Gálatas 4:21-5:26

Nueva Biblia de las Américas

Alegoría de la libertad en Cristo

²¹ Díganme, los que desean estar bajo la ley, ¿no oyen a la ley^(A)? ²² Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos, uno de la sierva^(B) y otro de la libre^(C). ²³ Pero el hijo de la sierva nació según la carne^(D), y el hijo de la libre por medio de la promesa^(E).

²⁴ Esto contiene una alegoría^[a](F), pues estas mujeres son dos pactos. Uno procede del monte Sinaí^(G) que engendra hijos para ser esclavos^[b](H); este^[c] es Agar. ²⁵ Ahora bien, Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, porque ella está en esclavitud con sus hijos. ²⁶ Pero la Jerusalén de arriba^(I) es libre; esta^[d] es nuestra madre. ²⁷ Porque escrito está:

²⁸ Y ustedes, hermanos, como Isaac, son hijos de la promesa^(K).

²⁹ Pero así como entonces el que nació según la carne^(L) persiguió^(M) al que nació según el Espíritu, así también sucede ahora^(N). ³⁰ Pero, ¿qué dice la Escritura?

³¹ Así que, hermanos, no somos hijos de la sierva, sino de la libre^[e].

5 Para libertad^(P) fue que Cristo nos hizo libres^[f]. Por tanto, permanezcan firmes^(Q), y no se sometan otra vez al yugo de esclavitud^(R).

La libertad cristiana

² Miren, yo, Pablo^(S), les digo que si se dejan circuncidar, Cristo de nada les aprovechará^(T). ³ Otra vez testifico^(U) a todo hombre que se circuncida^(V), que está obligado a cumplir toda la ley^(W).

⁴ De Cristo se han separado, ustedes que procuran ser justificados por la ley; de la gracia han caído^(X). ⁵ Pues nosotros, por medio del Espíritu, esperamos por la fe la esperanza de justicia^(Y). ⁶ Porque en Cristo Jesús^(Z) ni la circuncisión ni la incircuncisión significan nada^(AA), sino la fe que obra por amor^(AB).

⁷ Ustedes corrían^(AC) bien, ¿quién les impidió obedecer a la verdad? ⁸ Esta persuasión no vino de Aquel que los llama^(AD). ⁹ Un poco de levadura fermenta toda la masa^(AE). ¹⁰ Yo tengo confianza respecto a^[g] ustedes^(AF) en el Señor de que no optarán por otro punto de vista^(AG); pero el que los perturba^(AH) llevará su castigo^[h], quienquiera que sea. ¹¹ Pero yo, hermanos, si todavía predico la circuncisión, ¿por qué soy perseguido aún^(AI)? En tal caso, el escándalo^(AJ) de la cruz ha sido quitado. ¹² ¡Ojalá que los que los perturban^(AK) también se mutilaran^(AL)!

La libertad y el amor

¹³ Porque ustedes, hermanos, a libertad^(AM) fueron llamados; solo que no usen la libertad como pretexto para la carne^(AN), sino sírvanse por amor los unos a los otros^(AO). ¹⁴ Porque toda la ley en una palabra se cumple en el precepto: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo^(AP)». ¹⁵ Pero si ustedes se muerden y se devoran unos a otros, tengan cuidado, no sea que se consuman unos a otros^(AQ).

Conflicto entre el Espíritu y la carne

¹⁶ Digo, pues: anden por el Espíritu^(AR), y no cumplirán el deseo de la carne^(AS). ¹⁷ Porque el deseo de la carne es contra^[i] el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues estos se oponen el uno al otro^(AT), de manera que ustedes no pueden hacer lo que deseen^(AU). ¹⁸ Pero si son guiados por el Espíritu^(AV), no están bajo la ley^(AW). ¹⁹ Ahora bien, las obras de la carne son evidentes, las cuales son: inmoralidad, impureza, sensualidad^(AX), ²⁰ idolatría, hechicería^(AY), enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades^(AZ), disensiones^(BA), herejías^(BB), ²¹ envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes^(BC), contra las cuales les advierto, como ya se lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios^(BD).

El fruto del Espíritu en la conducta cristiana

²² Pero el fruto^(BE) del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad^[j](BF), ²³ mansedumbre, dominio propio^(BG); contra tales cosas no hay ley^(BH). ²⁴ Pues los que son de Cristo Jesús^(BI) han crucificado^(BJ) la carne con sus pasiones y deseos^(BK).

²⁵ Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu^[k](BL). ²⁶ No nos hagamos vanagloriosos^(BM), provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.