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19 Entonces se acercaron al mayordomo de la casa de José, y le hablaron a la entrada de la casa, 20 y dijeron: «Oh señor mío, ciertamente descendimos la primera vez para comprar alimentos. 21 Y cuando llegamos a la posada, abrimos nuestros costales, y el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal(A), todo nuestro dinero[a]. Así que lo hemos vuelto a traer en nuestra mano(B).

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Footnotes

  1. 43:21 Lit. nuestro dinero en su peso.