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La olla hirviente

24 Un día a fines de diciembre del noveno año del cautiverio del rey Joaquín me vino otro mensaje del Señor.

«Hombre mortal, me dijo, escribe esta fecha, pues hoy el rey de Babilonia ha atacado a Jerusalén. Y ahora entrega esta parábola a estos rebeldes de Israel. Diles que el Señor Dios dice: “Coloquen una olla sobre el fuego para hervir. Llénenla con carne de carnero escogida: el cuarto trasero, la espalda y todos los cortes más tiernos. Usen sólo los mejores carneros del rebaño, y apilen la leña sobre el fuego debajo de la olla. Cuezan la carne bien, hasta que se desprenda de los huesos”.

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