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24 Micaías dijo:

—Ustedes se robaron las estatuas que yo mismo había hecho y se llevaron también a mi sacerdote. ¿Y ahora qué me queda? ¡Es el colmo que me pregunten qué pasa!

25 Los hombres de Dan respondieron:

—Es mejor que no discutas con nosotros, muchos de los soldados tienen mal carácter y si se enojan te pueden atacar. No te expongas a que te maten o que maten a tu familia.

26 Micaías vio que esos hombres eran muy fuertes y que no podía luchar contra ellos. Así que dio la vuelta y regresó a su casa. Los hombres de Dan siguieron su camino.

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