Add parallel Print Page Options

32 Levantando la vista hacia la ventana, Jehú gritó:

―¿Quién está de mi parte? ¿Quién?

Entonces se asomaron dos o tres oficiales,[a] 33 y Jehú les ordenó:

―¡Arrojadla de ahí!

Así lo hicieron, y su sangre salpicó la pared y a los caballos que la pisotearon. 34 Luego Jehú se sentó a comer y beber, y dio esta orden:

―Ocupaos de esa maldita mujer; dadle sepultura, pues era hija de un rey.

Read full chapter

Footnotes

  1. 9:32 oficiales. Lit. eunucos.