Deuteronomio 8:1-19
Nueva Biblia de las Américas
Descripción de la tierra prometida
8 »Todos los mandamientos que yo te ordeno hoy, tendrán cuidado de ponerlos por obra, a fin de que vivan y se multipliquen, y entren y tomen posesión de la tierra que el Señor juró dar a sus padres(A). 2 Y te acordarás de todo el camino por donde el Señor tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años(B), para humillarte, probándote(C), a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no Sus mandamientos. 3 Él te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que tú no conocías, ni tus padres habían conocido, para hacerte entender[a] que el hombre no solo vive de pan, sino que vive[b] de todo lo que procede de la boca del Señor(D). 4 Tu ropa no se gastó sobre ti, ni se hinchó tu pie durante estos cuarenta años(E).
5 »Por tanto, debes comprender[c] en tu corazón que el Señor tu Dios te estaba disciplinando, así como un hombre disciplina a su hijo(F). 6 Guardarás, pues, los mandamientos del Señor tu Dios, para andar en Sus caminos y para temerlo[d]. 7 Porque el Señor tu Dios te trae a una tierra buena, a una tierra de corrientes de aguas, de fuentes y manantiales que fluyen por valles y colinas; 8 una tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados; una tierra de aceite de oliva y[e] miel; 9 una tierra donde comerás el pan sin escasez, donde nada te faltará(G); una tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes puedes sacar cobre. 10 Cuando hayas comido y te hayas saciado(H), bendecirás al Señor tu Dios por la buena tierra que Él te ha dado.
El peligro de olvidar a Dios
11 »Cuídate de no olvidar al Señor tu Dios(I) dejando de guardar Sus mandamientos, Sus ordenanzas y Sus estatutos que yo te ordeno hoy; 12 no sea que cuando hayas comido y te hayas saciado(J), y hayas construido buenas casas y habitado en ellas, 13 y cuando tus vacas y tus ovejas se multipliquen, y tu plata y oro se multipliquen, y todo lo que tengas se multiplique, 14 entonces tu corazón se enorgullezca[f], y te olvides del Señor tu Dios(K) que te sacó de la tierra de Egipto de la casa de servidumbre[g]. 15 Él te condujo a través del inmenso y terrible desierto(L), con sus serpientes abrasadoras(M) y escorpiones, tierra sedienta donde no había agua; Él sacó para ti agua de la roca de pedernal(N). 16 En el desierto te alimentó con el maná que tus padres no habían conocido(O), para humillarte y probarte(P), y para finalmente[h] hacerte bien. 17 No sea que digas en tu corazón(Q): “Mi poder y la fuerza de mi mano me han producido esta riqueza”. 18 Pero acuérdate del Señor tu Dios, porque Él es el que te da poder para hacer riquezas(R), a fin de confirmar Su pacto, el cual juró a tus padres como en este día.
19 »Pero sucederá que si alguna vez te olvidas del Señor tu Dios, y vas en pos de otros dioses, y los sirves y los adoras, yo testifico contra ustedes hoy, que ciertamente perecerán(S).
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