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Muerte de Ocozías

Moab se rebeló contra Israel(A) después de la muerte de Acab. Y Ocozías se cayó por la celosía del aposento alto que tenía en Samaria, y se enfermó. Y envió mensajeros, a los que dijo: Id, consultad a Baal-zebub, dios de Ecrón, si he de sanar de esta enfermedad(B). Entonces el ángel del Señor dijo a Elías tisbita: Levántate, sube al encuentro de los mensajeros del rey(C) de Samaria y diles: «¿No hay acaso Dios en Israel para que vayáis a consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón(D)?». Por tanto, así dice el Señor: «No bajarás del lecho al que has subido[a], sino que ciertamente morirás(E)». Entonces Elías se fue.

Cuando volvieron los mensajeros al rey[b], él les dijo: ¿Por qué habéis vuelto[c]? Y ellos respondieron: Un hombre subió a nuestro encuentro y nos dijo: «Id, volved al rey que os envió, y decidle: “Así dice el Señor: ‘¿Acaso porque no hay Dios en Israel envías a consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón(F)? Por tanto, no bajarás del lecho al que has subido, sino que ciertamente morirás’”». Y él les dijo: ¿Qué aspecto tenía el hombre que subió a vuestro encuentro y os habló estas palabras? Ellos le respondieron: Era un hombre cubierto de pelo, con un cinturón de cuero ceñido a sus lomos(G). Y él dijo: Es Elías tisbita.

Entonces el rey envió a él un capitán de cincuenta con sus cincuenta hombres. Y este subió a él(H), y he aquí, Elías estaba sentado en la cumbre del monte, y le dijo: Hombre de Dios, el rey dice: «Desciende». 10 Respondió Elías y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy hombre de Dios, que descienda fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta(I). Entonces descendió fuego del cielo, y lo consumió a él y a sus cincuenta(J). 11 De nuevo envió a él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta que le habló y le dijo: Hombre de Dios, así dice el rey: «Desciende inmediatamente». 12 Y respondió Elías y les dijo: Si yo soy hombre de Dios, que descienda fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta. Entonces el fuego de Dios descendió del cielo y lo consumió a él y a sus cincuenta. 13 De nuevo el rey le envió al tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta. Y cuando el tercer capitán de cincuenta subió, vino y se postró de rodillas delante de Elías y le rogó, diciéndole(K): Hombre de Dios, te ruego que mi vida[d] y la vida[e] de estos cincuenta siervos tuyos sean preciosas ante tus ojos. 14 He aquí que ha descendido fuego del cielo y ha consumido a los dos primeros capitanes de cincuenta con sus cincuenta; mas ahora, sea mi vida[f] preciosa ante tus ojos. 15 Entonces el ángel del Señor dijo a Elías: Desciende con él y no le tengas miedo(L). Se levantó Elías y descendió con él al rey(M), 16 y le dijo: Así dice el Señor: «Por cuanto has enviado mensajeros a consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón, ¿acaso porque no hay Dios en Israel para consultar su palabra(N)?, no bajarás por tanto del lecho al que has subido, sino que ciertamente morirás».

17 Ocozías murió conforme a la palabra del Señor que Elías había hablado. Y Joram reinó en su lugar en el año segundo de Joram, hijo de Josafat, rey de Judá(O), porque Ocozías no tenía ningún hijo. 18 Los demás hechos de Ocozías, lo que hizo, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel?

Eliseo sucesor de Elías

Y sucedió que cuando el Señor iba a llevarse a Elías al cielo(P) en un torbellino, Elías venía de Gilgal(Q) con Eliseo(R). Y Elías dijo a Eliseo: Te ruego que te quedes aquí(S), porque el Señor me ha enviado hasta Betel(T). Pero Eliseo dijo: Vive el Señor y vive tu alma, que no me apartaré de ti(U). Y descendieron a Betel. Entonces los hijos de los profetas que estaban en Betel salieron al encuentro de Eliseo y le dijeron: ¿Sabes que hoy el Señor te quitará a tu señor de sobre ti[g](V)? Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad. Elías entonces le dijo: Eliseo, te ruego que te quedes aquí(W), porque el Señor me ha enviado a Jericó(X). Pero él dijo: Vive el Señor y vive tu alma, que no me apartaré de ti(Y). Y fueron a Jericó. Y los hijos de los profetas que estaban en Jericó se acercaron a Eliseo y le dijeron: ¿Sabes que hoy el Señor te quitará a tu señor de sobre ti[h]? Y él respondió: Sí, yo lo sé; callad(Z). Entonces Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque el Señor me ha enviado al Jordán(AA). Pero él dijo: Vive el Señor y vive tu alma, que no me apartaré de ti. Siguieron, pues, los dos(AB).

Y cincuenta hombres de los hijos de los profetas fueron y se pararon frente(AC) a ellos, a lo lejos, mientras ellos dos se pararon junto al Jordán. Entonces Elías tomó su manto(AD), lo dobló y golpeó las aguas, y estas se dividieron a uno y a otro lado[i], y los dos pasaron por tierra seca(AE). Y[j] cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que yo haga por ti antes de que yo sea separado de ti. Y Eliseo dijo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí(AF). 10 Y él dijo: Has pedido una cosa difícil. Sin embargo, si me ves cuando sea llevado(AG) de ti, así te sucederá; pero si no, no será así. 11 Y aconteció que mientras ellos iban andando y hablando, he aquí, apareció un carro de fuego y caballos de fuego(AH) que separó a los dos. Y Elías subió al cielo en un torbellino. 12 Lo vio Eliseo y clamó: Padre mío, padre mío, los carros[k] de Israel y su gente de a caballo(AI). Y no lo vio más. Entonces tomó sus vestidos y los rasgó(AJ) en dos pedazos. 13 También recogió el manto de Elías que se le había caído, y regresó y se paró a la orilla del Jordán. 14 Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías? Y cuando él golpeó también las aguas, estas[l] se dividieron a uno y a otro lado[m], y pasó Eliseo(AK).

15 Cuando lo vieron los hijos de los profetas que estaban en Jericó frente a él(AL), dijeron: El espíritu de Elías reposa sobre Eliseo. Y fueron a su encuentro y se postraron en tierra ante él. 16 Y le dijeron: He aquí, ahora hay con tus siervos cincuenta hombres fuertes; te rogamos que los dejes ir a buscar a tu señor; tal vez[n] el Espíritu del Señor lo ha levantado y lo ha echado en algún monte o en algún valle(AM). Y él dijo: No los enviéis. 17 Pero cuando le insistieron hasta la saciedad[o](AN), dijo: Enviadlos. Entonces enviaron cincuenta hombres; y buscaron durante tres días, pero no lo hallaron. 18 Y volvieron a Eliseo[p] que se había quedado en Jericó, y él les dijo: ¿No os dije: «No vayáis»?

19 Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: He aquí, ahora el emplazamiento de esta ciudad es bueno, como mi señor ve, pero el agua es mala y la tierra estéril[q]. 20 Y él dijo: Traedme una vasija nueva, y poned sal en ella[r]. Y se la trajeron. 21 Y él salió al manantial de las aguas, echó sal en él[s], y dijo: Así dice el Señor: «He purificado[t] estas aguas; de allí no saldrá[u] más muerte ni esterilidad(AO)». 22 Y las aguas han quedado purificadas[v] hasta hoy, conforme a la palabra que habló Eliseo.

23 Después subió de allí a Betel; y mientras subía por el camino, unos muchachos salieron de la ciudad y se burlaban(AP) de él, y le decían: ¡Sube, calvo; sube, calvo! 24 Cuando él miró hacia atrás y los vio, los maldijo(AQ) en el nombre del Señor. Entonces salieron dos osas del bosque y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos. 25 De allí fue al monte Carmelo(AR), y desde allí regresó a Samaria.

Rebelión y derrota de Moab

Joram, hijo de Acab, comenzó a reinar sobre Israel en Samaria en el año dieciocho de Josafat, rey de Judá(AS); y reinó doce años. E hizo lo malo ante los ojos del Señor, aunque no como su padre y su madre, pues quitó el pilar sagrado de Baal(AT) que su padre había hecho(AU). Sin embargo, se aferró a los pecados de Jeroboam(AV), hijo de Nabat, con los que hizo pecar a Israel(AW), y no se apartó de ellos.

Y Mesa, rey de Moab, era criador de ovejas, y pagaba al rey de Israel cien mil corderos(AX) y la lana de cien mil carneros. Pero sucedió que cuando Acab murió, el rey de Moab se rebeló contra el rey de Israel(AY). Y aquel mismo día el rey Joram salió de Samaria y alistó a todo Israel. Entonces fue y envió palabra a Josafat, rey de Judá, diciendo: El rey de Moab se ha rebelado contra mí. ¿Irás conmigo a pelear contra Moab? Y él respondió: Subiré; yo soy como tú, mi pueblo como tu pueblo, mis caballos como tus caballos(AZ). Y dijo: ¿Por qué camino subiremos? Y él respondió: Por el camino del desierto de Edom. Fue el rey de Israel(BA) con el rey de Judá(BB) y el rey de Edom(BC); y dando un rodeo anduvieron siete días de camino; y no había agua para el ejército ni para los animales que los seguían. 10 Entonces el rey de Israel dijo: ¡Ah! Porque el Señor ha llamado a estos tres reyes para entregarlos en manos de Moab. 11 Pero Josafat dijo: ¿No hay aquí un profeta del Señor para que consultemos al Señor por medio de él(BD)? Y uno de los siervos del rey de Israel respondió, y dijo: Aquí está Eliseo, hijo de Safat(BE), el que vertía agua en las manos de Elías(BF). 12 Y Josafat dijo: La palabra del Señor está con él. Y el rey de Israel y Josafat y el rey de Edom descendieron a él.

13 Entonces Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tengo que ver contigo? Ve a los profetas de tu padre y a los profetas de tu madre(BG). Y el rey de Israel le dijo: No, porque el Señor ha llamado a estos tres reyes para entregarlos en mano de Moab. 14 Y Eliseo dijo: Vive el Señor de los ejércitos, ante quien estoy(BH), que si no fuera por respeto a la presencia de Josafat, rey de Judá, no te miraría ni te vería. 15 Mas traedme ahora un tañedor(BI). Y sucedió que mientras el tañedor tocaba, la mano del Señor vino sobre Eliseo[w](BJ). 16 Y él dijo: Así dice el Señor: «Haced en este valle muchas zanjas». 17 Pues así dice el Señor: «No veréis viento, ni veréis lluvias; sin embargo ese valle se llenará de agua(BK), y beberéis vosotros y vuestros ganados y vuestras bestias». 18 Aun esto es poco ante los ojos del Señor(BL); también entregará en vuestras manos a los moabitas. 19 Y destruiréis[x] toda ciudad fortificada y toda ciudad principal, y talaréis todo árbol bueno, cegaréis todas las fuentes de agua y dañaréis con piedras todo terreno fértil(BM). 20 Y aconteció que por la mañana, a la hora de ofrecer el sacrificio(BN), he aquí, el agua vino por el camino de Edom, y la tierra se llenó de agua.

21 Y todos los moabitas oyeron que los reyes habían subido a pelear contra ellos. Y convocaron a todos, desde los que podían ceñir armadura[y] para arriba, y se pusieron en la frontera. 22 Se levantaron muy de mañana, y cuando el sol brilló sobre el agua, los moabitas vieron el agua frente a ellos tan roja como la sangre. 23 Entonces dijeron: Esto es sangre; sin duda los reyes han peleado entre sí, y se han matado unos a otros. Ahora pues, ¡Moab, al despojo! 24 Pero cuando llegaron al campamento de Israel, los israelitas se levantaron e hirieron a los moabitas, y estos huyeron delante de ellos; y los israelitas se adentraron en el país[z] matando[aa] a los moabitas. 25 Destruyeron las ciudades, y cada uno arrojó su piedra en toda parcela de tierra buena, y las llenaron. Cegaron todas las fuentes de agua y talaron todos los árboles buenos(BO), hasta dejar en Kir-hareset(BP) solo sus piedras; no obstante, los honderos la rodearon y la destruyeron[ab]. 26 Al ver el rey de Moab que la batalla arreciaba contra él, tomó consigo setecientos hombres que sacaban espada, para abrir brecha hacia el rey de Edom, mas no pudieron. 27 Entonces tomó a su hijo primogénito que había de reinar en su lugar, y lo ofreció en holocausto sobre la muralla. Y hubo gran ira contra los israelitas, quienes se apartaron de allí[ac](BQ) y regresaron a su tierra.

Eliseo y la viuda

Y una mujer de las mujeres de los hijos de los profetas(BR) clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo, mi marido, ha muerto, y tú sabes que tu siervo temía al Señor; y ha venido el acreedor a tomar a mis dos hijos para esclavos suyos(BS). Y Eliseo le dijo: ¿Qué puedo hacer por ti? Dime qué tienes en casa. Y ella respondió: Tu sierva no tiene en casa más que una vasija de aceite(BT). Entonces él le dijo: Ve, pide[ad] vasijas prestadas por todas partes de todos tus vecinos, vasijas vacías; no pidas pocas. Luego entra y cierra la puerta detrás de ti y de tus hijos y echa el aceite en todas estas vasijas, poniendo aparte las que estén llenas. Y ella se fue de su lado, y cerró la puerta tras sí y de sus hijos; y ellos traían las vasijas y ella echaba el aceite. Y sucedió que cuando las vasijas estuvieron llenas(BU), dijo ella a un hijo suyo: Tráeme otra vasija. Y él le dijo: No hay más vasijas. Y cesó el aceite. Entonces ella fue y se lo contó al hombre de Dios(BV). Y él le dijo: Ve, vende el aceite y paga tu deuda, y tú y tus hijos podéis vivir de lo que quede.

Eliseo y la sunamita

Y aconteció que un día pasaba Eliseo por Sunem(BW), donde había una mujer distinguida[ae], y ella le persuadió a que comiera[af]. Y así fue que siempre que pasaba, entraba allí a comer[ag]. Y ella dijo a su marido: He aquí, ahora entiendo que este que siempre pasa por nuestra casa, es un hombre santo de Dios(BX). 10 Te ruego que hagamos un pequeño aposento alto, con paredes, y pongamos allí para él una cama, una mesa, una silla y un candelero; y será que cuando venga a nosotros, se podrá retirar allí(BY). 11 Y aconteció que un día vino él por allí, se retiró al aposento alto y allí se acostó. 12 Entonces dijo a Giezi su criado(BZ): Llama a esta sunamita. Y cuando la llamó, ella se presentó delante de él. 13 Y él le dijo a Giezi: Dile ahora: «He aquí, te has preocupado[ah] por nosotros con todo este cuidado[ai]; ¿qué puedo hacer por ti? ¿Quieres que hable por ti al rey o al jefe del ejército?». Y ella respondió: Yo vivo en medio de mi pueblo[aj]. 14 Él entonces dijo: ¿Qué, pues, se puede hacer por ella? Y Giezi respondió: En verdad ella no tiene ningún hijo y su marido es viejo. 15 Y él dijo: Llámala. Cuando él la llamó, ella se detuvo a la entrada. 16 Entonces él le dijo: Por este tiempo, el año que viene[ak], abrazarás un hijo(CA). Y ella dijo: No, señor mío, hombre de Dios, no engañes a tu sierva(CB). 17 Pero la mujer concibió y dio a luz un hijo al año siguiente en el[al] tiempo que Eliseo le había dicho.

18 Y cuando el niño creció, llegó el día en que salió al campo adonde estaba[am] su padre con[an] los segadores, 19 y dijo a su padre: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza! Y el padre dijo a un criado: Llévalo a su madre. 20 Y tomándolo, lo llevó a su madre, y estuvo sentado en sus rodillas hasta el mediodía, y murió. 21 Entonces ella subió y lo puso sobre la cama(CC) del hombre de Dios(CD), cerró la puerta detrás de él y salió. 22 Luego llamó a su marido y le dijo: Te ruego que me envíes uno de los criados y una de las asnas, para que yo vaya corriendo al hombre de Dios y regrese. 23 Y él dijo: ¿Por qué vas hoy a él? No es luna nueva ni día de reposo(CE). Y ella respondió: Quédate en paz. 24 Entonces ella aparejó el asna y dijo a su criado: Arrea[ao] y anda; no detengas el paso[ap] por mí a menos que yo te lo diga. 25 Y ella fue y llegó al hombre de Dios en el monte Carmelo(CF). Y sucedió que cuando el hombre de Dios la vio a lo lejos, dijo a Giezi su criado: He aquí, allá viene la[aq] sunamita. 26 Te ruego que corras ahora a su encuentro y le digas: «¿Te va bien a ti? ¿Le va bien a tu marido? ¿Le va bien al niño?». Y ella respondió: Bien. 27 Cuando ella llegó al monte, al hombre de Dios(CG), se asió de sus pies. Y Giezi se acercó para apartarla, pero el hombre de Dios dijo: Déjala, porque su alma está angustiada[ar] y el Señor me lo ha ocultado y no me lo ha revelado. 28 Entonces ella dijo: ¿Acaso pedí un hijo a mi señor? ¿No dije: «No me engañes(CH)?».

29 Entonces él dijo a Giezi: Ciñe tus lomos(CI) y toma mi báculo en tu mano, y vete(CJ); si encuentras a alguno, no lo saludes, y si alguien te saluda, no le respondas(CK), y pon mi báculo sobre el rostro del niño(CL). 30 Y la madre del niño dijo: Vive el Señor y vive tu alma, que no me apartaré de ti(CM). Entonces él se levantó y la siguió. 31 Y Giezi se adelantó a ellos y puso el báculo sobre el rostro del niño, mas no hubo voz ni reacción[as]. Así que volvió para encontrarlo, y le dijo[at]: El niño no ha despertado(CN). 32 Cuando Eliseo entró en la casa, he aquí, el niño estaba muerto, tendido sobre su cama. 33 Y entrando, cerró la puerta tras ambos y oró al Señor(CO). 34 Entonces subió y se acostó sobre el niño, y puso la boca sobre su boca, los ojos sobre sus ojos y las manos[au] sobre sus manos[av], y se tendió sobre él; y la carne del niño entró en calor(CP). 35 Entonces Eliseo volvió y caminó por la casa de un lado para otro, y subió y se tendió sobre él(CQ); y el niño estornudó siete veces y[aw] abrió sus ojos. 36 Y Eliseo llamó a Giezi y le dijo: Llama a la[ax] sunamita. Y él la llamó. Y cuando ella vino a Eliseo[ay], él dijo: Toma a tu hijo. 37 Entonces ella entró, cayó a sus pies y se postró en tierra, y tomando a su hijo, salió(CR).

Otros milagros de Eliseo

38 Cuando Eliseo regresó a Gilgal(CS), había hambre en la tierra(CT). Y estando sentados los hijos de los profetas(CU) delante de él(CV), dijo a su criado: Pon la olla(CW) grande y cuece potaje para los hijos de los profetas. 39 Entonces uno de ellos salió al campo a recoger hierbas, y encontró una viña silvestre y de ella recogió su falda llena de calabazas silvestres, y vino y las cortó en pedazos en la olla de potaje, porque no sabía lo que eran. 40 Y lo sirvieron para que los hombres comieran. Y sucedió que cuando comían el potaje, clamaron y dijeron: ¡Oh hombre de Dios, hay muerte(CX) en la olla! Y no pudieron comer. 41 Pero él dijo: Traedme harina. Y la echó en la olla, y dijo: Sírvelo a la gente para que coman. Y ya no había nada malo(CY) en la olla.

42 Y vino un hombre de Baal-salisa y trajo al hombre de Dios panes de primicias, veinte panes de cebada y espigas de grano nuevo en su bolsa. Y él dijo: Dalos a la gente para que coman(CZ). 43 Y su sirviente dijo: ¿Cómo pondré esto delante de cien hombres? Pero él respondió: Dalos a la gente para que coman, porque así dice el Señor(DA): «Comerán y sobrará». 44 Y lo puso delante de ellos y comieron, y sobró conforme a la palabra del Señor(DB).

Eliseo y Naamán

Y Naamán, capitán del ejército del rey de Aram(DC), era un gran hombre delante de su señor y tenido en alta estima, porque por medio de él el Señor había dado la victoria[az] a Aram. También el hombre era un guerrero valiente, pero leproso. Y habían salido los arameos en bandas(DD) y habían tomado cautiva a una muchacha muy joven de la tierra de Israel, y ella estaba al servicio[ba] de la mujer de Naamán. Y ella dijo a su señora: ¡Ah, si mi señor estuviera con el[bb] profeta que está en Samaria! Él entonces lo curaría de su lepra. Y Naamán entró y habló a su señor, diciendo: Esto y esto ha dicho la muchacha que es de la tierra de Israel. Entonces el rey de Aram dijo: Ve ahora[bc](DE), y enviaré una carta al rey de Israel. Y él fue y llevó consigo diez talentos[bd] de plata y seis mil siclos[be] de oro y diez mudas de ropa(DF). También llevó al rey de Israel la carta que decía[bf]: Y ahora, cuando llegue a ti esta carta, he aquí, verás que te he enviado a mi siervo Naamán para que lo cures de su lepra. Y sucedió que cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestidos(DG), y dijo: ¿Acaso soy yo Dios, para dar muerte y para dar vida(DH), para que este me mande a decir que cure a un hombre de su lepra? Pero considerad ahora, y ved cómo busca pleito conmigo[bg](DI).

Y[bh] al oír Eliseo, el hombre de Dios(DJ), que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió aviso al rey diciendo: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Que venga él a mí ahora, y sabrá que hay profeta en Israel. Vino, pues, Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a la entrada de la casa de Eliseo. 10 Y Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate(DK) en el Jordán siete veces, y tu carne se te restaurará, y quedarás limpio. 11 Pero Naamán se enojó, y se iba diciendo: He aquí, yo pensé[bi]: «Seguramente él vendrá[bj] a mí, y se detendrá e invocará el nombre del Señor su Dios, moverá su mano sobre la parte enferma y curará la lepra[bk]». 12 ¿No son el Abaná[bl] y el Farfar, ríos de Damasco, mejor que todas las aguas de Israel? ¿No pudiera yo lavarme en ellos y ser limpio? Y dio la vuelta, y se fue enfurecido(DL). 13 Pero sus siervos se le acercaron y le hablaron, diciendo(DM): Padre mío, si el profeta te hubiera dicho que hicieras alguna gran cosa, ¿no la hubieras hecho? ¡Cuánto más cuando te dice: «Lávate, y quedarás limpio(DN)»! 14 Entonces él bajó y se sumergió siete veces en el Jordán conforme a la palabra del hombre de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño pequeño(DO), y quedó limpio(DP).

15 Y regresó al hombre de Dios con[bm] toda su compañía, y fue y se puso delante de él, y dijo: He aquí, ahora conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel(DQ). Te ruego, pues, que recibas ahora un presente[bn] de tu siervo(DR). 16 Pero él respondió: Vive el Señor, delante de quien estoy(DS), que no aceptaré nada(DT). Y Naamán le insistió para que lo recibiera, pero él rehusó. 17 Y Naamán dijo: Pues si no, te ruego que de esta tierra, se le dé a tu siervo la carga de un par de mulos, porque tu siervo ya no ofrecerá holocausto ni sacrificará a otros dioses, sino al Señor(DU). 18 Que el Señor perdone a tu siervo en esto: Cuando mi señor entre en el templo[bo] de Rimón para adorar allí y se apoye en mi mano(DV), y yo me incline en el templo[bp] de Rimón cuando tenga que adorar allí[bq], que el Señor perdone a tu siervo por esto. 19 Y él le dijo: Vete en paz(DW). Y se alejó de él a cierta distancia.

20 Pero Giezi, criado de Eliseo(DX), el hombre de Dios, dijo para sí: He aquí, mi señor ha dispensado a este Naamán arameo al no[br] recibir de sus manos lo que él trajo. Vive el Señor(DY) que correré tras él y tomaré algo de él. 21 Y Giezi siguió a Naamán. Cuando Naamán vio a uno corriendo tras él, bajó de su carro a encontrarle, y dijo: ¿Está todo bien? 22 Y él dijo: Todo está bien(DZ). Mi señor me ha enviado, diciendo: «He aquí, en este momento dos jóvenes de los hijos de los profetas han venido a mí de la región montañosa de Efraín(EA). Te ruego que les des un talento de plata y dos mudas de ropa(EB)». 23 Y Naamán dijo: Dígnate aceptar dos talentos. Y le insistió y ató dos talentos de plata en dos bolsas con dos mudas de ropa, y los entregó a dos de sus criados(EC); y estos los llevaron delante de él. 24 Cuando llegó al monte[bs], los tomó de sus manos y los guardó en la casa, luego despidió a los hombres y ellos se fueron(ED). 25 Entonces él entró y se puso delante de su señor(EE). Y Eliseo le dijo: ¿Dónde has estado, Giezi? Y él respondió: Tu siervo no ha ido a ninguna parte. 26 Entonces él le dijo(EF): ¿No iba contigo mi corazón, cuando el hombre se volvió de su carro para encontrarte? ¿Acaso es tiempo de aceptar dinero y de aceptar ropa, olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas? 27 Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tus descendientes[bt] para siempre. Y él salió de su presencia leproso, blanco como la nieve(EG).

Eliseo y el hacha perdida

Y los hijos de los profetas dijeron a Eliseo(EH): Mira[bu], el lugar en que habitamos contigo[bv] es muy estrecho para nosotros. Te rogamos que nos dejes ir al Jordán, para que cada uno de nosotros tome de allí una viga, y nos hagamos allí un lugar donde habitar. Y él dijo: Id. Entonces uno dijo: Te rogamos que consientas en ir con tus siervos. Y él respondió: Yo iré. Fue, pues, con ellos; y cuando llegaron al Jordán, cortaron árboles. Pero sucedió que cuando uno de ellos estaba derribando un tronco, el hierro del hacha se le cayó al agua; y gritó, y dijo: ¡Ah, señor mío, era prestado! Entonces el hombre de Dios dijo: ¿Dónde cayó? Y cuando le mostró el lugar, cortó un palo y lo echó allí(EI), e hizo flotar el hierro. Y dijo: Tómalo. Y él extendió la mano y lo tomó.

Eliseo y los arameos

Y el rey de Aram estaba en guerra con Israel; y consultó[bw] con sus siervos, diciendo: En tal y tal lugar estará mi campamento. Y el hombre de Dios envió palabra al rey de Israel, diciendo(EJ): Guárdate de no pasar por tal lugar, porque los arameos van a bajar allí. 10 Entonces el rey de Israel envió gente al lugar que el hombre de Dios le había dicho; así que, al prevenirlo él, se cuidó de ir allí, y esto no una ni dos veces. 11 Y se enfureció el corazón del rey de Aram por este hecho; y llamando a sus siervos, les dijo: ¿No me vais a revelar quién de los nuestros está a favor del rey de Israel? 12 Y uno de sus siervos dijo: No, rey señor mío, sino que Eliseo, el profeta que está en Israel, le dice al rey de Israel las palabras que tú hablas en el interior de tu alcoba. 13 Y él dijo: Id y ved donde está, y enviaré a prenderlo. Y le avisaron, diciendo: He aquí, está en Dotán(EK). 14 Entonces envió allá caballos, carros y un gran ejército; y llegaron de noche y cercaron la ciudad.

15 Y cuando el que servía al hombre de Dios se levantó temprano y salió, he aquí que un ejército con caballos y carros rodeaba la ciudad. Y su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿Qué[bx] haremos? 16 Y él respondió: No temas(EL), porque los que están con nosotros son más que los que están con ellos(EM). 17 Eliseo entonces oró, y dijo: Oh Señor, te ruego que abras sus ojos para que vea. Y el Señor abrió los ojos del criado, y miró(EN), y he aquí que el monte estaba lleno de caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo(EO). 18 Cuando descendieron hacia él los arameos, Eliseo oró al Señor, y dijo: Te ruego que hieras a esta gente[by] con ceguera(EP). Y Él los hirió con ceguera conforme a la palabra de Eliseo. 19 Entonces Eliseo les dijo: No es este el camino, ni es esta la ciudad; seguidme y yo os guiaré al hombre que buscáis. Y los llevó a Samaria.

20 Y sucedió que cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: Oh Señor, abre los ojos de estos para que vean. Y el Señor abrió sus ojos y vieron(EQ); y he aquí que estaban en medio de Samaria. 21 Cuando el rey de Israel los vio, dijo a Eliseo: ¿Los mato[bz], padre mío(ER)? ¿Los mato[ca]? 22 Y él respondió: No los mates[cb]. ¿Matarías[cc] a los que has tomado cautivos con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua para que coman y beban(ES) y se vuelvan a su señor(ET). 23 Entonces les preparó un gran banquete; y después que comieron y bebieron, los despidió, y se volvieron a su señor. Y las bandas armadas de arameos no volvieron a entrar más en la tierra de Israel(EU).

Hambre por el sitio de Samaria

24 Y aconteció que después de esto, Ben-adad, rey de Aram, reunió a todo su ejército, y subió y sitió a Samaria(EV). 25 Y hubo gran hambre en Samaria; y he aquí, la sitiaron, hasta que la cabeza de un asno se vendía por[cd] ochenta siclos[ce] de plata, y la cuarta parte de un cab[cf] de estiércol de paloma por cinco siclos de plata(EW). 26 Pasando el rey de Israel por la muralla, una mujer le gritó, diciendo: ¡Ayúdame, oh rey señor mío! 27 Y él respondió: Si el Señor no te ayuda[cg], ¿de dónde te podré ayudar? ¿De la era o del lagar? 28 Y el rey le dijo: ¿Qué te pasa?[ch](EX) Y ella respondió: Esta mujer me dijo: «Da tu hijo para que lo comamos hoy, y mi hijo lo comeremos mañana». 29 Así que cocimos a mi hijo y nos lo comimos(EY); y al día siguiente, le dije a ella: «Da tu hijo, para que lo comamos»; pero ella ha escondido a su hijo. 30 Y sucedió que cuando el rey oyó las palabras de la mujer, rasgó sus vestidos(EZ) y como él pasaba por la muralla, la gente miró, y vio[ci] que interiormente, llevaba cilicio sobre su cuerpo[cj]. 31 Entonces él dijo: Así me haga Dios, y aun me añada(FA), si la cabeza de Eliseo, hijo de Safat, se mantiene sobre sus hombros[ck] hoy.

32 Y Eliseo estaba sentado en su casa, y los ancianos estaban sentados con él(FB). Y el rey envió a un hombre de los que estaban en su presencia; pero antes de que el mensajero llegara a Eliseo[cl], este dijo a los ancianos: ¿Veis cómo este hijo de asesino ha enviado a cortarme la cabeza(FC)? Mirad, cuando el mensajero llegue, cerrad la puerta y mantenedla cerrada contra él[cm]. ¿No se oye tras él el ruido de los pasos[cn] de su señor? 33 Estaba aún hablando con ellos, cuando he aquí que el mensajero descendió a él, y le dijo: Mira, este mal viene del Señor; ¿por qué he de esperar más en el Señor(FD)?

Footnotes

  1. 2 Reyes 1:4 Lit., El lecho adonde subiste, de él no bajarás, y así en los vers. 6 y 16
  2. 2 Reyes 1:5 Lit., a él
  3. 2 Reyes 1:5 Lit., ¿Qué es esto,
  4. 2 Reyes 1:13 Lit., alma
  5. 2 Reyes 1:13 Lit., alma
  6. 2 Reyes 1:14 Lit., alma
  7. 2 Reyes 2:3 Lit., tu cabeza
  8. 2 Reyes 2:5 Lit., tu cabeza
  9. 2 Reyes 2:8 Lit., aquí y allá
  10. 2 Reyes 2:9 Lit., Y sucedió que
  11. 2 Reyes 2:12 Lit., el carro
  12. 2 Reyes 2:14 Lit., y
  13. 2 Reyes 2:14 Lit., aquí y allá
  14. 2 Reyes 2:16 Lit., no sea que
  15. 2 Reyes 2:17 Lit., hasta avergonzarse
  16. 2 Reyes 2:18 Lit., él
  17. 2 Reyes 2:19 Lit., causa esterilidad
  18. 2 Reyes 2:20 Lit., allí
  19. 2 Reyes 2:21 Lit., allí
  20. 2 Reyes 2:21 Lit., sanado
  21. 2 Reyes 2:21 Lit., habrá
  22. 2 Reyes 2:22 Lit., sanas
  23. 2 Reyes 3:15 Lit., él
  24. 2 Reyes 3:19 Lit., heriréis
  25. 2 Reyes 3:21 Lit., ceñirse con cinturón
  26. 2 Reyes 3:24 Lit., en ella
  27. 2 Reyes 3:24 Lit., hiriendo
  28. 2 Reyes 3:25 Lit., hirieron
  29. 2 Reyes 3:27 Lit., de encima de él
  30. 2 Reyes 4:3 Lit., pide para ti
  31. 2 Reyes 4:8 Lit., una gran mujer
  32. 2 Reyes 4:8 Lit., a comer pan
  33. 2 Reyes 4:8 Lit., a comer pan
  34. 2 Reyes 4:13 Lit., Has tenido temor
  35. 2 Reyes 4:13 Lit., temor
  36. 2 Reyes 4:13 Lit., mis parientes
  37. 2 Reyes 4:16 Lit., cuando el tiempo reviva
  38. 2 Reyes 4:17 Lit., cuando el tiempo revivió en este
  39. 2 Reyes 4:18 Lit., a
  40. 2 Reyes 4:18 Lit., a
  41. 2 Reyes 4:24 O, Guía
  42. 2 Reyes 4:24 Lit., el cabalgar
  43. 2 Reyes 4:25 Lit., He aquí, esta
  44. 2 Reyes 4:27 Lit., amarga en ella
  45. 2 Reyes 4:31 Lit., atención
  46. 2 Reyes 4:31 Lit., dijo, diciendo
  47. 2 Reyes 4:34 Lit., palmas
  48. 2 Reyes 4:34 Lit., palmas
  49. 2 Reyes 4:35 Lit., y el niño
  50. 2 Reyes 4:36 Lit., esta
  51. 2 Reyes 4:36 Lit., él
  52. 2 Reyes 5:1 O, salvación
  53. 2 Reyes 5:2 Lit., estaba delante
  54. 2 Reyes 5:3 Lit., delante del
  55. 2 Reyes 5:5 Lit., Ve, entra
  56. 2 Reyes 5:5 Un talento equivale aprox. a 34 kg.
  57. 2 Reyes 5:5 Un siclo equivale aprox. a 11.4 gramos
  58. 2 Reyes 5:6 Lit., diciendo
  59. 2 Reyes 5:7 Lit., está buscando ocasión contra mí
  60. 2 Reyes 5:8 Lit., Y sucedió que
  61. 2 Reyes 5:11 Lit., dije
  62. 2 Reyes 5:11 Lit., saldrá
  63. 2 Reyes 5:11 Lit., al leproso
  64. 2 Reyes 5:12 Muchos mss. dicen: Amaná
  65. 2 Reyes 5:15 Lit., él y
  66. 2 Reyes 5:15 Lit., una bendición
  67. 2 Reyes 5:18 Lit., casa
  68. 2 Reyes 5:18 Lit., casa
  69. 2 Reyes 5:18 Lit., en la casa
  70. 2 Reyes 5:20 Lit., de
  71. 2 Reyes 5:24 Heb., Ofel
  72. 2 Reyes 5:27 Lit., tu simiente
  73. 2 Reyes 6:1 Lit., He aquí, ahora
  74. 2 Reyes 6:1 Lit., delante de ti
  75. 2 Reyes 6:8 Lit., tomó consejo
  76. 2 Reyes 6:15 Lit., ¿Cómo
  77. 2 Reyes 6:18 Lit., nación
  78. 2 Reyes 6:21 Lit., ¿Heriré
  79. 2 Reyes 6:21 Lit., ¿Heriré
  80. 2 Reyes 6:22 Lit., hieras
  81. 2 Reyes 6:22 Lit., ¿Herirías
  82. 2 Reyes 6:25 Lit., era
  83. 2 Reyes 6:25 Un siclo equivale aprox. a 11.4 gramos
  84. 2 Reyes 6:25 Un cab equivale aprox. a dos litros
  85. 2 Reyes 6:27 Lit., No, que el Señor te ayude
  86. 2 Reyes 6:28 Lit., ¿Qué a ti?
  87. 2 Reyes 6:30 Lit., he aquí
  88. 2 Reyes 6:30 Lit., carne
  89. 2 Reyes 6:31 Lit., sobre él
  90. 2 Reyes 6:32 Lit., él
  91. 2 Reyes 6:32 Lit., empujadlo con la puerta
  92. 2 Reyes 6:32 Lit., pies

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