Deuteronomio 8:7-16
La Palabra (Hispanoamérica)
Las tentaciones de los israelitas en la tierra prometida
7 Cuando el Señor tu Dios te introduzca en esa tierra fértil, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales que brotan de vegas y montes; 8 tierra de trigo y cebada, de viñedos, higueras y granados, olivares y de miel; 9 tierra en la que no escaseará el pan y donde nada te faltará; tierra donde las rocas son de hierro y de sus montes extraerás cobre; 10 entonces, comerás hasta saciarte y bendecirás al Señor tu Dios por la fabulosa tierra que te habrá dado.
11 Pero, ten mucho cuidado, no sea que te olvides del Señor tu Dios y dejes de cumplir los estatutos, normas y preceptos que yo te prescribo hoy. 12 No suceda que cuando hayas comido hasta saciarte, cuando hayas construido confortables casas en que habitar, 13 cuando se multipliquen tus vacas y ovejas, y tu oro y plata sean abundantes y se acrecienten todas tus riquezas, 14 te envanezcas y te olvides del Señor tu Dios, que te liberó de la esclavitud de Egipto; 15 que te hizo caminar por aquel desierto inmenso y espantoso habitado por serpientes venenosas y escorpiones; que en esa tierra reseca y sedienta hizo brotar de la dura roca agua para ti; 16 que te alimentó en el desierto con el maná, un alimento que no conocieron tus antepasados. El Señor te afligió y te probó, para al final hacerte dichoso.
Read full chapterLa Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España