Add parallel Print Page Options

Caída del rey de Tiro

28 El Señor me dirigió la palabra:

— Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Esto dice el Señor Dios:

Tienes corazón altanero,
y dices: “Yo soy un dios
instalado en morada divina,
allí en el corazón del mar”.
Pero sólo eres un hombre, no Dios,
aunque hayas puesto tu corazón
a la altura del corazón de los dioses.
¡Te crees más sabio que Daniel,
ningún enigma se te oculta!
Tu sabiduría y talento te enriquecieron,
acumulaste tesoros de oro y plata;
con gran talento de comerciante
fuiste multiplicando tu riqueza,
que hizo altanero tu corazón.
Por eso, así dice el Señor Dios:
Por haber puesto tu corazón
a la altura del corazón de los dioses,
haré que te ataquen extranjeros,
los más feroces entre los pueblos.
Desenvainarán sus espadas
contra tu brillante sabiduría,
mancillarán tu esplendor.
Te harán bajar a la tumba,
morirás de muerte violenta
allí en el corazón del mar.
¿Osarás decir “Soy un dios”
delante de tus ejecutores?
Un hombre, no un dios, serás
en manos de quienes te traspasen.
10 Morirás como los incircuncisos,
a manos de gente extranjera.
Soy yo quien ha hablado
—oráculo del Señor Dios—.

Read full chapter