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35 Gaal hijo de Ébed salió a la entrada de la ciudad y los hombres de Abimélec salieron de sus escondites.

36 Gaal vio a los soldados y dijo a Zebul:

—¡Mira! Hay hombres acercándose desde la montaña.

Pero Zebul le respondió:

—¡No! Sólo son las sombras de las montañas, las estás confundiendo con sombras de hombres.

37 Pero Gaal volvió a decir:

—¡Mira! Hay hombres viniendo desde el Ombligo de la Tierra y hay otros que vienen desde el Cedro de los Adivinos.[a]

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Footnotes

  1. 9:37 Ombligo […] los Adivinos Lugares que quedaban cerca de Siquén.