Jeremías 26:7-24
La Biblia de las Américas
7 Y los sacerdotes, los profetas(A) y todo el pueblo oyeron a Jeremías decir estas palabras en la casa del Señor. 8 Cuando Jeremías terminó de decir todo lo que el Señor le había mandado que hablara a todo el pueblo, lo apresaron los sacerdotes, los profetas(B) y todo el pueblo, diciendo: De cierto, morirás. 9 ¿Por qué has profetizado en nombre del Señor, diciendo: «Esta casa será como Silo y esta ciudad quedará desolada sin habitante alguno(C)»? Y todo el pueblo se congregó(D) contra Jeremías en la casa del Señor.
10 Y cuando los jefes de Judá oyeron estas cosas(E), subieron de la casa del rey a la casa del Señor, y se sentaron a la entrada de la puerta Nueva de la casa del Señor(F). 11 Y los sacerdotes y los profetas hablaron a los jefes y a todo el pueblo, diciendo: ¡Sentencia de muerte para este hombre(G)!, porque ha profetizado contra esta ciudad, como habéis oído con vuestros propios oídos(H). 12 Entonces Jeremías habló a todos los jefes y a todo el pueblo, diciendo: El Señor me ha enviado a profetizar contra esta casa y contra esta ciudad(I) todas las palabras que habéis oído. 13 Ahora bien, enmendad vuestros caminos y vuestras obras, y oíd la voz del Señor vuestro Dios, y el Señor se arrepentirá del mal que ha pronunciado contra vosotros(J). 14 En cuanto a mí, he aquí estoy en vuestras manos(K); haced de mí como mejor y más recto sea a vuestros ojos. 15 Pero sabed bien que si me matáis, sangre inocente echaréis sobre vosotros y sobre esta ciudad y sobre sus habitantes(L); porque en verdad el Señor me ha enviado a vosotros para hablar en vuestros oídos todas estas palabras.
16 Dijeron los jefes y todo el pueblo a los sacerdotes y a los profetas: Que no haya sentencia de muerte para este hombre(M), porque en nombre del Señor nuestro Dios nos ha hablado. 17 Y se levantaron(N) algunos de los ancianos del país y hablaron a toda la asamblea del pueblo, diciendo: 18 Miqueas de Moréset[a] profetizó en días de Ezequías, rey de Judá(O), y habló a todo el pueblo de Judá, diciendo: «Así ha dicho el Señor de los ejércitos:
“Sión será arada como un campo,
Jerusalén se convertirá en un montón de ruinas,
y el monte del santuario[b] será como los lugares altos de un bosque[c](P)”».
19 ¿Acaso le dieron muerte Ezequías(Q), rey de Judá, y todo Judá? ¿No temió él al Señor y suplicó el favor del Señor, y el Señor se arrepintió del mal que había pronunciado contra ellos(R)? Nosotros, pues, estamos cometiendo un gran mal contra nosotros mismos(S).
20 Y hubo también un hombre que profetizó en el nombre del Señor, Urías, hijo de Semaías de Quiriat-jearim(T), el cual profetizó contra esta ciudad y contra esta tierra palabras semejantes a todas las de Jeremías. 21 Cuando el rey Joacim y todos sus valientes y todos los jefes oyeron sus palabras, el rey procuró matarlo(U); pero Urías se enteró, tuvo miedo, huyó(V) y se fue a Egipto. 22 Entonces el rey Joacim envió hombres a Egipto: a Elnatán, hijo de Acbor, y a otros hombres con él, a Egipto(W). 23 Y trajeron a Urías de Egipto y lo llevaron al rey Joacim, quien lo mató a espada(X) y echó su cadáver a la fosa común[d].
24 Pero la mano de Ahicam, hijo de Safán, estaba con Jeremías(Y), de manera que no fue entregado en manos del pueblo para que le dieran muerte(Z).
Read full chapterFootnotes
- Jeremías 26:18 Lit., Micaías el morastita
- Jeremías 26:18 Lit., de la casa
- Jeremías 26:18 O, altura boscosa
- Jeremías 26:23 Lit., en las sepulturas de los hijos del pueblo
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