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Yo dormía, pero mi corazón velaba:

La voz de mi amado que llamaba:

Abreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía;

Porque mi cabeza está llena de rocío,

Mis cabellos de las gotas de la noche.

Heme desnudado mi ropa; ¿cómo la tengo de vestir?

He lavado mis pies; ¿cómo los tengo de ensuciar?

Mi amado metió su mano por el agujero,

Y mis entrañas se conmovieron dentro de mí.

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