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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Ezequiel 23:40-35:15

40 Además, enviaron en busca de hombres que vinieran de lejos, a los cuales había sido enviado un mensajero, y vinieron. Por amor de ellos te lavaste, te pintaste los ojos y te ataviaste con adornos; 41 te sentaste sobre un suntuoso estrado; fue preparada una mesa delante de él, y sobre ella pusiste mi incienso y mi aceite. 42 Y se oyó allí el bullicio de una multitud que se solazaba con ella; y con los hombres de la gente común había sabeos traídos del desierto; y pusieron pulseras en sus manos y bellas coronas sobre sus cabezas.

43 »Y dije respecto de la envejecida en adulterios: “¿Todavía cometerán fornicaciones con ella, y ella con ellos? 44 Porque vienen a ella como quien viene a una prostituta. Así vienen a Ahola y a Aholiba, mujeres depravadas.” 45 Por tanto, hombres justos las juzgarán según la ley de las adúlteras y según la ley de las que derraman sangre; porque son adúlteras y hay sangre en sus manos.

46 »Por lo que así ha dicho Jehová, el Señor: “Yo haré subir contra ellas tropas, las entregaré a la turbación y la rapiña. 47 Las turbas las apedrearán y las atravesarán con sus espadas; matarán a sus hijos y a sus hijas, e incendiarán sus casas. 48 Así haré cesar la lujuria de la tierra; escarmentarán todas las mujeres, y no harán según vuestras perversidades. 49 Y sobre vosotras pondrán vuestras perversidades y pagaréis los pecados de vuestra idolatría. Y sabréis que yo soy Jehová, el Señor.”»

Parábola de la olla hirviente

24 Vino a mí palabra de Jehová en el año noveno, en el mes décimo, a los diez días del mes, diciendo: «Hijo de hombre, escribe la fecha de este día, porque el rey de Babilonia ha puesto sitio a Jerusalén en este mismo día. Y habla por medio de una parábola a la casa rebelde; diles: “Así ha dicho Jehová, el Señor:

»”Pon una olla,
ponla y echa agua en ella;
junta sus piezas de carne en ella:
todas buenas piezas, pierna y espalda,
y llénala de huesos escogidos.
Toma una oveja escogida,
y también enciende los huesos debajo de ella;
haz que hierva mucho,
y cuece también sus huesos dentro de ella.

»”Pues así ha dicho Jehová, el Señor:

»”¡Ay de la ciudad de sangres,
de la olla herrumbrosa
cuya herrumbre no ha sido quitada!
Por sus piezas, por sus piezas sácala,
sin echar suertes sobre ella.
Porque su sangre está en medio de ella,
derramada sobre la piedra desnuda;
pues no la derramó sobre la tierra
para que fuera cubierta por el polvo.
Para hacer subir la ira,
para ejecutar la venganza,
yo pondré su sangre sobre la piedra desnuda,
para que no sea cubierta.
Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor.
¡Ay de la ciudad de sangres!
Pues también haré yo una gran hoguera:
10 Amontonaré la leña y encenderé el fuego
para consumir la carne y hacer la salsa,
y los huesos serán quemados;
11 pondré luego la olla vacía sobre sus brasas,
para que se caldee,
se queme su fondo,
se funda en ella su suciedad
y se consuma su herrumbre.

12 »”En vano se cansó, pues no salió de ella su mucha herrumbre, que sólo con fuego será quitada. 13 En tu inmunda lujuria padecerás, porque yo traté de limpiarte, pero tú no te limpiaste de tu impureza: nunca más te limpiarás, hasta que yo sacie mi ira sobre ti. 14 Yo, Jehová, he hablado: sucederá, yo lo haré. No me volveré atrás ni tendré piedad ni me arrepentiré; según tus caminos y tus obras te juzgarán, dice Jehová, el Señor.”»

Muerte de la esposa de Ezequiel

15 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 16 «Hijo de hombre, he aquí que yo te quito de golpe la delicia de tus ojos; no hagas lamentación ni llores ni corran tus lágrimas. 17 Reprime el suspirar, no hagas luto por los muertos, cíñete el turbante, ponte los zapatos en los pies y no te cubras con rebozo ni comas pan de enlutados.»

18 Hablé al pueblo por la mañana, y a la tarde murió mi mujer; y a la mañana hice como me fue mandado. 19 Me dijo el pueblo:

—¿No nos enseñarás qué significan para nosotros estas cosas que haces?

20 Yo les dije:

—La palabra de Jehová vino a mí, diciendo: 21 “Di a la casa de Israel que así ha dicho Jehová, el Señor: He aquí yo profano mi santuario, la gloria de vuestro poderío, la delicia de vuestros ojos y la pasión de vuestras almas. Vuestros hijos y vuestras hijas que dejasteis, caerán a espada.” 22 Y haréis de la manera que yo hice: no os cubriréis con rebozo ni comeréis pan de gente en luto; 23 vuestros turbantes estarán sobre vuestras cabezas, y vuestros zapatos en vuestros pies; no haréis lamentación ni lloraréis, sino que os consumiréis a causa de vuestras maldades, y gemiréis unos con otros. 24 “Ezequiel, pues, os será por señal. Según todas las cosas que él hizo, haréis; y cuando esto ocurra, sabréis que yo soy Jehová, el Señor.”

25 «Y tú, hijo de hombre, el día que yo arrebate a ellos su fortaleza, el gozo de su gloria, la delicia de sus ojos y el anhelo de sus almas, y también sus hijos y sus hijas, 26 ese día vendrá a ti uno que haya escapado para traer las noticias. 27 Aquel día se abrirá tu boca para hablar con el fugitivo; hablarás, no permanecerás mudo. Tú les serás por señal, y sabrán que yo soy Jehová.»

Profecía contra Amón

25 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: «Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia los hijos de Amón y profetiza contra ellos. Dirás a los hijos de Amón: “Oíd la palabra de Jehová, el Señor, que dice así: Por cuanto dijiste: ‘¡Ea, qué bien!’, cuando mi santuario era profanado, la tierra de Israel era asolada y llevada en cautiverio la casa de Judá; por eso yo te entrego por heredad a los orientales, pondrán en ti sus apriscos y plantarán en ti sus tiendas; ellos comerán tus sementeras y beberán tu leche. Pondré a Rabá por pastizal de camellos y a los hijos de Amón por majada de ovejas. Y sabréis que yo soy Jehová. Porque así ha dicho Jehová, el Señor: Por cuanto aplaudiste, golpeaste con tu pie y te gozaste en el alma con todo tu menosprecio hacia la tierra de Israel, por eso yo extenderé mi mano contra ti y te entregaré a las naciones para ser saqueada; te eliminaré de entre los pueblos y te destruiré de entre los países. Te exterminaré, y sabrás que yo soy Jehová.

Profecía contra Moab

»”Así ha dicho Jehová, el Señor: Por cuanto dijeron Moab y Seir: ‘He aquí la casa de Judá es como todas las naciones’; por eso, he aquí yo abro el lado de Moab desde las ciudades, desde sus ciudades que están en su confín, las tierras deseables de Bet-jesimot, Baal-meón y Quiriataim, 10 a los hijos del oriente junto con los hijos de Amón; y la entregaré por heredad, para que no haya más memoria de los hijos de Amón entre las naciones. 11 También en Moab ejecutaré juicios, y sabrán que yo soy Jehová.

Profecía contra Edom

12 »”Así ha dicho Jehová, el Señor: Por lo que hizo Edom, tomando venganza de la casa de Judá, pues delinquieron en extremo cuando se vengaron de ellos; 13 por eso, así ha dicho Jehová, el Señor: Yo también extenderé mi mano sobre Edom y eliminaré de ella a hombres y a bestias, y la asolaré; desde Temán hasta Dedán caerán a espada. 14 Pondré mi venganza contra Edom en manos de mi pueblo Israel, y harán en Edom según mi enojo y conforme a mi ira; y conocerán mi venganza, dice Jehová, el Señor.

Profecía contra los filisteos

15 »”Así ha dicho Jehová, el Señor: Por lo que hicieron los filisteos por venganza, cuando se vengaron con despecho de ánimo, destruyendo por antiguas enemistades; 16 por eso, así ha dicho Jehová: He aquí yo extiendo mi mano contra los filisteos, eliminaré a los cereteos y destruiré el resto que queda en la costa del mar. 17 Haré en ellos grandes venganzas con reprensiones de ira; y sabrán que yo soy Jehová, cuando lleve a cabo mi venganza en ellos.”»

Profecía contra Tiro

26 Aconteció en el undécimo año, en el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: «Hijo de hombre, por cuanto dijo Tiro contra Jerusalén:

»“¡Ea, qué bien! ¡Quebrantada está
la que era puerta de las naciones!
¡Ha llegado mi turno:
yo seré llena
y ella quedará arruinada!”

»Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor:

»He aquí yo estoy contra ti, Tiro,
y haré subir contra ti muchas naciones,
como el mar hace subir sus olas.

»Demolerán los muros de Tiro
y derribarán sus torres;
barreré de ella hasta el polvo
y la dejaré como una roca desnuda.
Tendedero de redes
será en medio del mar,
porque yo he hablado,
dice Jehová, el Señor.
Será saqueada por las naciones;
sus hijas que están en el campo
serán muertas a espada.
Y sabrán que yo soy Jehová.

»Porque así ha dicho Jehová, el Señor: Del norte traigo yo contra Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, carros y jinetes, y con tropas y mucha gente.

»Matará a espada
a tus hijas que están en el campo,
pondrá contra ti torres de sitio,
levantará terraplenes contra ti
y contra ti afirmará el escudo.
Pondrá contra ti arietes, contra tus muros,
y tus torres destruirá con hachas.
10 Por la multitud de sus caballos
te cubrirá el polvo de ellos;
con el estruendo de su caballería,
de las ruedas y de los carros,
temblarán tus muros
cuando entre por tus puertas
como por las brechas de una ciudad destruida.
11 Con los cascos de sus caballos
pisoteará todas tus calles.
A tu pueblo matará a filo de espada,
y tus fuertes columnas caerán a tierra.
12 Robarán tus riquezas y saquearán tus mercaderías;
arruinarán tus muros,
destruirán tus casas preciosas
y arrojarán en medio del mar tus piedras,
tu madera y tus escombros.
13 Haré cesar el bullicio de tus canciones
y no se oirá más el son de tus cítaras.
14 Haré de ti una roca desnuda,
un tendedero de redes;
nunca más serás edificada,
porque yo, Jehová, he hablado,

dice Jehová, el Señor.

15 »Así ha dicho Jehová, el Señor, a Tiro: ¿No se estremecerán las costas al estruendo de tu caída, cuando griten los heridos, cuando ocurra la matanza en medio de ti? 16 Entonces todos los soberanos del mar descenderán de sus tronos, se quitarán sus mantos y se despojarán de sus ropas bordadas. De espanto se vestirán, se sentarán sobre la tierra y temblarán a cada instante, y estarán atónitos respecto a ti. 17 Entonarán sobre ti lamentaciones, y te dirán:

»“¿Cómo pereciste tú,
poblada por gente de mar,
ciudad que era alabada,
que era fuerte en el mar,
ella y sus habitantes, que infundían terror
a todos los que la rodeaban?”
18 Ahora se estremecerán las islas en el día de tu caída;
sí, las islas que están en el mar
se espantarán a causa de tu fin.

19 »Así ha dicho Jehová, el Señor: Yo te convertiré en una ciudad asolada, como las ciudades que no se habitan; haré subir sobre ti el abismo, y las muchas aguas te cubrirán. 20 Te haré descender con los que descienden a la fosa, con los pueblos de otros siglos, y te pondré en las profundidades de la tierra, como los desiertos antiguos, con los que descienden a la fosa, para que nunca más seas poblada. Y daré gloria en la tierra de los vivientes. 21 Te convertiré en un espanto, y dejarás de ser; serás buscada, pero nunca más serás hallada, dice Jehová, el Señor.»

27 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: «Tú, hijo de hombre, entona una lamentación sobre Tiro. Dirás a Tiro, que está asentada a las orillas del mar, la que trafica con los pueblos de muchas costas: “Así ha dicho Jehová, el Señor:

»”Tiro, tú has dicho: ‘Yo soy de perfecta hermosura.’
En el corazón de los mares están tus confines;
los que te edificaron
perfeccionaron tu belleza.
De cipreses del monte Senir te fabricaron
todo el maderamen;
tomaron un cedro del Líbano
para hacerte el mástil.
De encinas de Basán
hicieron tus remos,
y de las costas de Quitim
tu cubierta de pino
incrustada de marfil.
De lino fino bordado de Egipto
era tu vela,
para que te sirviera de estandarte;
y de azul y púrpura de las costas de Elisa
era tu pabellón.
Los moradores de Sidón y de Arvad
fueron tus remeros;
tus sabios, Tiro, estaban en ti,
ellos fueron tus pilotos.
Los ancianos de Gebal y sus hábiles artífices
calafateaban tus junturas;
todas las naves del mar y sus remeros
acudieron a ti para negociar,
para participar de tus negocios.

10 »”Persas y los de Lud y Fut
fueron en tu ejército tus hombres de guerra;
escudos y yelmos colgaron en ti;
ellos te dieron tu esplendor.

11 »”Los hijos de Arvad con tu ejército estaban sobre tus muros y alrededor de ellos; y en tus torres había gamadeos, que colgaban sus escudos alrededor de tus muros; ellos perfeccionaban tu belleza.

12 »”Tarsis comerciaba contigo por la abundancia de todas tus riquezas, con plata, hierro, estaño y plomo a cambio de tus mercaderías. 13 Javán, Tubal y Mesec comerciaban también contigo, con hombres y con utensilios de bronce a cambio de tus mercaderías. 14 Los de la casa de Togarma te daban caballos, corceles de guerra y mulos a cambio de tus mercancías. 15 Los hijos de Dedán traficaban contigo; muchas costas tomaban mercadería de tu mano; colmillos de marfil y ébano te dieron en pago. 16 Por la abundancia de tus productos, Edom traficaba contigo con perlas, púrpura, vestidos bordados, linos finos, corales y rubíes a cambio de tus mercaderías. 17 Judá y la tierra de Israel comerciaban contigo con trigos de Minit y Panag, miel, aceite y resina, a cambio de tus mercancías. 18 Damasco comerciaba contigo por la gran abundancia de tus productos y de toda riqueza; con vino de Helbón y lana blanca negociaban. 19 Asimismo Dan y el errante Javán, a cambio de tus mercaderías te dieron mercancías de hierro labrado, mirra destilada y caña aromática. 20 Dedán comerciaba contigo con paños preciosos para monturas. 21 Arabia y todos los gobernantes de Cedar traficaban contigo con corderos, carneros y machos cabríos: con todo ello comerciaron contigo. 22 Los mercaderes de Sabá y de Raama hicieron comercio contigo con lo principal de toda especiería y con toda piedra preciosa y oro, a cambio de tus mercaderías. 23 Harán, Cane, Edén y los mercaderes de Sabá, de Asiria y de Quilmad, traficaban contigo. 24 Estos mercaderes tuyos negociaban contigo en varias cosas: mantos de azul y bordados, cajas de ropas preciosas enlazadas con cordones, y madera de cedro.

25 »”Las naves de Tarsis eran como tus caravanas que transportaban tus mercancías.

»”Llegaste a ser opulenta, te multiplicaste en gran manera
en medio de los mares.
26 En aguas profundas
te anclaron tus remeros;
el viento del este te quebrantó
en medio de los mares.
27 Tus riquezas, tus mercaderías, tu tráfico,
tus remeros, tus pilotos,
tus calafateadores, los agentes de tus negocios,
con todos los hombres de guerra que tú tienes
y con toda la tripulación que se halla en medio de ti,
caerán en medio de los mares
el día de tu caída.
28 Al estrépito de las voces de tus marineros
temblarán las costas.
29 Descenderán de sus naves
todos los que empuñan remo:
los remeros y todos los pilotos del mar
se quedarán en tierra.
30 Ellos harán oír su voz sobre ti.
Gritarán amargamente,
echarán polvo sobre sus cabezas
y se revolcarán en ceniza.
31 Se raparán por ti los cabellos,
se ceñirán con ropa áspera
y entonarán por ti lamentaciones amargas,
con amargura del alma.
32 Entre gemidos entonarán por ti lamentaciones;
harán lamentación por ti, diciendo:
‘¿Quién como Tiro,
como la destruida en medio del mar?’
33 Cuando tus mercaderías salían de las naves,
saciabas a muchos pueblos;
a los reyes de la tierra enriqueciste
con la gran abundancia de tus riquezas y mercancías.
34 En el tiempo en que seas quebrantada por el mar,
en lo profundo de las aguas,
tu comercio y toda tu tripulación
caerán en medio de ti.
35 Todos los moradores de las costas
estarán atónitos por tu causa,
y sus reyes temblarán de espanto;
se demudará su rostro.
36 Los mercaderes en los pueblos
silbarán contra ti;
vendrás a ser objeto de espanto,
y para siempre dejarás de ser.”»

28 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: «Hijo de hombre, di al gobernante de Tiro: “Así ha dicho Jehová, el Señor:

»”Tu corazón se ensoberbeció,
y dijiste: ‘Yo soy un dios,
y estoy sentado en el trono de dios,
en medio de los mares’;
pero tú eres hombre, y no Dios,
y has puesto tu corazón como el corazón de un dios.
¿Eres tú acaso más sabio que Daniel?
¿Acaso no hay secreto que te sea oculto?
Con tu sabiduría y prudencia
has adquirido riquezas,
has acumulado oro y plata en tus tesoros.
Con la grandeza de tu sabiduría en tus tratos comerciales
has multiplicado tus riquezas,
y a causa de tus riquezas
se ha ensoberbecido tu corazón.

»”Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor:

»”Por cuanto pusiste tu corazón como el corazón de un dios,
por eso, he aquí yo traigo sobre ti extranjeros,
los fuertes de las naciones,
que desenvainarán sus espadas
contra la hermosura de tu sabiduría
y mancharán tu esplendor.
Al sepulcro te harán descender,
y morirás con la muerte
de los que mueren en medio de los mares.
¿Hablarás delante del que te mate,
diciendo: ‘Yo soy Dios’?
¡Tú, en la mano de tu matador,
eres un hombre y no un dios!
10 De muerte de incircuncisos
morirás a manos de extranjeros;
porque yo he hablado,

dice Jehová, el Señor.”»

11 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 12 «Hijo de hombre, entona lamentaciones sobre el rey de Tiro, y dile: “Así ha dicho Jehová, el Señor:

»”Tú eras el sello de la perfección,
lleno de sabiduría, y de acabada hermosura.
13 En Edén, en el huerto de Dios, estuviste.
De toda piedra preciosa era tu vestidura:
de cornerina, topacio, jaspe,
crisólito, berilo y ónice;
de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro.
¡Los primores de tus tamboriles y flautas
fueron preparados para ti en el día de tu creación!
14 Tú, querubín grande, protector,
yo te puse en el santo monte de Dios.
Allí estuviste, y en medio de las piedras de fuego te paseabas.
15 Perfecto eras en todos tus caminos
desde el día en que fuiste creado
hasta que se halló en ti maldad.
16 A causa de tu intenso trato comercial,
te llenaste de iniquidad
y pecaste,
por lo cual yo te eché del monte de Dios
y te arrojé de entre las piedras del fuego,
querubín protector.
17 Se enalteció tu corazón
a causa de tu hermosura,
corrompiste tu sabiduría
a causa de tu esplendor;
yo te arrojaré por tierra,
y delante de los reyes
te pondré por espectáculo.
18 Con tus muchas maldades
y con la iniquidad de tus tratos comerciales
profanaste tu santuario;
yo, pues, saqué fuego
de en medio de ti, el cual te consumió,
y te puse en ceniza sobre la tierra
ante los ojos de todos los que te miran.
19 Todos los que te conocieron de entre los pueblos
se quedarán atónitos por causa tuya;
serás objeto de espanto,
y para siempre dejarás de ser.”»

Profecía contra Sidón

20 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 21 «Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia Sidón y profetiza contra ella. 22 Dirás: “Así ha dicho Jehová, el Señor:

»”He aquí yo estoy contra ti, Sidón,
y en medio de ti seré glorificado.
Y sabrán que yo soy Jehová
cuando ejecute en ella juicios
y en ella me santifique.
23 Enviaré a ella peste
y sangre en sus calles,
y caerán muertos en medio de ella,
con espada contra ella por todos lados.
Y sabrán que yo soy Jehová.

24 »”Nunca más será a la casa de Israel
una espina desgarradora ni un aguijón que le cause dolor
en medio de cuantos la rodean y la menosprecian.
Y sabrán que yo soy Jehová.

25 »”Así ha dicho Jehová, el Señor: Cuando recoja a la casa de Israel de los pueblos entre los cuales está esparcida, entonces me santificaré en ellos ante los ojos de las naciones, y habitarán en su tierra, la cual di a mi siervo Jacob. 26 Habitarán en ella seguros; edificarán casas y plantarán viñas. Vivirán confiadamente, cuando yo haga juicios en todos los que los despojan en sus alrededores. Y sabrán que yo soy Jehová, su Dios.”»

Profecías contra Egipto

29 En el año décimo, en el mes décimo, a los doce días del mes, vino a mí palabra de Jehová, diciendo: «Hijo de hombre, vuelve tu rostro contra el faraón, rey de Egipto, y profetiza contra él y contra todo Egipto. Habla y di: “Así ha dicho Jehová, el Señor:

»”Yo estoy contra ti,
el faraón, rey de Egipto,
el gran dragón que yace
en medio de sus ríos,
el cual dijo: ‘Mío es el Nilo,
pues yo lo hice.’
Yo, pues, pondré garfios en tus quijadas;
pegaré los peces de tus ríos a tus escamas
y te sacaré de en medio de tus ríos,
y todos los peces de tus ríos
saldrán pegados a tus escamas.
Te dejaré en el desierto,
a ti y a todos los peces de tus ríos;
sobre la faz del campo caerás
y no serás recogido ni serás juntado.
A las fieras de la tierra y a las aves del cielo
te he dado por comida.

»”Sabrán todos los moradores de Egipto
que yo soy Jehová.
Por cuanto fuiste un báculo de caña
para la casa de Israel.
Cuando te tomaron con la mano, te quebraste,
y les rompiste por entero el hombro;
y cuando se apoyaron en ti, te quebraste
y les rompiste por entero las caderas.

»”Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: Yo traigo contra ti espada, y exterminaré de ti a hombres y a bestias, y la tierra de Egipto quedará asolada y desierta. Y sabrán que yo soy Jehová, por cuanto él dijo: ‘El Nilo es mío, yo lo hice.’ 10 Por tanto, he aquí yo estoy contra ti y contra tus ríos. Convertiré la tierra de Egipto en desolación, en la soledad del desierto, desde Migdol hasta Sevene, hasta el límite de Etiopía. 11 No pasará por ella pie humano, ni pie de animal pasará por ella, ni será habitada durante cuarenta años. 12 Convertiré la tierra de Egipto en la más desolada de todas las tierras, y sus ciudades, entre las ciudades destruidas, serán una desolación durante cuarenta años. Esparciré a Egipto entre las naciones y lo dispersaré por los países.

13 »”Porque así ha dicho Jehová, el Señor: Al cabo de cuarenta años recogeré a Egipto de entre los pueblos entre los cuales hubieran sido esparcidos; 14 volveré a traer los cautivos de Egipto y los llevaré a la tierra de Patros, a la tierra de su origen; y allí serán un reino despreciable. 15 En comparación con los otros reinos será el más humilde: nunca más se elevará sobre las naciones, porque yo los rebajaré para que no vuelvan a tener dominio sobre las naciones. 16 Y no será ya más para la casa de Israel apoyo de confianza, que les haga recordar el pecado de mirar en pos de ellos. Y sabrán que yo soy Jehová, el Señor.”»

17 Aconteció en el año veintisiete, en el mes primero, el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 18 «Hijo de hombre, Nabucodonosor, rey de Babilonia, hizo a su ejército prestar un arduo servicio contra Tiro. Toda cabeza ha quedado rapada y toda espalda desollada; y ni él ni su ejército recibieron paga de Tiro por el servicio que prestó contra ella. 19 Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: “He aquí que yo doy a Nabucodonosor, rey de Babilonia, la tierra de Egipto; él tomará sus riquezas, recogerá sus despojos y arrebatará el botín, y así habrá paga para su ejército. 20 Por su trabajo con que sirvió contra ella le he dado la tierra de Egipto; porque trabajaron para mí”, dice Jehová, el Señor.

21 »En aquel tiempo haré retoñar el poder de la casa de Israel y abriré tu boca en medio de ellos. Y sabrán que yo soy Jehová.»

30 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: «Hijo de hombre, profetiza y di: “Así ha dicho Jehová, el Señor:

»”Lamentad, diciendo: ‘¡Ay de aquel día!’
Porque cerca está el día,
cerca está el día de Jehová;
día de nublado,
día de castigo de las naciones será.
Vendrá espada a Egipto
y habrá miedo en Etiopía
cuando caigan heridos en Egipto.
Tomarán sus riquezas
y serán destruidos sus fundamentos.
Etiopía, Fut, Lud,
toda Arabia, Libia
y los hijos de los países aliados
caerán con ellos a filo de espada.
Así ha dicho Jehová:
También caerán los que sostienen a Egipto,
y la altivez de su poderío caerá;
desde Migdol hasta Sevene
caerán en él a filo de espada”,

dice Jehová, el Señor.

»Será la más desolada de todas las tierras, y sus ciudades estarán entre las ciudades destruidas. Y sabrán que yo soy Jehová, cuando ponga fuego a Egipto y sean quebrantados todos sus ayudadores.

»En aquel tiempo saldrán mensajeros de parte mía en naves, para espantar a Etiopía la confiada, y tendrán espanto como en el día de Egipto; porque he aquí que viene.

10 »Así ha dicho Jehová, el Señor: Destruiré las riquezas de Egipto por mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia. 11 Él, y con él su pueblo, los más fuertes de las naciones, serán traídos para destruir el país. Desenvainarán sus espadas sobre Egipto y llenarán de muertos la tierra. 12 Secaré los ríos y entregaré el país en manos de malos, y a manos de extranjeros destruiré la tierra y cuanto en ella hay. Yo, Jehová, he hablado.

13 »Así ha dicho Jehová, el Señor:

»Destruiré también las imágenes
y destruiré los ídolos de Menfis;
y no volverá a haber un soberano de la tierra de Egipto,
y en la tierra de Egipto pondré temor.
14 Asolaré a Patros, pondré fuego a Zoán
y ejecutaré juicios en Tebas.

15 »Derramaré mi ira sobre Sin, fortaleza de Egipto, y exterminaré a la multitud de Tebas. 16 Pondré fuego a Egipto: Sin tendrá gran dolor, Tebas será destrozada y Menfis tendrá continuas angustias. 17 Los jóvenes de Avén y de Pibeset caerán a filo de espada, y las mujeres irán en cautiverio. 18 En Tafnes se oscurecerá el día, cuando quebrante yo allí el poder de Egipto y cese en ella la soberbia de su poderío; tiniebla la cubrirá, y los habitantes de sus aldeas irán en cautiverio. 19 Ejecutaré, pues, juicios en Egipto y sabrán que yo soy Jehová.»

20 Aconteció en el año undécimo, en el mes primero, a los siete días del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 21 «Hijo de hombre, he quebrado el brazo del faraón, rey de Egipto; y he aquí que no ha sido vendado poniéndole medicinas, ni poniéndole un vendaje para ligarlo, a fin de fortalecerlo para que pueda sostener la espada. 22 Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: Al faraón, rey de Egipto, me enfrentaré y quebraré sus brazos, el fuerte y el fracturado, y haré que la espada se le caiga de la mano. 23 Esparciré a los egipcios entre las naciones y los dispersaré por los países. 24 Fortaleceré los brazos del rey de Babilonia, y pondré mi espada en su mano; pero quebraré los brazos del faraón, y delante de aquél gemirá con gemidos de herido de muerte. 25 Fortaleceré, pues, los brazos del rey de Babilonia, y los brazos del faraón caerán; y sabrán que yo soy Jehová, cuando yo ponga mi espada en la mano del rey de Babilonia y él la extienda contra la tierra de Egipto. 26 Esparciré a los egipcios entre las naciones y los dispersaré por los países. Y sabrán que yo soy Jehová.»

31 Aconteció en el año undécimo, en el mes tercero, el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: «Hijo de hombre, di al faraón, rey de Egipto, y a su pueblo:

»“¿A quién te comparaste en tu grandeza?
He aquí era el asirio
un cedro en el Líbano,
de hermosas ramas,
frondoso ramaje y gran altura:
su copa llegaba hasta las nubes.
Las aguas lo hicieron crecer,
lo encumbró el abismo;
sus ríos corrían
alrededor de su pie,
y a todos los árboles del campo
enviaba sus corrientes.
Por tanto, se encumbró su altura
sobre todos los árboles del campo
y se multiplicaron sus ramas,
y a causa de las muchas aguas
se extendió el ramaje
que había echado.
En sus ramas hacían nido
todas las aves del cielo,
debajo de su ramaje parían
todas las bestias del campo
y a su sombra habitaban
muchas naciones.
Se hizo, pues, hermoso en su grandeza
con la extensión de sus ramas,
porque su raíz estaba
junto a aguas abundantes.
Los cedros no lo superaron
en el huerto de Dios;
los cipreses no fueron semejantes a sus ramas
ni los castaños fueron semejantes a su ramaje;
ningún árbol en el huerto de Dios
fue semejante a él en hermosura.
Lo hice hermoso
con la multitud de sus ramas,
y todos los árboles del Edén,
que estaban en el huerto de Dios,
tuvieron de él envidia.

10 »”Por tanto, así dijo Jehová, el Señor: Ya que por ser encumbrado en altura y haber levantado su copa entre las nubes, su corazón se elevó con su altura, 11 yo lo entregaré en manos del poderoso de las naciones, que de cierto lo tratará según su maldad. Yo lo he desechado. 12 Lo destruirán extranjeros, y los poderosos de las naciones lo derribarán. Sus ramas caerán sobre los montes y por todos los valles; por todos los arroyos de la tierra será quebrado su ramaje. Todos los pueblos de la tierra se irán de su sombra, y lo abandonarán. 13 Sobre su tronco caído habitarán todas las aves del cielo, y sobre sus ramas estarán todas las bestias del campo, 14 para que no se exalten en su altura todos los árboles que crecen junto a las aguas, ni levanten su copa entre la espesura, ni confíen en su altura todos los que beben aguas; porque todos están destinados a la muerte, a lo profundo de la tierra, entre los hijos de los hombres, junto con los que descienden a la fosa.

15 »”Así ha dicho Jehová, el Señor: El día que descendió al seol, hice guardar luto, y que se cubriera por él el abismo. Detuve sus ríos, y las muchas aguas fueron detenidas. Por él cubrí de tinieblas el Líbano, y todos los árboles del campo se desmayaron. 16 Con el estruendo de su caída hice temblar a las naciones, cuando las hice descender al seol con todos los que descienden a la sepultura. Y todos los árboles escogidos del Edén, los mejores del Líbano, todos los que beben aguas, fueron consolados en lo profundo de la tierra. 17 También ellos descendieron con él al seol, con los muertos a espada, los que fueron su brazo, los que estuvieron a su sombra en medio de las naciones.

18 »”¿A quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles del Edén? Pues derribado serás con los árboles del Edén en lo profundo de la tierra; entre los incircuncisos yacerás, con los muertos a espada. Éste es el faraón y todo su pueblo, dice Jehová, el Señor.”»

32 Aconteció en el año duodécimo, en el mes duodécimo, el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: «Hijo de hombre, entona una lamentación por el faraón, rey de Egipto, y dile:

»“A leoncillo de naciones eres semejante,
y eres como el dragón en los mares;
pues secabas tus ríos,
enturbiabas las aguas con tus pies
y pisoteabas sus riberas.

»”Así ha dicho Jehová, el Señor: Yo extenderé sobre ti mi red con la reunión de muchos pueblos, y te harán subir con mi red.

»”Te echaré por tierra,
te echaré sobre la faz del campo,
haré que se posen sobre ti
todas las aves del cielo,
y saciaré de ti
a todas las fieras de la tierra.
Pondré tus carnes sobre los montes
y llenaré los valles con tus cadáveres.
Regaré con tu sangre la tierra donde nadas,
hasta los montes,
y los arroyos se llenarán de ti.
Cuando te haya extinguido,
cubriré los cielos y haré oscurecer sus estrellas;
el sol cubriré con nublado
y la luz de la luna no resplandecerá.
Haré que por ti se oscurezcan
todos los astros brillantes del cielo,
y pondré tinieblas sobre tu tierra”,

dice Jehová, el Señor.

»Entristeceré el corazón de muchos pueblos cuando lleve al cautiverio a los tuyos entre las naciones, por los países que no has conocido. 10 Dejaré atónitos por ti a muchos pueblos, y sus reyes tendrán horror grande a causa de ti, cuando haga resplandecer mi espada ante sus rostros; y todos temblarán a cada instante en el día de tu caída, 11 porque así ha dicho Jehová, el Señor:

»La espada del rey de Babilonia vendrá sobre ti.
12 Con espadas de fuertes haré que caiga tu pueblo;
todos ellos serán los poderosos de las naciones.
Destruirán la soberbia de Egipto
y toda su multitud será deshecha.
13 Todas sus bestias destruiré
de sobre las muchas aguas;
ya no las enturbiará
ni pie de hombre ni pezuña de bestia.
14 Entonces haré asentarse sus aguas
y haré correr sus ríos como aceite,
dice Jehová, el Señor.
15 Cuando deje asolado el país de Egipto,
y el país quede despojado de todo cuanto hay en él;
cuando mate a todos los que en él moran,
sabrán que yo soy Jehová.

16 »Ésta es la lamentación que cantarán. Las hijas de las naciones la cantarán; entonarán la lamentación por Egipto y por toda la multitud, dice Jehová, el Señor.»

17 Aconteció en el año duodécimo, a los quince días del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 18 «Hijo de hombre, entona una lamentación por la multitud de Egipto; y despéñalo a él y a las hijas de las naciones poderosas, a lo profundo de la tierra, con los que descienden a la sepultura.

19 “¿Acaso eres más hermoso que los otros?
¡Pues desciende y yace en la fosa con los incircuncisos!”

20 »Entre los muertos a espada caerá;

a la espada es entregado.
¡Traedlo a él y a todos sus pueblos!
21 De en medio del seol le hablarán los fuertes de los fuertes,
junto con sus aliados,
los que descendieron y yacen con los incircuncisos muertos a espada.

22 »Allí está Asiria con toda su multitud;
a su alrededor están sus sepulcros;
todos ellos cayeron muertos a espada.
23 Sus sepulcros fueron puestos a los lados de la fosa,
y su gente está por los alrededores de su sepulcro;
todos ellos cayeron muertos a espada,
los que sembraron el terror en la tierra de los vivientes.

24 »Allí está Elam con toda su multitud
por los alrededores de su sepulcro.
Todos ellos cayeron muertos a espada
y descendieron incircuncisos a lo más profundo de la tierra,
porque sembraron su terror en la tierra de los vivientes,
mas llevaron su ignominia con los que descienden al sepulcro.
25 En medio de los muertos le pusieron lecho,
con toda su multitud;
a sus alrededores están sus sepulcros;
todos ellos incircuncisos, muertos a espada,
porque fue puesto su espanto en la tierra de los vivientes,
mas llevaron su ignominia con los que descienden al sepulcro;
él fue puesto en medio de los muertos.

26 »Allí están Mesec y Tubal, con toda su multitud;
a sus alrededores están sus sepulcros;
todos ellos incircuncisos, muertos a espada,
porque habían sembrado su terror en la tierra de los vivientes.
27 No yacerán con los fuertes de los incircuncisos que cayeron,
los que descendieron al seol con sus armas de guerra
y sus espadas puestas debajo de sus cabezas;
mas sus maldades estarán sobre sus huesos, por cuanto fueron el terror de los fuertes en la tierra de los vivientes.
28 Tú, pues, serás quebrantado entre los incircuncisos
y yacerás con los muertos a espada.

29 »Allí está Edom, con sus reyes y todos sus príncipes,
quienes con su poderío fueron puestos con los muertos a espada;
ellos yacerán con los incircuncisos,
con los que descienden al sepulcro.

30 »Allí están los gobernantes del norte, todos ellos,
y todos los sidonios, que con su terror descendieron con los muertos;
avergonzados de su poderío,
yacen también incircuncisos con los muertos a espada
y comparten su ignominia con los que descienden al sepulcro.

31 »A estos verá el faraón, y se consolará sobre toda su multitud: al faraón muerto a espada, y todo su ejército, dice Jehová, el Señor. 32 Porque puse mi terror en la tierra de los vivientes, también el faraón y toda su multitud yacerán entre los incircuncisos, con los muertos a espada, dice Jehová, el Señor.»

El deber del atalaya(A)

33 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: «Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo y diles: “Cuando traiga yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tome a un hombre de su territorio y lo ponga por centinela, y él vea venir la espada sobre la tierra, y toque la trompeta y avise al pueblo, cualquiera que oiga el sonido de la trompeta y no se prepare, y viniendo la espada lo hiera, su sangre será sobre su cabeza. El sonido de la trompeta oyó, pero no se preparó: su sangre será sobre él; pero el que se prepare, salvará su vida. Pero si el centinela ve venir la espada y no toca la trompeta, y el pueblo no se prepara, y viniendo la espada, hiere a alguno de ellos, éste fue tomado por causa de su pecado, pero demandaré su sangre de mano del centinela.

»”A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por centinela de la casa de Israel: tú oirás la palabra de mi boca y los amonestarás de mi parte. Cuando yo diga al impío: ‘¡Impío, de cierto morirás!’, si tú no hablas para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero yo demandaré su sangre de tu mano. Pero si tú avisas al impío de su camino para que se aparte de él, y él no se aparta de su camino, él morirá por su pecado, pero tú libraste tu vida.”»

El camino de Dios es justo(B)

10 «Tú, pues, hijo de hombre, di a la casa de Israel: “Vosotros habéis hablado así, diciendo: ‘Nuestras rebeliones y nuestros pecados están sobre nosotros, y a causa de ellos somos consumidos: ¿cómo, pues, viviremos?’ 11 Diles: Vivo yo, dice Jehová, el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino y que viva. ¡Volveos, volveos de vuestros malos caminos! ¿Por qué habéis de morir, casa de Israel? 12 Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no lo librará el día que se rebele; y la impiedad del impío no le será estorbo el día que se vuelva de su impiedad. El justo no podrá vivir por su justicia el día que peque. 13 Cuando yo diga al justo: ¡De cierto vivirás!, pero él, confiado en su justicia, actúe con iniquidad, ninguna de sus justicias será recordada, sino que morirá por la iniquidad cometida. 14 Y cuando yo diga al impío: ¡De cierto morirás!, si él se convierte de su pecado y actúa conforme al derecho y la justicia, 15 si el impío restituye la prenda robada, devuelve lo que haya robado y camina en los estatutos de la vida, sin cometer iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá. 16 No se le recordará ninguno de los pecados que había cometido; actuó conforme al derecho y la justicia, y vivirá ciertamente.

17 »”Luego dirán los hijos de tu pueblo: ‘¡No es recto el camino del Señor!’ ¡El camino de ellos es el que no es recto! 18 Cuando el justo se aparte de su justicia y cometa iniquidad, morirá por ello. 19 Y cuando el impío se aparte de su impiedad y actúe conforme al derecho y la justicia, vivirá por ello. 20 Pero vosotros habéis dicho: ‘No es recto el camino del Señor.’ Yo os juzgaré, casa de Israel, a cada uno conforme a sus caminos.”»

Noticias de la caída de Jerusalén

21 Aconteció en el año duodécimo de nuestro cautiverio, en el mes décimo, a los cinco días del mes, que vino a mí un fugitivo de Jerusalén, diciendo: «¡La ciudad ha sido conquistada!» 22 Y la mano de Jehová había sido sobre mí la tarde antes de llegar el fugitivo, y había abierto mi boca, hasta que vino a mí por la mañana; y abrió mi boca, y ya no estuve callado por más tiempo.

23 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 24 «Hijo de hombre, los que habitan aquellos lugares asolados en la tierra de Israel, hablan diciendo: “Abraham era uno, y poseyó la tierra; pues nosotros somos muchos; a nosotros nos es dada la tierra en posesión.” 25 Por tanto, diles: “Así ha dicho Jehová, el Señor: Coméis con sangre, a vuestros ídolos alzáis vuestros ojos y derramáis sangre, ¿y poseeréis vosotros la tierra? 26 Estáis sobre vuestras espadas, hacéis abominación y contamináis cada cual a la mujer de su prójimo, ¿y habréis de poseer vosotros la tierra?” 27 Les dirás: “Así ha dicho Jehová, el Señor: Vivo yo, que los que están en aquellos lugares asolados caerán a espada, y al que está sobre la faz del campo entregaré a las fieras para que lo devoren; y los que están en las fortalezas y en las cuevas, de peste morirán. 28 Convertiré la tierra en soledad y desolación, y cesará la soberbia de su poderío; y los montes de Israel serán asolados hasta que no haya quien pase. 29 Y sabrán que yo soy Jehová, cuando convierta la tierra en soledad y desolación, por todas las abominaciones que han hecho.”

30 »En cuanto a ti, hijo de hombre, los hijos de tu pueblo se mofan de ti junto a las paredes y a las puertas de las casas, y habla el uno con el otro, cada uno con su hermano, diciendo: “¡Venid ahora, y oíd qué palabra viene de Jehová!” 31 Y vienen a ti como viene el pueblo, y están delante de ti como pueblo mío. Oyen tus palabras, pero no las ponen por obra, antes hacen halagos con sus bocas y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia. 32 Y tú eres para ellos como un cantor de amores, de hermosa voz y que canta bien. Ellos oyen tus palabras, pero no las ponen por obra. 33 Sin embargo, cuando eso llegue (y ya está llegando), sabrán que en medio de ellos hubo un profeta.»

Profecía contra los pastores de Israel

34 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: «Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: “Así ha dicho Jehová, el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no apacientan a los rebaños? Os alimentáis con la leche de las ovejas, os vestís con su lana y degolláis a la engordada, pero no las apacentáis. No fortalecisteis a las débiles ni curasteis a la enferma; no vendasteis la perniquebrada ni volvisteis al redil a la descarriada ni buscasteis a la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia. Andan errantes por falta de pastor y son presa de todas las fieras del campo. ¡Se han dispersado! Han andado perdidas mis ovejas por todos los montes y en todo collado alto. Por toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas y no hubo quien las buscara ni quien preguntara por ellas.

»”Por tanto, pastores, oíd palabra de Jehová: Vivo yo, ha dicho Jehová, el Señor, que por cuanto mi rebaño fue expuesto al robo, y mis ovejas fueron para ser presa de todas las fieras del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron a mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a sí mismos y no apacentaron a mis ovejas; por eso, pastores, oíd palabra de Jehová. 10 Así ha dicho Jehová, el Señor: ¡Yo estoy contra los pastores y demandaré mis ovejas de su mano! Haré que dejen de apacentar mis ovejas, y ya no se apacentarán más los pastores a sí mismos, pues yo libraré a mis ovejas de sus bocas y no les serán más por comida.

11 »”Porque así ha dicho Jehová, el Señor: Yo, yo mismo, iré a buscar a mis ovejas, y las reconoceré. 12 Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré yo a mis ovejas y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad. 13 Yo las sacaré de los pueblos y las juntaré de los países; las traeré a su propio país y las apacentaré en los montes de Israel, por las riberas y en todos los lugares habitados del país. 14 En buenos pastos las apacentaré y en los altos montes de Israel estará su pastizal; allí dormirán en buen redil y con pastos suculentos serán apacentadas sobre los montes de Israel. 15 Yo apacentaré mis ovejas y les daré aprisco, dice Jehová, el Señor. 16 Yo buscaré a la perdida y haré volver al redil a la descarriada, vendaré la perniquebrada y fortaleceré a la débil; pero a la engordada y a la fuerte destruiré: las apacentaré con justicia.

17 »”En cuanto a vosotras, ovejas mías, así ha dicho Jehová, el Señor: Yo juzgo entre oveja y oveja, entre carneros y machos cabríos. 18 ¿No os basta con comer los buenos pastos, sino que también pisoteáis lo que de vuestros pastos queda, y cuando bebéis las aguas claras enturbiáis el resto con vuestros pies? 19 Y así mis ovejas han de comer lo que vosotros habéis pisoteado y han de beber lo que con vuestros pies habéis enturbiado.

20 »”Por tanto, así les dice Jehová, el Señor: Yo, yo mismo, juzgaré entre la oveja engordada y la oveja flaca, 21 por cuanto empujasteis con el costado y con el hombro, y acorneasteis con vuestros cuernos a todas las débiles, hasta que las echasteis y las dispersasteis. 22 Yo salvaré a mis ovejas y nunca más serán objeto de rapiña; y juzgaré entre oveja y oveja. 23 Yo levantaré sobre ellas a un pastor que las apaciente: mi siervo David. Él las apacentará, pues será su pastor. 24 Yo, Jehová, seré el Dios de ellos, y mi siervo David, en medio de ellos, será su gobernante. Yo, Jehová, he hablado.

25 »”Estableceré con ellos un pacto de paz, y quitaré de la tierra las fieras; habitarán en el desierto con seguridad y dormirán en los bosques. 26 Y daré bendición a ellos y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo: lluvias de bendición serán. 27 El árbol del campo dará su fruto y la tierra dará su fruto. Estarán en su tierra con seguridad, y sabrán que yo soy Jehová, cuando rompa las coyundas de su yugo y los libre de mano de los que se sirven de ellos. 28 No serán más por presa de las naciones ni las fieras del país las devorarán, sino que habitarán con seguridad y no habrá quien las espante. 29 Prepararé para ellos un plantío de renombre, y nunca más serán consumidos por el hambre en el país ni nunca más serán afrentados por las naciones. 30 Y sabrán que yo, Jehová, su Dios, estoy con ellos, y que ellos son mi pueblo, la casa de Israel, dice Jehová, el Señor. 31 Y vosotras, ovejas mías, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice Jehová, el Señor.”»

Profecía contra el monte Seir

35 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: «Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el monte Seir y profetiza contra él, diciendo: “Así ha dicho Jehová, el Señor:

»”He aquí, yo estoy contra ti, monte Seir;
extenderé mi mano contra ti
y te convertiré en un desierto desolado.
Tus ciudades asolaré,
quedarás desolado
y sabrás que yo soy Jehová.

»”Por cuanto tuviste enemistad perpetua y entregaste a los hijos de Israel al poder de la espada en el tiempo de su aflicción, en el tiempo en que su maldad fue consumada, por eso, vivo yo, dice Jehová, el Señor, que a sangre te destinaré y sangre te perseguirá. Porque no aborreciste la sangre, sangre te perseguirá. Convertiré el monte Seir en desierto desolado, y eliminaré de él al que salga y al que entre. Llenaré sus montes con sus muertos; en tus collados, en tus valles y en todos tus arroyos caerán los muertos a espada. Yo te pondré en perpetua desolación, y tus ciudades nunca más se restaurarán. Y sabréis que yo soy Jehová.

10 »”Por cuanto dijiste: ‘Las dos naciones y las dos tierras serán mías, y tomaré posesión de ellas’, estando allí Jehová; 11 por eso, vivo yo, dice Jehová, el Señor, que yo haré conforme a tu ira y conforme a tu celo con que procediste, a causa de tus enemistades con ellos; y seré conocido en ellos cuando te juzgue. 12 Y sabrás que yo, Jehová, he oído todas tus injurias que proferiste contra los montes de Israel, diciendo: ‘¡Destruidos son, nos han sido dados para que los devoremos!’ 13 Y os engrandecisteis contra mí con vuestra boca, y multiplicasteis contra mí vuestras palabras. ¡Yo lo oí! 14 Así ha dicho Jehová, el Señor: Para que toda la tierra se regocije, yo te convertiré en una desolación. 15 Como te alegraste sobre la heredad de la casa de Israel, porque fue asolada, así haré contigo: ¡asolado será el monte Seir, y todo Edom, todo él! Y sabrán que yo soy Jehová.”

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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