Add parallel Print Page Options

Ahora bien, cuando alguien trabaja, no se le toma en cuenta el salario como un favor, sino como una deuda. Sin embargo, al que no trabaja, sino que cree en el que justifica al malvado, se le toma en cuenta la fe como justicia. David dice lo mismo cuando habla de la dicha de aquel a quien Dios le atribuye justicia sin la mediación de las obras:

«¡Dichosos aquellos
    a quienes se les perdonan las transgresiones
    y se les cubren los pecados!
¡Dichoso aquel
    cuyo pecado el Señor no tomará en cuenta!»[a]

Read full chapter

Footnotes

  1. 4:8 Sal 32:1,2