Add parallel Print Page Options

Cuarto canto

La amada

Cierta noche, mientras dormía, se me despertó en sueños el corazón. Oí la voz de mi amado; ¡llamaba a la puerta de mi recámara! «Ábreme, amada mía; amor mío, mi linda paloma», decía, «pues mi cabeza está empapada de rocío; la humedad de la noche corre por mi cabello».

Pero yo le dije: «Ya me desvestí. ¿Me visto otra vez? Ya me lavé los pies; ¿me los vuelvo a ensuciar?».

Mi amado trataba de abrir el cerrojo de la puerta, y mi corazón se estremeció.

Read full chapter