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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Amós 9:11 - Nahúm 3:19

Restauración futura de Israel

11 En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y levantaré sus ruinas, y lo reedificaré como en el tiempo pasado;

12 para que reconquisten el resto de Edom, y todas las naciones sobre las cuales es invocado mi nombre, dice Jehová, que hace esto.

13 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán.

14 Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos.

15 Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, dice Jehová, tu Dios.

La humillación de Edom

Visión de Abdías. El Señor Jehová dice esto en cuanto a Edom: Hemos oído una noticia que viene de Jehová, y un mensajero ha sido enviado a las naciones. Poneos en pie, y levantémonos contra este pueblo en batalla.

He aquí que te he hecho pequeño entre las naciones; eres despreciado en gran manera.

La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, que pones en las alturas tu morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?

Aunque hagas tu nido tan alto como el águila, y aunque lo coloques entre las estrellas, de allí te derribaré, dice Jehová.

Si ladrones vinieran a ti, o salteadores de noche (¡cómo has sido destruido!), ¿no hurtarían lo que les bastase? Si entraran a ti vendimiadores, ¿no dejarían algún rebusco?

¡Cómo fueron escudriñadas las cosas de Esaú, y sus tesoros escondidos!

Todos tus aliados te hicieron retroceder hasta la frontera; los que estaban en paz contigo te engañaron y prevalecieron contra ti; los que comían tu pan pusieron lazo debajo de ti; no hay en ti discernimiento.

¿No haré que perezcan en aquel día, dice Jehová, los sabios de Edom, y la prudencia del monte de Esaú?

Y tus valientes, oh Temán, serán amedrentados; de suerte que será exterminado con muerte violenta todo hombre en la montaña de Esaú.

10 Por la violencia hecha a tu hermano Jacob, te cubrirá vergüenza, y serás cortado para siempre.

11 El día que estando tú delante, saqueaban los extranjeros sus riquezas, y extraños entraban por sus puertas, y echaban suertes sobre Jerusalén, tú también eras como uno de ellos.

12 Pues no debiste tú haber estado mirando en el día de tu hermano, en el día de su infortunio; ni debiste haberte alegrado de los hijos de Judá en el día de su ruina; ni debiste haber proferido palabras altaneras en el día de la angustia.

13 No debiste haber entrado por la puerta de mi pueblo en el día de su quebrantamiento; no, no debiste haber mirado su mal en el día de su quebranto, ni haber echado mano a sus bienes en el día de su calamidad.

14 Tampoco debiste haberte parado en las encrucijadas para matar a los que de ellos escapasen; ni debiste haber entregado a los que quedaban en el día de angustia.

La exaltación de Israel

15 Porque se acerca el día de Jehová sobre todas las naciones; como tú hiciste se hará contigo; tus acciones se volverán sobre tu cabeza.

16 De la manera que vosotros bebisteis en mi santo monte, beberán continuamente todas las naciones; beberán, y engullirán, y serán como si no hubieran sido.

17 Mas en el monte de Sión habrá un remanente que se salve; y será santo, y la casa de Jacob recuperará sus posesiones.

18 La casa de Jacob será el fuego, y la casa de José será la llama, y la casa de Esaú la estopa, y los quemarán y los consumirán; y no quedará ningún resto de la casa de Esaú, porque Jehová ha hablado.

19 Y los del Négueb poseerán el monte de Esaú, y los de la Sefelá a los filisteos; poseerán también los campos de Efraín, y los campos de Samaria; y Benjamín ocupará Galaad.

20 Y los cautivos de este ejército de los hijos de Israel poseerán la tierra de Canaán hasta Sarepta; y los cautivos de Jerusalén que están en Sefarad poseerán las ciudades del Négueb.

21 Y subirán salvadores al monte de Sión para juzgar al monte de Esaú; y el reino será de Jehová.

Jonás huye de Jehová

Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitay, diciendo:

Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque su maldad ha subido hasta mí.

Pero Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.

Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave.

Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno clamaba a su dios; y echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarse de ellos. Pero Jonás había bajado al interior de la nave, se había acostado, y dormía profundamente.

Y el patrón de la nave se le acercó y le dijo: ¿Qué haces aquí, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizás él se acordará de nosotros, y no pereceremos.

Y dijeron cada uno a su compañero: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás.

Entonces le dijeron ellos: Decláranos ahora por qué nos ha venido este mal. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres?

Y él les respondió: Soy hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra.

10 Entonces aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: ¿Por qué has hecho esto? Porque ellos sabían que huía de la presencia de Jehová, pues él se lo había declarado.

11 Y le dijeron: ¿Qué haremos contigo para que el mar se nos aquiete? Porque el mar se iba embraveciendo más y más.

12 Él les respondió: Tomadme y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros.

13 Con todo, aquellos hombres remaron con ahínco para hacer volver la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar se iba embraveciendo más y más contra ellos.

14 Por lo cual clamaron a Jehová y dijeron: Te rogamos ahora, Jehová, que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, Jehová, has obrado conforme a tu beneplácito.

15 Así que tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furor.

16 Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor, y ofrecieron sacrificio a Jehová, e hicieron votos.

17 Pero Jehová tenía preparado un gran pez que se tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.

Oración de Jonás

Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez,

y dijo:

Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó;
Desde el seno del Seol clamé,
Y oíste mi voz.
Me echaste a lo profundo, en medio de los mares,
Y me rodeó la corriente;
Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.
Entonces dije: Soy rechazado de delante de tus ojos;
Mas todavía miraré hacia tu santo templo.
Las aguas me rodearon hasta el alma,
Rodeóme el abismo;
Las algas se enredaron a mi cabeza.
Descendí a los cimientos de los montes;
La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre;
Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.
Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová,
Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.
Los que siguen vanidades ilusorias,
Abandonan su misericordia.
Mas yo te ofreceré sacrificios con voz de alabanza;
Pagaré lo que prometí.
La salvación es de Jehová.

10 Y dio orden Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra.

Nínive se arrepiente

Vino palabra de Jehová por segunda vez a Jonás, diciendo:

Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré.

Y se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme a la palabra de Jehová. Y era Nínive una ciudad grande en extremo, de un recorrido de tres días.

Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, e hizo el recorrido de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días, Nínive será destruida.

Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y pregonaron un ayuno, y se vistieron de saco desde el mayor hasta el menor.

Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su trono, se despojó de su vestido, y se cubrió de saco y se sentó sobre ceniza.

E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por decreto del rey y de sus nobles, diciendo: Hombres y bestias de carga, ganado mayor y menor, no prueben bocado; no se les dé alimento, ni beban agua;

sino cúbranse de saco hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la violencia que hay en sus manos.

¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos?

10 Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.

El enojo de Jonás

Pero a Jonás le disgustó eso en extremo, y se enojó.

Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo me decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque yo sabía que tú eres un Dios clemente y compasivo, tardo en enojarte, y de gran misericordia, y que te arrepientes del mal.

Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.

Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte tanto?

Y salió Jonás de la ciudad, y se sentó en el lado oriental de la ciudad, y se hizo allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad.

Y preparó Jehová Dios una calabacera, y la hizo crecer sobre Jonás para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera.

Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó.

Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y pedía para sí la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida.

Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte.

10 Y dijo Jehová: Tú has tenido lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció.

11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben distinguir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?

Lamento sobre Samaria y Jerusalén

Palabra de Jehová que vino a Miqueas de Moréset en días de Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá; lo que vio sobre Samaria y Jerusalén.

Oíd, pueblos todos; está atenta, tierra, y cuanto hay en ti; y el Señor Jehová, el Señor desde su santo templo, sea testigo contra vosotros.

Porque he aquí que Jehová sale de su lugar, y descenderá y hollará las alturas de la tierra.

Y se derretirán los montes debajo de él, y los valles se hendirán como la cera delante del fuego, como las aguas que corren por un precipicio.

Todo esto por la rebelión de Jacob, y por los pecados de la casa de Israel. ¿Cuál es la rebelión de Jacob? ¿No es Samaria? ¿Y cuáles son los lugares altos de Judá? ¿No es Jerusalén?

Haré, pues, de Samaria un montón de ruinas en el campo, y tierra para plantar viñas; y haré rodar sus piedras por el valle, y descubriré sus cimientos.

Y todas sus estatuas serán despedazadas, y todos sus dones serán quemados en fuego, y destruiré todos sus ídolos; porque de dones de rameras los juntó, y en salario de rameras se convertirán.

Por esto me lamentaré y aullaré, y andaré descalzo y desnudo; lanzaré aullidos como de chacales, y lamentos como de avestruces.

Porque su herida es incurable, y llegó hasta Judá; llegó hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalén.

10 No lo digáis en Gat, ni lloréis en Acó; revuélcate en el polvo de Bet-le-afrá.

11 Pásate, oh morador de Safir, desnudo y con vergüenza; el morador de Zaanán no sale; el llanto de Bet-ha-Esel os negará su apoyo.

12 Porque los moradores de Marot esperan que les sea de provecho el que de parte de Jehová el mal haya descendido hasta la puerta de Jerusalén.

13 Uncid al carro los corceles, oh moradores de Laquís, que fuisteis principio de pecado a la hija de Sión; porque en vosotros se hallaron las rebeliones de Israel.

14 Por tanto, vosotros daréis dones a Moréset-gat; las casas de Aczib serán para engaño a los reyes de Israel.

15 Aún os traeré un nuevo poseedor, oh moradores de Maresá; la flor de Israel huirá hasta Adulam.

16 Arráncate los cabellos y ráete por los hijos de tus delicias; ensancha tu calva como la del buitre, porque han sido deportados lejos de ti.

¡Ay de los que oprimen a los pobres!

¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder!

Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad.

Por tanto, así dice Jehová: He aquí, yo pienso contra esta familia un mal del cual no libraréis vuestros cuellos, ni andaréis altivos; porque el tiempo será malo.

En aquel tiempo levantarán sobre vosotros refrán, y se hará endecha de lamentación, diciendo: Del todo fuimos destruidos; él ha cambiado la porción de mi pueblo. ¡Cómo nos quitó nuestros campos! Los dio y los repartió a otros.

Por tanto, no habrá quien a suerte reparta heredades en la congregación de Jehová.

No profeticéis, dicen a los que profetizan; no profeticen tales cosas, que no nos alcanzará el oprobio.

Tú que te dices casa de Jacob, ¿se ha acortado el Espíritu de Jehová? ¿Son éstas sus obras? ¿No hacen mis palabras bien al que camina rectamente?

El que ayer era mi pueblo, se ha levantado como enemigo; de sobre el vestido quitasteis atrevidamente las capas a los que pasaban, como adversarios de guerra.

A las mujeres de mi pueblo echasteis fuera de las casas que eran su delicia; a sus niños quitasteis mi perpetua alabanza.

10 Levantaos y andad, porque no es éste un lugar de reposo, pues está contaminado y causa destrucción irreparable.

11 Si alguno, andando con espíritu de falsedad, mintiese diciendo: Yo te profetizaré de vino y de licor; este tal sería el profeta de este pueblo.

12 De cierto te juntaré todo, oh Jacob; recogeré ciertamente el resto de Israel; lo reuniré como ovejas de Bosrá, como rebaño en medio de su aprisco; harán estruendo por la multitud de hombres.

13 Subirá delante de ellos el que abre caminos; abrirán camino y pasarán la puerta, y saldrán por ella; y su rey pasará delante de ellos, y a la cabeza de ellos Jehová.

Acusación contra los dirigentes de Israel

Dije: Escuchad ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿No concierne a vosotros saber lo que es justo?

Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre los huesos;

y luego de haberos comido la carne de mi pueblo, y desollado su piel de sobre ellos, y quebrantado y roto todos sus huesos como para el caldero, y como carnes en olla,

entonces clamáis a Jehová, pero él no os responderá; antes esconderá de vosotros su rostro en aquel tiempo, por cuanto hicisteis obras malvadas.

Así dice Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él:

Por tanto, la visión se os hará noche, y oscuridad el adivinar; y sobre los videntes se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos.

Y serán avergonzados los videntes, y se confundirán los adivinos; y todos ellos cerrarán sus labios, porque no habrá respuesta de Dios.

Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado.

Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis la justicia, y pervertís todo el derecho;

10 que edificáis a Sión con sangre, y a Jerusalén con iniquidad.

11 Sus jefes juzgan por soborno, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros.

12 Por eso, por culpa vuestra Sión será arada como un campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte del templo como oteros de bosque.

Reinado universal de Jehová

Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos.

Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.

Y él juzgará entre muchos pueblos, y será árbitro entre naciones poderosas hasta muy lejos; y forjarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra.

Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.

Pues todos los pueblos andan cada uno en el nombre de su dios, pero nosotros andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios eternamente y para siempre.

Israel será redimido del cautiverio

En aquel día, dice Jehová, reuniré la que cojea, y recogeré la descarriada, y a la que afligí;

y pondré a la coja como remanente y a la descarriada como nación robusta; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sión desde ahora y para siempre.

Y tú, oh torre del rebaño, fortaleza de la hija de Sión, hasta ti vendrá la antigua soberanía, el reino de la hija de Jerusalén.

Ahora, ¿por qué gritas tanto? ¿No hay rey en ti? ¿Pereció tu consejero, que te agobia un dolor como de mujer en parto?

10 Duélete y gime, hija de Sión, como mujer que está de parto; porque ahora saldrás de la ciudad y morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia; allí serás librada, allí te redimirá Jehová de la mano de tus enemigos.

11 Pero ahora se han juntado muchas naciones contra ti, y dicen: Sea profanada, y vean nuestros ojos su deseo cumplido en la ruina de Sión.

12 Mas ellos no conocieron los pensamientos de Jehová, ni entendieron su consejo; pues él los junta como gavillas en la era.

13 Levántate y trilla, hija de Sión, porque haré tu cuerno como de hierro, y tus pezuñas de bronce, y desmenuzarás a muchos pueblos; y consagrarás a Jehová su botín, y sus riquezas al Señor de toda la tierra.

El reinado del libertador desde Belén

Rodéate ahora de muros, hija de guerreros; nos han sitiado; con vara hieren en la mejilla al juez de Israel.

Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña para ser contada entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus orígenes son desde el principio, desde los días de la eternidad.

Pero los dejará hasta el tiempo que dé a luz la que ha de dar a luz; y el resto de sus hermanos se volverá a los hijos de Israel.

Y él estará firme, y apacentará con poder de Jehová, con grandeza del nombre de Jehová su Dios; y morarán seguros, porque entonces será engrandecido hasta los fines de la tierra.

Y éste será nuestra paz. Cuando el asirio invada nuestra tierra, para hollar nuestros palacios, entonces levantaremos contra él siete pastores, y ocho hombres principales;

y devastarán la tierra de Asiria a espada, y con sus espadas la tierra de Nimrod; y nos librará del asirio, cuando venga contra nuestra tierra a hollar nuestras fronteras.

El remanente de Jacob será en medio de muchos pueblos como el rocío de Jehová, como las lluvias sobre la hierba, las cuales no se esperan de varón, ni se aguardan de manos de hijos de hombres.

Asimismo el remanente de Jacob será entre las naciones, en medio de muchos pueblos, como el león entre las bestias de la selva, como el cachorro del león entre las manadas de las ovejas, el cual si pasa, huella y arrebata, y no hay quien libre.

Tu mano se alzará sobre tus enemigos, y todos tus adversarios serán destruidos.

10 Acontecerá en aquel día, dice Jehová, que haré matar tus caballos de en medio de ti, y haré destruir tus carros.

11 Haré también destruir las ciudades de tu tierra, y arruinaré todas tus fortalezas.

12 Asimismo destruiré de tu mano las hechicerías, y no se hallarán en ti más agoreros.

13 Y haré destruir tus esculturas y tus imágenes de en medio de ti, y nunca más te inclinarás a la obra de tus manos.

14 Arrancaré tus imágenes de Aserá de en medio de ti, y destruiré tus enemigos;

15 y con ira y con furor haré venganza en las naciones, porque no prestaron oídos.

Controversia de Jehová con Israel

Oíd ahora lo que dice Jehová: Levántate, contiende frente a los montes, y oigan los collados tu voz.

Oíd, montes, y fuertes cimientos de la tierra, el pleito de Jehová; porque Jehová tiene pleito con su pueblo, y altercará con Israel.

Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he molestado? Responde contra mí.

Porque yo te hice subir de la tierra de Egipto, y te redimí de la casa de servidumbre; y envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a María.

Pueblo mío, acuérdate ahora qué maquinaba Balac rey de Moab, y qué le respondió Balaam hijo de Beor, desde Sitim hasta Gilgal, para que conozcas las justicias de Jehová.

Lo que pide Jehová

¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año?

¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil ríos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi prevaricación, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?

Oh hombre, te ha sido declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar la misericordia, y caminar humildemente ante tu Dios.

La voz de Jehová clama a la ciudad; es sabio temer a tu nombre. Prestad atención al castigo, y a quien lo establece.

10 ¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestable?

11 ¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas?

12 Sus ricos se colmaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua es engañosa en su boca.

13 Por eso yo también te hice enflaquecer hiriéndote, asolándote por tus pecados.

14 Comerás, y no te saciarás, y tu hambre estará en medio de ti; recogerás, mas no salvarás, y lo que salves, lo entregaré yo a la espada.

15 Sembrarás, mas no segarás; pisarás aceitunas, mas no te ungirás con el aceite; y mosto, mas no beberás el vino.

16 Porque se han guardado los estatutos de Omrí, y todas las obras de la casa de Acab; y anduvisteis en los consejos de ellos, para que yo te pusiese en asolamiento, y tus moradores para burla. Llevaréis, por tanto, el oprobio de mi pueblo.

Corrupción moral de Israel

¡Ay de mí!, porque estoy como cuando han recogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado después de la vendimia, y no queda racimo para comer; mi alma deseó los primeros frutos.

Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan por sangre; cada cual arma red a su hermano.

Para completar la maldad de sus manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por soborno; y el grande habla el antojo de su alma, y juntos urden sus maquinaciones.

El mejor de ellos es como el espino; el más recto, como un zarzal; el día de tu castigo viene, el que anunciaron tus atalayas; ahora será su consternación.

No creáis en el amigo, ni confiéis en el compañero; de la que duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca.

Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa.

Mas yo pongo mis ojos en Jehová, espero al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá.

Jehová trae luz y libertad

Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz.

Habré de soportar la ira de Jehová, porque pequé contra él, hasta que juzgue mi causa y me haga justicia; él me sacará a luz; veré su justicia.

10 Y mi enemiga lo verá, y se cubrirá de vergüenza; ella que me decía: ¿Dónde está Jehová tu Dios? Mis ojos la verán; ahora será hollada como lodo de las calles.

11 Viene el día en que se edificarán tus muros; aquel día se extenderán los límites.

12 En ese día vendrán hasta ti desde Asiria y las ciudades fortificadas, y desde las ciudades fortificadas hasta el Río, y de mar a mar, y de monte a monte.

13 Y será asolada la tierra a causa de sus moradores, por el fruto de sus obras.

Compasión de Jehová por Israel

14 Apacienta tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu heredad, que mora solitario en la montaña, en campo fértil; busque pasto en Bacán y Galaad, como en el tiempo pasado.

15 Yo les haré ver maravillas como el día que saliste de Egipto.

16 Las naciones verán, y se avergonzarán de todo su poderío; pondrán la mano sobre su boca, ensordecerán sus oídos.

17 Lamerán el polvo como la culebra; como las serpientes de la tierra, saldrán temblando de sus escondrijos; se volverán amedrentados hacia Jehová nuestro Dios, y temerán a causa de ti.

18 ¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en la misericordia.

19 Él volverá a tener compasión de nosotros; hollará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.

20 Cumplirás la verdad a Jacob, y a Abraham la misericordia, que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos.

La ira vengadora de Dios

Profecía sobre Nínive. Libro de la visión de Nahúm de Elcós.

Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos.

Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Jehová camina en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies.

Él amenaza al mar, y lo hace secar, y agota todos los ríos; Basán y el Carmel languidecen, y la flor del Líbano se marchita.

Los montes tiemblan delante de él, y los collados se derriten; la tierra se agita a su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan.

¿Quién se sostendrá delante de su ira?; ¿y quién quedará en pie en el ardor de su enojo? Su ira se derrama como fuego, y por él se hienden las peñas.

Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.

Mas con inundación impetuosa consumirá a sus adversarios, y hasta en las tinieblas perseguirá a sus enemigos.

¿Qué tramáis contra Jehová? Él hará exterminio; no tomará venganza dos veces de sus enemigos.

10 Aunque sean como espinos entretejidos, y estén empapados de bebida, serán consumidos completamente como hojarasca seca.

11 De ti salió el que maquinó perversidades contra Jehová, un consejero de Belial.

12 Así dice Jehová: Aunque estén incólumes, y sean numerosos, aun así serán talados, y pasarán. Bastante te he afligido; no te afligiré ya más.

13 Porque ahora quebraré su yugo de sobre ti, y romperé tus cadenas.

14 Mas acerca de ti manda Jehová, que no quede ni memoria de tu nombre; de la casa de tu dios destruiré escultura y estatua de fundición; allí pondré tu sepulcro, porque fuiste vil.

Anuncio de la caída de Nínive

15 He aquí que vienen sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz. Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos; porque nunca más volverá a pasar por ti el malvado; pereció del todo.

Un destructor sube contra ti; monta guardia en la fortaleza, vigila el camino, cíñete los lomos, concentra todo tu poder.

Porque Jehová restaurará la gloria de Jacob como la gloria de Israel; porque saqueadores los saquearon, y estropearon sus sarmientos.

El escudo de sus valientes está pintado de rojo, los varones de su ejército vestidos de grana; sus carros como fuego de antorchas; el día que se prepare, temblarán los cipreses.

Los carros se precipitarán a las plazas, con estruendo rodarán por las calles; su aspecto será como antorchas encendidas, correrán como relámpagos.

Pasará revista a sus valientes; se atropellarán en su marcha; se apresurarán a su muro, y se preparará el parapeto.

Las puertas de los ríos se abrirán, y el palacio será destruido.

Y la soberana será descubierta y deportada, y sus criadas la llevarán gimiendo como palomas, golpeándose el pecho.

Fue Nínive de tiempo antiguo como estanque de aguas que se escapan. Dicen: ¡Deteneos, deteneos!; pero ninguno mira atrás.

Saquead la plata, saquead el oro; no tienen fin los tesoros; es una riqueza inmensa de toda clase de efectos codiciables.

10 Destrozo, saqueo y devastación; corazones que desfallecen; temblor de rodillas, dolor en los riñones, rostros demudados.

11 ¿Qué es de la guarida de los leones, y de la majada de los cachorros de los leones, donde se recogía el león y la leona, y los cachorros del león, y no había quien los espantase?

12 El león arrebataba en abundancia para sus cachorros, y ahogaba para sus leonas, y llenaba de presa sus cavernas, y de rapiña sus guaridas.

Destrucción total de Nínive

13 Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos. Encenderé y reduciré a humo tus carros, y la espada devorará a tus leoncillos; y cortaré de la tierra tus rapiñas, y nunca más se oirá la voz de tus mensajeros.

¡Ay de ti, ciudad sanguinaria, toda llena de mentira y de rapiña, sin apartarte del pillaje!

Chasquido de látigo, y fragor de ruedas, galopar de caballos, y saltar de carros;

jinetes enhiestos, flamear de espadas, y refulgir de lanzas; multitud de heridos y montones de cadáveres; cadáveres sinfín, y en sus cadáveres tropezarán;

a causa de la multitud de las fornicaciones de la ramera de hermosa gracia, maestra en hechizos, que seduce a las naciones con sus fornicaciones, y a los pueblos con sus hechizos.

Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos, y descubriré tus faldas hasta tu rostro, y mostraré a las naciones tu desnudez, y a los reinos tus vergüenzas.

Y echaré sobre ti inmundicias, y te afrentaré, y te pondré como un hazmerreír.

Todos los que te vean se apartarán de ti, y dirán: ¡Nínive, asolada!; ¿quién se compadecerá de ella? ¿Dónde te buscaré consoladores?

¿Eres tú mejor que Tebas, que estaba asentada junto al Nilo, rodeada de aguas, cuyo baluarte era el mar, y aguas por muro?

Etiopía era su fuerza, también Egipto, y eso sin límite; Fut y Libia fueron sus ayudadores.

10 Sin embargo, ella fue llevada en cautiverio; también sus pequeños fueron estrellados en las encrucijadas de todas las calles, y echaron suertes sobre sus nobles, y todos sus grandes fueron cargados de cadenas.

11 Tú también serás embriagada, y serás encerrada; tú también buscarás refugio a causa del enemigo.

12 Todas tus fortalezas serán cual higueras con brevas, que si las sacuden, caen en la boca del que las ha de comer.

13 He aquí, tu pueblo será todo mujeres en medio de ti; las puertas de tu tierra se abrirán de par en par a tus enemigos; el fuego consumirá tus cerrojos.

14 Provéete de agua para el asedio, refuerza tus fortalezas; entra en el lodo, pisa el barro, refuerza el horno de ladrillos.

15 Allí te consumirá el fuego, te talará la espada, te devorará como pulgón; multiplícate como el pulgón, multiplícate como la langosta.

16 Multiplicaste tus mercaderes más que las estrellas del cielo; la langosta despliega sus alas y se va.

17 Tus funcionarios serán como pulgones, y tus escribas como nubes de langostas que se sientan en vallados en día de frío; salido el sol se van, y no se conoce el lugar donde están.

18 Se durmieron tus pastores, oh rey de Asiria, reposan tus valientes; tu pueblo se dispersó por los montes, y no hay quien lo junte.

19 No hay medicina para tu magulladura; tu herida es incurable; todos los que oigan tu noticia batirán las manos sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu maldad?

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.