuando Doeg edomita^(AR) estaba allí, que de seguro se lo haría saber a Saúl. He causado la muerte de todas las personas en la casa de tu padre. ²³ Quédate conmigo, no temas, porque el que busca mi vida, busca tu vida^(AS); pues conmigo estarás a salvo^[ab].

David libra a Keila

23 Y dieron aviso a David, diciendo: He aquí, los filisteos están atacando a Keila^(AT), y están saqueando las eras. ² Entonces consultó David al Señor, diciendo: ¿Debo ir a atacar^[ac] a estos filisteos? Y el Señor dijo a David: Ve, ataca^[ad] a los filisteos y libra a Keila^(AU). ³ Pero los hombres de David le dijeron: He aquí, estamos con temor aquí en Judá. ¿Cuánto más si vamos a Keila contra las filas de los filisteos? ⁴ De nuevo David consultó al Señor; y el Señor le respondió, y dijo: Levántate, desciende a Keila, pues entregaré a los filisteos en tu mano^(AV). ⁵ Y David y sus hombres fueron a Keila y pelearon contra los filisteos; y él se llevó sus ganados y los hirió con gran mortandad. Así libró David a los habitantes de Keila.

Saúl persigue a David

⁶ Y sucedió que cuando Abiatar, hijo de Ahimelec, huyó a donde estaba David en Keila^(AW), descendió con un efod en la mano. ⁷ Cuando se avisó a Saúl que David había ido a Keila, Saúl dijo: Dios lo ha entregado^[ae] en mi mano, pues se ha encerrado entrando en una ciudad con doble puerta y barras. ⁸ Y convocó Saúl a todo el pueblo a la guerra, para descender a Keila a fin de cercar a David y sus hombres. ⁹ Y David supo que Saúl tramaba el mal contra él; así que le dijo al sacerdote Abiatar^(AX): Trae el efod^(AY). ¹⁰ Entonces David dijo: Oh Señor, Dios de Israel, tu siervo ciertamente ha oído que Saúl procura venir a Keila para destruir la ciudad por causa mía. ¹¹ ¿Me entregarán en su mano los hombres de Keila? ¿Descenderá Saúl tal como tu siervo ha oído? Oh Señor, Dios de Israel, te ruego que lo hagas saber a tu siervo. Y el Señor dijo: Descenderá. ¹² Entonces David dijo: ¿Me entregarán los hombres de Keila a mí y a mis hombres en manos de Saúl? Y el Señor dijo: Os entregarán^(AZ). ¹³ Se levantó, pues, David con sus hombres, como seiscientos^(BA), y salieron de Keila y anduvieron de un lugar a otro^[af](BB). Cuando a Saúl le informaron que David se había escapado de Keila, cesó de perseguirlo^[ag]. ¹⁴ David se quedó en el desierto en los refugios^[ah], y permaneció en la región montañosa en el desierto de Zif^(BC). Saúl lo buscaba todos los días, pero Dios no lo entregó en su mano^(BD).

¹⁵ Y se dio cuenta^[ai] David que Saúl había salido para quitarle la vida^[aj]; y David se encontraba en el desierto de Zif, en Hores. ¹⁶ Y Jonatán, hijo de Saúl, se levantó y fue a donde estaba David en Hores, y le fortaleció^[ak] en Dios^(BE). ¹⁷ Y le dijo: No temas^(BF), porque la mano de Saúl mi padre no te encontrará, y tú reinarás sobre Israel y yo seré segundo después de ti^(BG); Saúl mi padre también sabe esto. ¹⁸ Hicieron los dos un pacto delante del Señor^(BH); y David permaneció en Hores mientras Jonatán se fue a su casa.

¹⁹ Entonces subieron los de Zif a Saúl en Guibeá^(BI) diciendo: ¿No está David escondido entre^[al] nosotros en los refugios en Hores, en la colina de Haquila^(BJ) que está al sur^[am] de Jesimón^[an]? ²⁰ Ahora bien, oh rey, desciende conforme a todo el deseo de tu alma para hacerlo^[ao]; y nuestra parte será entregarlo en manos del rey^(BK). ²¹ Y Saúl dijo: Benditos seáis del Señor, porque os compadecisteis de mí^(BL). ²² Id ahora, aseguraos, investigad y ved dónde está su escondite^[ap], y quién le ha visto allí, porque me han dicho que es muy astuto. ²³ Mirad entonces, reconoced todos los escondites donde se oculta, regresad a mí cuando estéis seguros, y yo iré con vosotros; y sucederá que si estuviera en la tierra, he de hallarle^[aq] entre todos los miles de Judá.

²⁴ Ellos se levantaron y fueron a Zif delante de Saúl. Y David y sus hombres estaban en el desierto de Maón^(BM), en el Arabá, al sur^[ar] de Jesimón^[as]. ²⁵ Saúl fue con sus hombres a buscarlo, pero le avisaron a David, y este bajó a la peña y permaneció en el desierto de Maón. Cuando Saúl lo supo, persiguió a David en el desierto de Maón. ²⁶ Saúl iba por un lado del monte y David y sus hombres por el otro lado del monte; y David se apresuraba para huir de Saúl, pues Saúl y sus hombres estaban rodeando a David y a sus hombres para apresarlos^(BN). ²⁷ Pero un mensajero vino a Saúl diciendo: Apresúrate y ven, pues los filisteos han hecho una incursión en la tierra. ²⁸ Regresó entonces Saúl, dejando de perseguir a David, y fue al encuentro de los filisteos; por eso llamaron a aquel lugar la Peña de Escape^[at]. ^29 [au]Y subió David de allí, y permaneció en los refugios de En-gadi^(BO).

David perdona la vida a Saúl

24 Y aconteció que cuando Saúl volvió de perseguir a los filisteos^(BP), le dieron aviso, diciendo: He aquí, David está en el desierto de En-gadi^(BQ). ² Entonces Saúl tomó de todo Israel tres mil hombres escogidos, y fue en busca de David y de sus hombres por^[av] los peñascos de las cabras monteses^(BR). ³ Llegó a unos rediles de ovejas en el camino, donde había una cueva, y Saúl entró en ella para hacer sus necesidades^[aw](BS). Y David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cueva^(BT). ⁴ Y los hombres de David le dijeron: Mira, este es el día del que te habló el Señor: «He aquí, voy a entregar a tu enemigo en tu mano, y harás con él como bien te parezca^[ax](BU)». Entonces David se levantó y cortó a escondidas la orilla del manto de Saúl^(BV). ⁵ Aconteció después de esto que la conciencia de David le remordía^[ay](BW), porque había cortado la orilla del manto de Saúl. ⁶ Y dijo a sus hombres: El Señor me guarde de hacer tal cosa contra mi rey^[az], el ungido del Señor, de extender contra él mi mano, porque es el ungido del Señor^(BX). ⁷ David contuvo^[ba] a sus hombres con estas palabras y no les permitió que se levantaran contra Saúl. Y Saúl se levantó, salió de la cueva, y siguió su camino.

⁸ Después de esto David se levantó, salió de la cueva y dio voces tras Saúl, diciendo: ¡Mi señor el rey! Y cuando Saúl miró hacia atrás^[bb], David inclinó su rostro a tierra y se postró^(BY). ⁹ Y dijo David a Saúl: ¿Por qué escuchas las palabras de los hombres, que dicen: «Mira que David procura tu mal»? ¹⁰ He aquí, hoy han visto tus ojos que el Señor te ha puesto en mis manos en la cueva en este día^(BZ); y algunos me dijeron que te matara, pero mis ojos tuvieron piedad de ti, y dije: «No extenderé mi mano contra mi rey^[bc], porque es el ungido del Señor^(CA)». ¹¹ Y mira, padre mío, mira la orilla de tu manto en mi mano^(CB). Puesto que corté la orilla de tu manto y no te maté, reconoce y ve que no hay maldad ni rebelión^[bd] en mis manos y que no he pecado contra ti, a pesar de que tú acechas mi vida para quitármela^(CC). ¹² Juzgue el Señor entre tú y yo y que el Señor me vengue de ti, pero mi mano no será contra ti^(CD). ¹³ Como dice el proverbio de los antiguos: «De los malos procede la maldad^(CE)», pero mi mano no será contra ti. ¹⁴ ¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigues? ¿A un perro muerto^(CF)? ¿A una pulga^(CG)? ¹⁵ Sea el Señor juez y decida^[be] entre tú y yo^(CH); que Él vea y defienda mi causa^(CI) y me libre^[bf] de tu mano.

¹⁶ Y sucedió que cuando David acabó de decir a Saúl estas palabras, Saúl dijo: ¿Es esta tu voz, David, hijo mío^(CJ)? Entonces Saúl alzó su voz y lloró. ¹⁷ Y dijo a David: Eres más justo que yo^(CK), porque tú me has tratado bien mientras que yo te he tratado con maldad^(CL). ¹⁸ Tú has demostrado hoy que me has hecho bien, ya que el Señor me entregó en tu mano y sin embargo no me diste muerte^(CM). ¹⁹ Porque si un hombre halla a su enemigo, ¿lo dejará ir sano y salvo^[bg](CN)? Que el Señor, por tanto, te recompense con bien por lo que has hecho por mí hoy. ²⁰ He aquí, ahora sé que ciertamente serás rey^(CO), y que el reino de Israel será establecido en tu mano^(CP). ²¹ Ahora pues, júrame por el Señor que no cortarás mi descendencia^[bh] después de mí, y que no borrarás mi nombre de la casa de mi padre^(CQ). ²² Y David se lo juró a Saúl. Y Saúl se fue a su casa, pero David y sus hombres subieron al refugio^[bi](CR).

Muerte de Samuel

25 Murió Samuel^(CS), y se reunió todo Israel y lo lloraron^(CT), y lo sepultaron en su casa en Ramá^(CU). Después David se levantó y descendió al desierto de Parán^(CV).

David y Abigail

² Y había un hombre en Maón^(CW) que tenía sus bienes en Carmel^(CX); el hombre era muy rico^[bj] y tenía tres mil ovejas y mil cabras; y estaba en Carmel trasquilando sus ovejas^(CY). ³ El hombre se llamaba Nabal, y su mujer se llamaba Abigail. Y la mujer era inteligente^[bk] y de hermosa apariencia^(CZ), pero el hombre era áspero y malo en sus tratos, y era calebita^(DA). ⁴ Y oyó David en el desierto que Nabal estaba trasquilando sus ovejas. ⁵ Entonces David envió diez jóvenes, y les dijo^[bl]: Subid a Carmel, visitad^[bm] a Nabal y saludadle en mi nombre; ⁶ y le diréis así: «Ten una larga vida^[bn], paz para ti, paz para tu casa y paz para todo lo que tienes^(DB). ⁷ He^[bo] oído que tienes esquiladores^(DC); ahora bien, tus pastores han estado con nosotros, y no los hemos maltratado, ni les ha faltado nada todos los días que estuvieron en Carmel^(DD). ⁸ Pregunta a tus mozos, y ellos te lo dirán. Por tanto, permite que mis mozos hallen gracia ante tus ojos, porque hemos llegado en un día de fiesta^[bp](DE). Te ruego que de lo que tengas a mano, des a tus siervos y a tu hijo David».

⁹ Cuando llegaron los jóvenes de David, dijeron a Nabal todas estas palabras en nombre de David; entonces esperaron. ¹⁰ Pero Nabal respondió a los siervos de David, y dijo: ¿Quién es David^(DF) y quién es el hijo de Isaí? Hay muchos siervos hoy día que huyen de su señor. ¹¹ ¿He de tomar mi pan, mi agua y la carne que he preparado^[bq] para mis esquiladores, y he de dárselos a hombres cuyo origen no conozco^[br](DG)? ¹² Entonces los jóvenes de David se volvieron por su camino, y regresaron; y llegaron y le comunicaron todas^[bs] estas palabras. ¹³ Y David dijo a sus hombres: Cíñase cada uno su espada. Y cada hombre se ciñó su espada. David también se ciñó su espada, y unos cuatrocientos hombres subieron tras David^(DH), mientras que doscientos se quedaron con el bagaje^(DI).

¹⁴ Mas uno de los mozos avisó a Abigail, mujer de Nabal, diciendo: He aquí, David envió mensajeros desde el desierto a saludar^[bt] a nuestro señor^(DJ), y él los desdeñó. ¹⁵ Sin embargo, los hombres fueron muy buenos con nosotros; no nos maltrataron ni nos faltó nada cuando^[bu] andábamos con ellos, mientras estábamos en el campo^(DK). ¹⁶ Como muro fueron para nosotros tanto de noche como de día, todo el tiempo que estuvimos con ellos apacentando las ovejas^(DL). ¹⁷ Ahora pues, reflexiona^[bv] y mira lo que has de hacer, porque el mal ya está determinado contra nuestro señor y contra toda su casa, y él es un hombre tan indigno^[bw] que nadie puede hablarle.

¹⁸ Entonces Abigail se dio prisa y tomó doscientos panes, dos odres de vino, cinco ovejas ya preparadas, cinco medidas^[bx] de grano tostado, cien racimos de uvas pasas, y doscientas tortas de higos, y los puso sobre asnos^(DM). ¹⁹ Y dijo a sus mozos: Id delante de mí; he aquí, yo os seguiré^(DN). Pero nada dijo a su marido Nabal. ²⁰ Y sucedió que cuando ella cabalgaba en su asno y descendía por la parte encubierta del monte, he aquí que David y sus hombres venían bajando hacia ella, y se encontró con ellos. ²¹ Y David había dicho: Ciertamente, en vano he guardado todo lo que este hombre tiene en el desierto, de modo que nada se perdió de todo lo suyo; y él me ha devuelto mal por bien^(DO). ²² Así haga Dios a los enemigos de David^(DP), y aun más, si al llegar la mañana he dejado tan solo un varón^[by] de los suyos^(DQ).

²³ Cuando Abigail vio a David se dio prisa y bajó de su asno, y cayendo sobre su rostro delante de David, se postró en tierra^(DR). ²⁴ Y se echó a sus pies y dijo: Señor mío, solo sobre mí sea la culpa. Te ruego que permitas que tu sierva te hable^[bz], y que escuches las palabras de tu sierva. ²⁵ Ruego a mi señor que no haga caso a^[ca] este hombre indigno^[cb], Nabal, porque conforme a su nombre, así es. Se llama Nabal^[cc], y la insensatez está con él; mas yo tu sierva no vi a los jóvenes que tú, mi señor, enviaste. ²⁶ Ahora pues, señor mío, vive el Señor y vive tu alma; puesto que el Señor te ha impedido derramar^[cd] sangre y vengarte^[ce] por tu propia mano^(DS), sean pues como Nabal tus enemigos y los que buscan el mal contra mi señor^(DT). ²⁷ Y ahora permite que este presente^[cf] que tu sierva ha traído para mi señor se dé a los jóvenes que acompañan a^[cg] mi señor^(DU). ²⁸ Te ruego que perdones la ofensa de tu sierva^(DV), porque el Señor ciertamente establecerá^[ch] una casa duradera para mi señor^(DW), pues mi señor pelea las batallas del Señor^(DX), y el mal no se hallará en ti en todos tus días^(DY). ²⁹ Y si alguno se levanta para perseguirte y buscar tu vida^[ci], entonces la vida^[cj] de mi señor será ligada en el haz de los que viven con el Señor tu Dios; pero Él lanzará la vida de tus enemigos como de en medio de una honda^(DZ). ³⁰ Y sucederá que cuando el Señor haga por mi señor conforme a todo el bien que Él ha hablado de ti, y te ponga por príncipe sobre Israel^(EA), ³¹ esto no causará pesar ni remordimiento^[ck] a mi señor, tanto por haber derramado sangre sin causa como por haberse vengado^[cl] mi señor. Cuando el Señor haya hecho bien a mi señor, entonces acuérdate de tu sierva^(EB).

³² Entonces David dijo a Abigail: Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te envió hoy a encontrarme^(EC), ³³ bendito sea tu razonamiento, y bendita seas tú, que me has impedido hoy derramar sangre^[cm] y vengarme^[cn] por mi propia mano^(ED). ³⁴ Sin embargo, vive el Señor, Dios de Israel, que me ha impedido hacerte mal^(EE), que si tú no hubieras venido pronto a encontrarme, ciertamente, para la luz del alba, no le hubiera quedado a Nabal ni un varón^[co]. ³⁵ Recibió David de su mano lo que ella había traído y le dijo: Sube en paz a tu casa^(EF). Mira, te he escuchado^[cp] y te he concedido tu petición^[cq](EG).

Muerte de Nabal

³⁶ Entonces Abigail regresó a Nabal, y he aquí, él tenía un banquete en su casa, como el banquete de un rey^(EH). Y el corazón de Nabal estaba alegre, pues estaba muy ebrio^(EI), por lo cual ella no le comunicó nada^[cr] hasta el amanecer^(EJ). ³⁷ Pero sucedió que por la mañana, cuando se le pasó el vino a Nabal, su mujer le contó estas cosas, y su corazón se quedó como muerto dentro de él, y se puso como una piedra. ³⁸ Y unos diez días después, sucedió que el Señor hirió a Nabal, y murió^(EK).

³⁹ Cuando David supo que Nabal había muerto, dijo: Bendito sea el Señor, que ha defendido la causa de mi afrenta de manos de Nabal^(EL), y ha preservado a su siervo del mal^(EM). El Señor también ha devuelto la maldad de Nabal sobre su propia cabeza. Entonces David envió a hablar con Abigail^(EN), para tomarla para sí por mujer. ⁴⁰ Y los siervos de David fueron a casa de Abigail en Carmel, y le hablaron diciendo: David nos ha enviado a ti, para tomarte para sí por mujer. ⁴¹ Y ella se levantó y postrándose rostro en tierra^(EO), dijo: He aquí, vuestra sierva es una criada para lavar los pies de los siervos de mi señor^(EP). ⁴² Abigail se levantó apresuradamente, montó en un asno, y con sus cinco doncellas que la atendían^[cs] siguió a los mensajeros de David, y fue su mujer^(EQ).

⁴³ David había tomado también a Ahinoam de Jezreel^(ER), y ambas fueron mujeres suyas^(ES).

⁴⁴ Pues Saúl había dado a su hija Mical^(ET), mujer de David, a Palti, hijo de Lais, que era de Galim^(EU).

David perdona de nuevo la vida a Saúl

26 Entonces vinieron los zifeos a Saúl en Guibeá, diciendo: ¿No está David escondido en la colina de Haquila^(EV), que está frente a Jesimón^[ct]? ² Se levantó, pues, Saúl y descendió al desierto de Zif, teniendo consigo tres mil hombres escogidos de Israel, para buscar a David en el desierto de Zif^(EW). ³ Y acampó Saúl en la colina de Haquila, que está frente a Jesimón^[cu], junto al camino, y David permanecía en el desierto^(EX). Cuando vio que Saúl venía tras él al desierto^(EY), ⁴ David envió espías, y supo que Saúl en verdad se acercaba. ⁵ Se levantó David y vino al lugar donde Saúl había acampado. Y vio David el lugar donde estaban acostados Saúl y Abner, hijo de Ner^(EZ), el comandante de su ejército; Saúl dormía en medio del campamento y el pueblo estaba acampado alrededor de él.

⁶ Entonces habló^[cv] David a^[cw] Ahimelec hitita^(FA) y a Abisai, hijo de Sarvia^(FB), hermano de Joab, diciendo: ¿Quién descenderá conmigo a donde está Saúl en el campamento^(FC)? Y Abisai dijo: Yo descenderé contigo. ⁷ Y David y Abisai llegaron de noche al campamento^[cx], y he aquí, Saúl estaba durmiendo en medio del campamento, con su lanza clavada en tierra a su cabecera; y Abner y la gente estaban acostados alrededor de él. ⁸ Entonces Abisai dijo a David: Hoy Dios ha entregado a tu enemigo en tu mano; ahora pues, déjame clavarlo a^[cy] la tierra de un solo golpe; no tendré que darle por segunda vez. ⁹ Pero David dijo a Abisai: No lo mates, pues, ¿quién puede extender su mano contra el ungido del Señor y quedar impune^(FD)? ¹⁰ Dijo también David: Vive el Señor, que ciertamente el Señor lo herirá^(FE), o llegará el día en que muera^(FF), o descenderá a la batalla y perecerá^(FG). ¹¹ No permita el Señor que yo extienda mi mano contra el ungido del Señor; pero ahora, te ruego, toma la lanza que está a su cabecera y la vasija de agua, y vámonos^(FH). ¹² Tomó, pues, David la lanza y la vasija de agua de junto a la cabecera de Saúl, y se fueron; pero nadie lo vio ni lo supo, tampoco nadie se despertó, pues todos estaban dormidos, ya que un sueño profundo de parte del Señor había caído sobre ellos^(FI).

¹³ David pasó al otro lado y se colocó en la cima del monte a cierta distancia, con un gran espacio entre ellos. ¹⁴ Y David dio voces al pueblo y a Abner, hijo de Ner, diciendo: ¿No responderás, Abner? Entonces respondió Abner y dijo: ¿Quién eres tú que llamas al rey? ¹⁵ Y David dijo a Abner: ¿No eres tú un hombre? ¿Quién es como tú en Israel? ¿Por qué, pues, no has protegido a tu señor el rey? Porque uno del pueblo vino para matar a tu señor el rey. ¹⁶ Esto que has hecho no es bueno. Vive el Señor, todos vosotros ciertamente deberíais morir^[cz](FJ), porque no protegisteis a vuestro señor, el ungido del Señor. Y ahora, mira dónde está la lanza del rey y la vasija de agua que estaba a su cabecera.

¹⁷ Entonces Saúl reconoció la voz de David y dijo: ¿Es esta tu voz, David, hijo mío^(FK)? Y David respondió: Mi voz es, mi señor el rey. ¹⁸ También dijo: ¿Por qué persigue mi señor a su siervo? ¿Pues qué he hecho? ¿Qué maldad hay en mi mano^(FL)? ¹⁹ Ahora pues, ruego a mi señor el rey que escuche las palabras de su siervo. Si el Señor te ha incitado contra mí^(FM), que Él acepte^[da] una ofrenda^(FN), pero si son hombres^[db], malditos sean delante del Señor^(FO), porque me han expulsado hoy para que yo no tenga parte en la heredad del Señor, diciendo: «Ve, sirve a otros dioses^(FP)». ²⁰ Ahora pues, no caiga mi sangre a tierra, lejos de la presencia del Señor; porque el rey de Israel ha salido en busca de una pulga^(FQ), como quien va a la caza de una perdiz en los montes.

²¹ Y Saúl dijo: He pecado^(FR). Vuelve, David, hijo mío, porque no volveré a hacerte daño pues mi vida fue muy estimada en tus ojos hoy. He aquí, he actuado neciamente y he cometido un grave error. ²² Respondió David, y dijo: He aquí la lanza del rey. Que pase acá uno de los jóvenes y la recoja. ²³ El Señor pagará a cada uno según su justicia y su fidelidad^(FS); pues el Señor te entregó hoy en mi mano, pero yo no quise extender mi mano contra el ungido del Señor^(FT). ²⁴ He aquí, como tu vida fue preciosa ante mis ojos hoy^(FU), así sea preciosa mi vida ante los ojos del Señor, y que Él me libre de toda aflicción^(FV). ²⁵ Y Saúl dijo a David: Bendito seas, David, hijo mío; ciertamente harás grandes cosas y prevalecerás^(FW). David siguió por su camino y Saúl se volvió a su lugar^(FX).

David entre los filisteos

27 Entonces David se dijo^[dc]: Ahora bien, voy a perecer algún día por la mano de Saúl. Lo mejor para mí es huir^[dd] a la tierra de los filisteos^(FY). Saúl se cansará^[de], y no me buscará más en todo el territorio de Israel, y escaparé de su mano. ² Se levantó, pues, David y se pasó con los seiscientos hombres que estaban con él^(FZ) a Aquis, hijo de Maoc, rey de Gat^(GA). ³ Y moró David con Aquis en Gat, él y sus hombres, cada cual con los de su casa^(GB); David con sus dos mujeres Ahinoam jezreelita, y Abigail la de Carmel^(GC), viuda^[df] de Nabal. ⁴ Y le dieron la noticia a Saúl que David había huido a Gat, y no lo buscó más.

⁵ Y David dijo a Aquis: Si he hallado ahora gracia ante tus ojos, que me den un lugar en una de las aldeas en el campo para que habite allí; pues, ¿por qué ha de morar tu siervo contigo en la ciudad real? ⁶ Aquis le dio Siclag aquel día^(GD); por eso Siclag ha pertenecido a los reyes de Judá hasta hoy. ⁷ El número de los días que David habitó en el territorio de los filisteos fue un año^[dg] y cuatro meses^(GE).

⁸ Y subieron David y sus hombres e hicieron incursiones contra los gesuritas^(GF), los gezritas y los amalecitas^(GG); porque ellos eran los habitantes de la tierra desde tiempos antiguos, según se va a Shur, hasta la tierra de Egipto^(GH). ⁹ David atacaba^[dh] el territorio, y no dejaba con vida hombre ni mujer, y se llevaba las ovejas, el ganado, los asnos, los camellos y la ropa^(GI). Entonces regresaba y venía a Aquis. ¹⁰ Y Aquis decía: ¿Dónde atacasteis^[di] hoy^(GJ)? Y David respondía: Contra el Neguev^[dj] de Judá, contra el Neguev de Jerameel^(GK) y contra el Neguev de los ceneos^(GL). ¹¹ David no dejaba con vida hombre ni mujer para traer a Gat, diciendo: No sea que nos descubran^[dk], diciendo: «Así ha hecho David, y así ha sido su costumbre todo el tiempo que ha morado en el territorio de los filisteos». ¹² Aquis confiaba en David diciendo: En verdad que se ha hecho odioso a su pueblo Israel y será mi servidor para siempre.