Add parallel Print Page Options

26 El ángel del SEÑOR pasó más adelante, y se puso de pie en un lugar angosto, donde no había espacio para apartarse a la derecha ni a la izquierda. 27 El asna, al ver al ángel del SEÑOR, se recostó debajo de Balaam. Y este se enojó y azotó al asna con un palo. 28 Entonces el SEÑOR abrió la boca del asna, y esta dijo a Balaam:

—¿Qué te he hecho para que me hayas azotado estas tres veces?

Read full chapter