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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Proverbios 7:1-20:21

La seducción

Hijo mío, conserva mis palabras
y guarda en tu interior mis mandatos.
Conserva mis mandatos y vivirás,
cuida mi enseñanza como a la niña de tus ojos.
Átatelos en tus dedos,
escríbelos en tu mente.
Hermánate con la sabiduría
y emparenta con la inteligencia,
para que te protejan de la mujer ajena,
de la extraña de palabras seductoras.
Un día estaba yo en la ventana de mi casa,
observando entre las rejas;
miraba a una pandilla de incautos
y distinguí entre ellos a un joven insensato:
cruzó la calle, junto a la esquina,
y se encaminó a la casa de la mujer.
Era la hora del ocaso, al caer la tarde,
cuando llega la noche y oscurece.
10 Entonces una mujer le salió al paso
con ropas y ademanes de prostituta.
11 Bullanguera y descarada,
sus pies nunca paran en casa.
12 Un rato en la calle, otro en la plaza,
en cualquier esquina hace la espera.
13 Ella le echó mano, lo besó
y descaradamente le dijo:
14 “Tenía prometidos unos sacrificios
y hoy he cumplido mis promesas;
15 por eso he salido a buscarte;
tenía ganas de verte y te he encontrado.
16 He cubierto mi lecho de colchas
y sábanas de lino egipcio;
17 he perfumado mi alcoba con mirra,
con áloe y con canela.
18 Saciémonos de caricias hasta el amanecer
y disfrutemos de los placeres del amor;
19 mi marido no está en casa:
ha emprendido un largo viaje,
20 se ha llevado la bolsa del dinero
y no volverá a casa hasta la luna llena”.
21 Con todas estas artes lo sedujo,
lo rindió con sus labios lisonjeros
22 e inmediatamente él la siguió,
como buey llevado al matadero,
como ciervo atrapado en la red;
23 una flecha le atraviesa las entrañas
y como pájaro cae en la trampa,
sin saber que le va a costar la vida.
24 Y ahora, hijo mío, escúchame
y presta atención a mis palabras:
25 no te dejes arrastrar por ella,
no te extravíes tras sus huellas,
26 porque ha dejado a muchos malheridos
y sus víctimas son muy numerosas.
27 Su casa es el camino del abismo
que baja a la morada de la muerte.

Pregón de la Sabiduría

La Sabiduría está pregonando,
la inteligencia levanta su voz.
Sobre los promontorios
al borde del camino,
de pie en las encrucijadas,
junto a las puertas de la ciudad,
a la entrada de los patios está gritando:
“A ustedes, seres humanos, los llamo,
a ustedes dirijo mi pregón.
Inexpertos, adquieran prudencia;
y ustedes, necios, sean sensatos.
Escuchen, que mis labios
proclaman cosas rectas,
cosas excelentes comunican.
Mi boca paladea la verdad,
pues la maldad repugna a mis labios.
Todos mis discursos son sinceros,
ninguno es hipócrita ni retorcido;
todos son claros para el inteligente,
irreprochables para los que adquieren saber.
10 Prefieran mi instrucción a la plata
y el conocimiento al oro puro;
11 pues la sabiduría es más valiosa que las perlas,
ninguna joya se le puede comparar.
12 Yo, la Sabiduría, convivo con la prudencia
y he encontrado el arte de la discreción.
13 (Respetar al Señor es odiar el mal).
Aborrezco la soberbia y la arrogancia,
el mal proceder y la mentira.
14 Tengo buen juicio y competencia,
me pertenecen la inteligencia y el poder.
15 Gracias a mí reinan los reyes
y los soberanos administran la justicia.
16 Gracias a mí gobiernan los príncipes
y los magistrados juzgan con justicia.
17 Yo amo a los que me aman
y los que me buscan me encuentran.
18 Me acompañan riquezas y honores,
fortuna duradera y justicia.
19 Mi fruto es mejor que oro de ley,
mi cosecha es mejor que plata fina.
20 Camino por sendas justas
y voy por senderos rectos;
21 así legaré mis bienes a los que me aman
y los colmaré de riqueza.
22 El Señor me creó al principio de mi actividad,
antes de sus obras primeras;
23 desde el comienzo del tiempo fui fundada,
antes de los orígenes de la tierra.
24 Aún no había océanos cuando fui engendrada,
aún no existían manantiales ricos en agua;
25 antes de que estuvieran formados los montes,
antes que existieran las colinas fui engendrada.
26 Aún no había creado la tierra y los campos,
ni las primeras partículas del mundo.
27 Yo estaba allí cuando colocaba los cielos,
cuando extendía el firmamento sobre el océano;
28 cuando sujetaba las nubes en lo alto,
cuando fijaba las fuentes subterráneas;
29 cuando imponía al mar sus límites
para que las aguas no se desbordasen.
Cuando echaba los cimientos de la tierra,
30 yo estaba junto a él, como aprendiz;
yo era su alegría cotidiana
y jugaba en su presencia a todas horas;
31 jugaba en su mundo habitado,
compartiendo con los humanos mi alegría.
32 Y ahora, hijos, escúchenme:
felices quienes siguen mis caminos.
33 Acepten la corrección,
no la rechacen y serán sabios.
34 Felices aquellos que me escuchan
velando a mis puertas cada día,
vigilando los dinteles de mi entrada.
35 Quien me encuentra, encuentra la vida
y obtiene el favor del Señor.
36 Mas quien me ofende, se daña a sí mismo;
los que me odian, aman la muerte”.

La fiesta de la Sabiduría

La Sabiduría edificó su casa,
talló sus siete columnas,
sacrificó las víctimas, mezcló su vino
y hasta preparó su mesa.
Después mandó a sus criadas a pregonar
por los lugares dominantes de la ciudad:
“Que los inexpertos vengan aquí”.
A los insensatos, por su parte, les decía:
“Vengan a compartir mi comida
y a beber el vino que he preparado.
Dejen de ser insensatos y vivirán,
sigan rectos el camino de la inteligencia”.

Contra los cínicos

Quien corrige al cínico recibe insultos,
quien reprende al malvado, desprecio.
No reprendas al cínico, que te odiará;
corrige al sabio y te amará.
Dale al sabio y será más sabio;
enseña al justo y aprenderá más.
10 El comienzo de la sabiduría
es el respeto del Señor,
conocer al Santo es inteligencia.
11 Gracias a mí vivirás muchos días,
prolongarás los años de tu vida.
12 Si eres sabio, te aprovechará el serlo;
si eres cínico, sufrirás las consecuencias.

La fiesta de Doña Necedad

13 Doña Necedad es chismosa,
simplona e ignorante.
14 Se sienta a la puerta de su casa
en una silla desde donde domina la ciudad;
15 desde allí grita a los transeúntes,
a los que van derechos por su camino:
16 “Que los inexpertos vengan aquí”;
y a los insensatos les dice:
17 “El agua robada es dulce,
el alimento prohibido es exquisito”.
18 Pero ignora que allí habitan los fantasmas
y que sus huéspedes están en el fondo del abismo.

II.— PROVERBIOS DE SALOMÓN (10,1—22,16)

10 Proverbios de Salomón.

Hijo sabio, alegría del padre;
hijo necio, disgusto de su madre.
La riqueza deshonesta no aprovecha,
pero la justicia libra de la muerte.
El Señor no deja pasar hambre al justo,
reprueba la avaricia del malvado.
Mano indolente empobrece,
manos decididas enriquecen.
El prudente cosecha en verano,
quien se duerme al cosechar merece el desprecio.
Hay bendiciones para la cabeza del justo,
la boca del malvado esconde violencia.
El recuerdo del justo es bendición,
la fama del malvado se apolilla.
La persona sensata acepta órdenes,
labios alocados llevan a la ruina.
Quien actúa con rectitud camina seguro,
quien anda con rodeos queda al descubierto.
10 Quien guiña los ojos causa disgustos,
quien reprende a la cara favorece la paz.
11 Es fuente de vida la boca del justo,
la del malvado esconde violencia.
12 El odio provoca pendencias,
el amor oculta las faltas.
13 En labios inteligentes hay sabiduría,
una vara para la espalda del insensato.
14 Los sabios atesoran saberes,
la boca del necio es ruina inminente.
15 El alcázar del rico es su hacienda;
la amenaza del pobre, su pobreza.
16 La recompensa del justo es la vida;
la cosecha del malvado, el delito.
17 Quien acepta la corrección camina a la vida,
quien desprecia la reprensión se extravía.
18 Labios embusteros esconden odio,
quien difunde calumnias es necio.
19 El que mucho habla, mucho yerra;
el prudente refrena sus labios.
20 Es plata de ley la lengua del justo,
la mente malvada simple ganga.
21 Los labios del justo instruyen a muchos,
los necios perecen por falta de seso.
22 La bendición del Señor enriquece
sin que nada le añada el esfuerzo.
23 Al necio le divierte urdir intrigas;
al inteligente, la sabiduría.
24 Al malvado le sucede lo que teme,
al justo se le cumplen sus deseos.
25 Tras la tormenta desaparece el malvado,
el justo permanece para siempre.
26 Vinagre a los dientes y humo a los ojos
es el perezoso para quien lo envía.
27 El respeto al Señor prolonga la vida,
los años del malvado se acortan.
28 El porvenir del justo es alegre,
la esperanza del malvado perece.
29 El camino del Señor es refugio para el recto,
ruina para los malhechores.
30 El justo siempre se mantendrá firme,
los malvados no habitarán la tierra.
31 La boca del justo destila sabiduría,
la lengua embustera será extirpada.
32 Los labios del justo procuran placer;
la boca del malvado, perversión.

11 El Señor detesta las balanzas trucadas
y aprueba el peso exacto.
La arrogancia acarrea deshonra,
la humildad trae sabiduría.
La rectitud guía a los honrados,
la perversión arruina a los desleales.
La riqueza no sirve en el día del juicio;
en cambio, la justicia libra de la muerte.
El justo encuentra llano el camino,
el malvado cae por su propia maldad.
La justicia salva a los honrados,
los desleales quedan presos de su ambición.
Cuando muere el malvado perece su esperanza,
se acaba la confianza que ha puesto en las riquezas.
El justo se libra del apuro
y el malvado ocupa su lugar.
Las palabras del impío arruinan a su prójimo,
los justos se libran por su saber.
10 Si los justos prosperan, se alegra la ciudad;
si los malvados fracasan, se llena de júbilo.
11 La bendición de los rectos engrandece a una ciudad,
la palabras de los malvados la arruinan.
12 El insensato desprecia a su prójimo,
el inteligente guarda silencio.
13 El chismoso desvela secretos,
quien es de fiar se guarda las cosas.
14 Cuando hay desgobierno, el pueblo se hunde;
muchos consejeros traen la salvación.
15 Quien avala a un extraño se perjudica,
quien evita hacer tratos vive tranquilo.
16 La mujer agraciada alcanza honores,
los audaces consiguen riquezas;
17 El bondadoso se hace bien a sí mismo,
el despiadado perjudica su salud.
18 El malvado obtiene ganancia engañosa;
a quien siembra justicia, recompensa segura.
19 Quien practica la justicia vivirá,
quien va detrás del mal morirá.
20 El Señor detesta las mentes perversas
y le complace la conducta intachable.
21 No quedará impune el malvado,
la estirpe de los justos se salvará.
22 Anillo de oro en morro de cerdo
es la mujer hermosa, pero sin seso.
23 Los justos desean sólo el bien,
al malvado le aguarda la ira.
24 Hay desprendidos que se enriquecen
y tacaños que se empobrecen.
25 Quien es generoso prosperará,
a quien ofrece de beber no le faltará agua.
26 La gente maldice al que acapara trigo,
bendice al que lo ofrece en venta.
27 Quien madruga hacia el bien, obtiene ayuda;
quien busca el mal, se topa con él.
28 Quien confía en sus riquezas se hundirá,
los justos florecerán como rosales.
29 Quien descuida su casa heredará viento;
el necio será esclavo del sabio.
30 El fruto del justo es árbol de vida,
quien gana adeptos es sabio.
31 Si el justo recibe su paga en la tierra,
¡cuánto más el malvado y el pecador!

12 Quien ama la educación ama el saber,
quien odia la corrección es un estúpido.
El Señor favorece al que es bueno
y condena al malintencionado.
Nadie está seguro en la maldad,
la raíz de los justos es inconmovible.
Mujer de valía es corona del marido;
la desvergonzada, cáncer de sus huesos.
Los justos tienen intenciones rectas;
los malvados, planes traicioneros.
Las palabras de los malvados son trampas mortales;
las de los honrados, fuente de salvación.
El malvado se derrumba y desaparece
mientras la casa del justo sigue en pie.
Por su buen juicio es alabada una persona,
la mente retorcida es despreciada.
Más vale un don nadie bien servido
que un presuntuoso hambriento.
10 El justo se preocupa de su ganado,
las entrañas del malvado son crueles.
11 Quien cultiva su tierra se harta de pan,
quien persigue quimeras es un insensato.
12 La codicia es la red del malvado,
la raíz de los justos da fruto.
13 El malvado se enreda en sus propias mentiras,
el justo sale airoso del apuro.
14 Cada uno se alimenta de sus palabras
y recoge el producto de sus manos.
15 El necio cree que lleva buen camino,
el sabio se deja aconsejar.
16 El enfado del necio se percibe al instante,
el prudente disimula la afrenta.
17 Quien dice verdad hace brillar la justicia,
el testigo falso difunde mentira.
18 Habla el charlatán y da puñaladas,
habla el sabio y todo lo sana.
19 Labios veraces se mantienen siempre;
lengua mentirosa, sólo un instante.
20 Hay mentira en la mente de los que traman el mal,
alegría en la de quienes promueven la paz.
21 Al justo no le alcanza ningún daño,
los malvados están llenos de males.
22 El Señor detesta los labios mentirosos
y concede su favor a los sinceros.
23 La persona prudente oculta su saber,
la insensata pregona su necedad.
24 La persona laboriosa alcanzará el mando,
a la perezosa le tocará servir.
25 La angustia deprime al ser humano,
una palabra buena lo hace feliz.
26 El justo se aparta del mal,
al malvado lo extravía su camino.
27 El perezoso nunca logra asar su caza,
no hay mayor riqueza que una persona diligente.
28 La senda de la justicia conduce a la vida;
el camino del rencor lleva a la muerte.

13 El hijo sabio acepta la corrección paterna,
el insolente no hace caso a reprimendas.
Cada cual se alimenta con sus palabras,
los traidores tienen hambre de violencia.
Quien controla su boca protege su vida,
quien habla en demasía va a la ruina.
El perezoso desea y no se sacia,
los diligentes satisfacen sus deseos.
El justo aborrece la mentira,
el malvado apesta y deshonra.
La justicia protege al intachable,
la maldad pervierte al pecador.
Hay quien presume de rico y nada tiene,
quien pasa por pobre y tiene gran fortuna.
La riqueza defiende la vida del rico,
pero al pobre ni siquiera lo amenazan.
Luz de justos brilla alegremente,
lámpara de malvados se extingue.
10 La insolencia sólo produce discordia,
la sabiduría acompaña a los discretos.
11 Riqueza efímera mengua;
quien reúne poco a poco prospera.
12 Esperanza aplazada oprime el corazón,
deseo realizado es árbol de vida.
13 Quien desprecia un precepto se pierde,
el que respeta un mandato queda a salvo.
14 La enseñanza del sabio es fuente de vida,
sirve para huir de los lazos de la muerte.
15 El buen juicio se granjea estima,
el camino del traidor es su ruina.
16 El prudente obra con conocimiento,
el estúpido esparce necedad.
17 El mal mensajero acarrea desgracias,
el enviado fiel pone remedio.
18 Miseria y deshonra a quien rechaza advertencias,
quien acepta corrección recibirá honor.
19 Deseo realizado es deleite del alma,
los necios detestan evitar el mal.
20 Quien anda con sabios acaba sabio,
el que se junta con necios acaba mal.
21 La desgracia persigue a los pecadores,
el bien recompensa a los justos.
22 Una persona de bien deja herencia a sus nietos,
la riqueza del pecador será para el justo.
23 El barbecho del pobre da comida abundante;
donde falta justicia, todo se pierde.
24 Quien no usa la vara no quiere a su hijo;
quien lo ama, lo corrige a tiempo.
25 El justo come y sacia su apetito,
el vientre del malvado pasa hambre.

14 La mujer sabia edifica su casa,
la necia la arruina con sus manos.
Quien procede honradamente respeta al Señor,
el de conducta torcida lo desprecia.
Las palabras del necio son brote de soberbia,
las del sabio le sirven de protección.
Donde no hay bueyes, granero vacío;
la fuerza del toro trae cosecha abundante.
Testigo fiel no miente,
testigo falso esparce mentiras.
El insolente busca sabiduría sin éxito,
para el inteligente es fácil el saber.
Aléjate de la persona insensata,
pues no recibirás saber de sus labios.
La sabiduría del prudente le hace conocer su camino,
la necedad de los estúpidos es un fraude.
Los necios se mofan de sus culpas,
los honrados gozan del favor.
10 El corazón conoce su propia amargura
y no comparte su alegría con extraños.
11 Mansión de malvados se arruina,
cabaña de honrados prospera.
12 Hay caminos que parecen rectos
y al final son caminos de muerte.
13 Aun entre risas sufre el corazón,
al final la alegría acaba en llanto.
14 Al infiel lo nutren sus extravíos;
a la persona de bien, sus obras.
15 El incauto se lo cree todo,
el prudente medita sus pasos.
16 El sabio teme un mal y lo evita,
el necio se mete en él confiado.
17 El impulsivo comete locuras,
el juicioso mantiene la calma.
18 Los incautos heredan necedad,
los prudentes abrazan el saber.
19 Los malos se someterán a los buenos,
los malvados se inclinarán ante el justo.
20 Aun al amigo le es odioso el pobre,
los amigos del rico son muchos.
21 Quien desprecia a su prójimo peca,
quien se apiada de los pobres es dichoso.
22 Se extravían quienes traman el mal,
amor y verdad para los que buscan el bien.
23 Todo trabajo rinde beneficios;
la palabrería, sólo penuria.
24 El ingenio es corona de sabios;
la insensatez, distintivo de necios.
25 El testigo veraz salva vidas,
el falso propaga mentiras.
26 El respeto del Señor da plena confianza,
será para sus hijos un refugio.
27 El respeto del Señor es fuente de vida,
libra de los lazos de la muerte.
28 Pueblo numeroso, gloria del rey;
escasez de gente, ruina del príncipe.
29 El paciente demuestra gran inteligencia,
el impulsivo delata necedad.
30 La mente sana vivifica al cuerpo,
la envidia corroe los huesos.
31 Quien oprime al pobre insulta a su Creador,
quien se apiada del indigente lo honra.
32 El malvado tropieza en su maldad,
el justo halla refugio en su honradez.
33 La sabiduría habita en mente inteligente,
pero es desconocida entre los necios.
34 La justicia engrandece a una nación,
el pecado cubre a los pueblos de vergüenza.
35 El rey favorece al siervo eficiente
y descarga su cólera sobre el inepto.

15 Respuesta amable aplaca la ira,
palabra hiriente enciende la cólera.
Lengua de sabios perfecciona el saber,
boca de necios esparce necedad.
En todas partes los ojos del Señor
observan a malos y buenos.
Lengua sana es árbol de vida,
lengua perversa rompe el corazón.
El necio desprecia la corrección paterna,
el que observa la advertencia se hace sagaz.
La casa del justo abunda en riqueza,
la renta del malvado es insegura.
Los labios del sabio esparcen saber,
la mente del necio todo lo contrario.
El Señor aborrece el sacrificio del malvado,
la oración del honrado le agrada.
El Señor aborrece la conducta del malvado
y ama al que va tras la justicia.
10 Quien abandona su senda sufrirá escarmiento,
el que odia la corrección morirá.
11 Conoce el Señor Abismo y Perdición,
¡cuánto más la mente humana!
12 El insolente odia a quien lo reprende
y evita la compañía de los sabios.
13 Corazón contento mejora el semblante,
corazón triste deprime el ánimo.
14 Mente inteligente busca el saber,
boca de necios pace necedad.
15 Para el desdichado todos los días son malos,
el corazón feliz siempre está de fiesta.
16 Más vale poco con respeto al Señor
que gran tesoro con preocupación.
17 Más vale ración de verduras con amor,
que buey suculento con odio.
18 El violento provoca peleas,
el paciente aplaca contiendas.
19 El camino del perezoso es un zarzal,
la senda de los honrados amplia calzada.
20 Hijo sabio alegra al padre,
hijo necio deshonra a su madre.
21 La necedad divierte al insensato,
el inteligente camina con rectitud.
22 Cuando falta consejo fracasan los planes;
cuando abundan los consejeros, se cumplen.
23 Respuesta a tiempo causa alegría,
¡qué buena es la palabra oportuna!
24 El sensato asciende por sendas de vida,
así se libra de bajar al abismo.
25 El Señor derriba la casa del soberbio
y reafirma los linderos de la viuda.
26 El Señor aborrece los planes perversos
y le agradan las palabras sinceras.
27 Quien codicia en exceso arruina su casa,
quien rechaza el soborno vivirá.
28 La mente del justo medita sus respuestas,
la boca del malvado esparce maldades.
29 El Señor está lejos de los malvados
y escucha la oración de los justos.
30 Mirada radiante alegra el corazón,
buena noticia fortalece los huesos.
31 El que presta oído a reprensión saludable
habitará entre los sabios.
32 Quien rechaza la educación se desprecia a sí mismo,
quien atiende a la reprensión adquiere cordura.
33 El respeto al Señor es escuela de sabiduría,
la humildad es antesala de gloria.

16 El ser humano propone,
pero es Dios el que dispone.
A uno le puede parecer intachable su conducta,
pero el Señor juzga las intenciones.
Encomienda al Señor tus obras
y se realizarán tus planes.
El Señor hace todo con un fin:
al malvado, para el día del castigo.
El Señor aborrece toda arrogancia,
seguro que no la dejará impune.
Amor y verdad reparan delitos,
el respeto al Señor aparta del mal.
Cuando el Señor aprueba a alguien,
hasta con sus enemigos lo reconcilia.
Más vale poco con justicia
que muchas ganancias ilícitas.
El ser humano proyecta su camino,
pero es el Señor quien dirige sus pasos.
10 El rey habla de parte de Dios,
su boca no yerra en el juicio.
11 Balanza y platillos exactos son del Señor,
todas las pesas son obra suya.
12 Es detestable que los reyes hagan el mal,
pues la justicia sustenta su trono.
13 El rey se complace en los labios sinceros
y ama al que habla rectamente.
14 La ira del rey es presagio de muerte,
pero el sabio consigue aplacarla.
15 El rostro radiante del rey es promesa de vida,
su favor es nube preñada de lluvia.
16 Mejor es comprar sabiduría que oro,
más vale comprar inteligencia que plata.
17 La senda del honrado se aparta del mal,
quien vigila su conducta protege su vida.
18 La soberbia precede a la ruina
y el orgullo al fracaso.
19 Más vale rebajarse entre pobres
que compartir botín de soberbios.
20 Al que atiende la palabra le irá bien,
dichoso quien confía en el Señor.
21 Mente sabia es garantía de prudencia,
palabras amables consiguen persuadir.
22 La sensatez es vida para su dueño,
la necedad es el castigo del necio.
23 A mente sabia palabras prudentes
y labios persuasivos.
24 Panal de miel son las palabras amables:
endulzan el alma y sanan el cuerpo.
25 Hay caminos que parecen rectos
y al final son caminos de muerte.
26 La penuria del obrero lo impulsa a trabajar,
pues su hambre lo apremia.
27 Persona desalmada excava maldad
y echa por sus labios fuego abrasador.
28 Persona perversa provoca peleas;
si es chismosa, separa a los amigos.
29 Persona violenta seduce a su prójimo
y lo arrastra a cometer el mal.
30 El que guiña los ojos medita engaños,
quien se muerde los labios ya ha hecho el mal.
31 Las canas son aureola de gloria
que se consigue practicando la justicia.
32 Más vale paciente que valiente,
dueño de sí que conquistador de ciudades.
33 Los dados se tiran sobre el tablero,
pero la decisión depende del Señor.

17 Más vale mendrugo seco en paz,
que comilonas en medio de riñas.
Siervo eficiente suplantará al hijo indigno
y compartirá la herencia con los hermanos.
La plata en el crisol y el oro en el horno,
a los corazones los prueba el Señor.
El malhechor presta oído a labios dañinos,
el mentiroso hace caso a malas lenguas.
Quien se burla del pobre insulta a su Creador,
quien se alegra de una desgracia no quedará impune.
La aureola de los viejos son los nietos,
la gloria de los hijos son sus padres.
Ni al tonto le pega el discurso elevado,
ni al noble el discurso mentiroso.
A quien lo practica,
el soborno le parece un amuleto:
en cualquier circunstancia obtiene éxito.
Quien disculpa una ofensa consigue amistad,
quien la recuerda pierde al amigo.
10 Más hondo le cala un reproche al sensato
que cien palos al necio.
11 El malvado provoca revueltas,
recibirá crueldad como respuesta.
12 Mejor toparse con osa privada de sus oseznos
que con tonto de remate.
13 Quien devuelve mal por bien
no echará el mal de su casa.
14 Iniciar un conflicto es abrir una compuerta;
antes de enzarzarte en pleitos, retírate.
15 Absolver al malvado y condenar al justo
son dos cosas que detesta el Señor.
16 ¿De qué le sirve al necio tener dinero?
Si no tiene seso, ¿podrá comprar sabiduría?
17 El amigo ama en todo momento,
el hermano nace para ayudar en la desgracia.
18 Insensato el que hace un trato
saliendo fiador de su prójimo.
19 El que ama las riñas, ama el delito;
el que agranda su puerta, se busca la ruina.
20 Mente retorcida no hallará dicha,
el deslenguado caerá en desgracia.
21 Un hijo insensato produce dolor,
ser padre de un necio no causa alegría.
22 Corazón contento es buena medicina,
ánimo abatido debilita los huesos.
23 El corrupto acepta soborno secreto
y así tuerce el curso del derecho.
24 En la cara del inteligente brilla la sabiduría,
la mirada del necio se pierde en el horizonte.
25 Hijo necio, pena del padre
y amargura de la madre.
26 No está bien castigar al justo,
azotar a gente honorable va contra el derecho.
27 El parco en palabras es rico en saber,
mantener la calma es de inteligentes.
28 Hasta el necio que calla es tenido por sabio,
quien mide sus palabras, por inteligente.

18 El solitario persigue su interés,
cualquier consejo lo enfada.
Al necio no le gusta comprender,
sino expresar su opinión.
La deshonra acompaña al malvado
y el desprecio a la ofensa.
Aguas profundas, las palabras humanas;
río caudaloso, el manantial de la sabiduría.
No está bien favorecer al culpable
condenando al inocente en el juicio.
Los labios del necio se meten en líos,
sus palabras le ocasionan golpes.
La boca del necio es su ruina;
sus palabras, una trampa mortal.
Las palabras del calumniador son golosinas
que penetran hasta lo más profundo.
El descuidado en su trabajo
es hermano del destructor.
10 El nombre del Señor es fortaleza,
a ella acude el justo para protegerse.
11 El alcázar del rico es su hacienda,
cual muralla protectora la imagina.
12 A la soberbia sigue la ruina,
a la humildad la fama.
13 Quien responde sin escuchar
se abochorna en su necedad.
14 El animoso soporta la enfermedad;
al abatido, ¿quién lo levantará?
15 Mente inteligente adquiere saber,
oído sabio busca conocimiento.
16 El regalo abre todas las puertas,
introduce a cualquiera ante los grandes.
17 Quien primero habla en un pleito
cree estar en posesión de la razón,
pero llega su adversario y lo desmiente.
18 La suerte zanja disputas
y decide entre poderosos.
19 Hermano ofendido es fortín irreductible,
las disputas son los cerrojos de su encastillamiento.
20 Una persona se alimenta de sus palabras
y se sacia con el producto de sus labios.
21 Muerte y vida dependen de la lengua,
según se utilice así será el resultado.
22 Quien encuentra esposa encuentra un bien
y obtiene el favor del Señor.
23 El pobre habla suplicando,
el rico responde con dureza.
24 Hay camaradas que se destrozan,
pero también amigos más íntimos que hermanos.

19 Más vale pobre de conducta recta
que necio de labios perversos.
Cuando no hay saber, no vale afán;
pies apresurados se pierden.
El necio arruina su destino
y en su interior echa las culpas al Señor.
La riqueza hace muchas amistades,
pero al pobre hasta su amigo lo abandona.
Testigo falso no quedará impune,
el mentiroso sufrirá las consecuencias.
Muchos buscan el favor del poderoso
y todos se hacen amigos del espléndido.
Si al pobre lo desprecian sus hermanos,
con más razón lo abandonan sus amigos.
El que adquiere cordura aprecia su vida,
quien cuida la inteligencia halla la dicha.
Testigo falso no quedará impune,
el mentiroso perecerá.
10 No es propio de necios vivir entre lujos,
tampoco es de siervos gobernar a príncipes.
11 Persona sensata domina su ira
y tiene a gala disculpar una ofensa.
12 La cólera del rey es rugido de león,
su favor es rocío sobre la hierba.
13 Hijo necio, desgracia del padre;
mujer pendenciera, gotera incesante.
14 Casa y hacienda, herencia de los padres;
mujer prudente, regalo del Señor.
15 La pereza hunde en la modorra,
el indolente pasará hambre.
16 Quien respeta el precepto respeta su vida,
quien deshonra su conducta morirá.
17 Quien favorece al pobre presta al Señor
y recibirá su recompensa.
18 Castiga a tu hijo mientras hay esperanza,
pero no te obceques hasta matarlo.
19 El violento cargará con su multa;
si lo disculpas, empeorarás las cosas.
20 Escucha el consejo, acepta la corrección
y al final llegarás a sabio.
21 El ser humano concibe proyectos,
lo que prevalece es la decisión del Señor.
22 Lo que uno busca es ser leal,
más vale pobre que mentiroso.
23 El respeto al Señor lleva a la vida:
hace dormir a gusto y sin pesadillas.
24 El perezoso mete la mano en el plato,
pero no es capaz de llevarla a la boca.
25 Castiga al insolente y el ingenuo se hará cauto,
corrige al inteligente y aprenderá la lección.
26 Quien maltrata al padre y expulsa a la madre
es hijo infame y falto de vergüenza.
27 Si dejas, hijo mío, de escuchar la enseñanza,
te alejarás de los dichos sensatos.
28 Testigo desalmado se burla de la justicia,
la boca del malvado no se harta de maldad.
29 Listos están los látigos para los arrogantes
y los azotes para la espalda del necio.

20 Pendenciero es el vino y agresivo el alcohol,
quien se pierde en ellos no llegará a sabio.
El furor del rey es rugido de león,
quien lo provoca pierde la vida.
Es honorable evitar contiendas,
pero todo insensato se mete en peleas.
Tras la cosecha el perezoso no ara,
luego busca en tiempo de siega y no hay nada.
Agua profunda es el consejo en el corazón,
la persona inteligente la saca.
Son muchos los que proclaman su lealtad,
pero, ¿quién hallará una persona fiel?
El justo procede con rectitud,
¡dichosos los hijos que deja!
Rey sentado en tribunal
descubre con sus ojos todo mal.
¿Quién puede decir: “Mi conciencia es pura,
estoy limpio de pecado”?
10 Pesos y medidas dobles:
el Señor aborrece ambas cosas.
11 Ya en sus obras anticipa el muchacho
si será pura y recta su conducta.
12 Oído que escucha y ojo que ve,
los dos son obra del Señor.
13 No ames el sueño y no empobrecerás;
mantente vigilante y no te faltará pan.
14 “¡Qué mala mercancía!”, dice el comprador;
pero una vez comprada, se felicita.
15 Abundan el oro y las piedras preciosas;
la joya más preciosa, unos labios instruidos.
16 Quítale el vestido por ser fiador de extraños,
tómale prenda, pues avaló a un desconocido.
17 Resulta sabroso el pan fraudulento,
mas luego es como arena en la boca.
18 Confirma los proyectos con consejos
y emprende la guerra después de calcular bien.
19 El chismoso divulga secretos,
no te juntes con gente parlanchina.
20 A quien maldice a su padre y a su madre
se le apagará la lámpara en plena oscuridad.
21 Riqueza apresurada en sus comienzos,
a la postre no será bendecida.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España