Add parallel Print Page Options

que les paguen a los carpinteros, los constructores, los albañiles y que compren madera y piedra de cantería para reconstruir el templo. No tienen que decirles que rindan cuentas por lo que se les entrega porque son gente que actúa con honestidad».

El sumo sacerdote Jilquías le dijo al cronista Safán: «Encontré el libro de la ley[a] en el templo del SEÑOR». Se lo entregó, Safán lo leyó

Read full chapter

Footnotes

  1. 22:8 libro de la ley Probablemente se trata del libro de Deuteronomio. Igual en 23:2.