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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
Deuteronomio 23:12-34

12 »Aparta un lugar fuera del campamento, al cual puedas salir. 13 Entre tu equipo debes llevar también una estaca para que, cuando vayas a ese lugar apartado, hagas un hoyo allí y puedas cubrir tu excremento antes de volver. 14 Toma en cuenta que el Señor tu Dios anda en medio de tu campamento para librarte y para poner en tus manos a tus enemigos; por lo tanto, tu campamento tiene que ser un lugar santo; de lo contrario, si él ve en ti alguna inmundicia, dejará de acompañarte.

Leyes humanitarias

15 »Si algún esclavo anda huyendo, no se lo devuelvas a su amo. 16 Pero tampoco lo oprimas. Déjalo vivir entre tu gente, en alguna de tus ciudades que él escoja y en la que él quiera quedarse.

17 »Entre las hijas de Israel(A) no debe haber rameras.

»Entre los hijos de Israel no debe haber sodomitas.

18 »No lleves a la casa del Señor tu Dios la paga de una ramera, ni el precio de un perro, para cumplir con un voto. Tanto lo uno como lo otro son cosas que le repugnan al Señor tu Dios.

19 »No impongas intereses a tu hermano por el dinero, o comestibles, o cualquier otra cosa que le prestes, y por lo que se acostumbra cobrar interés. 20 Para que el Señor tu Dios te bendiga en todo lo que hagas en la tierra de la que vas a tomar posesión, podrás cobrarle intereses(B) al extraño, pero no a tu hermano.

21 »Cuando hagas un voto al Señor tu Dios, no tardes en cumplirlo,(C) porque ciertamente el Señor tu Dios te exigirá que lo cumplas, y cometerás un pecado si no lo cumples. 22 Aunque no cometerás ningún pecado si te abstienes de prometer, 23 toda promesa que salga de tus labios deberás cumplirla. Tal y como lo prometiste al Señor tu Dios, cumplirás con la ofrenda voluntaria que hiciste con tu propia boca.

24 »Si entras en la viña de tu prójimo, podrás comer uvas hasta saciarte, pero no podrás llenar tu cesto.

25 »Si entras en el trigal de tu prójimo, podrás arrancar espigas con la mano, pero no podrás meter la hoz para segar las espigas de tu prójimo.

24 »Cuando alguien tome una mujer y se case con ella, si después no le agrada por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá una carta de divorcio,(D) se la entregará personalmente, y la despedirá de su casa.

»Al salir de su casa, ella podrá casarse con otro hombre. Pero si el segundo esposa la aborrece y le escribe una carta de divorcio, y se la entrega personalmente y la despide de su casa, o si este segundo esposo muere, el primer marido que la despidió no podrá volver a tomarla por esposa, pues ha quedado impura. Eso sería un acto repugnante delante del Señor, y tú no debes corromper la tierra que el Señor tu Dios te da en posesión.

»Cuando alguien esté recién casado, no podrá ser enviado a la guerra, ni se le ocupará en ninguna otra cosa. Durante un año se quedará libre en su casa, para disfrutar de la mujer que tomó por esposa.

»No tomes en prenda las piedras del molino, porque es lo mismo que tomar en prenda la vida de un hombre.

»Si alguien secuestra a uno de sus compatriotas israelitas, y se descubre que lo ha hecho esclavo, o lo ha vendido, ese bandido(E) será condenado a muerte. Así quitarás de en medio de ti el mal.

»En cuanto a alguna plaga de lepra, ten cuidado de aplicar diligentemente todas las enseñanzas de los sacerdotes levitas y de seguir al pie de la letra las instrucciones que yo les he dado.(F) Acuérdate de lo que el Señor tu Dios hizo en el camino con María,(G) después de que ustedes salieron de Egipto.

10 »Cuando des a tu prójimo algo en préstamo, no entres en su casa para recibir algo en prenda. 11 Quédate afuera, y deja que el hombre a quien hiciste el préstamo sea quien te entregue la prenda. 12 Si ese hombre es pobre, no retendrás su prenda durante la noche, 13 sino que sin falta se la devolverás al ponerse el sol. Así él podrá dormir con su ropa, y te bendecirá, y delante del Señor tu Dios(H) se te contará como un acto de justicia.

14 »No oprimas al jornalero pobre y menesteroso, ya sea éste uno de tus compatriotas o algún extranjero de los que habitan en tu tierra y dentro de tus ciudades. 15 Le pagarás su jornal el mismo día, antes de que se ponga el sol, pues ese hombre es pobre y necesita su paga para vivir. De lo contrario, pedirá ayuda al Señor, y esto será un pecado(I) en tu contra.

16 »Ningún padre morirá en lugar de su hijo, ni tampoco ningún hijo morirá en lugar de su padre; cada uno responderá por su propio pecado.(J)

17 »No tuerzas el derecho de los extranjeros ni de los huérfanos, ni tomes en prenda la ropa de las viudas. 18 Acuérdate que fuiste esclavo en Egipto, y que de allí te rescató el Señor tu Dios. Por lo tanto, yo te mando que actúes así.(K)

19 »Cuando siegues el trigo de tu campo, y dejes algún manojo en el campo, no regreses a recogerlo; déjalo allí para los extranjeros, los huérfanos y las viudas. Así te bendecirá el Señor tu Dios en todo lo que hagas.

20 »Cuando sacudas tus olivos, no recorras todas las ramas que dejes tras de ti; déjalas para los extranjeros, los huérfanos y las viudas.

21 »Cuando vendimies tu viña, no rebusques lo que se haya quedado; déjalo para los extranjeros, los huérfanos y las viudas.(L) 22 Acuérdate que fuiste esclavo en Egipto. Por lo tanto, yo te mando que actúes así.

25 »Cuando surja algún pleito, las partes acudirán al tribunal para que los jueces juzguen el caso, y absuelvan al inocente y condenen al culpable. Si el culpable merece ser azotado, el juez le ordenará tenderse en el suelo para que sea azotado en su presencia. El número de azotes dependerá del delito cometido, aunque no podrá recibir más de cuarenta azotes, pues recibir más azotes sería humillante para tu compatriota.

»No le pondrás bozal al buey que trille.(M)

»Cuando dos hermanos vivan juntos, y uno de ellos llega a morir sin haber procreado hijos, la viuda no podrá casarse con alguien ajeno a la familia, sino que su cuñado la tomará por esposa, se allegará a ella, y cumplirá con ella su deber de cuñado. El primer hijo que ella dé a luz recibirá el nombre del hermano muerto, para que su nombre no sea borrado de Israel.(N)

»Si el hermano del muerto no quiere tomar a su cuñada por esposa, ésta irá a la entrada de la ciudad y les dirá a los ancianos: “Mi cuñado no quiere perpetuar en Israel el nombre de su hermano. No quiere cumplir conmigo su deber de cuñado.” Entonces los ancianos de la ciudad lo llamarán y hablarán con él; y si él se resiste y declara: “No quiero tomarla por esposa”, entonces su cuñada se acercará a él y, delante de los ancianos, le quitará del pie la sandalia y le escupirá en el rostro, y dirá: “Esto se merece el hombre que no quiere mantener viva la familia de su hermano.” 10 Y esta familia será conocida en Israel con el nombre de “La familia del descalzo”.(O)

11 »En caso de que dos hombres riñan, si la mujer de uno de ellos se acerca para librar a su marido de ser lastimado por el otro, y alarga la mano y sujeta al otro por sus partes vergonzosas, 12 tú no la perdonarás sino que le cortarás la mano.

13 »No llevarás en tu bolsa una pesa grande y una pesa chica, 14 ni tendrás en tu casa una medida grande y una medida pequeña. 15 Deberás usar pesas exactas y justas, y medidas completas y justas, para que vivas muchos años en la tierra que el Señor tu Dios te da. 16 Ciertamente al Señor tu Dios le repugna todo aquel que comete esta clase de injusticia.(P)

Orden de exterminar a Amalec

17 »Acuérdate de lo que te hizo Amalec en el camino, cuando saliste de Egipto, 18 y de cómo, cuando tú estabas cansado y agobiado, te salió al encuentro en el camino y, sin ningún temor de Dios, te atacó por la retaguardia e hirió a todos los que, débiles, venían a la zaga. 19 Por lo tanto, cuando ya estés en la tierra que el Señor tu Dios te da en posesión, y el Señor tu Dios te haga descansar de todos los enemigos que te rodean, borrarás de debajo del cielo la memoria de Amalec. ¡No lo olvides!(Q)

Primicias y diezmos

26 »Cuando hayas entrado en la tierra que el Señor tu Dios te da en posesión, y la hayas tomado y habites en ella, tomarás una parte de todos los primeros frutos que obtengas de la tierra que el Señor tu Dios te da, la pondrás en una canasta, y te dirigirás al lugar que el Señor tu Dios escoja como residencia de su nombre.(R) Te presentarás ante el sacerdote que en esos días esté en funciones, y le dirás: “Hoy declaro, ante el Señor tu Dios, que he entrado en la tierra que el Señor juró dar a nuestros padres.” El sacerdote recibirá de tu mano la canasta y la colocará ante el altar del Señor tu Dios. Entonces tomarás la palabra, y delante del Señor tu Dios dirás:

“Un arameo errante fue mi padre. Con pocos hombres emigró a Egipto, y allí se quedó a vivir. Y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa. Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron, y nos impusieron una cruel esclavitud. Pero clamamos al Señor, el Dios de nuestros padres, y el Señor oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestros pesados trabajos y nuestra opresión. Entonces el Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, y con señales y portentos que causaban terror, y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, ¡tierra que fluye leche y miel! 10 Por eso ahora vengo aquí, con los primeros frutos de la tierra que tú, Señor, me diste.”

»Todo eso lo pondrás delante del Señor tu Dios, y delante de él te postrarás. 11 Después de eso, tú y tu familia, y los levitas y extranjeros que convivan contigo, harán fiesta por todo el bien que el Señor tu Dios te haya dado.

12 »Cuando en el año tercero, que es el año del diezmo, hayas apartado la décima parte de tus frutos, la repartirás entre los levitas, extranjeros, huérfanos y viudas que haya en tus aldeas, para que coman hasta quedar satisfechos.(S) 13 Entonces dirás delante del Señor tu Dios: “Todo lo consagrado a ti lo he sacado de mi casa, y se lo he dado a los levitas y extranjeros, y a los huérfanos y a las viudas, conforme a todo lo que me has mandado. No he desobedecido tus mandamientos, ni los he olvidado. 14 No comí nada de ello mientras estuve de luto, ni lo consumí mientras estaba yo impuro. Tampoco ofrecí nada de ello a los muertos. Más bien, mi Señor y Dios, he obedecido tu voz y he cumplido con todo lo que me has mandado. 15 Dígnate asomarte desde el cielo, desde tu santa mansión, y bendice a Israel, que es tu pueblo, y bendice la tierra que nos has dado, tierra que fluye leche y miel, tal y como se lo juraste a nuestros padres.”

16 »Este día el Señor tu Dios te manda que cumplas estos estatutos y decretos. Ten cuidado de ponerlos por obra con todo tu corazón y con toda tu alma. 17 Este día declaras solemnemente que el Señor es tu Dios, que andarás en sus caminos y cumplirás sus estatutos, mandamientos y decretos, y que obedecerás su voz. 18 Este día el Señor declara que tú eres su pueblo, su posesión exclusiva,(T) tal y como te lo ha prometido. Así que cumple todos sus mandamientos; 19 y exáltalo sobre todas las naciones que él ha creado, para que seas un pueblo santo al Señor tu Dios, digno de alabanza, renombre y gloria, como él lo ha dicho.»

La ley inscrita en el monte Ebal

27 Moisés, junto con los ancianos de Israel, le dio al pueblo la siguiente orden:

«Cumplan con todos los mandamientos que hoy les mando cumplir. Cuando cruces el río Jordán y pases a la tierra que el Señor tu Dios te da, levantarás unas piedras grandes y las revocarás con cal. Una vez que hayas cruzado el río y entres en la tierra que el Señor tu Dios te da, tierra que fluye leche y miel, escribirás en esas piedras todas las palabras de esta ley, tal y como el Señor, el Dios de tus padres, te lo ha ordenado. En cuanto hayas pasado el Jordán, levantarás estas piedras en el monte Ebal y las revocarás con cal, tal y como hoy les mando que lo hagan. Edificarás allí un altar de piedras en honor del Señor tu Dios, pero no labres las piedras con ninguna herramienta, sino que el altar lo harás de piedras enteras. Sobre él ofrecerás al Señor tu Dios(U) holocaustos y ofrendas de paz, y allí, delante del Señor tu Dios, comerás y te alegrarás. Sobre las piedras escribirás con claridad todas las palabras de esta ley.»(V)

Entonces Moisés, junto con los sacerdotes levitas, habló con todos los israelitas y les dijo:

«Israel, guarda silencio y escucha: Este día te has convertido en el pueblo del Señor tu Dios. 10 Así que deberás oír la voz del Señor tu Dios y cumplir sus mandamientos y estatutos, que hoy te ordeno obedecer.»

Las maldiciones en el monte Ebal

11 Y ese día Moisés dio al pueblo las siguientes instrucciones:

12 «Cuando hayas cruzado el río Jordán, sobre el monte Guerizín(W) estarán Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín, para bendecir al pueblo. 13 Y sobre el monte Ebal estarán, para pronunciar la maldición, Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí. 14 Y los levitas hablarán con todos los varones de Israel, y les dirán en alta voz:

15 »“Maldito sea el que haga alguna escultura o imagen de fundición,(X) o pida a un artífice que la haga, y la oculte. Eso es un hecho repugnante al Señor.”

»En respuesta, todo el pueblo dirá: “¡Amén!”

16 »“Maldito sea el que deshonre a su padre o a su madre.”(Y)

»Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”

17 »“Maldito sea el que reduzca los linderos de su prójimo.”(Z)

»Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”

18 »“Maldito sea el que haga que el ciego pierda el camino.”(AA)

»Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”

19 »“Maldito sea el que tuerza los derechos del extranjero, del huérfano y de la viuda.”(AB)

»Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”

20 »“Maldito sea el que se acueste con la mujer de su padre,(AC) pues con ello descubre la intimidad de su padre.”

»Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”

21 »“Maldito sea el que tenga relaciones sexuales con un animal.”(AD)

»Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”

22 »“Maldito sea el que se acueste con su hermana,(AE) sea ésta hija de su padre o hija de su madre.”

»Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”

23 »“Maldito sea el que se acueste con su suegra.”(AF)

»Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”

24 »“Maldito sea el homicida anónimo.”

»Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”

25 »“Maldito sea el que mate a un inocente a cambio de dinero.”

»Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”

26 »“Maldito sea el que no se comprometa a cumplir las palabras de esta ley.”(AG)

»Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”

Bendiciones de la obediencia(AH)

28 »Si tú escuchas con atención la voz del Señor tu Dios, y cumples y pones en práctica todos los mandamientos que hoy te mando cumplir, el Señor tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Si escuchas la voz del Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti, y te alcanzarán:

»Bendito serás tú en la ciudad, y bendito en el campo.

»Bendito será el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, y las crías de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.

»Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.

»Bendito serás cuando entres, y bendito cuando salgas.

»El Señor derrotará a tus enemigos que se levanten contra ti. Por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de ti.

»El Señor enviará su bendición sobre tus graneros y sobre todo aquello en que pongas tu mano, y te bendecirá en la tierra que el Señor tu Dios te da.

»El Señor te confirmará como su pueblo santo, tal y como te lo ha jurado, siempre y cuando cumplas los mandamientos del Señor tu Dios, y sigas sus caminos. 10 Todos los pueblos de la tierra verán que el nombre del Señor es invocado sobre ti, y te temerán.

11 »En el país que el Señor juró a tus padres que te daría, el Señor hará que sobreabundes en bienes, y en el fruto de tu vientre, y en el fruto de tus animales, y en el fruto de tu tierra.

12 »El Señor te abrirá su tesoro de bondad, que es el cielo, y en su tiempo te enviará la lluvia a tu tierra, y bendecirá todo lo que hagas con tus manos. Harás préstamos a muchas naciones, pero tú no pedirás prestado nada.

13 »El Señor te pondrá por cabeza, no por cola. Estarás por encima de todo, nunca por debajo, siempre y cuando obedezcas y cumplas los mandamientos del Señor tu Dios, que hoy te ordeno cumplir, 14 y siempre y cuando no te apartes ni a diestra ni a siniestra de todas las palabras que hoy te mando cumplir, ni vayas en pos de dioses ajenos y les sirvas.(AI)

Consecuencias de la desobediencia(AJ)

15 »Si no oyes la voz del Señor tu Dios ni procuras cumplir todos los mandamientos y estatutos que hoy te mando cumplir, vendrán sobre ti, y te alcanzarán, todas estas maldiciones:

16 »Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo.

17 »Maldita será tu canasta, y tu tabla de amasar.

18 »Maldito será el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, las crías de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.

19 »Maldito serás cuando entres, y maldito serás cuando salgas.

20 »El Señor enviará contra ti maldición, quebranto y asombro en todo lo que emprendas, hasta que de pronto seas destruido y perezcas por causa de la maldad de tus obras, por las cuales lo hayas dejado.

21 »El Señor traerá sobre ti mortandad hasta consumirte en la tierra de la cual vas a tomar posesión.

22 »El Señor te herirá con tisis y con fiebre, con inflamación y ardores, con sequía y calamidad repentina, y con hongos, los cuales te perseguirán hasta que perezcas. 23 Los cielos que cubren tu cabeza serán como el bronce, y la tierra que pisas será como el hierro. 24 En vez de lluvia, el Señor enviará polvo y ceniza a tu tierra, y desde los cielos caerán sobre ti hasta que perezcas.

25 »El Señor hará que seas derrotado delante de tus enemigos. Por un camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás de ellos, y todos los reinos de la tierra te humillarán. 26 Tus cadáveres servirán de comida a todas las aves del cielo y a todas las fieras de la tierra, y no habrá quien las espante.

27 »El Señor te herirá con las úlceras de Egipto, y con tumores, sarna y comezón, y no podrás ser curado.

28 »El Señor te herirá con locura, ceguera y confusión. 29 A plena luz del día andarás a tientas, como ciego, y no tendrás éxito en lo que hagas; al contrario, en todo momento serás oprimido y despojado, sin que haya quien te salve. 30 Te comprometerás en matrimonio, pero otro hombre se acostará con tu prometida; construirás una casa, pero nunca llegarás a habitarla; plantarás viñas, pero nunca disfrutarás de sus uvas. 31 Ante tus propios ojos matarán a tu buey, pero tú no comerás de su carne; ante tus propios ojos te arrebatarán tu asno, y jamás te lo devolverán; tus ovejas serán entregadas a tus enemigos, y tú no podrás impedirlo. 32 Ante tus propios ojos tus hijos y tus hijas serán entregados a otra gente, y tú no podrás impedirlo, y día tras día tus ojos desfallecerán esperando que vuelvan. 33 Gente que jamás conociste se comerá el fruto de tu tierra y de todo tu trabajo, y día tras día serás oprimido y quebrantado. 34 Lo que veas con tus ojos te hará perder el juicio.

35 »El Señor te herirá con pústula maligna en las rodillas y en las piernas, y desde la planta del pie hasta la coronilla, y no podrás ser sanado.

36 »El Señor te llevará a ti, y al rey que hayas puesto para que te gobierne, a una nación que ni tú ni tus padres conocieron, y allá servirás a dioses ajenos de palo y de piedra. 37 Serás motivo de horror, y objeto de comentarios y de burlas de todos los pueblos a donde el Señor te lleve. 38 Sembrarás mucha semilla en el campo, y cosecharás muy poco, porque la langosta la consumirá. 39 Plantarás viñas, y las cultivarás, pero no vendimiarás las uvas ni beberás el vino, porque los gusanos se las comerán. 40 Tendrás olivos por todo tu territorio, pero no te ungirás con el aceite, porque las aceitunas se caerán. 41 Tendrás hijos e hijas, pero no los retendrás, porque serán llevados en cautiverio. 42 Todos tus árboles y todos los frutos de tu tierra serán consumidos por la langosta. 43 Los extranjeros que vivan en tus ciudades se alzarán por encima de ti, mientras que tú caerás muy bajo. 44 Ellos te harán préstamos, pero tú no podrás prestarles nada; ellos serán la cabeza, y tú serás la cola.

45 »Todas estas maldiciones vendrán sobre ti, y te perseguirán y te alcanzarán hasta acabar contigo, por no haber atendido a la voz del Señor tu Dios para cumplir los mandamientos y los estatutos que él te mandó cumplir, 46 y para siempre serán en ti y en tu descendencia una señal y una prueba.

47 »Puesto que no serviste al Señor tu Dios con alegría y con gozo de corazón cuando él te dio abundancia de todo, 48 acabarás siendo esclavo de los enemigos que el Señor envíe contra ti; sufrirás de hambre y de sed, y carecerás de ropa y de todas las cosas. ¡El Señor pondrá sobre tu cuello un yugo de hierro, hasta destruirte!

49 »De muy lejos, del otro extremo de la tierra, el Señor traerá contra ti una nación que vuela como el águila. Es una nación cuya lengua no entiendes, 50 gente de rostro feroz, que no respeta a los ancianos ni perdona a los niños. 51 Y se comerá las crías de tus ganados y los frutos de tu tierra, hasta hacerte perecer. No te dejará nada de trigo, ni de mosto, ni de aceite, ni una sola cría de tus vacas ni de los rebaños de tus ovejas, hasta que te haya destruido. 52 Sitiará todas las ciudades de tu tierra, hasta derribar esas altas y sólidas murallas en las que tú confías. Sitiará todas tus ciudades y toda la tierra que el Señor tu Dios te ha dado. 53 Durante el sitio, y en la desesperación y la angustia ante el enemigo, te comerás el fruto de tu vientre, ¡la carne de tus propios hijos e hijas que el Señor tu Dios te dio! 54 Aun los más sensibles y delicados de tus hombres mirarán con malos ojos a su hermano, y a la mujer amada, y al resto de sus hijos que le queden, 55 y no querrá compartir con ellos la carne de sus hijos. Porque durante el asedio será tal la angustia con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades, que la gente se comerá a sus propios hijos por no haber ya nada qué comer. 56 La mujer más tierna y delicada entre ustedes, que por ser tan tierna y delicada jamás intentaría posar la planta de su pie sobre la tierra, mirará con malos ojos a su esposo amado, y a su hijo y a su hija, 57 y hasta al hijo que acaba de dar a luz, y se los comerá(AK) a escondidas, pues durante el asedio a tus ciudades, y en medio de la angustia y opresión del enemigo, habrá carencia de todo.

58 »Si no tienes cuidado de poner por obra todas las palabras de esta ley escritas en este libro, ni temes este nombre glorioso y temible: EL SEÑOR TU DIOS, 59 entonces el Señor aumentará en gran manera tus plagas y las plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y enfermedades malignas y duraderas, 60 y traerá sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y no te dejarán en paz. 61 Así mismo, el Señor enviará sobre ti toda enfermedad y toda plaga no escrita en el libro de esta ley, hasta que seas destruido. 62 En lugar de haber sido innumerables como las estrellas del cielo, muy pocos de ustedes sobrevivirán, por no haber obedecido a la voz del Señor su Dios. 63 Y así como el Señor se alegraba de hacerles bien y de multiplicarlos, así se alegrará de arruinarlos y destruirlos. ¡Serán arrancados de la tierra de la cual van a tomar posesión!

64 »El Señor te esparcirá por todos los pueblos, de un extremo al otro de la tierra; allí servirás a dioses ajenos de madera y de piedra, que ni tú ni tus padres conocieron jamás. 65 Ni siquiera entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie hallará reposo, pues allí el Señor te dará un corazón temeroso, y tus ojos desfallecerán y tu ánimo decaerá; 66 tu vida estará en constante peligro, y el miedo te dominará noche y día, y no tendrás la vida segura. 67 Será tal el miedo que dominará tu corazón, y tan terrible lo que verán tus ojos, que por la mañana dirás: “¡Cómo quisiera que ya fuera tarde!”, y por la tarde dirás: “¡Cómo quisiera que ya fuera otro día!”

68 »El Señor te hará volver a Egipto en naves, por el camino por el cual te había dicho que nunca más volverías, y allí ustedes serán vendidos a sus enemigos como esclavos y esclavas, ¡y no habrá nadie que los compre!»

El pacto en Moab

29 Éstas son las palabras del pacto que el Señor ordenó a Moisés celebrar en Moab con los hijos de Israel, además del pacto que concertó con ellos en Horeb.

Moisés llamó a todos los israelitas, y les dijo:

«Ustedes han visto con sus propios ojos todo lo que el Señor ha hecho en la tierra de Egipto con el faraón y con todos sus siervos, y con todo su país. Ustedes son testigos de esas grandes pruebas y señales y maravillas. Pero hasta este día el Señor no les ha dado la capacidad de entender, ni de ver ni de oír. Durante cuarenta años yo los he conducido por el desierto, y ni la ropa ni las sandalias que llevan puestas se les han gastado, y para que sepan que yo soy el Señor su Dios, tampoco han tenido que comer pan ni beber vino o sidra. Cuando ustedes llegaron a este lugar, el rey Sijón de Jesbón(AL) y el rey Og de Basán(AM) nos salieron al encuentro para pelear contra nosotros, y los derrotamos; luego tomamos posesión de su tierra, y la entregamos a Rubén y a Gad y a la media tribu de Manasés(AN) como su propiedad. Así que ustedes deben cumplir con las palabras de este pacto, y ponerlas por obra, para que prosperen en todo lo que hagan.

10 »Este día todos ustedes, los varones de Israel, están en presencia del Señor su Dios: tanto los jefes de tribu como los ancianos y los oficiales, 11 lo mismo que sus niños y sus mujeres, y los extranjeros que habitan entre ustedes, desde los que cortan la leña hasta los que acarrean el agua, 12 y esto es para que entren en el pacto del Señor su Dios, y en el juramento que el Señor su Dios hace hoy con ustedes, 13 para confirmarlos hoy como su pueblo, y para que él sea su Dios, tal y como él lo ha dicho y jurado a Abrahán, Isaac y Jacob, los antepasados de ustedes. 14 Este pacto y este juramento no lo hago solamente con ustedes; 15 lo hago delante del Señor nuestro Dios con los que hoy están aquí presentes con nosotros, y también con los que no están hoy aquí con nosotros.

16 »Ustedes saben cómo vivíamos en Egipto, y cómo hemos pasado por en medio de las naciones que hemos encontrado a nuestro paso; 17 ustedes han visto sus hechos repugnantes, y los ídolos de madera, piedra, plata y oro, que tienen consigo. 18 No vaya a ser que alguno de ustedes, hombre o mujer, familia o tribu, aparte hoy su corazón del Señor nuestro Dios y vaya y sirva a los dioses de esas naciones. No vaya a ser que haya entre ustedes alguna raíz que produzca hiel y ajenjo,(AO) 19 y que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga a sí mismo y diga: “Aun cuando persista yo en endurecer mi corazón, voy a estar bien,”, pues eso podría perjudicarlos a todos, buenos y malos. 20 El Señor no querrá perdonarlo, sino que su ira y su celo se encenderá contra ese hombre, y caerán sobre él todas las maldiciones escritas en este libro, y el Señor borrará su nombre de debajo del cielo. 21 El Señor lo apartará para mal de todas las tribus de Israel, conforme a todas las maldiciones del pacto escritas en este libro de la ley. 22 Y lo condenarán las generaciones futuras, y los hijos que nazcan después de ustedes, y los extranjeros que vengan de lejanas tierras, al ver las plagas de aquella tierra, y las enfermedades con que el Señor la habrá azotado 23 (toda su tierra será calcinada con azufre y sal; no será sembrada ni producirá nada, ni crecerá en ella hierba alguna, como sucedió en la destrucción de Sodoma y de Gomorra,(AP) y de Adma y de Zeboyin, a las que el Señor destruyó en el furor de su ira); 24 más aún, todas las naciones dirán: “¿Por qué hizo esto el Señor con esta tierra? ¿Qué significa el ardor de este gran enojo?” 25 Y se les responderá: “Es que se apartaron del pacto que el Señor, el Dios de sus padres, concertó con ellos cuando los sacó de Egipto, 26 y fueron y sirvieron a dioses ajenos, y se inclinaron ante ellos. Eran dioses que nunca antes conocieron, y que nada les habían dado. 27 Por eso se encendió la ira del Señor contra esta tierra, y trajo sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro. 28 El Señor los desarraigó de su tierra con gran ira, furor e indignación, y los expulsó a otro país, como hoy se puede ver.”

29 »Las cosas secretas pertenecen al Señor nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.

Condiciones para la restauración y la bendición

30 »Cuando todo esto te haya sobrevenido, es decir, la bendición y la maldición que he puesto ante ti, si estando en medio de todas las naciones a las que el Señor tu Dios te haya arrojado te arrepientes y con todo tu corazón y con toda tu alma te vuelves al Señor tu Dios, lo mismo que tus hijos, y prestas atención a su voz conforme a todo lo que hoy te mando cumplir, entonces el Señor tu Dios hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos por donde te haya esparcido. Aun cuando tus desterrados se encuentren en los lugares más remotos que hay debajo del cielo, de allí te tomará y te recogerá el Señor tu Dios.

»El Señor tu Dios te hará volver a la tierra que tus padres recibieron en propiedad, y será tuya; y te tratará con bondad y te multiplicará más que a tus padres.

»El Señor tu Dios circuncidará tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que lo ames con todo tu corazón y con toda tu alma, y tengas vida.

»El Señor tu Dios pondrá todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre los que te odiaban y te perseguían. Y tú volverás, y escucharás la voz del Señor, y pondrás por obra todos los mandamientos que hoy te ordeno cumplir.

»El Señor tu Dios te hará prosperar en todo lo que hagas con tus manos, y multiplicará el fruto de tu vientre, el fruto de tu bestia, y el fruto de tu tierra. Sí, el Señor volverá a solazarse contigo para bien, tal y como se solazó con tus padres, 10 siempre y cuando obedezcas la voz del Señor tu Dios y cumplas los mandamientos y los estatutos escritos en este libro de la ley; y siempre y cuando te vuelvas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.

11 »Este mandamiento que hoy te ordeno cumplir no es demasiado difícil para ti, ni se halla lejos. 12 No está en el cielo, como para que digas: “¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá, para que lo escuchemos y lo cumplamos?” 13 Tampoco está al otro lado del mar, como para que digas: “¿Quién cruzará el mar por nosotros, y nos lo traerá, para que lo escuchemos y lo cumplamos?” 14 A decir verdad, la palabra está muy cerca de ti: está en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.(AQ)

15 »Fíjate bien: hoy he puesto delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal. 16 Lo que yo te mando hoy es que ames al Señor tu Dios, que vayas por sus caminos, y que cumplas sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y para que el Señor tu Dios te bendiga en la tierra de la cual vas a tomar posesión.

17 »Pero si apartas tu corazón y no prestas atención, y te dejas llevar, y te inclinas ante dioses ajenos y les sirves, 18 en este día yo les hago saber que ustedes serán destruidos por completo, y que no prolongarán sus días en la tierra al otro lado del Jordán, de la cual van a tomar posesión. 19 Hoy pongo a los cielos y a la tierra por testigos contra ustedes, de que he puesto ante ustedes la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida, para que tú y tu descendencia vivan; 20 y para que ames al Señor tu Dios, y atiendas a su voz, y lo sigas, pues él es para ti vida y prolongación de tus días. Así habitarás la tierra que el Señor juró a tus padres, Abrahán,(AR) Isaac(AS) y Jacob,(AT) que les daría a ustedes.»

Josué sucede a Moisés

31 Moisés fue y repitió ante todo Israel estas palabras. Les dijo:

«Hoy cumplo ciento veinte años de edad. Ya no puedo salir ni entrar. Además, el Señor me ha dicho: “Tú no vas a cruzar este río Jordán.”(AU) Será Josué quien lo cruce delante de ustedes, como el Señor lo ha dicho. Con él lo cruzará el Señor su Dios, y será él quien destruya a estas naciones que tienen delante de ustedes, para que tomen posesión de ellas. El Señor hará con ellos lo mismo que hizo con Sijón y con Og, los reyes de los amorreos, a quienes destruyó,(AV) y con su tierra. El Señor los pondrá en sus manos, y ustedes harán con ellos conforme a todo lo que les he ordenado. Esfuércense y cobren ánimo; no teman, ni tengan miedo de ellos, porque contigo marcha el Señor tu Dios, y él no te dejará ni te desamparará.»

Moisés llamó a Josué, y en presencia de todo Israel le dijo:

«Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que el Señor juró a sus padres que les daría, y tú les darás posesión de ella. El Señor va delante de ti. Él estará contigo, y no te dejará ni te desamparará.(AW) No temas ni te intimides.»

Moisés escribió esta ley y se la entregó a los sacerdotes hijos de Leví, los cuales llevaban el arca del pacto del Señor, y a todos los ancianos de Israel. 10 Luego, Moisés les dio la siguiente orden:

«Cada siete años,(AX) en el año de la condonación de deudas y durante la fiesta de los tabernáculos,(AY) 11 cuando todo Israel se presente delante del Señor tu Dios en el lugar que él escoja, leerás esta ley en voz alta, a oídos de todo Israel. 12 Congregarás a todo el pueblo, es decir, a hombres, mujeres y niños, y a los extranjeros que vivan en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman al Señor su Dios, y se dediquen a cumplir todas las palabras de esta ley. 13 Así, los hijos de ellos que no conocieron esta ley la oirán, y aprenderán a temer al Señor su Dios todos los días que vivan en la tierra al otro lado del Jordán, que es adonde se dirigen para tomar posesión de ella.»

14 El Señor le dijo a Moisés:

«Mira, el día de tu muerte se acerca, así que llama a Josué, y espérenme en el tabernáculo de reunión para que le dé mis órdenes.»

Moisés y Josué se dirigieron al tabernáculo de reunión, y allí esperaron. 15 Entonces el Señor se apareció en el tabernáculo, en la columna de nube, y ésta se detuvo sobre la puerta del tabernáculo. 16 Allí el Señor le dijo a Moisés:

«Tú vas ahora a dormir con tus padres. Pero este pueblo se rebelará y me será infiel con los dioses ajenos de la tierra a la cual van a entrar. Me abandonará y anulará el pacto que he concertado con ellos. 17 Cuando eso suceda, se encenderá mi furor contra ellos, y los abandonaré; les daré la espalda y serán destruidos, y les sobrevendrán muchos males y angustias, y entonces dirán: “¡Todos estos males nos han sobrevenido porque nuestro Dios no está en medio de nosotros!” 18 Lo cierto es que, cuando eso suceda, yo les daré la espalda por todas las maldades que ellos habrán cometido, y por haberse ido tras dioses ajenos. 19 Así que escriban este cántico. Tú mismo, enséñaselo a los hijos de Israel; ponlo en sus labios, para que este cántico me sirva de testimonio contra los hijos de Israel. 20 Porque yo los introduciré en la tierra que juré a sus padres, tierra que fluye leche y miel, y ellos comerán hasta saciarse, y engordarán, y se volverán a dioses ajenos y les servirán, y me harán enojar, e invalidarán mi pacto. 21 Y cuando les sobrevengan muchos males y angustias, este cántico será el testigo que les refute en su propia cara, pues será evocado por los labios de sus descendientes. En realidad, yo sé de antemano lo que se proponen, aun antes de introducirlos en la tierra que juré darles.»

22 Ese mismo día Moisés escribió este cántico, y se lo enseñó a los hijos de Israel. 23 Y el Señor le dio esta orden a Josué(AZ) hijo de Nun:

«Esfuérzate y anímate,(BA) que tú vas a hacer que los hijos de Israel entren en la tierra que juré darles. Yo estaré contigo.»

Se ordena guardar la ley junto al arca

24 Cuando Moisés terminó de escribir en un libro todas las palabras de esta ley, 25 a los levitas que llevaban el arca del pacto del Señor les dio la siguiente orden:

26 «Tomen este libro de la ley, y pónganlo junto al arca del pacto del Señor su Dios. Déjenlo allí como testigo contra ustedes. 27 Yo se bien que ustedes son rebeldes y obstinados. Si aun ahora que vivo entre ustedes, se rebelan contra el Señor, ¡con más razón lo harán después que yo haya muerto! 28 Reúnan a mi alrededor a todos los ancianos de sus tribus, y a sus oficiales, que yo voy a decirles claramente estas palabras, y a poner a los cielos y a la tierra como testigos contra ellos. 29 Yo sé bien que después de mi muerte ustedes se van a corromper y se apartarán del camino que les he mandado seguir, y que en los últimos días les sobrevendrán males por la maldad que cometerán a los ojos del Señor, y que las obras de sus manos provocarán su enojo.»

Cántico de Moisés

30 Entonces Moisés repitió ante toda la congregación de Israel todas las palabras de este cántico:

32 Escúchenme, cielos, que voy a hablar;
¡que oiga la tierra lo que dirán mis labios!
Mi enseñanza se derramará como la lluvia;
mis razonamientos caerán como el rocío.
Serán como la llovizna sobre la grama,
como gotas de agua sobre la hierba.

Voy a proclamar el nombre del Señor;
voy a enaltecer a nuestro Dios.
Él es nuestra Roca, y su obra es perfecta;
todos sus caminos son de justicia.
Es el Dios de la verdad, justo y recto;
en él no hay ninguna maldad.
La corrupción no es suya, sino de sus hijos,
que son gente torcida y perversa.

Tú, pueblo loco e ignorante,
¿así le pagas al Señor?
¡Él es tu padre! ¡Es tu Creador!
¡Él te hizo y te afirmó!
Acuérdate de los tiempos pasados;
trae a la memoria los años ya idos.
Pregúntale a tu padre, y te lo dirá;
y a tus ancianos, y te contarán
cuando el Altísimo dio su herencia a las naciones,
cuando hizo el reparto entre el género humano:
él estableció los linderos de los pueblos
según el número de los hijos de Israel.

La porción del Señor es su pueblo;
Jacob es la herencia que le tocó.
10 Lo encontró en un lugar deshabitado;
en un yermo horrible y solitario.
Lo atrajo hacía él mismo, y lo instruyó;
¡lo cuidó como a la niña de sus ojos!
11 Así como el águila revolotea sobre el nido
y anima a sus polluelos a volar,
y extiende sus alas y los levanta en vilo,
y los sostiene sobre sus alas,
12 así también el Señor los guió,
sin la ayuda de ningún dios extraño.
13 Los hizo ascender a las alturas de la tierra,
y les dio a comer los frutos del campo;
de la roca los hizo libar dulce miel,
¡del duro pedernal los hizo extraer aceite!
14 Los alimentó con leche y mantequilla,
con grasa de corderos y carneros de Basán,
y con la carne de machos cabríos;
les dio a comer del mejor trigo
y les dio a beber del mejor vino.

15 Pero Jesurún engordó y dio de coces
(engordó, se llenó de grasa),
y abandonó al Dios que lo hizo;
¡menospreció a la Roca de su salvación!
16 Con dioses ajenos despertó sus celos;
con sus repugnantes hechos provocó su ira.
17 En vez de ofrecerle sacrificios a Dios,(BB)
se los ofreció a los demonios,
a dioses que nunca antes había conocido;
a dioses nuevos, venidos de cerca,
a los que sus padres nunca antes adoraron.

18 Te olvidaste de la Roca que te creó;
te olvidaste del Dios que te dio el ser.
19 El Señor vio esto, y se encendió su ira,
porque sus hijos y sus hijas lo menospreciaron.
20 Entonces dijo: «Les daré la espalda.
Voy a ver en qué terminan,
porque son una generación perversa;
son unos hijos inconstantes.
21 Despiertan mis celos(BC) con sus ídolos;
¡provocan mi enojo con dioses que no son dioses!
Pero yo también los provocaré a celos
con un pueblo que no es pueblo;
provocaré su enojo con una nación insensata.(BD)
22 Porque mi ira es un fuego ardiente,
y arderá hasta las profundidades del sepulcro;
devorará la tierra y sus frutos,
y consumirá los fundamentos de los montes.
23 Amontonaré sobre ellos calamidades;
¡lanzaré contra ellos mis saetas!
24 El hambre, la fiebre y la peste
los consumirán, y acabarán con ellos;
también enviaré contra ellos colmillos de fieras
y el veneno de serpientes de la tierra.
25 Afuera, los aniquilará la espada;
adentro de sus casas, los dominará el terror;
lo mismo a jóvenes que a doncellas,
lo mismo a niños de pecho que a gente anciana.

26 »Yo había jurado que los esparciría muy lejos,
que pondría fin a su memoria entre los hombres,
27 pero evité las provocaciones del enemigo,
para que no se envanecieran sus adversarios.
No quise que creyeran que todo esto
lo había hecho su propia mano, y no el Señor.
28 Porque son una nación carente de buen juicio:
no tienen capacidad de entendimiento.
29 ¡Si al menos fueran sabios y entendieran esto,
Y se dieran cuenta del fin que les espera!
30 ¿Cómo podría un solo hombre perseguir a mil,
si yo, el Señor, no se los hubiera vendido?
¿Cómo podrían sólo dos poner en fuga a diez mil,
si yo, su Roca, no se los hubiera entregado?»

31 La roca de aquellos no es como nuestra Roca,
y hasta nuestros enemigos pueden constatarlo.
32 La vid de ellos es de la vid de Sodoma,
¡es de los campos de Gomorra!
Sus uvas son uvas ponzoñosas,
y producen racimos de amargura.
33 Su vino es un veneno de serpientes,
¡no es sino mortal ponzoña de áspides!

34 «¿Acaso no he guardado esto conmigo,
y lo tengo sellado entre mis tesoros?
35 A mí me corresponde tomar venganza;(BE)
¡en su momento caerán, y les daré su merecido!
Ya se acerca el día de su aflicción;
¡pronto viene lo que les tengo preparado!»

36 Sí, el Señor juzgará a su pueblo,
y por amor de sus siervos cambiará de parecer
al ver que su fuerza se ha debilitado
y que ya no quedan siervos ni libres.
37 Entonces dirá: «¿Y dónde están sus dioses,
esas rocas en las que se refugiaban,
38 que se comían la grasa de sus sacrificios,
y bebían el vino de sus libaciones?
¡Que se levanten y vengan a ayudarlos!
¡Que vengan a defenderlos!
39 Reconozcan ahora que yo soy Dios,
y que no hay otros dioses conmigo.
Yo doy la vida, y yo la quito;
yo hiero de muerte, y yo devuelvo la vida,
y no hay nadie que pueda evitarlo.
40 Yo levanto la mano hacia los cielos
y juro que vivo para siempre,
41 Cuando afile mi espada reluciente
y eche mano de ella en el juicio,
tomaré venganza de mis enemigos
y a los que me odian les daré su merecido.
42 Empaparé de sangre mis saetas,
y mi espada se saciará de carne viva;
de la sangre de los heridos y de los cautivos,
de las cabezas de mis enemigos de larga melena.»

43 Ustedes las naciones, alaben al pueblo del Señor,(BF)
porque él vengará la sangre de sus siervos(BG)
y tomará venganza de sus enemigos;
¡él hará expiación por la tierra de su pueblo!

44 Moisés se presentó ante el pueblo y, junto con Josué hijo de Nun, les repitió todas las palabras de este cántico. 45 Y cuando Moisés terminó de recitar todas estas palabras ante todo Israel, 46 les dijo:

«Entréguense de corazón a cumplir todas las palabras de esta ley que hoy les he expuesto, y vean que sus hijos las cumplan, y ocúpense de cumplirlas. 47 No se trata de palabras sin sentido, sino que se trata de su propia vida. Por medio de esta ley ustedes prolongarán su vida sobre la tierra al otro lado del Jordán, adonde ahora se dirigen para tomar posesión de ella.»

Moisés contempla la tierra de Canaán

48 Ese mismo día el Señor habló con Moisés. Le dijo:

49 «Sube al monte Abarín, a la cumbre del monte Nebo, que está en la tierra de Moab, frente a Jericó, y contempla la tierra de Canaán, que yo doy a los hijos de Israel como su propiedad. 50 Allí, en ese monte al cual vas a subir, morirás y te reunirás con tu pueblo, del mismo modo que antes tu hermano Aarón murió en el monte Hor y fue a reunirse con su pueblo. 51 Allá, en las aguas de Meriba de Cades, en el desierto de Zin, ustedes pecaron contra mí delante de los hijos de Israel, y delante de ellos no me santificaron. 52 Por eso, sólo verás ante tus ojos la tierra que voy a dar a los hijos de Israel, pero no entrarás en ella.»(BH)

Moisés bendice a las tribus de Israel

33 Antes de morir Moisés, varón de Dios, bendijo a los hijos de Israel, y ésta es la bendición que pronunció. Dijo:

Del monte Sinaí viniste, Señor;
desde Seir dejaste ver tu esplendor.
Desde el monte de Parán resplandeciste
cuando viniste entre millares de santos,
con la ley de fuego en tu mano derecha.

Tú, Señor, amas a tu pueblo;
todo tu pueblo santo está en tus manos.
Por eso ellos siguen tus pasos
y reciben de ti su dirección.
Moisés nos entregó una ley,
que es la herencia de la congregación de Jacob.
Tú, Señor, eres rey en Jesurún,
en la congregación de los jefes del pueblo,
junto con las tribus de Israel.

¡Que viva Rubén! ¡Que nunca muera!
¡Que sus hombres sean muy numerosos!

Para Judá, Moisés pronunció esta bendición:

Señor, oye la voz de Judá,
y hazlo volver a su pueblo.
Que sean sus propias fuerzas suficientes,
y que seas tú su ayuda contra sus enemigos.

A Leví le dijo:

Que sean el Urim y el Tumim(BI) para tu hombre fiel,
aquel a quien pusiste a prueba en Masah,(BJ)
aquel con quien contendiste en Meriba,(BK)
aquel que dijo de su padre y de su madre: «Nunca los he visto»;
aquel que no reconoció a sus hermanos,
ni tampoco reconoció a sus hijos,
aunque sí obedeció tus palabras
y cumplió tu pacto.
10 Él enseña tus preceptos a Jacob,
instruye en tu ley a Israel,
pone delante de ti el incienso
y coloca sobre tu altar el holocausto.
11 Señor, bendice todo lo que él haga
y recibe con agrado la obra de sus manos;
¡hiere de muerte a sus enemigos,
y que jamás se levanten quienes lo odian!

12 A Benjamín le dijo:

El amado del Señor vivirá confiado cerca de él,
y se apoyará sobre sus hombros,
pues el Señor lo protegerá siempre.

13 A José le dijo:

¡Que el Señor bendiga tu tierra
con las mejores lluvias de los cielos
y con las aguas que brotan del abismo!
14 ¡Que el Señor te bendiga
con los mejores frutos del sol
y con los ricos productos de la luna!
15 ¡Que el Señor te bendiga
con los mejores frutos de los montes perennes
y con la abundancia de las montañas eternas;
16 con los mejores dones de toda la tierra
y con el favor del que habita en la zarza!
¡Que todo esto se derrame sobre José,
sobre aquel que es el príncipe de sus hermanos!
17 ¡Su poder es el del primogénito de un toro!
¡Sus astas son recias, como las de un búfalo!
¡Con ellas corneará a todos los pueblos
hasta los confines de la tierra!
¡Así son las diez legiones de Efraín!
¡Así son las cien legiones de Manasés!

18 A Zabulón le dijo:

Tú, Zabulón, te alegras cuando sales;
y tú, Isacar, cuando te quedas en tus tiendas.
19 Llamarán a los pueblos a su monte,
y allí ofrecerán sacrificios de justicia.
Se aprovecharán de la abundancia de los mares,
y de los tesoros escondidos en la arena.

20 A Gad le dijo:

¡Bendito sea el que ensanche a Gad!
Parece reposar como un león,
pero de pronto arrebata brazo y cabeza.
21 Escoge para sí lo mejor de la tierra;
se reserva la parte que es del legislador.
Marcha a la cabeza del pueblo de Israel
y ejecuta los justos mandatos y decretos del Señor.

22 A Dan le dijo:

Tú, Dan, eres un cachorro de león
que salta desde Basán.

23 A Neftalí le dijo:

Tú, Neftalí, estás saciado de favores;
¡rebosas de las bendiciones del Señor!
¡Eres dueño del occidente y del sur!

24 A Aser le dijo:

Tú, Aser, eres el más bendecido de los hijos
y el más amado de los hermanos.
Tus pies se empaparán en aceite.
25 Tendrás cerrojos de hierro y bronce,
y tantas fuerzas como días de vida.
26 No hay Dios como el Dios de Jesurún,
que cabalga sobre las nubes de los cielos
para venir, con su grandeza, en tu ayuda.
27 El Dios eterno es tu refugio;
aquí en la tierra siempre te apoya.
Delante de ti desalojó al enemigo,
y te ordenó que lo destruyeras.

28 Vive confiado, Israel;
habita solitario, fuente de Jacob,
en la tierra de trigo y de vino.
También tus cielos destilan rocío.
29 ¡Bienaventurado tú, Israel!
¿Quién como tú,
pueblo que el Señor ha rescatado?
El Señor es tu escudo y tu socorro;
¡es la espada de tu triunfo!
Tus enemigos serán humillados;
¡tú aplastarás sus lugares altos!

Muerte y sepultura de Moisés

34 Moisés subió desde los campos de Moab hasta el monte Nebo, hasta la cumbre del Pisga, que está enfrente de Jericó, y allí el Señor le mostró toda la tierra, desde Galaad hasta Dan, y todo Neftalí, y también la tierra de Efraín y de Manasés, es decir, toda la tierra de Judá hasta el mar occidental, el Néguev y la llanura, el llano de Jericó y la ciudad de las palmeras, hasta Soar. Allí el Señor le dijo:

«Ésta es la tierra que juré dar a los descendientes de Abrahán,(BL) Isaac(BM) y Jacob.(BN) Te he permitido verla con tus propios ojos, pero no entrarás en ella.»

Allí, en la tierra de Moab, murió Moisés, el siervo del Señor, conforme a lo que el Señor había dicho, y allí mismo lo enterró, en el valle, en la tierra de Moab, frente a Bet Pegor, y hasta el día de hoy nadie conoce el lugar donde fue sepultado. Cuando Moisés murió, tenía ciento veinte años de edad; pero sus ojos nunca se le nublaron, ni perdió su vigor. Los hijos de Israel lloraron a Moisés en los campos de Moab durante treinta días. Así se cumplieron los días de llanto y de luto por la muerte de Moisés.

Como Moisés puso sus manos sobre Josué hijo de Nun, éste fue lleno de espíritu de sabiduría, y los hijos de Israel le obedecieron e hicieron lo que el Señor le había ordenado a Moisés. 10 Nunca más surgió en Israel un profeta que, como Moisés, hubiera conocido al Señor cara a cara.(BO) 11 Nadie le igualó en todas las señales y prodigios que el Señor le mandó hacer en Egipto, contra el faraón y contra todos sus siervos y su país, 12 ni en el gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que hizo a la vista de todo Israel.

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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