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Pero el SEÑOR le habló así a un hombre de Dios[a] llamado Semaías: «Dile a Roboán hijo de Salomón, rey de Judá, y también a todo Israel en Judá y Benjamín: El SEÑOR les dice: “No vayan a la guerra en contra de los israelitas, sus hermanos. Vuélvase cada uno a su casa. ¡Yo soy la causa de todo esto!”» Así que los hombres del ejército de Roboán obedecieron el mandato del SEÑOR. Tal como lo mandó regresaron y no lucharon contra Jeroboán.

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Footnotes

  1. 11:2 hombre de Dios Otra forma de referirse a un profeta. Esta expresión aparece repetidamente en este libro.