Hebreos 7:11-25
Nueva Biblia Viva
Jesús, semejante a Melquisedec
11 El pueblo de Israel recibió la ley bajo el sacerdocio levítico. Si esos sacerdotes pudieran hacernos perfectos, ¿por qué entonces envió Dios a Cristo como sacerdote de la clase de Melquisedec, en vez de enviar a otro de la clase de Aarón?
12 Ya que se cambió el tipo de sacerdote, Dios tenía que transformar la ley. 13-14 Cristo no pertenecía a la tribu sacerdotal de Leví, sino a la de Judá, tribu que no había sido escogida para el sacerdocio; Moisés nunca le asignó tal responsabilidad. 15 Y todo esto queda más claro si reconocemos que el nuevo sacerdote es de la clase de Melquisedec.
16 Y llegó a ser sacerdote no según el requisito de la ley de pertenecer a determinada tribu, sino de acuerdo con el poder de una vida indestructible. 17 Pues esto es lo que se asegura de él:
«Tú eres sacerdote para siempre, de la misma categoría que Melquisedec».
18 Así que la ley anterior queda anulada por ser inútil e ineficiente, 19 pues no perfeccionó nada. En cambio, ahora tenemos una esperanza mejor, por la cual nos acercamos a Dios.
20 Y esto no lo hizo sin un juramento. Los otros sacerdotes fueron nombrados sin un juramento, 21 pero este fue nombrado con el juramento del que dijo:
«El Señor juró, y no cambiará de opinión: “Tú eres sacerdote para siempre”».
22 Por eso, Jesús es el que ahora nos garantiza un pacto mejor. 23 A los otros sacerdotes la muerte no les permitía continuar con su oficio y por eso llegaron a ser tantos; 24 pero como Jesús nunca morirá, su sacerdocio es eterno. 25 Por eso puede salvar para siempre a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive para siempre y está pidiendo por ellos.
Read full chapterNueva Biblia Viva, © 2006, 2008 por Biblica, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.