Ezequiel 37-38
Dios Habla Hoy
Los huesos secos
37 El Señor puso su mano sobre mí, y me hizo salir lleno de su poder, y me colocó en un valle que estaba lleno de huesos. 2 El Señor me hizo recorrerlo en todas direcciones; los huesos cubrían el valle, eran muchísimos y estaban completamente secos. 3 Entonces me dijo: «¿Crees tú que estos huesos pueden volver a tener vida?» Yo le respondí: «Señor, sólo tú lo sabes.»
4 Entonces el Señor me dijo: «Habla en mi nombre a estos huesos. Diles: “Huesos secos, escuchen este mensaje del Señor. 5 El Señor les dice: Voy a hacer entrar en ustedes aliento de vida, para que revivan. 6 Les pondré tendones, los rellenaré de carne, los cubriré de piel y les daré aliento de vida para que revivan. Entonces reconocerán ustedes que yo soy el Señor.”» 7 Yo les hablé como él me lo había ordenado. Y mientras les hablaba, oí un ruido: era un terremoto, y los huesos comenzaron a juntarse unos con otros. 8 Y vi que sobre ellos aparecían tendones y carne, y que se cubrían de piel. Pero no tenían aliento de vida.
9 Entonces el Señor me dijo: «Habla en mi nombre al aliento de vida, y dile: “Así dice el Señor: Aliento de vida, ven de los cuatro puntos cardinales y da vida a estos cuerpos muertos.”» 10 Yo hablé en nombre del Señor, como él me lo ordenó, y el aliento de vida vino y entró en ellos, y ellos revivieron y se pusieron de pie. Eran tantos que formaban un ejército inmenso.
11 Entonces el Señor me dijo: «El pueblo de Israel es como estos huesos. Andan diciendo: “Nuestros huesos están secos; no tenemos ninguna esperanza, estamos perdidos.” 12 Pues bien, háblales en mi nombre, y diles: “Esto dice el Señor: Pueblo mío, voy a abrir las tumbas de ustedes; voy a sacarlos de ellas y a hacerlos volver a la tierra de Israel. 13 Y cuando yo abra sus tumbas y los saque de ellas, reconocerán ustedes, pueblo mío, que yo soy el Señor. 14 Yo pondré en ustedes mi aliento de vida, y ustedes revivirán; y los instalaré en su propia tierra. Entonces sabrán que yo, el Señor, lo he dicho y lo he hecho. Yo, el Señor, lo afirmo.”»
Reunificación de Judá e Israel
15 El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 16 «Toma un palo, y escribe en él: “Judá y sus aliados israelitas”. Toma luego otro palo, y escribe: “José, representado por Efraín, y todos sus aliados del resto de Israel”. 17 En seguida, júntalos en tu mano el uno con el otro, de manera que formen uno solo. 18 Cuando tus compatriotas te digan: “Explícanos lo que esto significa”, 19 diles: “Esto dice el Señor: Voy a tomar el palo de José, que está en manos de Efraín y de las demás tribus aliadas de Israel, y lo voy a juntar con el palo de Judá para convertirlos en un solo palo en mi mano.” 20 Ten en tu mano, a la vista de ellos, los dos palos sobre los cuales escribiste. 21 Luego diles: “Esto dice el Señor: Voy a sacar a los israelitas de entre las naciones a donde han ido a parar; los reuniré de todas partes y los haré volver a su tierra. 22 Haré de ellos una sola nación en este país, en los montes de Israel, y tendrán un solo rey. No volverán a estar divididos en dos naciones, ni separados en dos reinos. 23 Tampoco volverán a mancharse adorando ídolos repugnantes ni cometiendo toda clase de pecados. Yo los libraré de todas las infidelidades que han cometido, y los limpiaré de sus pecados. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. 24 Mi siervo David será el rey y único pastor de todos ellos, y ellos me obedecerán y cumplirán mis leyes y decretos. 25 Vivirán en el país que di a mi siervo Jacob, donde también vivieron sus antepasados. Allí vivirán siempre ellos y sus hijos y todos sus descendientes; y mi siervo David será siempre su jefe. 26 Haré con ellos una alianza para asegurarles una vida tranquila. Será una alianza eterna. Haré que aumenten en número, y para siempre pondré mi santo templo en medio de ellos. 27 Viviré entre ellos, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. 28 Cuando mi santo templo esté para siempre en medio de ellos, las demás naciones reconocerán que yo he escogido a Israel como mi posesión sagrada.”»
Gog, instrumento de Dios
38 El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 2 «Tú, hombre, vuélvete ahora hacia el país de Magog, y habla en mi nombre contra Gog, jefe supremo de Mésec y Tubal. 3 Dile: “Esto dice el Señor: Gog, jefe supremo de Mésec y Tubal, yo me declaro tu enemigo. 4 Te voy a hacer volver, te voy a poner ganchos en la boca, te voy a sacar a ti y a toda tu caballería, con sus jinetes de elegantes uniformes, ese enorme ejército armado de espadas y escudos de diversas clases. 5 Irán acompañados de gente de Persia, Etiopía y Libia, todos ellos con escudos y cascos, 6 y también de todos los soldados de Gómer y de Bet-togarmá, de lo más lejano del norte, los numerosos pueblos aliados tuyos. 7 Prepárate y ármate, tú y todos los ejércitos que están contigo; tómalos bajo tu mando. 8 Al cabo de muchos años vas a recibir la orden de invadir un país que estuvo en guerra, pero que ya se habrá restablecido; un pueblo que estuvo disperso entre muchas naciones y que había sido arrasado para siempre, pero que ya se habrá vuelto a reunir en los montes de Israel. Para entonces, ellos habrán regresado ya de muchos países, y estarán todos viviendo tranquilos. 9 Llegarás tú, como un nubarrón, para cubrir el país, y lo invadirás como una tormenta con todos tus ejércitos y pueblos numerosos.
10 »”Yo, el Señor, digo: En ese tiempo se te ocurrirán planes malvados. 11 Vas a decir: Voy a invadir un país indefenso, de gente que vive tranquila y confiada, toda en ciudades sin murallas, sin puertas ni trancas. 12 Lo voy a saquear y robar; voy a atacar ciudades ya reconstruidas de un pueblo que se ha reunido de varias naciones, que tiene ganado y otras propiedades y que vive en el centro del mundo. 13 La gente de Sabá y Dedán, y los comerciantes de Tarsis y demás ciudades, te preguntarán: ¿Viniste a robar? ¿Reuniste tus ejércitos para saquear y apoderarte de la plata y del oro, del ganado y otras propiedades, y llevarte una enorme riqueza?”
14 »Pues, bien, habla en mi nombre a Gog, y dile: “Esto dice el Señor: Cuando mi pueblo Israel viva tranquilo, tú te pondrás en marcha 15 desde tu tierra, en lo más lejano del norte, acompañado de ejércitos fuertes y numerosos, y tropas de caballería, 16 y atacarás a mi pueblo Israel. Tú, Gog, cubrirás la tierra como un nubarrón. En esos últimos días te haré venir contra mi tierra, para que por medio de ti las demás naciones me reconozcan cuando yo demuestre mi santidad delante de ellos.
17 »”Yo, el Señor, digo: Era a ti a quien yo me refería en tiempos pasados, cuando hablaba por medio de mis siervos los profetas de Israel; ellos anunciaron en aquel tiempo que yo te haría venir para que atacaras a Israel.”
Castigo de Gog
18 »Yo, el Señor, afirmo: Cuando Gog invada a Israel, mi ira se encenderá terriblemente. 19 En el ardor de mi ira juro que, en ese tiempo, habrá un fuerte terremoto en Israel. 20 Los peces del mar, las aves del cielo, las fieras salvajes y los reptiles temblarán delante de mí, lo mismo que todos los hombres de la tierra. Las montañas se derrumbarán, las rocas caerán y todas las murallas se vendrán abajo. 21-22 Yo haré venir sobre Gog toda clase de males que lo llenen de miedo. Lo castigaré con enfermedades y muerte violenta. Haré que caigan sobre él, sobre su ejército y sobre los numerosos pueblos que lo acompañan, lluvia a torrentes, granizo, fuego y azufre, y sus hombres se atacarán unos a otros con la espada. Yo, el Señor, lo afirmo. 23 Así demostraré a muchos pueblos mi grandeza y mi santidad. Yo me daré a conocer a ellos, y reconocerán que yo soy el Señor.
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.