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¿Qué haré contigo, Efraín? ¿Qué haré contigo, oh Judá? La piedad vuestra es como nube de la mañana, y como el rocío de la madrugada, que se desvanece.

Por esta causa los he tajado por medio de los profetas, y los maté con las palabras de mi boca; y mi juicio saldrá como la luz.

Porque quiero misericordia, y no sacrificios; y conocimiento de Dios más que holocaustos.

Mas ellos, como hombres, traspasaron el pacto; allí prevaricaron contra mí.

Galaad, ciudad de hacedores de iniquidad, manchada de sangre.

Y como bandidos al acecho es la pandilla de sacerdotes que mata en el camino hacia Siquem; así cometieron abominación.

10 En la casa de Israel he visto cosas espantosas; allí fornicó Efraín, y se contaminó Israel.

11 Para ti también, oh Judá, está preparada una cosecha, cuando yo haga volver a los cautivos de mi pueblo.

Iniquidad y rebelión de Israel

Mientras quería curar yo a Israel, se descubrió la iniquidad de Efraín, y las maldades de Samaria; porque practican mentira; y entra el ladrón mientras afuera saquean los bandidos.

Y no consideran en su corazón que tengo en memoria toda su maldad; ahora les rodean sus obras; delante de mí están.

Con su maldad recrean al rey, y a los príncipes con sus mentiras.

Todos ellos son adúlteros; son como horno encendido por el hornero, que cesa de avivar el fuego después que está hecha la masa, y espera a que fermente.

En el día de nuestro rey los príncipes se hicieron enfermar con el ardor del vino; y él tendió su mano a los escarnecedores.

Aplicaron su corazón, semejante a un horno, a sus intrigas; toda la noche duerme su hornero; a la mañana está encendido como llama de fuego.

Todos ellos arden como un horno, y devoran a sus jueces; cayeron todos sus reyes; no hay entre ellos quien clame a mí.

Efraín se ha mezclado con los demás pueblos; Efraín es como una torta a la que no se le ha dado vuelta.

Los extranjeros devoran su vigor sin que él se dé cuenta; se ha llenado de canas, y aún no se ha enterado.

10 Y la soberbia de Israel testifica contra él en su cara; y aun así no se volvieron a Jehová su Dios, ni lo buscan con todo eso.

11 Efraín es como una paloma incauta, sin entendimiento; llaman a Egipto, acuden a Asiria.

12 Mientras vayan, tenderé sobre ellos mi red; les haré caer como aves del cielo; les castigaré conforme a lo decretado contra sus maldades.

13 ¡Ay de ellos!, porque se apartaron de mí; destrucción vendrá sobre ellos, porque se rebelaron contra mí; yo los redimí, y ellos hablaron mentiras contra mí.

14 Y no claman a mí con su corazón cuando aúllan sobre sus almohadillas; sino que se congregan para el trigo y el mosto, y se rebelan contra mí.

15 Y aunque yo los adiestré y fortalecí sus brazos, maquinaron el mal contra mí.

16 Se vuelven, pero no hacia lo alto; son como arco engañoso; caerán sus príncipes a espada por la insolencia de su lengua; esto será su escarnio en la tierra de Egipto.

Reprensión de la idolatría de Israel

Pon trompeta a tu boca. Como un águila vigila sobre la casa de Jehová, porque quebrantaron mi pacto, y se rebelaron contra mi ley.

Me gritan: Dios mío, los de Israel te hemos conocido.

Pero Israel desechó el bien; el enemigo lo perseguirá.

Ellos establecieron reyes, pero no escogidos por mí; constituyeron príncipes, mas yo no lo supe; de su plata y de su oro hicieron ídolos para sí, para ser ellos mismos destruidos.

Yo rechazo tu becerro, oh Samaria; se encendió mi enojo contra ellos; ¿hasta cuándo estarán sin purificarse?

Porque de Israel es también éste, y un artífice lo hizo; no es Dios; por lo que será deshecho en pedazos el becerro de Samaria.

Porque sembraron viento, y segarán torbellino; no tendrán mies, ni su espiga hará harina; y si la llega a hacer, se la comerán extranjeros.

Devorado será Israel; pronto será entre las naciones como vasija de desecho.

Porque ellos acudieron a Asiria; el asno montés prefiere estar solo; pero Efraín alquiló amantes por salario.

10 Aunque los alquilen entre las naciones, ahora los juntaré, y serán afligidos un poco de tiempo bajo el peso del rey de los príncipes.

11 Porque Efraín multiplicó altares para pecar, altares que sólo le han servido para pecar.

12 Aunque yo haya escrito para él mis leyes a millares, se las tiene como cosa de un extraño.

13 Les gustan los sacrificios, ¡que los ofrezcan!; sacrifican carne, ¡que la coman!; no los acepta Jehová; ahora se acordará de su iniquidad, y castigará su pecado; ellos volverán a Egipto.

14 Pues Israel olvidó a su Hacedor, y edificó templos; y Judá multiplicó ciudades fortificadas; mas yo prenderé fuego a sus ciudades, el cual consumirá sus palacios.

Castigo de la infidelidad de Israel

No te alegres, oh Israel, no te regocijes como los demás pueblos, pues has fornicado apartándote de tu Dios; amaste salario de ramera en todas las eras de trigo.

La era y el lagar no los mantendrán, y les fallará el mosto.

No quedarán en la tierra de Jehová, sino que volverá Efraín a Egipto y a Asiria, donde comerán viandas inmundas.

No harán libaciones a Jehová, ni le presentarán sus sacrificios; como pan de enlutados será su alimento; todos los que coman de él serán inmundos; pues su pan será sólo para ellos; ese pan no entrará en la casa de Jehová.

¿Qué haréis en el día de la solemnidad, y en el día de la fiesta de Jehová?

Porque he aquí que se fueron ellos a causa de la destrucción. Egipto los recogerá, Menfis los enterrará. La ortiga heredará sus tesoros de plata, y en sus moradas crecerán los espinos.

Vinieron los días del castigo, vinieron los días de la retribución; Israel sabe que es necio el profeta, e insensato el varón de espíritu, a causa de la multitud de tu maldad, y de la grandeza de tu hostilidad.

El centinela de Efraín con su Dios, el profeta, halla en todos sus caminos el lazo del cazador; hostilidad en la casa de su Dios.

Llegaron hasta lo más bajo en su corrupción, como en los días de Guibeá; ahora se acordará de su iniquidad, castigará su pecado.

10 Como uvas en el desierto hallé a Israel; como la fruta temprana de la higuera en su principio vi a vuestros padres. Pero al llegar a Baal-peor, se dieron a la infamia, y se hicieron abominables como aquello que amaron.

11 La gloria de Efraín volará cual ave, de modo que no habrá nacimientos, ni embarazos, ni concepciones.

12 Y si llegan a hacerse grandes sus hijos, los quitaré de entre los hombres, porque ¡ay de ellos también, cuando de ellos me aparte!

13 Efraín, según veo, es semejante a Tiro, situado en lugar delicioso; pero Efraín sacará sus hijos a la matanza.

14 Dales, oh Jehová, lo que les has de dar; dales matriz que aborte, y pechos enjutos.

15 Toda la maldad de ellos apareció en Gilgal; allí, pues, les tomé aversión; por la perversidad de sus obras los echaré de mi casa; no los amaré más; todos sus príncipes son desleales.

16 Efraín fue herido, su raíz está seca, no dará más fruto; aunque engendren, yo mataré el fruto deseado de su vientre.

17 Mi Dios los desechará, porque ellos no le escucharon; y andarán errantes entre las naciones.

10 Israel es una frondosa viña, que da abundante fruto para sí mismo; conforme a la abundancia de su fruto, multiplicó también los altares; conforme a la bondad de su tierra, más hermosas hacía las estelas.

Su corazón está dividido; mas ahora lo van a pagar; Jehová demolerá sus altares, destruirá sus ídolos.

Seguramente dirán ahora: No tenemos rey porque no temimos a Jehová; ¿y qué podría hacer ahora el rey por nosotros?

Han hablado meras palabras, jurando en vano al hacer pacto; por tanto, el castigo florecerá como ajenjo en los surcos del campo.

Por las becerras de Bet-aven serán atemorizados los moradores de Samaria; porque su pueblo hará duelo por el becerro, y sus sacerdotes que en él se regocijaban por su gloria, porque ha desaparecido.

También él será llevado a Asiria como presente al rey vengador; Efraín será avergonzado, e Israel se cubrirá de confusión a causa de su designio.

Fue cortada Samaria; su rey es como espuma sobre la superficie de las aguas.

Y serán destruidos los lugares altos de Aven, el pecado de Israel; espinos y cardos crecerán sobre sus altares. Entonces dirán a los montes: Cubridnos; y a los collados: Caed sobre nosotros.

Desde los días de Guibeá has pecado, oh Israel; allí tomaron posiciones; ¿no los alcanzará la batalla en Guibeá a estos hijos de iniquidad?

10 Yo voy a castigarlos, y los pueblos se reunirán contra ellos cuando yo los ate por su doble crimen.

11 Efraín es novilla domada, que le gusta trillar, mas yo pasaré el yugo sobre su lozana cerviz; unciré al carro a Efraín; arará Judá, quebrará sus terrones Jacob.

12 Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; roturad el barbecho, porque es el tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y os enseñe justicia.

13 Habéis arado impiedad, y segasteis iniquidad y habéis comido fruto de mentira. Porque confiaste en tu camino y en la multitud de tus valientes;

14 por eso, en tus pueblos se levantará alboroto, y todas tus fortalezas serán destruidas, como destruyó Salmán a Bet-arbel en el día de la batalla, cuando la madre fue aplastada con los hijos.

15 Así haré a vosotros, casa de Dios, por causa de vuestra gran maldad; al rayar el alba, será del todo cortado el rey de Israel.

Dios se compadece de su pueblo obstinado

11 Cuando Israel era un niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.

Cuanto más los llamaba yo, tanto más se alejaban de mí; sacrificaban a los baales, y a los ídolos ofrecían sahumerios.

Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole en brazos; y no conoció que yo le cuidaba.

Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que quitan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.

No volverá a tierra de Egipto, sino que el asirio mismo será su rey, porque no se quisieron convertir.

Caerá la espada sobre sus ciudades, y consumirá las barras de sus puertas; y ellos comerán del fruto de sus propios designios.

Entretanto, mi pueblo está obstinado en apartarse de mí, y aunque les exhortan a subir, nadie quiere levantarse.

¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín? ¿Cómo podré entregarte, oh Israel? ¿Cómo podré yo hacerte como Admá, o ponerte como a Zeboím? Mi corazón se revuelve dentro de mí, se inflama toda mi compasión.

No ejecutaré el ardor de mi ira, ni volveré para destruir a Efraín; porque Dios soy, y no hombre, el Santo en medio de ti; y no vendré con ira.

10 En pos de Jehová caminarán; él rugirá como un león; rugirá, y los hijos vendrán temblando desde el occidente.

11 Como un pájaro acudirán velozmente de Egipto, y de la tierra de Asiria como una paloma; y los haré habitar en sus casas, dice Jehová.

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