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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Isaías 14-28

El rey de Babilonia, objeto de burla

14 Porque Jehová tendrá piedad de Jacob, de nuevo escogerá a Israel y lo hará reposar en su tierra. A ellos se unirán extranjeros, que se agregarán a la familia de Jacob. Los pueblos los tomarán y los llevarán a su lugar, y la casa de Israel los poseerá como siervos y criadas en la tierra de Jehová. Cautivarán así a los que los cautivaron y señorearán sobre los que los oprimieron.

En el día en que Jehová te dé reposo de tu trabajo, de tus temores y de la dura servidumbre en que te hicieron servir, pronunciarás este proverbio contra el rey de Babilonia y dirás:

«¡Cómo acabó el opresor!
¡Cómo ha acabado la ciudad codiciosa de oro!
Quebrantó Jehová el bastón de los impíos,
el cetro de los señores:
el que hería a los pueblos con furor,
con llaga permanente,
el que se enseñoreaba de las naciones con ira
y las perseguía con crueldad.
Toda la tierra está en reposo y en paz.
Se cantaron alabanzas.
Aun los cipreses se regocijaron a causa de ti,
y los cedros del Líbano,
diciendo: “Desde que tú pereciste,
no ha subido cortador contra nosotros.”
El seol abajo
se espantó de ti;
despertó a los muertos
para que en tu venida salieran a recibirte;
hizo levantar de sus sillas a todos los grandes de la tierra,
a todos los reyes de las naciones.
10 Todos ellos darán voces y te dirán:
“¿Tú también te debilitaste como nosotros
y llegaste a ser como nosotros?”
11 Descendió al seol tu soberbia
y el sonido de tus arpas;
gusanos serán tu cama
y gusanos te cubrirán.
12 ¡Cómo caíste del cielo,
Lucero, hijo de la mañana!
Derribado fuiste a tierra,
tú que debilitabas a las naciones.
13 Tú que decías en tu corazón:
“Subiré al cielo.
En lo alto, junto a las estrellas de Dios,
levantaré mi trono
y en el monte del testimonio me sentaré,
en los extremos del norte;
14 sobre las alturas de las nubes subiré
y seré semejante al Altísimo.”
15 Mas tú derribado eres hasta el seol,
a lo profundo de la fosa.
16 Se inclinarán hacia ti los que te vean;
te contemplarán, diciendo:
“¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra,
que trastornaba los reinos,
17 que puso el mundo como un desierto,
que asoló sus ciudades,
que a sus presos nunca les abrió la cárcel?”
18 Todos los reyes de la tierra, todos ellos,
yacen con honra
cada uno en su última morada.
19 Pero tú echado eres de tu sepulcro
como un vástago abominable,
como un vestido de muertos
pasados a espada,
que descendieron al fondo de la fosa,
como un cadáver pisoteado.
20 No serás contado con ellos en la sepultura,
porque tú destruiste tu tierra,
mataste a tu pueblo.
No será nombrada por siempre
la descendencia de los malignos.
21 Preparad a sus hijos para el matadero
por la maldad de sus padres;
que no se levanten ni posean la tierra
ni llenen de ciudades la faz del mundo.»

22 «Porque yo me levantaré contra ellos»,
dice Jehová de los ejércitos,
«y raeré de Babilonia
el nombre y el sobreviviente, hijo y nieto»,
dice Jehová.
23 «Y la convertiré en posesión de erizos
y en tierra cenagosa.
La barreré con escobas de destrucción»,
dice Jehová.

Profecía sobre la destrucción de Asiria

24 Jehová de los ejércitos juró diciendo:

«Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado;
se confirmará como lo he determinado:
25 quebrantaré al asirio en mi tierra
y en mis montes lo pisotearé;
su yugo será apartado de ellos
y su carga será quitada de su hombro.
26 Éste es el plan acordado
contra toda la tierra,
y ésta es la mano extendida
contra todas las naciones.»
27 Jehová de los ejércitos lo ha determinado,
¿y quién lo impedirá?
Y su mano extendida,
¿quién la hará retroceder?

Profecía contra Filistea

28 El año en que murió el rey Acaz, vino esta profecía:

29 No te alegres tú, toda Filistea,
por haberse quebrado la vara del que te hería;
porque de la raíz de la culebra saldrá una víbora,
y su fruto será una serpiente voladora.
30 Los primogénitos de los pobres serán apacentados
y los necesitados se acostarán confiados;
mas yo haré morir de hambre tu raíz
y destruiré lo que quede de ti.
31 ¡Aúlla, puerta! ¡Clama, ciudad!
¡Disuelta estás por entero, Filistea!,
porque como un humo viene del norte,
y ni uno solo faltará de sus filas.
32 ¿Y qué se responderá a los mensajeros de las naciones?
Que Jehová fundó a Sión
y que a ella se acogerán los afligidos de su pueblo.

Profecía contra Moab

15 Profecía sobre Moab.

Ciertamente, de noche fue destruida Ar de Moab,
puesta en silencio.
Ciertamente, de noche fue destruida Kir de Moab,
reducida a silencio.
Subió a Bayit y a Dibón,
lugares altos, a llorar;
sobre Nebo y sobre Medeba
aullará Moab;
toda cabeza de ella será rapada
y toda barba rasurada.
Se vestirán de ropas ásperas en sus calles;
en sus terrados y en sus plazas
aullarán todos,
deshechos en llanto.
Hesbón y Eleale gritarán,
hasta Jahaza se oirá su voz;
por lo que aullarán los guerreros de Moab,
se lamentará el alma de cada uno dentro de él.
Mi corazón dará gritos por Moab;
sus fugitivos huirán hasta Zoar,
como novilla de tres años.
Por la cuesta de Luhit
subirán llorando
y por el camino de Horonaim
darán gritos de quebranto.
Las aguas de Nimrim
serán consumidas
y se secará la hierba,
se marchitarán los retoños
y todo verdor perecerá.
Por tanto, las riquezas que hayan adquirido
y las que hayan reservado,
serán llevadas al torrente de los sauces.
Porque el llanto rodeó
los límites de Moab;
hasta Eglaim llegó su alarido
y hasta Beer-elim su clamor.
Las aguas de Dimón se llenarán de sangre,
porque yo traeré sobre Dimón males mayores:
leones para los que escapen de Moab
y para los sobrevivientes de la tierra.

16 Enviad cordero al señor de la tierra,
desde Sela del desierto
al monte de la hija de Sión.
Y cual ave espantada
que huye de su nido,
así serán las hijas de Moab
en los vados del Arnón.
Prepara un plan,
toma una decisión;
extiende tu sombra como noche
en medio del día;
esconde a los desterrados,
no entregues a los que andan errantes.
Moren contigo
mis desterrados, Moab;
sé para ellos un escondedero
de la presencia del devastador;
porque el atormentador fenecerá,
el devastador tendrá fin,
el pisoteador desaparecerá del país.
Se dispondrá el trono en misericordia
y sobre él se sentará firmemente,
en el tabernáculo de David,
quien juzgue y busque el juicio
y apresure la justicia.

Hemos oído de la soberbia de Moab;
muy grandes son su soberbia,
su arrogancia y su altivez;
pero sus mentiras no serán firmes.
Por tanto, aullará Moab,
todo Moab aullará.
En gran manera, abatidos, gemiréis
por las tortas de uvas de Kir-hareset.
Porque los campos de Hesbón fueron talados,
y las vides de Sibma.
Señores de naciones
pisotearon sus generosos sarmientos,
que habían llegado hasta Jazer
y se habían extendido por el desierto.
Se extendieron sus plantas
hasta más allá del mar.
Por lo cual lamentaré con el lloro de Jazer
por la viña de Sibma;
te regaré con mis lágrimas,
Hesbón y Eleale,
porque sobre tus cosechas y sobre tu vendimia
caerá el grito de guerra.
10 Quitado es el gozo y la alegría
del campo fértil;
en las viñas no cantarán
ni se regocijarán;
no pisará vino en los lagares el pisador;
he hecho cesar el grito del lagarero.
11 Por tanto, mis entrañas
vibrarán como un arpa por Moab,
y mi corazón por Kir-hareset.
12 Y cuando aparezca Moab
cansado sobre los lugares altos,
cuando venga a su santuario a orar,
de nada le valdrá.

13 Ésta es la palabra que pronunció Jehová sobre Moab desde aquel tiempo; 14 pero ahora Jehová ha hablado, diciendo:

«Dentro de tres años,
como los años de un jornalero,
será abatida la gloria de Moab,
con toda su gran multitud.
Y los sobrevivientes serán pocos,
pequeños y débiles.»

Profecía contra Damasco

17 Profecía sobre Damasco:

«He aquí que Damasco dejará de ser ciudad;
será montón de ruinas.
Las ciudades de Aroer están desamparadas;
se convertirán en majadas
y allí dormirán los rebaños sin que nadie los espante.
Cesará la fortificación de Efraín
y el reino de Damasco;
y lo que quede de Siria
será como la gloria de los hijos de Israel»,
dice Jehová de los ejércitos.

Juicio sobre Israel

«En aquel tiempo menguará la gloria de Jacob
y se enflaquecerá la gordura de su carne.
Será como cuando el segador recoge la mies
y con su brazo siega las espigas;
será también como el que recoge espigas
en el valle de Refaim.
Y quedarán en él rebuscos,
como cuando sacuden el olivo;
dos o tres frutos en la punta de la rama,
cuatro o cinco en sus ramas más fructíferas»,
dice Jehová, Dios de Israel.

Aquel día mirará el hombre a su Hacedor;
sus ojos contemplarán al Santo de Israel.
Ya no mirará a los altares
que hicieron sus manos,
ni mirará a lo que hicieron sus dedos,
ni a los símbolos de Asera
ni a las imágenes del sol.

Aquel día sus ciudades fortificadas
serán como los frutos que quedan en los renuevos y en las ramas,
los cuales fueron dejados a causa de los hijos de Israel;
y habrá desolación.
10 Porque te olvidaste del Dios de tu salvación
y no te acordaste de la roca de tu refugio.
Por eso, tu plantarás plantas hermosas,
plantarás sarmiento extraño.
11 El día que las plantes, las harás crecer,
y harás que su simiente brote de mañana;
pero la cosecha será arrebatada en el día de la angustia
y del dolor desesperado.

12 ¡Ay, esa multitud de pueblos
que harán ruido como el estruendo del mar!
¡Ay, ese bramar de naciones,
que será como el bramido de muchas aguas!
13 Los pueblos harán estrépito
como el ruido de muchas aguas;
pero Dios los reprenderá, y huirán lejos;
delante del viento serán ahuyentados como el tamo de los montes,
como el polvo delante del torbellino.
14 Al tiempo de la tarde, he aquí el terror;
pero antes de la mañana el enemigo ya no existe.
Ésta es la parte de los que nos aplastan,
la suerte de los que nos saquean.

Profecía contra Etiopía

18 ¡Ay de la tierra del zumbido de alas,
la que está tras los ríos de Etiopía,
la que envía mensajeros por el mar,
en naves de junco sobre las aguas!
Id, mensajeros veloces,
a la nación de elevada estatura y piel brillante,
al pueblo siempre temible,
de gente fuerte y conquistadora,
cuya tierra es surcada por ríos.
Vosotros, todos los moradores del mundo
y habitantes de la tierra,
cuando se levante bandera en los montes,
mirad;
y cuando se toque trompeta,
escuchad,

porque Jehová me dijo así:
«Me estaré quieto y los miraré desde mi morada,
como el sol claro después de la lluvia,
como la nube de rocío en el calor de la siega.
Porque antes de la siega,
cuando el fruto sea perfecto y pasada
la flor, se maduren los frutos,
entonces podará con podaderas las ramitas,
y cortará y quitará las ramas.
Y serán dejados
todos para las aves de los montes
y para las bestias de la tierra;
sobre ellos tendrán el verano las aves,
e invernarán todas las bestias de la tierra.»

En aquel tiempo será traída ofrenda
a Jehová de los ejércitos,
de parte del pueblo de elevada estatura y piel brillante,
del pueblo siempre temible,
de gente fuerte y conquistadora,
cuya tierra es surcada por ríos.
Será traída al lugar del nombre de Jehová
de los ejércitos, al monte Sión.

Profecía contra Egipto

19 Profecía sobre Egipto.

«He aquí que Jehová monta sobre una ligera nube
y entrará en Egipto.
Los ídolos de Egipto temblarán delante de él,
y desfallecerá el corazón de los egipcios dentro de ellos.
Levantaré a egipcios contra egipcios
y cada uno peleará contra su hermano,
cada uno contra su prójimo;
ciudad contra ciudad
y reino contra reino.
El espíritu de Egipto se desvanecerá en medio de él,
y destruiré sus planes.
Entonces consultarán a sus imágenes, a sus hechiceros,
a sus evocadores y a sus adivinos.
Entregaré a Egipto
en manos de un amo duro,
y un rey violento se enseñoreará de ellos»,
dice el Señor, Jehová de los ejércitos.

Las aguas del mar faltarán,
y el río se agotará y se secará.
Se alejarán los ríos,
se agotarán y secarán las zanjas;
la caña y el junco serán cortados.
Las praderas junto al río,
junto a las riberas del río,
y toda sementera del río se secarán,
se perderán y no serán más.
Los pescadores también se entristecerán;
harán duelo todos los que al río arrojan el anzuelo,
y desfallecerán los que lanzan la red sobre las aguas.

Los que trabajan el lino fino
y los que tejen redes serán confundidos,
10 porque todas sus redes serán rotas,
y se afligirán todos los que hacen viveros para peces.

11 Ciertamente son necios los príncipes de Zoán;
los planes de los prudentes consejeros del faraón
se han desvanecido.
¿Cómo diréis al faraón: «Yo soy hijo de los sabios
e hijo de los reyes antiguos»?
12 ¿Dónde están ahora tus sabios?
Que te digan ahora, que te hagan saber
qué es lo que Jehová de los ejércitos
ha determinado sobre Egipto.
13 Se han desvanecido los príncipes de Zoán,
se han engañado los príncipes de Menfis;
engañaron a Egipto
los que son la piedra angular de sus familias.
14 Jehová mezcló un espíritu de vértigo
en medio de él,
y extraviaron a Egipto en toda su obra,
como tambalea el ebrio cuando vomita.
15 Y no aprovechará a Egipto
cosa que haga la cabeza o la cola,
la rama o el junco.

16 En aquel día los egipcios serán como mujeres, porque temblarán llenos de miedo ante la presencia de la mano amenazante de Jehová de los ejércitos, que él levantará contra ellos. 17 Y la tierra de Judá será un espanto para Egipto; todo hombre que de ella se acuerde, temerá por causa del plan que Jehová de los ejércitos preparó contra él. 18 En aquel tiempo habrá cinco ciudades en la tierra de Egipto que hablen la lengua de Canaán y que juren por Jehová de los ejércitos; una será llamada la ciudad de Herez.

19 En aquel tiempo habrá un altar para Jehová en medio de la tierra de Egipto y un monumento a Jehová junto a su frontera. 20 Será por señal y por testimonio a Jehová de los ejércitos en la tierra de Egipto, porque clamarán a Jehová a causa de sus opresores, y él les enviará un salvador y defensor que los libre. 21 Jehová se dará a conocer a Egipto, y los de Egipto conocerán a Jehová en aquel día. Harán sacrificio y oblación; harán votos a Jehová y los cumplirán. 22 Y herirá Jehová a Egipto: lo herirá y lo sanará. Ellos se convertirán a Jehová y él les será clemente y los sanará.

23 En aquel tiempo habrá una calzada de Egipto hasta Asiria, y entrarán asirios en Egipto y egipcios en Asiria; y los egipcios y los asirios servirán juntos a Jehová.

24 En aquel tiempo, Israel será tercero con Egipto y con Asiria, para bendición en medio de la tierra, 25 porque Jehová de los ejércitos los bendecirá diciendo: «Bendito sea Egipto, pueblo mío; y Asiria, obra de mis manos; e Israel, mi heredad».

Asiria conquistará Egipto y Etiopía

20 En el año en que vino el jefe de los ejércitos a Asdod, cuando lo envió Sargón, rey de Asiria, y peleó contra Asdod y la tomó, en aquel tiempo habló Jehová por medio de Isaías hijo de Amoz, diciendo: «Ve, quita la ropa áspera de tus caderas y descalza las sandalias de tus pies.» Y lo hizo así, andando desnudo y descalzo.

Y dijo Jehová: «De la manera que anduvo mi siervo Isaías desnudo y descalzo tres años, como señal y pronóstico sobre Egipto y sobre Etiopía, así llevará el rey de Asiria a los cautivos de Egipto y a los deportados de Etiopía; a jóvenes y a ancianos, desnudos, descalzos y descubiertas las nalgas para vergüenza de Egipto. Y se turbarán y avergonzarán de Etiopía, su esperanza, y de Egipto, su gloria. Y dirá en aquel día el morador de esta costa: “¡Mirad qué fue de nuestra esperanza, a la que nos acogimos buscando socorro para librarnos de la presencia del rey de Asiria! Y ahora, ¿cómo escaparemos nosotros?”»

Profecía sobre el desierto del mar

21 Profecía sobre el desierto del mar:

Como un torbellino del Neguev,
así viene del desierto,
de la tierra horrenda.
Dura visión me ha sido mostrada:
El traidor traiciona
y el destructor destruye.
Sube, Elam;
sitia, Media.
Todo su gemido hice cesar.
Por tanto, mis espaldas
se han llenado de dolor;
angustias se apoderaron de mí,
como angustias de mujer de parto.
Me siento agobiado al oírlo
y al verlo me lleno de espanto.
Se pasma mi corazón,
el horror me ha intimidado;
la noche de mi deseo
se me ha vuelto en espanto.
Ponen la mesa,
extienden tapices;
comen, beben.
¡Levantaos, príncipes,
engrasad el escudo!
Porque el Señor me dijo así:
«Ve, pon centinela
que haga saber lo que vea.»
Y vio hombres montados,
jinetes de dos en dos,
montados sobre asnos,
montados sobre camellos.
Miró entonces más atentamente,
y gritó como un león:
«¡Señor, sobre la atalaya
estoy yo continuamente de día,
y las noches enteras
sobre mi guardia!
¡He aquí que vienen hombres montados,
jinetes de dos en dos!»
Después habló y dijo:
«¡Cayó, cayó Babilonia,
y los ídolos de sus dioses
quebrantó en tierra!»

10 Pueblo mío, trillado y aventado,
os he dicho lo que oí
de parte de Jehová de los ejércitos,
el Dios de Israel.

Profecía sobre Duma

11 Profecía sobre Duma:

Me dan voces de Seir:
«Guarda, ¿qué de la noche?
Guarda, ¿qué de la noche?»

12 El guarda respondió:

«La mañana viene y después la noche:
preguntad, si queréis preguntar. Volved a venir».

Profecía contra Arabia

13 Profecía sobre Arabia:

Entre las malezas de Arabia
pasaréis la noche,
caminantes de Dedán.
14 Salid a encontrar al sediento;
llevadle agua, moradores de tierra de Tema,
socorred con pan al que huye.
15 Porque ante la espada huye,
ante la espada desnuda,
ante el arco entesado,
ante la violencia de la batalla.

16 Porque así me ha dicho Jehová: «De aquí a un año, semejante a los años de un jornalero, toda la gloria de Cedar será deshecha, 17 y los sobrevivientes del número de los valientes flecheros, hijos de Cedar, serán reducidos; porque Jehová, Dios de Israel, lo ha dicho.»

Profecía sobre el valle de la visión

22 Profecía sobre el valle de la visión:

¿Qué tienes ahora,
que con todos los tuyos has subido sobre los terrados?
Tú, llena de alborotos,
ciudad turbulenta, ciudad alegre;
tus muertos no son muertos a espada
ni muertos en guerra.
Todos tus príncipes juntos huyeron del arco,
fueron atados;
todos los que en ti se hallaron,
fueron atados juntamente,
aunque habían huido lejos.
Por esto dije: «Dejadme,
lloraré amargamente;
no os afanéis por consolarme
de la destrucción de la hija de mi pueblo.»
Porque es día de alboroto,
de angustia y confusión,
de parte del Señor, Jehová de los ejércitos,
en el valle de la visión,
para derribar el muro y clamar al monte.

Elam tomó la aljaba,
con carros y con jinetes,
y Kir sacó el escudo.
Tus hermosos valles
se llenaron de carros,
y los jinetes acamparon junto a la puerta.
Cayeron las defensas de Judá,
y en aquel día miraste
hacia la casa de armas del bosque.
Visteis las brechas de la ciudad de David,
que se multiplicaron;
y recogisteis las aguas del estanque de abajo.
10 Contasteis entonces las casas de Jerusalén
y derribasteis casas para fortificar el muro.
11 Hicisteis foso entre los dos muros
para las aguas del estanque viejo;
pero no tuvisteis respeto al que lo hizo,
ni mirasteis al que desde antiguo lo había planeado.

12 Por tanto, el Señor, Jehová de los ejércitos,
llamó en este día a llanto y a lamentación,
a raparse el cabello y a vestir ropas ásperas.
13 Mas hubo gozo y alegría
matando vacas y degollando ovejas,
comiendo carne, bebiendo vino y diciendo:
«¡Comamos y bebamos, porque mañana moriremos!»
14 Esto fue revelado a mis oídos
de parte de Jehová de los ejércitos:
«Este pecado no os será perdonado
hasta que muráis»,
dice el Señor, Jehová de los ejércitos.

Sebna, sustituido por Eliaquim

15 Jehová de los ejércitos dice así:
«Ve a encontrarte con este tesorero,
con Sebna el mayordomo, y dile:
16 “¿Qué tienes tú aquí o a quién tienes aquí,
que labraste aquí un sepulcro para ti,
como el que en lugar alto labra su sepultura
o el que esculpe para sí una morada en la roca?
17 He aquí que Jehová te transportará en duro cautiverio,
y de cierto te cubrirá el rostro.
18 Te echará a rodar con ímpetu,
como a una bola por tierra extensa;
allá morirás
y allá estarán los carros de tu gloria,
¡vergüenza de la casa de tu señor!
19 Te arrojaré de tu lugar
y de tu puesto te empujaré.

20 »”En aquel día llamaré a mi siervo
Eliaquim, hijo de Hilcías.
21 Lo vestiré con tus vestiduras,
lo ceñiré con tu talabarte
y entregaré en sus manos tu autoridad;
y él será un padre para el morador de Jerusalén
y para la casa de Judá.
22 Y pondré la llave de la casa de David
sobre su hombro:
él abrirá y nadie cerrará,
cerrará y nadie abrirá.
23 Lo hincaré como un clavo
en lugar firme y será motivo de honra
para la casa de su padre.
24 Colgarán de él
toda la honra de la casa de su padre,
los hijos y los nietos,
todos los vasos menores,
desde las tazas
hasta toda clase de jarros.

25 »”Aquel día, dice Jehová de los ejércitos,
el clavo hincado en lugar firme será quitado;
será quebrado y caerá.
Y la carga que sobre él se puso se echará a perder;
porque Jehová ha hablado.”»

Profecía contra Tiro

23 Profecía sobre Tiro:

¡Aullad, naves de Tarsis,
porque destruida es Tiro
hasta no quedar casa ni lugar adonde entrar!
Desde la tierra de Quitim
les ha sido anunciado.
¡Callad, moradores de la costa,
mercaderes de Sidón,
los que cruzando el mar te abastecían!
Su provisión procedía de las sementeras
que crecen con las muchas aguas del Nilo,
de la mies del río.
Fue también emporio de las naciones.
¡Avergüénzate, Sidón!, porque el mar,
la fortaleza del mar
habló, diciendo:
«Nunca estuve de parto:
no di a luz,
ni crié jóvenes
ni hice crecer muchachas.»
Cuando lleguen las nuevas a Egipto,
tendrán dolor por las noticias de Tiro.
Pasaos a Tarsis;
aullad, moradores de la costa.

¿No era ésta vuestra ciudad alegre,
con muchos días de antigüedad?
Sus pies la llevarán
a morar lejos.
¿Quién decretó esto sobre Tiro,
la que repartía coronas,
cuyos comerciantes eran príncipes,
cuyos mercaderes eran los nobles de la tierra?
Jehová de los ejércitos lo decretó
para envilecer la soberbia de todo esplendor
y para humillar a todos los ilustres de la tierra.

10 Pasa cual río de tu tierra,
hija de Tarsis,
porque no tendrás ya más poder.
11 Extendió su mano sobre el mar,
hizo temblar los reinos;
Jehová mandó respecto a Canaán
que sus fortalezas sean destruidas.
12 Y dijo: «No te alegrarás más,
oprimida virgen, hija de Sidón.
Levántate para pasar a Quitim,
y aun allí no tendrás reposo.»

13 ¡Mira la tierra de los caldeos!
Este pueblo no existía.
Asiria la fundó para los moradores del desierto.
Levantaron sus fortalezas,
edificaron sus palacios;
él la convirtió en ruinas.

14 ¡Aullad, naves de Tarsis,
porque vuestra fortaleza es destruida!

15 Acontecerá en aquel día, que Tiro será echada en el olvido durante setenta años, como los días de un rey. Después de los setenta años, cantará Tiro una canción como de ramera.

16 Toma un arpa
y recorre la ciudad,
ramera olvidada.
Entona una buena melodía,
repite la canción,
a fin de que seas recordada.

17 Y acontecerá que al fin de los setenta años visitará Jehová a Tiro, la cual volverá a comerciar y fornicará de nuevo con todos los reinos del mundo sobre la faz de la tierra. 18 Pero sus negocios y ganancias serán consagrados a Jehová. No se guardarán ni se atesorarán, porque sus ganancias serán para los que estén delante de Jehová, para que coman hasta saciarse y vistan con esplendidez.

El juicio de Jehová sobre la tierra

24 He aquí que Jehová
devasta la tierra y la arrasa,
trastorna su faz
y hace esparcir a sus moradores.
Y sucederá, como al pueblo,
así también al sacerdote;
como al esclavo, así a su amo;
como a la criada, a su ama;
como al que compra, al que vende;
como al que presta, al que toma prestado;
como al acreedor, así también al deudor.
La tierra será totalmente devastada
y completamente saqueada,
porque Jehová ha pronunciado esta palabra.
Se destruyó, cayó la tierra;
enfermó, cayó el mundo;
enfermaron los altos pueblos de la tierra.
Y la tierra fue profanada
por sus moradores,
porque traspasaron las leyes,
falsearon el derecho,
quebrantaron el pacto eterno.
Por esta causa la maldición consumió la tierra
y sus moradores fueron asolados;
por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra
y disminuyó la población.

Se perdió el vino,
enfermó la vid,
gimieron todos los que eran alegres de corazón.
Cesó el regocijo de los panderos,
se acabó el estruendo de los que se alegran,
cesó la alegría del arpa.
No beberán vino con canción;
la sidra les será amarga a los que la beben.
10 Quebrantada está la ciudad
a causa del desastre.
Toda casa se ha cerrado,
para que no entre nadie.
11 Hay clamores en las calles por falta de vino;
todo gozo se ha apagado,
la alegría se desterró de la tierra.
12 La ciudad quedó desolada
y con ruina fue destrozada la puerta.
13 Porque así será en medio de la tierra,
en medio de los pueblos,
como un olivo sacudido,
como rebuscos
después de la vendimia.

14 Estos alzarán su voz, cantarán gozosos
por la grandeza de Jehová;
desde el mar darán voces.
15 Glorificad por esto a Jehová en los valles;
en las costas del mar
sea nombrado Jehová, Dios de Israel.
16 De los extremos de la tierra oímos cánticos:
«¡Gloria al justo!»
Y yo dije:
«¡Mi desdicha, mi desdicha, ay de mí!»
Traidores han traicionado,
y han traicionado con traición de desleales.
17 ¡Terror, foso y red
sobre ti, morador de la tierra!
18 Y acontecerá que el que huya de la voz del terror
caerá en el foso;
y el que salga de en medio del foso
será atrapado en la red;
porque de lo alto se abrirán ventanas
y temblarán los cimientos de la tierra.

19 Será destruida del todo la tierra,
enteramente desmenuzada será la tierra,
en gran manera será la tierra conmovida.
20 Temblará la tierra como un ebrio
y será removida como una choza,
y tanto pesará sobre ella su pecado,
que nunca más se levantará.
21 Acontecerá en aquel día,
que Jehová castigará
al ejército de los cielos en lo alto
y a los reyes de la tierra sobre la tierra.
22 Serán amontonados
como se amontona a los encarcelados en una mazmorra,
y en prisión quedarán encerrados.
Y al cabo de muchos días serán castigados.
23 La luna se avergonzará
y el sol se confundirá,
cuando Jehová de los ejércitos reine
en el monte Sión, en Jerusalén,
y brille su gloria delante de sus ancianos.

Cántico de alabanza por el favor de Jehová

25 Jehová, tú eres mi Dios;
te exaltaré, alabaré tu nombre,
porque has hecho maravillas;
tus consejos antiguos son verdad y firmeza.
Porque convertiste la ciudad en escombros,
la ciudad fortificada, en ruina,
y el alcázar de los extranjeros ya no será ciudad
ni nunca más será reedificado.
Por esto te glorificará el pueblo fuerte,
te temerá la ciudad de gente poderosa.
Porque fuiste fortaleza para el pobre,
fortaleza para el necesitado en su aflicción,
refugio contra la tormenta,
sombra contra el calor;
porque el ímpetu de los violentos
es como una tormenta que se abate contra el muro.
Como el calor en lugar seco,
así humillarás el orgullo de los extranjeros;
y como calor debajo de una nube,
harás marchitar el renuevo de los poderosos.

Y Jehová de los ejércitos
hará en este monte a todos los pueblos
banquete de manjares suculentos,
banquete de vinos refinados,
de sustanciosos tuétanos
y vinos generosos.

Y destruirá en este monte
la cubierta tendida sobre todos los pueblos,
el velo que envuelve a todas las naciones.
Destruirá a la muerte para siempre,
y enjugará Jehová el Señor las lágrimas
de todos los rostros
y quitará la afrenta de su pueblo
de toda la tierra;
porque Jehová lo ha dicho.
Se dirá en aquel día:
«¡He aquí, éste es nuestro Dios!
Le hemos esperado, y nos salvará.
¡Éste es Jehová, a quien hemos esperado!
Nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.»

10 Porque la mano de Jehová se posará sobre este monte;
pero Moab será pisoteado en su mismo sitio,
como es pisoteada la paja en el estercolero.
11 Y extenderá sus manos por en medio de él,
como las extiende el nadador para nadar;
y abatirá su soberbia
y la destreza de sus manos.
12 Abatirá la fortaleza de tus altos muros:
la humillará y la echará abajo,
hasta el polvo.

Cántico de confianza en la protección de Jehová

26 En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá:
«Fuerte ciudad tenemos;
salvación puso Dios
por muros y antemuro.
Abrid las puertas
y entrará la gente justa,
guardadora de verdades.
Tú guardarás en completa paz
a aquel cuyo pensamiento en ti persevera,
porque en ti ha confiado.
Confiad en Jehová perpetuamente,
porque en Jehová, el Señor
está la fortaleza de los siglos.
Porque derribó a los que moraban en las alturas;
humilló a la ciudad enaltecida,
la humilló hasta la tierra,
la derribó hasta el polvo.
Será pisoteada
por los pies del afligido,
bajo los pasos del necesitado.»

El camino del justo es rectitud;
tú, que eres recto, allanas el camino del justo.
También en el camino de tus juicios,
Jehová, te hemos esperado;
tu nombre y tu memoria
son el deseo de nuestra alma.
Con mi alma te he deseado en la noche
y, en tanto que me dure el espíritu dentro de mí,
madrugaré a buscarte;
porque luego que hay juicios tuyos en la tierra,
los moradores del mundo aprenden justicia.
10 Se mostrará piedad al malvado,
pero no aprenderá justicia,
sino que en tierra de rectitud hará iniquidad
y no mirará a la majestad de Jehová.
11 Jehová, tu mano está alzada,
pero ellos no ven.
Cuando por fin vean,
se avergonzarán los que envidian al pueblo;
y a tus enemigos, fuego los consumirá.
12 Jehová, tú nos darás paz,
porque también nos hiciste
todas nuestras obras.
13 Jehová, Dios nuestro,
otros señores fuera de ti se han enseñoreado de nosotros;
pero nosotros nos acordaremos de tu nombre,
solamente del tuyo.
14 Muertos son, no vivirán;
han fallecido, no resucitarán;
porque los castigaste,
los destruiste y desvaneciste todo su recuerdo.
15 Aumentaste el pueblo, Jehová,
aumentaste el pueblo;
te hiciste glorioso;
ensanchaste todos los confines del país.

16 Jehová, en la tribulación
te buscaron;
derramaron su oración
cuando los castigaste.
17 Como la mujer encinta cuando se acerca el alumbramiento
gime y da gritos en sus dolores,
así hemos sido delante de ti, Jehová.
18 Concebimos, tuvimos dolores de parto,
pero dimos a luz sólo viento;
ninguna liberación logramos en la tierra
ni cayeron los moradores del mundo.
19 Tus muertos vivirán;
sus cadáveres resucitarán.
¡Despertad y cantad,
moradores del polvo!
porque tu rocío es cual rocío de hortalizas,
y la tierra entregará sus muertos.

20 Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos,
cierra tras de ti tus puertas;
escóndete un poquito,
por un momento,
en tanto que pasa la indignación.
21 Porque he aquí que Jehová sale de su lugar
para castigar
al morador de la tierra
por su maldad contra él;
y la tierra descubrirá la sangre derramada en ella,
y no encubrirá ya más a sus muertos.

Liberación y regreso de Israel

27 En aquel día Jehová castigará
con su espada dura, grande y fuerte
a Leviatán, la serpiente veloz,
a Leviatán, la serpiente tortuosa;
y matará al dragón que está en el mar.

Aquel día cantadle a la viña del vino rojo.
«Yo, Jehová, la guardo;
a cada momento la regaré;
la guardaré de noche y de día
para que nadie la dañe.
No hay enojo en mí.
¿Quién pondrá contra mí en batalla espinos y cardos?
Yo los pisotearé
y los quemaré a todos juntos.
¿O se acogerá alguien a mi amparo?
¡Que haga conmigo paz!,
¡sí, que haga la paz conmigo!»

Días vendrán cuando Jacob echará raíces,
florecerá y echará renuevos Israel,
y la faz del mundo llenará de fruto.
¿Acaso ha sido herido
como fue herido quien lo hirió,
o ha sido muerto
como fueron muertos los que lo mataron?
Con moderación
lo castigarás en sus vástagos.
Él los remueve con su recio viento
en el día del viento del este.
De esta manera, pues, será perdonada
la iniquidad de Jacob,
y éste será todo el fruto
de la remoción de su pecado:
que vuelva todas las piedras del altar
como piedras de cal desmenuzadas,
y que no se levanten más
los símbolos de Asera ni las imágenes del sol.

10 Porque la ciudad fortificada será desolada,
la ciudad habitada será abandonada
y dejada como un desierto;
allí pastará el becerro,
allí tendrá su majada
y consumirá sus ramas.
11 Cuando sus ramas se sequen,
serán quebradas
y vendrán mujeres a encenderlas.
Porque aquél no es un pueblo inteligente;
por tanto, su Hacedor no tendrá de él misericordia,
no se compadecerá de él el que lo formó.

12 Acontecerá en aquel día, que trillará Jehová
desde el río Éufrates hasta el torrente de Egipto,
y vosotros, hijos de Israel,
seréis reunidos uno a uno.
13 Acontecerá también en aquel día,
que se tocará con gran trompeta,
vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria
y los que habían sido desterrados a Egipto,
y adorarán a Jehová
en el monte santo, en Jerusalén.

Condenación de Efraín

28 ¡Ay de la corona de soberbia de los ebrios de Efraín
y de la flor caduca de la hermosura de su gloria,
que está sobre la cabeza del valle fértil
de los aturdidos del vino!
He aquí, Jehová tiene a uno que es fuerte y poderoso:
como una tormenta de granizo,
como un torbellino arrasador,
como el ímpetu de recias aguas que inundan.
Con fuerza derriba a tierra,
con los pies será pisoteada
la corona de soberbia de los ebrios de Efraín.
Y la flor caduca de la hermosura de su gloria
que está sobre la cabeza del valle fértil,
será como la fruta temprana,
la primera del verano, la cual, apenas la ve el que la mira,
se la traga
tan luego como la tiene a la mano.

Aquel día, Jehová de los ejércitos
será por corona de gloria
y diadema de hermosura
para el resto de su pueblo.
Será espíritu de justicia
para el que se sienta a juzgar,
y dará fuerzas
a los que rechazan el asalto a la puerta.

Pero también estos erraron por el vino
y por la sidra se entontecieron;
el sacerdote y el profeta erraron por la sidra,
fueron trastornados por el vino;
se aturdieron con la sidra,
erraron en la visión,
titubearon en el juicio.
Porque toda mesa está llena
de vómito y suciedad,
hasta no quedar lugar limpio.
¿A quién se habrá de instruir?
o ¿a quién se hará entender la doctrina?
¿A los destetados?
¿A los recién destetados?
10 Porque mandamiento tras mandamiento,
mandato sobre mandato,
renglón tras renglón,
línea tras línea,
un poquito aquí, un poquito allá,
11 porque en lengua de tartamudos,
en lenguaje extraño,
hablará a este pueblo.
12 A ellos dijo: «Éste es el reposo;
dad reposo al cansado.
Éste es el alivio»,
mas no quisieron escuchar.
13 La palabra, pues, de Jehová les será
mandamiento tras mandamiento,
mandato tras mandato,
renglón tras renglón,
línea tras línea,
un poquito aquí, un poquito allá;
hasta que vayan y caigan de espaldas,
y sean quebrantados, atrapados y aprisionados.

Amonestación a Jerusalén

14 Por tanto, señores burladores
que gobernáis a este pueblo
que está en Jerusalén,
oíd la palabra de Jehová.
15 Vosotros habéis dicho:
«Hemos hecho un pacto con la muerte;
un convenio hicimos con el seol.
Cuando pase el torrente del azote,
no llegará a nosotros,
porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira
y en la falsedad nos esconderemos.»

16 Por eso, Jehová, el Señor, dice así:
«He aquí que yo he puesto en Sión
por fundamento una piedra,
piedra probada,
angular, preciosa,
de cimiento estable.
El que crea, no se apresure.
17 Ajustaré el juicio a cordel,
y a nivel la justicia.»
El granizo barrerá el refugio de la mentira
y las aguas inundarán el escondrijo.
18 Y será anulado vuestro pacto con la muerte
y vuestro convenio con el seol no será firme;
cuando pase el torrente del azote,
seréis por él pisoteados.
19 Luego que comience a pasar,
él os arrebatará,
porque de mañana en mañana pasará,
de día y de noche;
y será ciertamente un espanto el entender lo oído.
20 La cama será corta para poder estirarse
y la manta estrecha para poder envolverse.

21 Jehová se levantará como en el monte Perazim,
como en el valle de Gabaón se enojará;
para hacer su obra, su extraña obra,
y para hacer su trabajo, su extraño trabajo.
22 Ahora, pues, no os burléis,
para que no se aprieten más vuestras ataduras;
porque destrucción ya determinada
sobre todo el país
he oído del Señor,
Jehová de los ejércitos.

23 Estad atentos y oíd mi voz;
atended y oíd mi dicho:
24 El que ara para sembrar,
¿arará todo el día?
¿Sólo romperá y quebrará los terrones de la tierra?
25 Cuando ya ha preparado su superficie,
¿no esparce el eneldo, siembra el comino,
pone el trigo en hileras,
la cebada en el lugar señalado
y la avena en su borde apropiado?
26 Porque su Dios lo instruye
y le enseña lo recto:
27 que el eneldo no se trilla con trillo,
ni sobre el comino se pasa rueda de carreta;
sino que con un palo se sacude el eneldo,
y el comino con una vara.
28 El grano se trilla;
pero no lo trillará por siempre,
ni lo aplasta con la rueda de su carreta,
ni lo tritura con los dientes de su trillo.
29 ¡También esto salió de Jehová de los ejércitos,
para hacer maravilloso el consejo
y engrandecer su sabiduría!

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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